Quemado un Cristo en Santiago después de las amenazas musulmanas al Papa
Los investigadores no descartan ninguna teoría: vandalismo, acto anticatólico e incluso un atentado de carácter musulmán causado por las protestas musulmanas contra el discurso del Papa en que Benedicto XVI citó a un bizantino que censuraba a Mahoma por el comportamiento violento de sus seguidores
Galicia se acerca en terrorismo e impunidad al País Vasco y Santiago a San Sebastián. Unos desconocidos quemaron la imagen de un Cristo del siglo XVII y la Policía admite que puede ser obra de musulmanes. Además, en Portugal se han encontrado 26 bombas incendiarias montadas por separatistas gallegos.
Primero Vascongadas y Navarra, luego Cataluña y ahora Galicia. La violencia política se extiende por toda España de manos de los izquierdistas, de los separatistas... y quizás de los islamistas. El martes 19 por la mañana unos desconocidos trataron de quemar la iglesia de San Payo, próxima a la catedral de Santiago. La Policía no descarta ninguna autoría, incluso la de islamistas que han decidido aplicar las llamadas de miles de sus correligionarios a la ‘yihad’.
El fuego empezó en la talla de un Cristo del segundo tercio del siglo XVII, de 2,75 metros de alto y 1,70 de ancho, antes de las 10:30 de la mañana. Sor María Blanca, la superiora del convento de las monjas benedictinas de San Payo, explicó así lo ocurrido a ‘El Correo Gallego’: “Una monja, María Benedicta, se encarga de vigilar la iglesia. Vio a un grupo de turistas italianos visitar el templo y marcharse. Según ella, todo estaba tranquilo cuando se fueron estas personas, así que se ausentó un momento del templo. No pasaron ni cinco minutos, sin embargo, cuando Loli, la chica que atiende el museo, vio casualmente las llamas”. Rápidamente las monjas, y tres obreros que trabajan en una obra menor del convento, empezaron a echarle encima cubos de agua, mientras sor María Blanca llamaba a la Policía. “Para mí que rociaron la tela con algún producto inflamable”, dijo la religiosa.
La Policía cree que los incendiarios pudieron entrar en la iglesia disimulados entre los casi 50 viajeros italianos. Tanto los policías como los bomberos están convencidos del carácter intencionado del fuego: no había lámparas ni velas encendidas; tampoco se han encontrado colillas. La figura ha quedado muy estropeada, aunque las autoridades y el Arzobispado tratarán de restaurarla.
Los investigadores no descartan ninguna teoría: vandalismo, acto anticatólico e incluso un atentado de carácter musulmán causado por las protestas musulmanas contra el discurso del Papa en que Benedicto XVI citó a un bizantino que censuraba a Mahoma por el comportamiento violento de sus seguidores
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