El número de musulmanes practicantes entre los 18 y los 59 años en Francia superó en 2020 y por primera vez en la historia al de católicos practicantes.

Pese a que el catolicismo sigue siendo la primera religión en el país con un 29% de la población, un 10% es fiel al islam, que se confirma como la segunda religión en Francia, según el informe Inmigrantes y descendientes de inmigrantes del Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (INSEE por sus siglas en francés).

El número creciente de personas que practican el islam también se ve reflejado en el uso del velo por parte de las mujeres musulmanas que viven en Francia que ha aumentado un 55% en los últimos diez años. Entre los 18 y los 49 años, la proporción de quienes lo usan pasó del 18% al 28% desde 2013.

Así las cosas, la cifra más llamativa del estudio del INSEE es la relativa al número de practicantes de cada religión que existe en el país. Mientras un 58% de los musulmanes que viven en Francia declaran practicar la oración al menos una vez a la semana, sólo un 15% de los católicos reconoce hacerlo de forma regular.



Prácticas religiosas en función de la religión declarada. Fuente: INSEE

Lo mismo ocurre con la visita a los lugares de culto: un 20% de los musulmanes asegura hacerlo regularmente frente a un 8% de católicos. El catolicismo es, según este informe, la religión menos practicada en Francia ya que incluso otras religiones como pueden ser el judaísmo o el budismo declaran rezar de forma más habitual (un 31%) y acudir más a los centros de culto (un 22%).

El número de practicantes no es el único tema en el que el catolicismo ha perdido puestos en Francia. La transmisión familiar de la religión, esto es, que los descendientes de personas católicas aún sigan declarándose creyentes como sus padres, es mayor en otras creencias como el islam o el judaísmo. Esta transmisión configura el paisaje religioso a largo plazo en el país.




Transmisión de la religión dentro de una familia. Fuente: INSEE

La reproducción familiar es fuerte en el islam y el judaísmo: el 91% de las personas criadas en familias musulmanas y el 84 % en familias judías siguen reivindicando la religión de sus padres. Las familias cristianas transmiten menos su religión: el 67% de las personas criadas por padres católicos y el 69% por padres de otras denominaciones cristianas han mantenido su creencia.

La religión está fuertemente influenciada por la educación familiar. El 60% de las personas sin religión afirma haber recibido una educación de los padres en la que no importaba esta cuestión. Así, más de la mitad de los católicos, otros cristianos y budistas respondieron que tuvo poca o ninguna importancia en su infancia. La educación religiosa de los padres es significativamente más consistente para musulmanes y judíos, casi las tres cuartas partes de los cuales dicen que fue algo o muy importante.

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