El interior de Galicia será a finales de siglo más árido y menos verde

El interior de Galicia será a finales de siglo más árido y menos verde

El cambio climático podría incrementar la mortalidad hasta un 30% al subir las temperaturas
La evolución de los últimos treinta años revela que febrero es ya el segundo mes más seco del año.

(Firma: Raúl Romar | Lugar: redacción)

¿Cómo será Galicia a finales de siglo bajo los efectos del cambio climático? La respuesta, aunque no exacta, se puede encontrar en los modelos de evolución del cambio climático en Portugal analizados por los científicos gallegos. Y según estas proyecciones, el interior de la comunidad se asemejará a la región portuguesa del Duero. Será, en todo caso, un paisaje habitable, aunque con más zonas áridas y menos verde que la Galicia actual.

Esta conclusión fue expuesta ayer por el catedrático de Edafología de la Universidade de Santiago Francisco Díaz-Fierros, que coordinará una de las tres grandes áreas en las que se distribuirá el estudio (atmósfera, medio marino y terrestre) que la Consellería de Medio Ambiente ha encargado para medir y luego mitigar los impactos del cambio climático previstos en Galicia. «Teremos que prepararnos para o cambio de percepción e sensibilidade que vai experimentar a paisaxe galega», advirtió Díaz-Fierros en las jornadas sobre el desafío del cambio climático en Galicia organizadas por el Centro de Extensión Universitaria e Divulgación Ambiental en el castillo de Santa Cruz, en el municipio coruñés de Oleiros.

El modelo antes expuesto, sin embargo, no es válido para la costa, de la que aún se desconoce cómo será su evolución. El sector agrario será otro de los afectados por la nueva situación. Ourense puede convertirse en una de las zonas más afectadas, ya que cuenta con amplias zonas en las que la presencia de la materia orgánica es inferior a la recomendada, algo que previsiblemente se agravará.

Pero el cambio climático, aparte de hacer más benigno el tiempo gallego, también traerá efectos positivos. El aumento de las temperaturas permitirá ganar más zonas de viñedo, y aumentar la calidad y la variedad del vino que se produce. De hecho, Galicia tendrá capacidad para producir vino tinto de gran calidad.

Menos positivas son las previsiones en el campo de la salud, ya que el incremento de las temperaturas máximas podría provocar aumentos de mortalidad de entre el 20% y el 30%, sobre todo entre los ancianos, a partir de lo que los científicos denominan temperatura de disparo, que en zonas como Ourense es de 35 grados. Ésta es la previsión, pero un estudio detallado, como el que también se hará en Galicia, permitirá adoptar las medidas de precaución necesarias.

Aumento de temperaturas

En cuanto al clima, Vicente Pérez, director de MeteoGalicia, reiteró que con el análisis de los datos del período 1970-2004 se ha observado que el incremento de temperaturas por década es de 0,5 grados. Este aumento es común en todas las estaciones, excepto en otoño, que mantiene medias similares a las históricas. La evolución que han seguido las precipitaciones, sin embargo, no responde a un modelo uniforme, por lo que resulta más difícil hacer proyecciones fiables. Pero sí se ha constatado una anomalía relevante: febrero se ha convertido en el segundo mes del año, después de los del verano (fluctúa entre julio y agosto), con menor número de precipitaciones. Esto puede suponer, según Díaz-Fierros, «un aumento da seca en inverno».

Otra de las tendencias que ha observado MeteoGalicia en los últimos 30 años es un aumento de los días húmedos, lo que puede suponer precipitaciones más intensas aunque sean menos escasas, y un incremento de las noches tropicales en verano. «Esto es algo que observamos, pero que aún tenemos que probar, porque no está cuantificado», matiza Vicente Pérez.

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