Más pillaje británico, esta vez en aguas argentinas

Agencia FARO

Buenos Aires / Madrid, 11 febrero 2014, Aparición de Ntra. Sra. de Lourdes. FARO viene informando regularmente de la escalada de provocaciones y atropellos británicos en torno a Gibraltar, ante la inacción del Gobierno (es un decir) de España. Conviene no olvidar que no es el único territorio ni las únicas aguas hispánicas objeto de usurpación británica, cuya codicia crece a medida que su arruinada metrópoli se hunde en el tercermundismo. Más pillaje británico, esta vez en aguas argentinas; sin que el Gobierno K haga nada, naturalmente. Informa El Malvinense:


Nuevo buque pirata depreda aguas antárticas

Nuevo buque británico con bandera ilegal de las Islas Malvinas, realiza tareas pesqueras en aguas de las Georgias y de la Antártida. Posee capacidad para procesar 300 toneladas...
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El sexto buque que la empresa isleña Fortuna Ltd. incorporó a su flota pesquera registrada en las Malvinas se llama Tronio, un buque palangrero ice-class de 55 metros.
El buque está diseñado específicamente para la pesca en hielo de aguas antárticas. Tronio, fue adquirido netamente para la captura de la merluza negra, con una capacidad de procesamiento de 300.000 kilogramos. El palangrero operará en la pesquería de merluza de las Georgia del Sur y luego participará en la captura del pez espada en aguas más al norte.

• Las aguas de las Islas Georgias del Sur fueron recientemente usurpadas por Gran Bretaña, en el año 2012, mediante una decisión de la Reina Isabel II con el motivo de "preservar las riquezas ictícolas". Argentina si bien reclama la soberanía de dichos territorios australes, no emitió protesta alguna sobre la usurpación del año 2012.
• En teoría, Argentina debe autorizar la captura de la merluza negra y las otras especies del área ya que son migratorias o asociadas a los recursos naturales de dominio y jurisdicción del Estado Nacional.

El nuevo buque pirata
El palangrero de 1.058 toneladas tiene una capacidad de bodega considerable y una planta para productos congelados en el mar con la más moderna tecnología, que le permite procesar más de 300.000 kilos de productos de primera calidad.
El hecho de que el Tronio lleve medio millón de litros de combustible le da un amplio rango de operación y una impresionante autonomía, ambos factores determinantes para las expediciones de pesca exitosas en una de las zonas de pesca más remotas del mundo, donde el puerto más cercano puede estar a tres semanas navegación.
Fortuna destaca que esta inversión representa un avance significativo para la compañía y una expansión de sus operaciones construida sobre su fuerte posición en la pesca de Malvinas, que incluye una participación significativa en Falkland Toothfish Consolidated Fisheries Ltd.
Como buque certificado por el MSC, cuenta con un sistema de trazabilidad que monitorea la producción diaria a la cual los clientes pueden acceder para verificar que todos los productos del Tronio provienen de pesquerías certificadas según la norma medioambiental del Marine Stewardship Council (MSC) para pesquerías bien gestionadas y sostenibles.
La compañía recuerda que además de ser una de las primeras pesquerías de merluza negra en ser certificadas por el MSC, la pesquería de Georgia del Sur fue calificada por la Fundación Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Monterey Bay Aquarium como la mejor fuente sostenible de merluza negra del mundo.
La mentira de la conservación
El pesquero está realizando tareas depredadoras en aguas antárticas, que al tener el monopolio de la pesca, no existe control alguno sobre sus tareas.
El Tratado Antártico no prohíbe la pesca en la zona, pero habla de conservación, que incluye "el uso racional del recurso". Sobre esa definición no hay parámetros establecidos, y queda a resolver según el criterio (del más fuerte). Son prácticamente nulas las embarcaciones que pescan en aguas antárticas, pues los únicos países que poseen un puerto natural cercano son Argentina y Gran Bretaña (al usurpar las Malvinas y las Georgias). Como Argentina no posee embarcaciones ni capacidad propia, el único Estado que puede realizar una actividad constante en la zona es Gran Bretaña.
Aunque para la empresa, sus actividades están amparadas por la Comisión que protege los recursos antárticos, el buque no es controlado por ninguna entidad y tomar hasta 300.000 kilogramos de peces mensuales de la zona, no la hace una empresa que esté interesada en la "conservación".
Según relata la propia empresa isleña, el ciclo anual del pesquero comienza con la pesca "exploratoria de merluza antártica e investigaciones en nombre de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR) dentro del cordón de hielo antártico."
Sin embargo, esas tareas "exploratorias" no son tales, pues el propio comunicado termina relatando: "En este momento, el moderno pesquero está realizando investigaciones en la Antártida oriental dirigidas a mejorar la comprensión de la dinámica de las poblaciones de las dos especies de merluza negra que habitan la zona. Está previsto que el Tronio arribe a Puerto Argentino (capital de las Islas) para desembarcar sus capturas a finales de este mes."
Es decir, 300.000 kilogramos de captura, no son tareas científicas sino exploratorias, y la adquisición de un buque de pesca, por parte de una empresa pesquera no son tareas científicas, sino netamente comerciales. Si realiza tarea exploratoria, nos indica que luego de obtener los resultados de sus estudios, se iniciarán tareas de explotación. Explotación de aguas de las Georgias del Sur, usurpadas a la Argentina y explotación de aguas antárticas, las cuales están prohibidas para todo el mundo, de acuerdo al Tratado Antártico.
Comienza Gran Bretaña a pescar en aguas antárticas, ¿comienza la depredación en el último continente "sano"?

Nuevo buque pirata depreda aguas antárticas