MOZARABÍA Y BIZANTINISMO



¿El Renacimiento? Decía Oswald Spengler que el espíritu español lo quebrantó. No sé, demasiados amaneramientos. El principio de una mala digestión pseudo-pagana.

¿El Barroco? Me gusta y sobre todo me embelesa en cuanto a lo que significa como legado creativo, explosión artística y comunión andaluza, canaria y criolla. Pero en su justa medida, claro.

¿El neoclasicismo? Tiene cosas interesantes, mas demasiada rigidez y demasiado despotismo.

¿El Romanticismo? Pues cada vez lo soporto menos, se presente de la forma que se presente. Las deformaciones y confusiones que ha provocado, y más llevado al politiqueo, no ayudan a mi simpatía.

Con todo, la mezcla del gótico y el mudéjar que se da en Sevilla (donde se suavizan ambos estilos), y el manuelismo portugués, me parecen estilos muy interesantes y poco valorados.

Empero, creo que en estos decadentes tiempos de esquizofrenia social y suicidio orgiástico, viene bien el redescubrimiento de la mozarabía y el "bizantinismo" (en un buen sentido) para reforzar la hondura de nuestra artística alma, recreando unos patrones sobrios, sencillos, claros y alimentados de una fecunda raíz que en verdad nunca se ha ido, por más que nos hayan querido estorbar con exotismos y barbarismos de mediocre pelaje.

¿No decía el historiador portugués Oliveira Martins que los pueblos ibéricos, cuando se ven presa del desorden, acuden a sus raíces más primigenias? Algo así como un arcano férreo y místico. Pues eso.




ANTONIO MORENO RUIZ