Castillo-abadía de Loarre
El castillo abadía de Loarre es una fortaleza románica situada en la localidad del mismo nombre, en la sierra de Loarre, de Huesca. La ubicación de la construcción es un aspecto fundamental para entender su carácter militar. Está situado a la entrada de los Pirineos, justo en frente, al sur, se extiende la gran llanura La Hoya de Huesca hasta orillas del río Ebro. Al otro lado, al norte, están los montes Pirineos y la importante ciudad de Jaca.
El castillo fue construido en el siglo XI por orden del rey navarro Sancho III el Mayor, para servir como avanzadilla fronteriza, desde la que organizar los ataques contra la localidad de Bolea, principal plaza musulmana de la zona, situada en la llanura que domina la construcción. Además, desde su posición se tiene un control sobre toda la llanura de la Hoya de Huesca.
El castillo se asienta sobre un promontorio de roca caliza que utiliza como cimientos. Esto suponía una gran ventaja defensiva, ya que así los muros no podían ser minados (técnica habitual en el asedio de fortalezas, que consistía en construir un túnel por debajo del muro para después hundirlo y abrir así una brecha por la que asaltar). Además está rodeado por una muralla con torreones. Destacan la pequeña capilla, la cripta de santa Quiteria, situada a la entrada y la majestuosa iglesia del castillo en la que llama la atención la cúpula.
De la época de su construcción datan el edificio real, la capilla, el torreón de la Reina, el patio de armas, las estancias militares y de servicio y la torre del homenaje (antigua torre albarrana). Posteriormente, hacia 1071, durante el reinado de Sancho Ramírez se realiza un ampliación que le da la forma que mantiene en la actualidad. De esta época son las demás construcciones incluida la iglesia.
Todo el conjunto está rodeado de una gran muralla que se construyó en 1287. La muralla abarca unos 10.000 metros cuadrados y tiene un perímetros de 172 metros. Está realizada con torreones semicirculares, hay uno rectangular en donde se ubica una de las entradas.
Tras la ampliación, se fundó un monasterio de canónicas de San Agustín. Pedro I de Aragón, hijo de Sancho Ramírez, cambió la cabeza de la congregación a Montearagón, con lo que Loarre perdía el carácter monasterial. El desalojo de los musulmanes de la comarca de La Hoya, hizo que el castillo perdiese su carácter militar, por tanto, relevancia e influencia.
La puerta de entrada de la construcción es de estilo románico con decoración en el tímpano. Tras ella se abre una imponente escalera cubierta por una bóveda de cañón y adornada con una cenefa de ajedrezado jaqués. A los lados de la escalera hay dos estancia, la de al izquierda es el cuerpo de guardia y la de la derecha es la cripta de santa Quinteria, que fue lugar de enterramientos. Desde ella por dos estrechas escaleras se accede a al iglesia.
Sobre la cripta se ubica la iglesia de San Pedro, una construcción románica de una única nave y ábside semicircular decorado con columnas adosadas a los muros con capiteles tallados con motivos fantásticos, vegetales y bíblicos. La nave está cubierta por bóveda de cañón y decorada por una larga cenefa de ajedrezado jaqués. Entre el ábside y la nave se abre una cúpula de 26 metros de altura.
A la derecha de la construcción se encuentran las dependencias de los canónicos y de los nobles que habitaron el castillo. También está el calabozo, que fue también utilizado de almacén, y la sala de armas. Varias ventanas ajimezadas dan vista hacia donde se ubicó el pueblo de Loarre hasta el siglo XVI.
Al sur, en lo que fue la parte del castillo original y más militar, está el patio de armas y junto a él la iglesia de Santa María, la que había antes de la fundación del monasterio. Destaca el aljibe con capacidad para guardar hasta 8.000 litros de agua, las estancias militares, la torre norte (que esta destruida) y las cocinas.
La torre de la reina se sitúa sobre la entrada a la parte militar y protege la misma. La torre del homenaje, de 22 metros de altura, tiene 5 plantas y esta comunicada con el castillo por un puente levadizo.
En el siglo XV, la población que vivía a los pies del castillo se traslada a la actual villa de Loarre, reutilizando materiales de la fortaleza.
En la actualidad presenta un buen estado de conservación, lo que hace que sea uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar y civil del románico de España. Está considerado como la fortaleza románica mejor conservada de Europa. Fue denominado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional en el año 1906. Las instituciones regionales y comarcales están interesadas en promover su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Patriotas Vascongados: Castillo-abadía de Loarre
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