Bruselas / Madrid, 9 diciembre 2011, feria de Adviento; festividad de Santa Leocadia, virgen y mártir. A la hora que se cierra esta información (18:30), los gobernantes de los países sometidos a la moneda única de (no toda) la Unión Europea han acordado, como adelantaba FARO el pasado domingo, elaborar un nuevo tratado anejo al de Lisboa (que reintrodujo, levemente maquillado, el Tratado Constitucional Europeo que había sido rechazado por las urnas), que anule la independencia fiscal y presupuestaria de los Estados miembros. Diciendo más, seguramente, de lo que pretendía, la principal portavoz de los gobiernos de ocupación de Europa y de España, Ángela Merkel (RFA), ha declarado: "Este es un gran avance para una unión estable ... Utilizaremos la crisis como una oportunidad para un nuevo comienzo".Este "gran avance" hacia la disolución del Estado español en un macroestado europeo a las órdenes de la gran finanza internacional, llega menos de dos días después de hacerse público que el Banco Central Europeo había pedido al Gobierno español, el pasado agosto, que estableciera contratos con un sueldo máximo mensual de 400 (cuatrocientos) euros para trabajos "de escasa consideración" (sic). 400 euros al mes: un salario tercermundista, de hambre y miseria, de esclavitud al servicio del Nuevo Orden Mundial (N.O.M.). Si no se detiene este proceso (y no se detendrá por medios "democráticos": también hace dos días, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero escenificaban su completo acuerdo en materia económica, como en todas las demás), pronto se impondrán directamente desde Bruselas esas condiciones infrahumanas. España debe abandonar de inmediato la Unión Europea y todas sus instituciones, a las que nunca debió unirse.
Agencia FARO
