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Tema: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

  1. #161
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Indígenas prósperos en Nueva España

    Jueves, 11 de Enero 2018 - 15:00

    Autor

    Claudine Moya Ponce





    “Prosperidad” no es lo que imaginamos en la vida de los indígenas durante la Colonia; pero sí ocurrió. Muchos de ellos vivieron bien la Nueva España. A continuación presento algunos casos.

    Al inicio de la Colonia, diversos caciques indígenas establecieron vínculos con funcionarios reales o evangelizadores para mantener su dominio sobre sus tierras. En respuesta, la Corona española creó una figura legal llamada “República de indios”, que otorgaba títulos de propiedad a las tierras originalmente pertenecientes a los indígenas, y las blindaba legalmente ante posibles invasiones territoriales. Eran tierras de calidad y extensión tal, que permitían el auto sustento de la república indígena y el comercio de mercancías con otras repúblicas y castas. Algunas fueron prósperas al grado de convertirse en prestamistas del clero y vecinos españoles.

    Los pochteca, (la clase comerciante del imperio mexica) mantuvieron su actividad, casi sin cambios, durante las décadas posteriores a la conquista. Tenían contactos y rutas comerciales inaccesibles para los españoles, lo que los convirtió en los principales proveedores de la creciente demanda nacional e internacional del cacao, cera silvestre, algodón y grana cochinilla.

    En la Relación Geográfica de las Indias, encomendada por Felipe II en 1570, se habla de la actividad económica que tenían los indios. El corregidor de Cuitzeo se refería a ellos como eficientes empresarios:

    …vendían lana, carneros, gallinas y puercos, y recibían a mercaderes que llegaban con algodón desde Tierra Caliente, para trocarlo por pescado. Muchos eran arrieros y tenían caballos para llevar mercancías a las minas, donde de regreso se contrataban para transportar la plata. Así, no es extraño que hubiera indios ricos que hacían sus casas a la manera de las de España[1].

    Dicha Relación geográfica también refiere que en Pátzcuaro había artesanos indios a los que describe como “ricos y aplicados”. Habla de las mantas de telar a la cintura, tan apreciadas, que incluso eran tomadas como sustituto de moneda. En Yucatán, las mantas rústicas eran un objeto suntuoso, muy bien pagado por funcionarios españoles. En Cholula, los indios producían grana cochinilla, la cual se exportaba tanto a Europa como a China y producía ingresos casi al nivel del oro y la plata.


    ¿Cómo despareció la prosperidad indígena?

    La mayor parte de los descendientes de los pochteca, así como otras agrupaciones de comerciantes y artesanos indígenas, perecieron en sucesivas pestes ocurridas en el siglo XVII: viruela en 1520, varicela en 1530, tifoidea de 1545 a 1548 y fiebre hemorrágica de 1576 a 1581. De los que sobrevivieron, algunos se fueron a las repúblicas de indios (donde el contacto con los virus importados de España era menor); otros abandonaron la actividad productiva cuando ésta dejó de ser rentable. El testimonio de un comerciante español del siglo XVIII en Puebla, explica lo ocurrido con la grana cochinilla de Cholula:

    He oído decir a los viejos que antiguamente se criaba mucha cochinilla de grana en las nopaleras que para este efecto tenían los indios, y que a la compra de este género entraba a esta ciudad mucho dinero, pero que por las extorsiones que hacían a los naturales los que en aquellos tiempos gobernaban, se convocaron y derribaron en una noche las nopaleras en cuyos sitios desde entonces plantaron magueyes que hoy se ven[2].

    En cuanto a las repúblicas de indios, en algunas de ellas sus descendientes mestizos prefirieron migrar a otras poblaciones. Con ello, el número de indios restante no fue suficiente para cultivar las tierras y terminaron malbaratándolas en el mercado informal, pues la misma ley que las protegió de ser invadidas les ponía serias trabas (requerían permiso del virrey para venderlas). Las repúblicas de indios fueron finalmente extinguidas y sus tierras expropiadas por los gobiernos liberales de mediados del siglo XIX, al amparo de la Ley Lerdo (una de las Leyes de Reforma impulsadas por Juárez y su grupo). ¡Lo bueno es que el respeto al derecho ajeno es la paz!

    Los libros de historia pintan a los colonos españoles como victimarios de los indígenas, quizá porque solo hablan de la suerte de los derrotados (mexicas, yaquis, etc.). Sin embargo, hubo indígenas prósperos en Nueva España y la Corona española hizo cuanto pudo para proteger sus derechos. Pregunta para la reflexión: ¿cuántos indígenas prósperos hay en el México de hoy?



    [1] Hausberger, 2010, p. 88-89

    [2] Archivo General de las Indias, 1743, citado en Castillo Palma (1997), p. 404.




    _______________________________________

    Fuente:

    https://www.ruizhealytimes.com/cultu...n-nueva-espana

  2. #162
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal



    Izquierda: Los tres cuauhtlatoque de Tenochtitlan. Detrás del trono, un águila (cuauhtli) con la vírgula de la palabra (tlatoa), mediante la cual se indica su cargo. Códice Aubin, f. 76r. Digitalización: Raíces. Derecha: Parcialidad de San Pablo Teopan, en Tenochtitlan. Una glosa junto al palacio o tecpan, que reconocemos por su friso negro con círculos blancos, dice “casa de tapia”. Más abajo otra glosa indica “casa d[e] do[n] pablo”. Mapa de Santa Cruz. Foto: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.





    Motelchiuhtzin y Xochiquentzin. Primeros Memoriales, f. 51v. Digitalización: Raíces.



    México antiguo

    Tenochtitlan y el gobierno de los cuauhtlatoque

    María Castañeda de la Paz


    El título de cuauhtlatoani (cuauhtlatoque en plural) es el que los cronistas indígenas le dieron a tres gobernantes de Tenochtitlan que, de no ser por los desórdenes provocados por la conquista española, nunca hubieran llegado al trono de la ciudad. No cabe duda de que eran renombrados guerreros, uno de ellos, incluso, miembro de la casa real tenochca. Sin embargo, no gozaban de los derechos o de la legitimidad suficiente para convertirse en tlatoque . Me refiero a don Juan Velázquez Tlacotzin, don Andrés de Tapia Motelchiuhtzin y don Pablo Xochiquentzin, quienes gobernaron a los tenochcas entre 1525 y 1536.

    Lo anterior explica que otro noble de esa misma casa real, el cronista Tezozómoc (nieto de Moctezuma Xocoyotzin), los bajara a todos de rango y les diera el título de cuauhtlatoani (“el que habla como águila”).

    Para los españoles, todos eran gobernadores, independientemente de si eran legítimos o no. Antes de ser elegido, don Juan Velázquez Tlacotzin ostentaba el cargo de cihuacóatl , el cual estaba en manos de los miembros de una de las familias más nobles de Tenochtitlan, aunque, como hemos visto, eso no implicaba, necesariamente, que tuviera legítimos derechos al trono. Sea como fuere, Cortés lo nombró gobernador tras matar a Cuauhtémoc durante la expedición de Las Hibueras (Honduras y Guatemala).

    Dos factores pudieron influir en su elección. Por un lado, el cargo que previamente ocupaba, pues era la persona que iba detrás del tlatoani y se encargaba de los asuntos internos de Tenochtitlan. Por el otro, haberse ganado la confianza del conquistador español, ya que fue él, junto con Andrés de Tapia Motelchiuhtzin (próximo gobernador de los tenochcas), el que avisó a Cortés del complot de Cuauhtémoc, según la versión de Bernal Díaz del Castillo.

    En su investidura se dice que Cortés le proporcionó vestimenta española, una espada y una daga, además de caballo para que cabalgara. Pero la gloria le duró poco. La desfortuna hizo que nunca llegara a ejercer su cargo en Tenochtitlan porque murió en Nochistlán, en el camino de regreso de Las Hibueras, motivo por el que rara vez se le representa en las fuentes pictográficas. Dadas las circunstancias, se eligió entonces a don Andrés de Tapia Motelchiuhtzin como siguiente gobernador de los tenochcas.

    Don Andrés era originario de San Pablo Teopan, donde tenía su casa. De él se decía que era un simple macehual, aunque había tenido prestigiosos cargos en el escalafón militar, como el de cuauhnochtli , que como decía fray Bernardino de Sahagún era ostentado por gente valiente, pero de clase baja. Desde luego, don Andrés ya se había hecho notar entre los españoles, pues a decir de su propio hijo (don Hernando de Tapia), tras la caída de Tenochtitlan y Tlatelolco, fue junto a los españoles a las conquistas de Tututepec, Pánuco, Guatemala y Honduras. Ahora bien, la carrera política de Motelchiuhtzin se vio truncada en 1531, cuando siendo gobernador de Tenochtitlan se marchó a las guerras chichimecas, concretamente a las campañas emprendidas por Nuño de Guzmán, donde murió por herida de flecha. El elegido como su sucesor fue don Pablo Xochiquentzin.

    Como don Andrés de Tapia Motelchiuhtzin, don Pablo Xochiquentzin también formaba parte del estamento militar y era originario de la parcialidad de San Pablo Teopan. En su caso, fueron las autoridades españolas de la segunda Audiencia quienes lo hicieron gobernador, aunque los motivos de su elección los desconocemos. Lo que es un hecho es que el mismo año de su elección decidió partir con sus ejércitos a una de las campañas que Nuño de Guzmán había emprendido en la Nueva Galicia. Es probable que así lo hiciera para cumplir con uno de los requisitos de los antiguos rituales de entronización: acudir a la guerra para confirmarse en el cargo (el motlatocapaca o “lavarse como señor”).

    Ahora bien, debido a que allí estuvo nada menos que tres largos años, se infiere que debió gozar muy poco de su cargo en la ciudad, pues volvió en 1535 y murió por enfermedad poco después, en 1536. Habían pasado ya más de diez años desde la conquista de Tenochtitlan, pero don Pablo era alguien que seguía aferrado al pasado, pues cuando vio que iba a morir, acudió a la medicina “de Castilla” y al no hacerle ésta efecto, volvió a la medicina tradicional. Hizo entonces llamar al renombrado Martín Océlotl –que luego sería acusado por la Inquisición–, quien para tratar de sanarlo le puso piedras verdes sobre su espalda y abdomen, pronosticando su salvación.

    Sin embargo, ya no hubo nada que hacer. Don Pablo Xochiquentzin tuvo un hijo que continuó la carrera política de su progenitor: don Andrés Tlahuizcalpotonqui, quien se convirtió en alguacil en 1566, pero nunca llegó al cargo de gobernador, aunque fue enterrado con todos los honores. Por su parte, el hijo de don Andrés de Tapia, don Hernando de Tapia, se convirtió en nahuatlato de la Audiencia.


    María Castañeda de la Paz. Doctora en historia por la Universidad de Sevilla, España. Investigadora del IIA de la UNAM. Estudia la historia indígena prehispánica y colonial del Centro de México, y se especializa en la nobleza, la heráldica, la cartografía y los códices históricos indígenas.

    Castañeda de la Paz, María, “Tenochtitlan y el gobierno de los cuauhtlatoque”, Arqueología Mexicana, núm. 157, pp. 16-17.




    _______________________________________

    Fuente:

    https://arqueologiamexicana.mx/mexic...-cuauhtlatoque

  3. #163
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Juan Valerio de la Cruz el pacificador de la región del Rio Verde


    A mediados del siglo XVI, los chichimecas que habitaban la región de Rioverde se habían sublevado, llegando sus incursiones hasta cerca de Tangamanga, causando con esto la consiguiente alarma: para apaciguarlos, fue necesario que el Virrey enviara fuerzas al mando de un nieto del Emperador Moctezuma II, el Xocoyotzin, don Luis de Andrade y Moctezuma, que no consiguió su objeto, siendo preciso enviar otra expedición ésta bajo las órdenes de don Juan B. Valerio de la Cruz, descendiente directo del Rey Poeta Netzahualcóyotl: ésta expedición militar, que se componía de 80 arcabuceros españoles y algunos cientos de indios amigos, dejó apaciguada la región;




    Quiosco 1918


    Así quedó expedito el camino para que penetraran los primeros religiosos, siendo estos Fr. Juan de San Miguel y Bernardo de Cousin, franciscanos; a principios del siguiente siglo, en 1607, entró en la región que los naturales conocían con el nombre de Oxtitipa - entre las cuevas - desde el Valle del Maíz hasta Valles o Tanzocob, Fr. Juan de Cárdenas, conocido como el apóstol de Rioverde, y aunque dejó fundada la Custodia de Rioverde y las Misiones de Lagunillas, Gamotes, Pinihuán, Alaquines y Valle del Maíz, éstas no prosperaron, pues al poco tiempo los indios se remontaron, destruyendo algunas iglesias, que fueron fundadas en un principio, simples "xacallis": diez años después entró por el mismo camino Fr. Juan Bautista de Mollinedo, que fundó legalmente las misiones, reconstruyendo las iglesias y llamando nuevamente a los indios que en su mayoría habían huido...




    Quiosco 1930


    Voy a extractar algunas noticias sobre don Juan Bautista Valerio de la Cruz, ya que gracias a sus trabajos de pacificación pudieron los franciscanos fundar sus misiones, dando así nacimiento a varios pueblos, entre ellos a Rioverde, que él fundó.





    Xicalchalchimitl, noble texcocano, nació hacia el año de 1517, y al recibir las aguas bautismales, le dieron el nombre de Juan Valerio de la Cruz; muy joven empezó a servir en las milicias reales, y en tiempo relativamente corto, ascendió a Alférez, retirándose a Texcoco, su cuna después de servir por algunos años al Rey:





    Hacía 1540, recibió la comisión del Virrey don Antonio de Mendoza, de levantar gente de guerra y conquistar algunos pueblos, que habían invadido los chichimecas, como Tepetlán, San Juan del Río, San Miguel el Grande, San Felipe y otros: Al salir el mencionado Virrey para desempeñar igual cargo en el Perú, nombró a Valerio de la Cruz, cacique y señor de las tierras que fuera conquistando, y cumplió con tanto celo su misión, que el Príncipe don Felipe, a pedimento del Virrey Velazco, resumiendo encomiásticamente los hechos del soldado texcocano, le participó en mayo de 1559, su nombramiento de Capitán General, concediéndole además, el uso de escudo de armas, que como descendiente de los Reyes de Texcoco le era debido, dándole como premio justo a su valor, la cruz y el hábito de Santiago.





    Fue por ese tiempo, cuando habiendo cometido varios desmanes los chichimecas, pames, coyotes y mascorros que habitaban desde el Rioverde, Valle del Maíz, hasta cerca de Valles, salió Juan B. Valerio de la Cruz a pacificarlos, dejando fundada, como he dicho arriba, a Rioverde, cuya población naciente, pronto se aumentó con indios "pames" que se llevaron del Valle por orden del mismo.





    Continuó Valerio de la Cruz, en las reales milicias hasta el año de su muerte, acaecida hacia 1572, en México, siendo sepultado con toda solemnidad, en el Convento de Santiago Tlaltelolco, cumpliendo así sus deseos: Un compatriota suyo, Francisco Isla, escribió casi cien años mas tarde, una relación: "El Capitán General de los Chichimecas, Caballero de la real y nobilísima orden de Santiago, cacique y principal, don Juan Bautista Valerio de la Cruz", en idioma mexicano, en la que consignó de manera magistral, sus conquistas y fundaciones, hechos de armas etc., así como los rasgos salientes de su vida.



    Miscelanea Rioverdense - Jose de Jesús Alvarado Orozco

    Nereo Rodríguez Barragán. Biografías Potosinas. Academia de Historia Potosina. 1976. Pág. 25l.

    Fotografia; Museo Regional del Rio Verde




    _______________________________________

    Fuente:

    Juan Valerio de la Cruz el pacificador de la región del Rio Verde ~ Rioverde en la Historia

  4. #164
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    La nobleza india del centro de México durante el periodo novohispano. Adaptaciones, cambios y continuidades – Coord.Lidia E. Gómez García


    María Castañeda de la Paz


    Historia de una casa real. Origen y ocaso del linaje gobernante en México-Tenochtitlan

    https://doi.org/10.4000/nuevomundo.60624

    [31/01/2011]

    Résumé | Index | Plan | Texte | Bibliographie | Documents annexes | Notes | Citation | Auteur


    Résumés

    EnglishEspañol

    In this essay the history of the royal house of Tenochtitlan will be explored, paying particular interest to its development during the colonial period. It will be shown how shortly after the Conquest, people, who were not entitled to it, entered into the government of the altepetl (town). However, as time went by the legitimate lineages united themselves in power and successfully regained its place in the new colonial order. But this was not easy as faced with a policy designed to erode the foundations of the traditional nobility. Therefore, readers will also be witnesses to the slow agony of this royal house in a section dedicated to the difficult government of a number of its lords and the murky matter of incest in which one of these, don Pedro Dionisio, was involved. Another figure, don Antonio Valeriano, also deserves a section as up till now he has been considered an àmo pilli (“not noble”) due to the insistence on this point of a certain chronicler. However, as will be shown, don Antonio was more closely related to the Tenochca nobility than has been thought.

    En este trabajo haremos un recorrido por la historia de la casa real de Tenochtitlan, poniendo especial atención a su desarrollo en el periodo colonial. De esta manera, el lector podrá ver cómo poco después de la Conquista entraron en el gobierno del altepetl (pueblo) gentes a las que no les correspondía gobernar. Sin embargo, poco a poco los linajes legítimos se fueron aglutinando alrededor del poder y consiguieron recuperar su sitio en el nuevo orden colonial. Pero el camino no fue fácil ante una política encaminada a erosionar las bases de la nobleza tradicional. Por ello seremos también testigos de la lenta agonía de esta casa real, dedicando un apartado al difícil gobierno de algunos de sus señores y al turbio asunto del incesto en el que se vio envuelto otro de ellos, don Pedro Dionisio. Un apartado merece también la figura de don Antonio Valeriano, del que hasta ahora habíamos creído que era un àmo pilli (no noble), por la insistencia de cierto cronista. Sin embargo, como aquí se podrá comprobar, estaba más emparentado con la nobleza tenochca de lo que en un principio se pudiera pensar.


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    Entrées d’index

    Keywords :

    Central Mexico, nobility, prehispanic and colonial period, Tenochtitlan


    Palabras claves :

    Centro de México, época prehispánica y colonial, nobleza, Tenochtitlan

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    Plan

    Del fundador del linaje a la decapitación temporal de sus miembros

    La restitución del linaje real

    Don Luis de Santa María Cipac. Un tiempo difícil

    Don Pedro Dionisio y el escabroso asunto del incesto

    Don Antonio Valeriano

    Conclusiones

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    1 La historia de los gobernantes de Tenochtitlan, desde Acamapichtli – fundador de la casa real – hasta Cuauhtemoc, es relativamente bien conocida por los investigadores y un amplio público. Sin embargo, en el momento en el que nos adentramos en la colonia, el panorama histórico en torno a los gobernantes tenochcas se torna difuso. En líneas muy generales puede decirse que tras la Conquista, salvo un breve periodo de tiempo en el que gobernaron en el altepetl (pueblo) señores sin derecho a los puestos más altos del poder, la nobleza legítima recuperó su posición y volvió a ejercer su derecho a gobernar. A partir de entonces, lo más frecuente es que el antiguo tlatoani o gobernante (pl. tlatoque) pasaría a ostentar el cargo de gobernador y a ejercer su autoridad desde lo que ahora sería el cabildo indígena.

    2 Pero si el periodo colonial no es bien conocido, en cuanto al gobierno indígena se refiere, mucho menos lo es el final de este linaje gobernante, cuyas raíces se remontan a la primera mitad del siglo XIV. Los cronistas del siglo XVI y primera mitad del siglo XVII solían decir que con Luis Cipac, también conocido como Luis de Santamaría Cipac, acababa el gobierno de los “tlazopipiltin mexicas tenochcas”. Lo decían porque, tras su muerte, debía gobernar en el altepetl un nieto del tlatoani Tizoc, llamado don Pedro Dionisio. Sin embargo, las autoridades del cabildo lo acusaron de incesto y no lo permitieron. Entonces hubo un vacío de poder del que no hay apenas noticias. Unos años después fueron a gobernar en Tenochtitlan gente de otros pueblos, pero no todos carecían de vínculos con la nobleza tenochca como ciertas fuentes nos quieren hacer creer.

    3 En este trabajo haremos un recorrido por la vida de una casa real cuyo renombre traspasó fronteras, gracias al boato que irradiaba su corte en tiempos de Moctezuma Xocoyotzin. Nos centraremos en cómo tras la conquista, los descendientes de Acamapichtli tomaron rumbos diferentes y trataron de buscar su sitio en el nuevo orden colonial diseñado por los españoles. Se analizará también la agonía de esta casa real y por tanto, la figura de los últimos miembros de su linaje: Luis Cipac, Pedro Dionisio y Antonio Valeriano.



    Del fundador del linaje a la decapitación temporal de sus miembros

    1 Códice Xolotl, edición, estudio y apéndice de Charles E. Dibble, 2 vols., UNAM, México, 1980, planc (...)

    2 Me refiero a las de la Crónica X, un término acuñado por Barlow, Robert, “La Crónica X: versiones c (...)


    4 Un gran número de fuentes consideran a Acamapichtli el fundador de la casa real de Tenochtitlan. Pero mientras las fuentes del Acolhuacan (área de Texcoco), como el Códice Xolotl e Ixtlilxochitl 1, señalaban que Acamapichtli era de origen tepaneca, las fuentes de tradición mexica, probablemente más recientes en el tiempo, insistían en su ascendencia culhua-tolteca (véase anexo) 2. En base a esto, las primeras decían que Acamapichtli era hijo de Tezozomoc, señor de Azcapotzalco (capital tepaneca hasta 1428), mientras que las segundas declaraban que Acamapichtli era nieto de Coxcox, señor de Culhuacan.


    3 Sospechosa se torna la muerte de Chimalpopoca y su hijo Teuhtlehuac en manos de los tepanecas de Tl (...)

    4 Durán, op. cit., lib. I, cap. VI, p. 99-100; Chimalpahin, op. cit., p. 79. Ambos cronistas son ejem (...)

    5 Es nuevamente aquí sospechosa la muerte de su hijo, el posible heredero (cf. Nota 4). Moctezuma Ilh (...)

    6 Carrasco, Pedro, “Royal Marriages in Ancient Mexico”, en Explorations in Ethnohistory, Harvey y Han (...)

    7 No obstante, ante la falta de claridad en las fuentes entorno a Chimalpopoca, que a veces figura co (...)


    5 Tras los fugaces gobiernos de Huitzilihuitl y Chimalpopoca, llegó al trono de Tenochtitlan, Itzcoatl (1427-1440) 3. Ciertas fuentes son unánimes al tacharlo de hijo natural 4, de lo cual se intuye que es muy probable que Itzcoatl no contaría con la legitimidad suficiente como para convertirse en el tlatoani del altepetl. Previendo entonces que a su muerte se desataría una encarnizada lucha por el trono entre aquellos que nunca aceptarían la legitimidad de su hijo (Huehue Tezozomoc), debió ser él quien le propusiera un pacto sobre sucesión a Moctezuma Ilhuicamina. Éste, miembro legítimo del linaje real tenochca, no tenía nada que perder pues los documentos señalan que tan sólo dejaba a una hija como heredera (Atotoztli) 5. La cuestión es que a fin de evitar una crisis sucesoria, Moctezuma Ilhuicamina gobernaría a la muerte de Itzcoatl y después lo harían los hijos de Huehue Tezozomoc y Atotoztli: Axayacatl, Tizoc y Ahuizotl (véase cuadro anexo). Una alianza que reforzaba la legitimidad de sus hijos y, por tanto, la continuidad de éstos en el gobierno. A partir de este momento, como ya estableció Carrasco 6, en Tenochtitlan se impuso un patrón de sucesión colateral. Un aspecto muy importante porque, como veremos, este patrón fue el que se trató de mantener a lo largo de todo el siglo XVI 7.


    8 La Genealogía de Pedro Dionisio se encuentra en al Biblioteca nacional de Francia bajo la catalogac (...)

    9 Que el linaje pasaba a través de Atotoztli es algo que acepta Gillespie, op. cit., p. 152, 154, aun (...)

    10 El nombre de Itzcoatl se compone de dos elementos: la obsidiana (itz-tli) y la serpiente (coa-tl), (...)

    11 El nombre de la mujer se compone de agua (a-tl), pájaro (toto-tl) y la pluma amarilla (toztli), “av (...)


    6 La Genealogía de Pedro Dionisio es un documento pictográfico que nos habla precisamente de la importancia de la unión entre Huehue Tezozomoc y Atotoztli, y especialmente de ella como transmisora de la legitimidad (véase imagen anexa) 8. Afirmamos esto porque en el caso de las pictografías tenochcas, las mujeres suelen aparecer cuando son importantes para el propósito del documento, de otra manera a ella no se la hubiera representado 9. Sea como fuere, en la parte superior del documento se pintó a Itzcoatl y a Moctezuma Ilhuicamina sobre un trono de petate con respaldo (tepotzoicpalli) y portando la diadema de turquesas (xiuhhuitzolli) para indicar que eran tlatoque 10. Bajo ellos están sus respectivos hijos, Huehue Tezozomoc por un lado y Atotoztli por el otro 11. Ambos están uno frente a otro, convención pictográfica para indicar que son pareja, como asimismo corrobora la línea punteada por la que están unidos. De este matrimonio entre tío y sobrina nacerían Tizoc, Axayacatl y Ahuizotl, de quienes descenderían los señores que gobernarían el altepetl en la colonia. Empero, parece que la rama de Axayacatl fue la que se legitimó con más fuerza en el poder, como en unos momentos se verá con más detalle.


    12 Cortés, Hernán, Cartas de Relación, Manuel Alcalá (edit.), Porrúa, S. A., México, 1992. Cf. Segunda (...)

    13 Sobre la elección de Cuitlahuac véase Francisco de Aguilar, op. cit., p. 188; o Díaz del Castillo, (...)

    14 Quedó registrado en el Origen de los mexicanos... en Relaciones de la Nueva España. Contiene la Rel (...)

    15 Hijo del tlatoani Ahuizotl de Tenochtitlan y de Tiyacapatzin, la primogénita del tlatoani Moquihuix (...)


    7 A la llegada de los españoles estaba a la cabeza de Tenochtitlan precisamente un hijo de Axayacatl: el huey tlatoani (gran gobernante) Moctezuma Xocoyotzin. Su reacción frente a los españoles, incomprendida por su pueblo, provocó que muchos nobles tomaran la decisión de elegir a otro gobernante y que lo hicieran siguiendo el patrón colateral de sucesión. Como de nada les servía Moctezuma, prisionero y acatando las órdenes de los invasores 12, el elegido fue su hermano Cuitlahuac, también hijo de Axayacatl. Pero éste sólo gobernó 80 días porque murió de viruela 13. En esta difícil coyuntura Cuauhtemoc se proclamó tlatoani, pero dudo que en circunstancias normales hubiera accedido al cargo. Cuauhtemoc era del linaje de Ahuizotl y no del de Axayacatl, y eso quizás explica el interés de algunos grupos por establecer un vínculo más sólido con Moctezuma, a través del matrimonio con su hija 14. En cualquier caso, el nuevo tlatoani tenía muchos elementos a su favor. Era de la alta nobleza, destacaba como un aguerrido guerrero determinado a no aceptar al nuevo invasor, y contaba además con una doble ascendencia que le valió el unánime apoyo de tenochcas y tlatelolcas 15.


    16 Cortés, op. cit., Quinta carta, p. 236-237; Díaz del Castillo, op. cit. cap. CLXXVII, p. 469-470. V (...)

    17 Sobre la elección de Tlacotzin y Motelchiuhtzin véase Chimalpahin, op. cit., p. 167. Xochiquetzin f (...)

    18 Lockhart, James, Los nahuas después de la conquista. Historia social y cultural de la población ind (...)

    19 En una carta de 1532, Xochiquentzin ya se autodenomina gobernador y en ella don Hernando de Tapia, (...)

    20 Para Lockhart, op. cit., p. 53-54 se trataba de un gobernador interino que ostentaba el poder “hast (...)


    8 Consumada la conquista, y vaticinando un levantamiento durante su ausencia, Cortés se llevó a la flor y nata de la nobleza del centro de México a sus incursiones hacia Guatemala y Honduras (expedición de las Hibueras, 1524-1526). En el camino de vuelta, informado de un posible complot contra los españoles, el conquistador mató a Cuauhtemoc y Tetlepanquetzatzin de Tlacopan. 16 La consecuencia de este acto para los tenochcas es que la casa real que fundara Acamapichtli quedara decapitada y que durante algunos años gobernara en el altepetl gente a la que no le correspondía el cargo de tlatoani. De hecho, fue el propio Cortés el que en el camino nombró como sucesor de Cuauhtemoc a don Juan Velázquez Tlacotzin (que murió antes de llegar a Tenochtitlan), y tras él ocuparon el cargo de gobernadores indígenas don Andrés de Tapia Motelchiuhtzin y don Pablo Xochiquentzin 17. Como bien señala Lockhart 18, los españoles se apresuraron a designar a estos líderes indígenas con el nombre de gobernadores. Y aunque Motelchiuhtzin y Xochiquetzin adoptaron rápidamente el nuevo título de su cargo 19, es evidente que para el pueblo –o al menos para la élite indígena- nunca fueron ni gobernadores ni tlatoque, sino quauhtlatoani (señor-águila). Con ello manifestaban la falta de legitimidad de sus nuevos señores. 20



    La restitución del linaje real


    21 En Martínez Garnica, Armando, La casa de Moctezuma. La incorporación de los linajes nobles del vall (...)

    22 Pérez-Rocha y Tena, op. cit., p. 50.

    23 Aunque no tenemos la merced real, su llegada al gobierno de Tlatelolco es en 1549 y coincide con el (...)

    24 Sobre los lazos parentales de Huanitzin con Moctezuma véase Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 168-16 (...)

    25 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 164.

    26 De hecho, todos aparecen firmando en 1532 una solicitud en manos de la Segunda Audiencia. Cf. AGI, (...)

    27 La discordancia entre las fuentes sobre el año de su elección es grande. El Códice Cozcatzin, op. c (...)

    28 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 151.


    9 El 15 de octubre de 1535 llegaba a la capital de la Nueva España el virrey don Antonio de Mendoza. Para entonces gobernaba en Tenochtitlan don Pablo Xochiquentzin (1532-1536) quien, como los señores que lo precedieron, no era noble de nacimiento. La labor del virrey en la Nueva España se dejó sentir en varias direcciones, pero para el tema que aquí nos ocupa hay que destacar su empeño en meter a la población indígena en el modo de gobernar español a través del sistema de cabildo 21. Todo apunta a que trató, asimismo, de restituir a los linajes legítimos que se vieron desplazados de los gobiernos de sus respectivos altepetl tras la larga ausencia de sus señores en la expedición de las Hibueras, el aniquilamiento de algunos tlatoque en el camino de vuelta, o el fallecimiento de otros por causas diversas (guerras o enfermedades). Así parece demostrarlo el hecho de que a los pocos años de llegar, don Antonio Cortés Totoquihuatzin “el Viejo” alcanzara el gobierno en Tlacopan 22, don Diego de Mendoza en Tlatelolco 23, y don Diego de Alvarado Huanitzin en Tenochtitlan. Huanitzin era hijo de Tezozomoc Acolnahuacatl, un hermano de Moctezuma Xocoyotzin (ambos hijos de Axayacatl, aunque de distinta madre) y los dos se casaron con dos hermanas, mujeres principales de Ehecatepec (ver cuadro anexo) 24. Pero mientras Moctezuma gobernó en Tenochtitlan, Tezozomoc Acolnahuacatl lo hizo en Azcapotzalco, en la parte de Mexicapan, donde se había instalado un linaje tenochca. Tezozomoc Acolnahuacatl tenía dos hijos: don Diego de Alvarado Huanitzin, que a la llegada de los españoles era tlatoani de Ehecatepec, y don Carlos Oquiztzin que sucedió a su padre en el gobierno de Azcapotzalco Mexicapan 25. Había un tercer hijo, al que el cronista Tezozomoc jamás nombró: don Francisco de Alvarado Matlaccohuatzin, del que se hablará al final de este trabajo. La cuestión es que en 1532, gobernando en Tenochtitlan el quauhtlatoani don Andrés Xochiquentzin, es muy significativo que alrededor del poder político estuvieran don Diego de Alvarado Huanitzin (nieto de Axayacatl), don Diego de San Francisco Tehuetzquititzin, (nieto de Tizoc) y don Juan Coatlhuitzilihuitl (nieto de Ahuizotl). Junto a ellos estaba también el hijo de Moctezuma, don Martín Moctezuma (nieto también de Axayacatl) y don Hernando de Tapia (hijo del quauhtlatoani don Andrés de Tapia Motelchiuhtzin) 26. Una estructura que viene a reflejar cómo tras los desórdenes provocados por la conquista, cada uno de los tres linajes se reorganizó alrededor del gobierno político del altepetl (véase cuadro anexo). Huanitzin fue oficialmente elegido primer gobernador de Tenochtitlan entre 1536 o 1539 27. La pregunta es por qué el virrey no consideró para el cargo a alguno de los dos hijos de Moctezuma y optó por un sobrino del huey tlatoani (véase cuadro anexo). Aunque no tenemos información de los pormenores que tenían lugar en el seno de la élite indígena, hay indicios de una fuerte lucha por parte de algunos de sus miembros por hacerse con el poder. El punto más álgido de estas intrigas se manifestó en 1536, cuando don Martín Cortés Nezahualtecolotzin fue eliminado de la escena política. Según parece, fue envenenado por don Hernando de Tapia cuando venía de regreso de una larga estancia en España, de donde traía como esposa a una mujer española 28.


    29 Cónica Mexicayotl, op. cit., p. 168

    30 La fecha exacta de este matrimonio no la sabemos, pero debió ser después de 1532, pues en ese año a (...)

    31 Sobre don Pedro hay abundante documentación. Su probanza y los pleitos con las autoridades de Tula (...)


    10 Si don Diego de Alvarado Huanitzin estaba involucrado en esta conspiración es imposible saberlo, aunque desde luego fue el personaje que más se benefició de ello. Y es que muerto don Martín, él se convertía en el candidato con más derechos al trono de Tenochtitlan: no sólo era del linaje de Axayacatl, sino que lo fortaleció al casarse con su prima hermana doña Francisca Moctezuma 29, una de las hijas de Moctezuma Xocoyotzin, legitimando aún más si cabe su derecho a gobernar 30. Eliminado don Martín de la escena política, quedaba don Pedro Moctezuma, el otro hijo del huey tlatoani. Pudiera alegarse que don Pedro, eclipsado por el predominio de su hermano no estuvo interesado en los asuntos de Tenochtitlan, pero esto no son más que conjeturas. Lo que sabemos con certeza es que don Pedro tenía puestos sus ojos en Tula, de donde era su madre y donde, ya en 1535, logró ocupar el cargo de gobernador 31. Para qué entonces poner sus miras en Tenochtitlan, donde la ambición de algunos fue la que tuvo que ver con la muerte de su hermano don Martín, a sabiendas, de que los nobles tenochcas habían perdido sus tierras más allá de la isla, mientras él todavía podía recuperar las suyas. Sin duda, todas estas circunstancias fueron las que favorecieron a que don Diego de Alvarado Huanitzin se convirtiera en el personaje idóneo para el cargo. Ahora bien, muerto Huanitzin, el gobierno no recayó sobre su hijo don Cristóbal de Guzmán Cecetzin hasta algunos años después. Antes, y siguiendo el orden colateral, le tocaba el turno a algún miembro de la rama de Tizoc. Se nombró entonces a don Diego de San Francisco Tehuetzquititzin (1541-1554) en un gobierno que se antoja difícil.


    32 En Anales de Juan Bautista: ¿Cómo te confundes? ¿Acaso no somos conquistados?, paleografía, traducc (...)

    33 Reyes García, passim, proporciona también detalles de sus “propiedades” y cobros (op. cit.). Más in (...)

    34 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 175 y Códice Aubin, op. cit., fols. 49r y 77r.

    35 Chimalpahin, op. cit., p. 217. Esto viene a corroborar la limitación de las funciones que el cabild (...)


    11 Explica Reyes García que hasta 1549, el tributo en Tenochtitlan estaba basado en el servicio personal a la comunidad (fuerza de trabajo, servicio personal doméstico, trabajo agrícola y artesanal) 32. Sin embargo, en ese año se impuso a sus habitantes el primer tributo en dinero, destinado a mantener a sus autoridades políticas y religiosas. Poco después, en 1551, el virrey Velasco ordenaba el fin del servicio personal del pueblo a sus señores, aunque sí lo preservó para reparar o construir la parte de la ciudad en la que habitaban los españoles. Lógicamente, Tehuetzquititzin trató de resistirse a estos cambios, motivo por el cual, y ante las nuevas leyes coloniales, fue acusado de abuso de poder 33. Vino entonces el juez don Esteban de Guzmán a hacerle un juicio de residencia, pero para bien o para mal, Tehuetzquititzin murió antes de que éste llegara 34. No obstante, el juez se quedó en Tenochtitlan hasta poner orden en el altepetl y nombrar un sucesor. O sea, hasta 1557. El elegido no fue, sin embargo, un miembro de la rama de Ahuizotl, aunque es muy probable que para esa fecha, y tras el largo gobierno de su antecesor, don Juan Coatlhuitzilihuitl ya hubiera muerto. Claro que podría haberse elegido a Luis Cipac, otro de los nietos de Ahuizotl, con gran experiencia en el cabildo indígena. Sin embargo, alguna razón hubo de haber para que el juez, con aprobación del virrey, designara a don Cristóbal de Guzmán Cecetzin (1557-1562). No fue hasta su muerte que finalmente llegó al cargo un nieto de Ahuizotl: don Luis Cipac o don Luis de Santamaría Nanacacipac (1563-1565), designado por el virrey Luis de Velasco el 31 de agosto de 1563 35.



    Don Luis de Santa María Cipac. Un tiempo difícil


    36 Reyes García, Luis; Eustaquio Celestino; Armando Valencia; Constantino Medina y Gregorio Guerrero ( (...)

    37 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 145. Véase también Chimalpahin, op. cit., p. 221, 225, e Ixtlilxoc (...)


    12 Como Luis Cipac mismo aseguraba en una carta, era hijo de Acamapichtli y nieto del tlatoani Ahuizotzin. 36 Tezozomoc corrobora que, efectivamente, el duodécimo hijo de Ahuizotl era un valiente guerrero llamado Acamapichtli, siendo una incógnita saber por qué entonces no mencionó a Cipac entre los hijos de ese afamado guerrero 37.


    38 Chávez Orozco, op. cit., p. 42-43, 45, 47, 82, 84, 86, 124, 126, 134, 166.

    39 Chávez Orozco, op. cit. p. 107.

    40 Véase por ejemplo la entronización de Tizoc en Durán, op. cit., lib. I, cap. XL, p. 364-365, donde (...)

    41 Carrasco, op. cit., p. 63 sugirió que se trataba de la hija de Tehuetzquitzin, aunque no negó que p (...)


    13 De cualquier manera, cuando el nuevo gobernador tomó posesión de su cargo lo hizo un año después de la muerte de su antecesor –Cecepatic-, sin que sepamos qué motivó que no hubiera gobernador en la ciudad por espacio de un año. No obstante, don Luis Cipac era un personaje con suficiente experiencia política en tanto que ocupó el cargo de regidor en 1556, el de alcalde en 1557, nuevamente el de regidor en 1560 y una vez más el de alcalde en 1563, el mismo año en el que fue elegido gobernador. 38 Con motivo de esta elección organizó un gran convite, al que asistieron todos los señores comarcanos y en el que se gastaron importantes sumas de cacao. 39 Esta asistencia denota que entre varios pueblos -probablemente muchos de los que estuvieron sujetos a Tenochtitlan antes de la llegada española- aún persistía en la memoria ese reconocimiento a la autoridad del gobernante tenochca, al que antaño se le rendía vasallaje 40. El 4 de junio de 1564, casi al año de estar gobernando, se casó con doña Magdalena Chichimecacihuatl, cuya identidad es por el momento un misterio, pues sólo sabemos que era “hija del ya difunto don Diego”. En tal caso, podría tratarse de la hija de don Diego de Mendoza Austria Moctezuma, gobernador de la vecina Tlatelolco (†1562) o de la hija de don Diego de San Francisco Tehuetzquitzin (†1554) 41, pero el problema es que no hay rastro de ella.


    42 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 156.


    Domingo a 4 de junio de 1564 años […] se casó el gobernador don Luis de Santa María, con la que se casó se llama doña Magdalena Chichimecaçihuatl hija del difunto don Diego; por ellos se predicó y los bendijeron dos veces, arriba y abajo. Al traer a la señora [cihuapilli] le tocaron música de viento en el templo y en el camino, al llegar le venían tocando música de viento. Y al llegar al palacio, al pie de las escaleras se colocaron la gente de la iglesia [teopantlaca], los cantores, allí le cantaron. Y una vez que entró, luego empezaron a danzar, primero se interpretó el chichimecayotl y luego empezó el atequilizcuicatl y el señor [tlatohuani] en persona danzó […]. Habían venido los señores [tlatoque] y principales [pipiltin] de los pueblos. Y en los jacales de las afueras del palacio, allí estaban colocados los militares antiguos [quahuehuetque] y en su casa, dos noches danzaron los otomíes 42.


    43 España era un país pobre en el que todas las riquezas que se traía de las colonias se iban para fin (...)


    14 El boato de la boda indica que no se trataba, ni de una simple boda, ni de una mujer cualquiera. Se danzó y se tocó el chichimecayotl, probablemente en honor a su ascendencia chichimeca. Por otro lado, la presencia de los señores y principales de otros pueblos, deja nuevamente de manifiesto la importancia que todavía irradiaba la corte indígena de la Tenochtitlan de entonces. Pero estos expendios eran los coletazos del final de una época. Durante el gobierno de Cipac, en 1564, llegó el visitador Jerónimo de Valderrama, cuyas reformas en materia de tributo marcaron un antes y un después en la vida de los nobles indígenas. El origen de estas imposiciones estaba en una España empobrecida y con las arcas de la Hacienda exhaustas. Su monarca, Felipe II (1556-1598), vió entonces la necesidad de alejarse de la política de su Consejo de Indias y aumentar sus recursos mediante la subida del monto del tributo en sus colonias 43.


    44 Epistolario de la NuevaEspaña, vol. X, págs. 1-3, citado en Luis Reyes García, Anales de Juan Bauti (...)


    15 El visitador traía la orden de aumentar el monto del tributo económico y reiterándose al mismo tiempo que no se diese más tributo ni servicio personal a los principales, de lo cual se deduce que ese servicio proseguía 44. Además, para vivir como españoles, no había que volver a tributar en especies sino en dinero:


    45 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 171:205)


    “[1564] así ordena el visitador, así tributarán, el trabajo público lo dejarán junto con el zacate además de todo lo que les imponía de tributo en el palacio de ustedes. Todo se suspende por un peso y tres tomines; así me lo dijo el visitador, que como españoles aquí vivirán” 45.


    46 Anales de Juan Bautista, op. cit., párrs. 189-190, 191-192, 198, 295.

    47 Chávez Orozco, op. cit., p. 110-112, 156. La situación debió llegar a tal punto que el 27 agosto de (...)

    48 Chimalpahin, op. cit., p. 217, 221.


    16 Lógicamente, estas medidas tan impopulares dañaron gravemente la imagen de don Luis y alteraron la situación de la nobleza indígena en general. Las fuentes revelan que los alborotos del pueblo a lo largo de 1564 no se hicieron de esperar. El 18 de enero de ese año, cuando Luis Cipac comunicó la orden del aumento del tributo económico y la repartición del mismo, la gente enfurecida comenzó a insultarlo 46. Meses después, el 13 de julio, la población apedreó a los principales del cabildo, quienes asimismo se negaron inicialmente a acatar las órdenes españolas 47. Por último, cuando el 8 de septiembre de ese año se obligó a que todos los casados pagaran 4 tomines al rey, la reacción fue similar: los habitantes de Tenochtitlan se fueron a apedrear el tecpan de San Juan Moyotlan. Es entonces cuando Luis de Santa María, por su docilidad en acatar las nuevas órdenes, recibió el despectivo apodo de Nanacatl, “Hongo” 48.


    49 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 387.

    50 Reyes García, op. cit., p. 40.


    17 En este marco, y viendo cómo sus privilegios -inherentes al cargo de gobernador y a su condición de pilli- iban mermando, puede entenderse que la desesperación del gobernador llegara hasta tal punto que en la noche del jueves, 24 de mayo de 1565 estuviera en su azotea como endemoniado “gritando y golpeándose su boca, llevaba puesto su escudo [... y] con su espada andaba escaramuceando” 49. Agotado se cayó de su azotea. Un acto que Reyes García interpretó como la simulación de un combate, “agobiado por los conflictos y su impotencia ante la colonización” 50. Al día siguiente, el 25 de mayo de 1565, llegó lo que se temía: se notificó a los señores alcaldes y regidores que de dos en dos debían ir a declarar en un cuestionario centrado en el tributo.


    51 Chávez Orozco, op. cit., p. 76-77)


    18 La otra cara de la moneda es cuando el 17 de agosto de 1565 vemos al gobernador encarcelado por la apropiación indebida de un dinero que tenía en depósito 51. Un mes antes se le notificó que debía entregar los pesos de oro que se habían depositado para principio de paga. Cipac contestó que avisaría a los aludidos para que pasasen a por el dinero, pero no lo hizo como él mismo atestigua en la carta que el 17 de agosto escribió desde la cárcel:


    52 Chávez Orozco, op. cit., p. 77. Existe aquí un problema cronológico ya que los Anales de Juan Bauti (...)


    “podrá aver quince días poco mas o menos tiempo, que Antonio de Vallejo, alguazil desta corte, me requirió con un mandamiento de vuestra alteza para que diese a los mazeguales, oficiales, ciento e setenta pesos que en mí estaban depositados, o fuese preso; y por no los dar, el dicho alguazil me trajo a la Real Cárcel, y estando preso yo pagué”52.


    53 La Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 174 sólo situa el acontecimiento a finales de 1565, mientras qu (...)

    54 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 20.


    19 Meses después, en diciembre de 1565, murió 53. El domingo 3 de marzo de 1566 lo hizo su mujer, doña Magdalena Chichimecacihuatl, cuyas exequias se llevaron a cabo en el templo de San José 54. Las fuentes nunca mencionan si dejaron descendencia y hasta el momento no hay rastro de la misma.



    Don Pedro Dionisio y el escabroso asunto del incesto


    55 Chimalpahin, op. cit., p. 221, 223; Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 174-175.


    20 Por alguna razón, Tezozomoc y Chimalpahin insistían en recalcar que con don Luis de Santa María Cipac concluía el gobierno de linaje real en Tenochtitlan, pues si bien hubo otros gobernadores, el cargo – según ellos –, no estaba ya emparentado con la casa real tenochca 55.

    56 Galarza, Joaquín, Estudios de escritura indígena tradicional AZTECA-NAHUATL, Archivo General de la (...)


    21 Galarza intuía problemas en la sucesión al cargo cuando nos informaba que los años de gobierno de los respectivos señores tenochcas presentaban un desajuste cronológico en el Códice de Santa Anita Zacatlalmanco 56. Algo que él observaba tras la muerte de Luis Cipac, ya que a continuación se representaban dos años sueltos, no asociados al gobierno de ningún personaje. Para el autor del análisis de este documento, esto era indicio de que no tenía sustituto.

    57 El nombre del primero es “Espejo (tezcatl) humeante (popoca) más la partícula reverencial –tzin. El (...)


    22 Hoy, gracias a varios trabajos de transcripción y traducción sabemos que aquellas dos cuentas anuales del códice de Santa Anita Zacatlalmanco nos hablaban de la crisis dinástica que se vivió en Tenochtitlan con el escabroso asunto en el que se vió envuelto el sucesor de Cipac, don Pedro Dionisio, de la parcialidad de San Pablo. La llamada Genealogía de don Pedro Dionisio, a la que hicimos referencia al inicio de este trabajo, nos ayuda a esclarecer quién era este personaje (véase figura). En ella veíamos que fruto del matrimonio entre Huehue Tezozomoc y Atotoztli nacieron tres futuros tlatoque de Tenochtitan: Tizoc, Ahuizotl y Axayacatl. Ahora bien, la razón por la que el pintor sólo se detuvo a narrar la descendencia de Tizoc y no de sus otros hermanos es porque de su linaje procedía la persona que encargó la pintura: don Pedro Dionisio. Él es el último que aparece en la sucesión genealógica, y el único que está vivo en el momento de hacerse la pictografía, pues todos los demás aparecen con los ojos cerrados, indicando que ya estaban muertos. En cualquier caso, si analizamos de cerca el documento, vemos que de Tizoc salen dos líneas para indicar que tuvo dos hijos: Tezcatlpopocatzin y Cihuayztitzin. 57 Tezcatlpopocatzin aparece representado como tlatoani según se adivina por el tipo de asiento respaldo y la diadema de turquesa, pero en las fuentes no hay registro alguno de que gobernara en Tenochtitlan o en pueblo alguno. Cihuayztitzin fue un señor principal, pues está sentado sobre un simple icpalli sin respaldo y no lleva la xiuhhuitzolli. A continuación tenemos que cada uno de estos hijos tuvo su propia descendencia, la cual se emparentó entre sí. Tezcalpopocatzin tuvo a don Diego de San Francisco [Tehuetzquititzin], décimo tercer señor de Tenochtitlan y padre de don Pedro Dionisio. Cihuayztitzin a una mujer llamada doña María [¿Tlaco?]. Ambos, don Diego y doña María (primos hermanos), tuvieron una hija según se lee a través de las líneas que van hacia María Moyeztica Ehecatepec, que sería medio hermana de don Pedro Dionisio.


    58 Reyes García et. al., op. cit., p. 334.

    59 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 41.

    60 Tezozomoc, op. cit., p. 141-142, 172-173.

    61 Según el testamento de doña Francisca de Guzmán de Xochimilco, don Pablo Yxcuinantzin tuvo una hija (...)

    62 Era importante demostrarlo porque con ello se estaba jugando el cargo a gobernador. De hecho, en la (...)


    23 En relación a estos personajes hay que decir que existe una interesante carta escrita por una mujer llamada doña María Tizozicatzin, dirigida a su madre y a su hermano. 58 De ella se concluye que María Tizozicatzin es la misma persona que María Moyeztica, porque en la carta menciona que su abuelo era Cihuayztitzin y su madre María, tal como corrobora la Genealogía. Además, es a su madre (María) y a su hermano (Pedro Dionisio) a quien dirige la carta. Ahora bien, la importancia de la carta radica en que reconoce estar embarazada y explica que por ese motivo no puede presentarse ante Ceynos para solventar un problema con unas tierras de su propiedad. Fuera de contexto no entenderíamos bien sus argumentos. Sin embargo, conociendo la grave acusación de la que fue objeto don Pedro Dionisio, el texto cobra sentido. Según los Anales de Juan Bautista 59, en diciembre de 1566, don Pedro fue acusado delante del tribunal por los miembros del cabildo de haber tenido relaciones con su hermana menor -con la que tuvo un hijo-, y también con su madrastra de nombre Tlaco. Esto explica que en la genealogía, María Tlaco no esté de frente a Tehuetzquititzin, ni tampoco unida a él por una línea punteada, como lo estaba Atotoztli con respecto a Huehue Tezozomoc. Con esto, don Pedro venía a indicar que su padre nunca estuvo casado con ella y que, por tanto, María Moyeztica/Tizozicatzin era hija natural. Llegados a este punto, conviene revisar también la versión genealógica de Tezozomoc 60, pariente cercano a esta rama de la familia. Según el cronista tenochca, Tizoc tuvo dos hijos, Tehuetzquititzin y Huehue Mauhcaxochitl. O sea, nada decía del señor Cihuayztitzin que aparecía en la Genealogía de Pedro Dionisio. Pero a diferencia de aquella, decía también que doña María sí estuvo casada con Tehuetzquititzin, aunque fruto de ese matrimonio sólo fueron tres varones, Tezcatlpopocatzin, Pablo Yxcuyn, y Pedro Mauhcaxochitl “el otro”, para diferenciarlo de su abuelo con igual nombre 61. O sea, que aquí tampoco se decía nada de María Moyeztica, con lo cual, la versión de Tezozomoc variaba considerablemente con la de Pedro Dionisio. Los motivos son los siguientes: Tehuetzquitzin debió casarse en dos ocasiones. La primera lo hizo con su prima hermana doña María, hija de Huehue Mauhcaxochtil como aseveraba Tezozomoc. La segunda, con su prima hermana, también llamada doña María [Tlaco], aunque hija de Cihuayztitzin como se afirmaba en la Genealogía. Con la primera tuvo tres hijos varones (Pedro Mauhcaxochitl, Pablo y Tezcatlpopocatzin) y con la segunda una hija (María). Lo anterior demuestra que cada autor recogió la información de dos ramas distintas de la misma familia, porque elaboraban sus documentos con objetivos bien diferentes. De esta otra rama vendría entonces don Pedro (¿Pedro Mauhcaxochitl?), pues en la Genealogía, dejaba bien claro que su madre era otra que no mencionó. No lo hizo porque no era importante para el objetivo del documento, que era mostrar cómo las relaciones de su padre con aquella otra prima hermana eran fruto de relaciones extramatrimoniales o de un segundo matrimonio 62.


    63 La ausencia de un gobernador indígena ya la había observado Galarza, op. cit., p. 95 en el Códice d (...)

    64 Lockhart, op. cit., p. 56 señala que la presencia de estos jueces extranjeros fue muy frecuente en (...)

    65 Anales de Tecamachalco, 1398-1590, paleografía, traducción y estudio de Celestino Solís y Luis Reye (...)

    66 Es lo que también parece insinuar Tezozomoc, op. cit. p. 176 al decir que “fué a morir a su casa”. (...)


    24 Desafortunadamente no tengo información del juicio a don Pedro Dionisio ni de lo que sucedió en el gobierno indígena de Tenochtitlan hasta la llegada de Francisco Jiménez, originario de Tecamachalco. Sabemos que el 31 de julio de 1564 murió el virrey don Luis de Velasco, lo cual aunado a la famosa “conjura de los hijos de Cortés”, destapada en julio de 1566, fue lo que seguramente detuvo el proceso de elección de los nuevos gobernadores indígenas, pues no es casual que una coyuntura semejante se viviera en Tlatelolco, que también llevaba años sin gobernador. La situación se normalizó en ambos sitios a la llegada del virrey don Gastón de Peralta en octubre de 1566, cuando él mismo, como hicieron los virreyes del pasado, debió nombrar a don Diego García Oquiztzin como juez-gobernador de Tlatelolco y a don Francisco Jiménez como juez-gobernador de Tenochtitlan 63. Con don Francisco Jiménez se daba inicio al gobierno de jueces-gobernadores en el altepetl tenochca, donde a partir de ahora vendrían a gobernar gente de otros pueblos, rompiendo con ello el control que el linaje legítimo había tenido del cabildo indígena durante buena parte del siglo XVI 64. Don Francisco entró en el altepetl el 17 de enero de 1568 65. Las cuentas de años junto al nuevo juez-gobernador, en el Códice de Santa Anita Zacatlalmanco, indicaban entonces un gobierno de cinco años, infiriéndose que se fue de Tenochtitlan en 1572, para morir en su pueblo en enero de 157366.


    Continùa...

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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Don Antonio Valeriano

    67 Pérez-Rocha y Tena, op. cit., p. 224. Que fue gobernador de Azcapotzalco lo afirma Francisco Plácid (...)

    68 León-Portilla, passim, da erróneamente la fecha de 1570 para señalar la entrada de Valeriano a Teno (...)

    69 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 170-171.

    70 Crónica Mexicayotl, op. cit. p. 171, 176.


    25 En 1573, tras la salida de Francisco Jiménez de Tenochtitlan, llegó como juez-gobernador don Antonio Valeriano, el gran sabio del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. Valeriano nació en Azcapotzalco hacia 1522 y antes de llegar a Tenochtitlan ya había ocupado el puesto de gobernador en su altepetl, además de otros cargos 67. En Tenochtitlan gobernó hasta 1599, muriendo muy anciano, en agosto de 1605 68. Sabemos, además, que era yerno de don Diego de Alvarado Huanitzin, pues estaba casado con su hija doña Isabel 69. Quiere esto decir que Valeriano era, asimismo, cuñado del que había sido gobernador de Tenochtitlan, don Cristóbal Cecetzin, y del historiador don Hernando de Alvarado Tezozomoc, autor de la Crónica Mexicana y la Crónica Mexicayotl. Ahora bien, Tezozomoc aseveraba, e incluso insistía, que Valeriano no era noble 70. Al ser contemporáneo a él y además miembro de su familia, lo lógico es creerle al cronista tenochca. El problema es que si verdaderamente no era noble ¿cómo explicar entonces que hubiera sido alumno y rector del Colegio de la Santa Cruz, donde sólo accedían los hijos de los caciques? ¿Cómo entender que también hubiera sido gobernador de Azcapotzalco? ¿De qué manera, entonces, logró emparentarse con lo más alto de la élite tenochca?


    71 Chimalpahin, op. cit., p. 183.

    72 Se trata de un trasunto realizado en 1669 que se conserva en el Archivo General de la Nación (en ad (...)


    26 La cuestión es que, a pesar de las rotundas afirmaciones de Tezozomoc, su cuñado Valeriano sí era noble y lo era de cuna. Si bien no tenemos datos sobre su madre, que probablemente era una mujer de Azcapotzalco, existen algunos datos que apuntan a que su padre era don Francisco de Alvarado Matlaccohuatzin, ese hijo de Tezozomoc Acolnahuacatl al que precisamente el cronista Tezozomoc jamás mencionó, pero sí Chimalpahin71. Por ende, don Francisco era hermano de Huanitzin (véase cuadro anexo). En una petición de 1620, realizada por el nieto de don Antonio Valeriano, también llamado Antonio Valeriano (aunque él ya se añadió el apellido Moctezuma), éste afirmaba que su bisabuelo (el padre de don Antonio Valeriano) era don Francisco [de Alvarado Matlaccohuatl]72.


    73 Archivo Ducal de Alba, Carpeta 238, Legajo 2, doc. 21, fol. 1v. Este escudo ha sido publicado en Ca (...)

    74 AGN, Vínculos 110, exp. 2, fol. 338v-339r.


    27 Sabemos que don Francisco viajó a España en 1532 y que estuvo en la corte española durante tres años con su primo hermano, don Martín Cortés Nezahualtecolotzin (hijo de Moctezuma Xocoyotzin) y con don Hernando de Tapia (hijo de don Andrés Motelchiuhtzin). De hecho, regresó con una cédula real a través de la cual el rey lo compensaba con un escudo de armas en agradecimiento a la ayuda que él y su hermano Diego de Alvarado Huanitzin le habían prestado a Cortés en la conquista y pacificación de las provincias de la Nueva España 73. No es por ello una casualidad que este nieto de don Antonio Valeriano poseyera una copia de dicha cédula y su escudo de armas 74.


    75 Códice Aubin, op. cit., fol. 58v. Empero, no sucede lo mismo en el fol. 78v, si bien la mano del pi (...)


    28 Esto significa que, como era usual entre la nobleza, lo que hizo don Antonio Valeriano fue casarse con su prima hermana doña Isabel, y con ello reforzar su legitimidad al trono tenochca. En realidad hacía lo mismo que tiempos atrás había hecho su suegro, don Diego Huanitzin, al casarse con su prima hermana, doña Francisca de Moctezuma, hija de Moctezuma Xocoyotzin. De esta manera don Antonio Valeriano gozaba de los mismos derechos que su primo hermano – don Cristóbal Guzmán Cecetzin – había tenido para acceder al gobierno de Tenochtitlan. Probablemente por eso, el pintor del Códice Aubin lo representó como a un verdadero tlatoani, en asiento con respaldo y xiuhhuitzolli 75.


    76 Lockhart, op. cit. p. 55, 57 y cuadro II.1. En el Códice de Santa Anita Zacatlalmanco, op. cit., lá (...)


    29 Sólo de esta manera se puede explicar que don Antonio Valeriano cumpliera con los requisitos para su ingreso en el colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. Por otro lado, con él se restablecía también la legitimidad en el gobierno de la ciudad. Empero, no tuvo la acogida esperada. Por alguna razón Tezozomoc persistía en tacharlo de “àmo pilli” (no noble) y excluyó de su crónica a su padre, don Francisco de Alvarado Matlaccohuatl, de entre los hermanos de Huanitzin. En mi opinión, lo hizo al verse desplazado del gobierno del altepetl, una vez muerto su hermano Cristóbal Cecetzin (trabajo en preparación). En cualquier caso, a don Valeriano lo sustituyeron jueces-gobernadores de otros pueblos, e incluso su nieto en 1620 76. Pero eran otros tiempos, testigos de la verdadera decadencia en la que había caído la nobleza tenochca.



    Conclusiones

    30 En este trabajo se ha hecho un largo recorrido por los casi tres siglos de vida de una casa real, que fue la que gobernaba Moctezuma Xocoyotzin cuando Cortés arribó a Tenochtitlan. El esplendor de su corte, el respeto y el lujo que envolvía al huey tlatoani, maravilló a los conquistadores y también a Carlos V, que recibía fascinado las noticias que le llegaban de su nueva Colonia. Sin embargo, ese fue el momento de mayor esplendor de una casa real, que tras la muerte del huey tlatoani comenzó a declinar en una lenta agonía que duró casi un siglo. En este apartado sólo deseo remarcar los puntos más importantes que aquí se han tratado y que considero aportaciones fundamentales para la historia de Tenochtitlan:

    31 1. De la información que hemos heredado entorno a la casa real tenochca, el fundador del linaje gobernante fue Acamapichtli. Pero mientras las fuentes de tradición acolhua señalan que éste era de origen tepaneca, las fuentes propiamente mexicas señalan que era culhua.

    32 2. En 1428 llega al gobierno de Tenochtitlan Itzcoatl, quien no gozaba de toda la legitimidad que se requería para acceder al cargo de tlatoani. Sabiéndolo, parece que pactó con Moctezuma Ilhuicamina una alianza matrimonial entre sus respectivos hijos, con el fin de que no hubiera duda de la legitimidad de los futuros herederos. De esta alianza nacieron Axayacatl, Tizoc y Ahuizotl, quienes gobernaron sucesivamente en el altepetl.

    33 3. A partir de aquí se estableciera un patrón de sucesión colateral, prueba de ello es que durante la conquista de Tenochtitlan, mientras Moctezuma estaba preso, los nobles eligieron a Cuitlahuac como su sucesor. No obstante, parece que fueron las difíciles circunstancias del momento las que auparon a un descendiente de Ahuizotl al cargo de tlatoani. El renombrado Cuauhtemoc. Empero, creo que de no haber llegado los españoles, difícilmente éste hubiera accedido al poder.

    34 4. Muerto Cuauhtemoc, la casa real quedó temporalmente decapitada. En los primeros tiempos, y mientras se asentaba el sistema colonial, gobernaron tres señores que no pertenecían al linaje gobernante y que fueron elegidos por las autoridades españolas. Si bien los españoles se precipitaron denominándolos gobernadores –cosa que ellos aceptaron de muy buen grado-, es muy claro que para sus súbditos sólo fueron quauhtlatoque, cargo que se ha equiparado con el de gobernante interino.

    35 5. A partir de la llegada del virrey Mendoza (1535) se restaura el linaje gobernante en Tenochtitlan. La máxima autoridad del altepetl sería oficialmente el gobernador, que ejercería su autoridad desde el cabildo. Alrededor del poder estaban los nietos de Axayacatl, Tizoc y Ahuizotl, pero las intrigas internas salieron a la luz cuando se envenenó a don Martín Moctezuma. A éste podía haberlo sustituido su hermano don Pedro, pero ya vimos que éste estaba imbuido en los asuntos de Tula. Todo ello dejaba el camino libre a don Diego de Alvarado Huanitzin, quien para legitimar aún más su posición, se casó con su prima hermana, hija de Moctezuma Xocoyotzin.

    36 6. De los sucesivos gobiernos se percibe una rotación entre los nietos de Axayacatl, Tizoc y Ahuizotl, aunque parece que prevaleció el linaje de Axayacatl sobre los otros dos.

    37 7. A partir del gobierno de don Diego de San Francisco Tehuetzquititzin las leyes que venía de España en materia de tributo comenzaron a erosionar fuertemente el poder de la nobleza indígena tradicional. El momento más difícil fue el breve gobierno de Luis Cipac. Esto, aunado a la acusación de incesto a la que fue sometido su sucesor, don Pedro Dionisio, favoreció la entrada de gentes de otros altepetl para gobernar en Tenochtitlan. Con Francisco Jiménez se iniciaba así, el gobierno de jueces-gobernadores.

    38 8. Algunos cronistas son tajantes al manifestar que con don Luis Cipac se acababa el gobierno de linaje legítimo que hasta entonces había gobernado en Tenochtitlan, desde los tiempos de Acamapichtli. Sin embargo, como aquí se ha demostrado, don Antonio Valeriano era miembro legítimo de la casa real tenochca. El hecho de que Tezozomoc se ensañase con él en su obra no viene más que a indicar que las luchas internas por el poder seguían latentes. A Valeriano lo sucedió su nieto en 1620, pero puede decirse que ese fue el coletazo final de la lenta agonía de una casa real.


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    Documents annexes

    Códice Genealogía de Pedro Dionisio, documento 72 del Fondo Mexicano de la BNF (image/jpeg – 1,7M)

    Casa real de Tenochtitlan (application/pdf – 12k)
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    Notes

    1 Códice Xolotl, edición, estudio y apéndice de Charles E. Dibble, 2 vols., UNAM, México, 1980, plancha VI.

    Ixtlilxochitl, Fernando de Alva, Obras Históricas, UNAM, México, 1985, lib. II, cap. X, p. 29 y cap. XIV, p. 36.

    2 Me refiero a las de la Crónica X, un término acuñado por Barlow, Robert, “La Crónica X: versiones coloniales de la historia de los mexica tenochca”, Revista mexicana de estudios antropológicos”, núm. 7, 1945, p. 65-87. Este autor lo utilizó para referirse a un grupo de documentos afines que procedían de una misma fuente hoy desaparecida, la Crónica X. Dentro de este grupo están las obras de varios cronistas como la Crónica Mexicana de Tezozomoc, Hernando de Alvarado, Crónica Mexicana, anotada por el Lic. Manuel Orozco y Berra y precedida del Códice Ramirez, editorial Porrua, México; la del padre Tovar, Juan de, Historia y creencias de los indios de México, Miraguano Ediciones, Madrid, 2001; o la de Durán, fray Diego, Historia de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme, 2 vols. México, Cien de México, 1995. En relación a los orígenes de Acamapichtli en Culhuacan, véase por ejemplo Durán, op. cit., lib. I, cap. V, p. 95-96 y cap. VI, p. 98.

    3 Sospechosa se torna la muerte de Chimalpopoca y su hijo Teuhtlehuac en manos de los tepanecas de Tlacopan (hoy Tacuba), de donde era la madre de Chimalpopoca. Véase Tezozomoc, Hernando de Alvarado, Crónica Mexicayotl, 1992, p. 98, 105-106; Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin, Domingo, Las ocho relaciones y el Memorial de Colhuacan, paleografía y traducción de Rafael Tena, 3 vols, Cien de México, México, 1998, Séptima Relación, p. 69. La eliminación de ambos ponían el gobierno de Tenochtitlan en manos de Itzcoatl.

    4 Durán, op. cit., lib. I, cap. VI, p. 99-100; Chimalpahin, op. cit., p. 79. Ambos cronistas son ejemplo de aquellos que hablaban despectivamente de su madre, a la que califican como “esclava” o “verdulera”.

    5 Es nuevamente aquí sospechosa la muerte de su hijo, el posible heredero (cf. Nota 4). Moctezuma Ilhuicamina tuvo un hijo llamado Iquehuac, pero fue asesinado. Véase Anales de Tlatelolco, paleografía y traducción de Rafael Tena, Conaculta, México, 2004, p. 95; Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 110; Chimalpahin, op. cit. p. 99 habla de otro hijo (Machimale) que nunca pudo optar al trono.

    6 Carrasco, Pedro, “Royal Marriages in Ancient Mexico”, en Explorations in Ethnohistory, Harvey y Hanns J. Prem (eds.), Albuquerque, University of New Mexico Press, 1984, p. 60.

    7 No obstante, ante la falta de claridad en las fuentes entorno a Chimalpopoca, que a veces figura como hermano de Huitzilihuitl, Carrasco, passim, deja abierta la opción de que este patrón fuera anterior. Gillespie, Susan D., Los Reyes aztecas. La construcción del gobierno en la Historia Mexica, siglo XXI, Madrid, 1999 [1989], p. 49-61 hizo un estudio sistemático de las fuentes en cuanto a la sucesión de los señores tenochcas y los patrones de sucesión.

    8 La Genealogía de Pedro Dionisio se encuentra en al Biblioteca nacional de Francia bajo la catalogación BnF-Mex. 72. Hasta ahora se había conocido con el nombre de Genealogía de los príncipes mexicanos pero el cambio de nombre se debe a que hoy sabemos que la persona que la mandó elaborar fue don Pedro Dionisio, con ciertos propósitos que se analizará más adelante en este trabajo. Bajo la nueva denominación aparece en el nuevo censo del Handbook of Middle American Indians, disponible en: http://132.248.101.214/wikfil/index.php/Portada. Agradezco a Carmen Herrera una copia de la foto que aquí se presenta.

    9 Que el linaje pasaba a través de Atotoztli es algo que acepta Gillespie, op. cit., p. 152, 154, aunque no estoy de acuerdo en que ella adquiriera el cargo de tlatoani. Ni el documento la representa como tal, ni ninguno otro.

    10 El nombre de Itzcoatl se compone de dos elementos: la obsidiana (itz-tli) y la serpiente (coa-tl), para que pueda leerse como “Serpiente de Obsidiana”. En cuanto al de Moctezuma Ilhuicamina, estamos acostumbrados a distinguirlo por su segundo nombre “Cielo (Ilhuica-tl) Flechado (mina)”, sin embargo aquí se optó por la primera parte de su nombre y, por ello, con el glifo que generalmente se utiliza con Moctezuma Xocoyotzin, la diadema real y el bezote.

    11 El nombre de la mujer se compone de agua (a-tl), pájaro (toto-tl) y la pluma amarilla (toztli), “ave acuática [de pluma] amarilla”. El del hombre está compuesto por una cabeza, mitad pedregosa, de cuya boca sale una voluta de arena. De él sólo podemos leer el elemento piedra (te-tl). Hay que decir, además, que una serie de glosas en el documento tratan de vincular a algunos de los señores con Ehecatepec, y en el caso de Huehue Tezozomoc, erróneamente se dijo que éste era sobrino de Itzcoatl. Ninguna fuente histórica tiene este registro como tal.

    12 Cortés, Hernán, Cartas de Relación, Manuel Alcalá (edit.), Porrúa, S. A., México, 1992. Cf. Segunda carta, p. 53-55; Díaz del Castillo, Bernal, Historia de la Conquista de Nueva España, introducción y notas de Joaquín Ramírez Cabañas, Porrúa, S. A., México 1992, cap. XCV, p. 182-183; Díaz, J., A. Tapia, B. Vázquez y F. Aguilar, La conquista de Tenochtitlan, Germán Vázquez (edit.), Historia 16, Madird, 1988, p. 103, 182), relatan el traslado del tlatoani al palacio donde estaban alojados los conquistadores.

    13 Sobre la elección de Cuitlahuac véase Francisco de Aguilar, op. cit., p. 188; o Díaz del Castillo, op. cit., cap. CXXVI, p. 252-253. Este segundo autor relata un discurso para disculpar el atrevimiento de los nobles por la elección de Cuitlahuac, estando vivo Moctezuma. Un discurso que como explica Graulich, Michel, “La muerte de Motecuhzoma II Xocoyotzin”, en Orbis in Orbem. Liber amicorum John Everaert, Gante, Parmentier, Jan y Spanoghe Sander, (edits.), Academia Press, 2001, p. 9 es totalmente imaginario. Los descendientes de Moctezuma, por su parte, achacaron la muerte de su padre a la rebelión encabezada por Cuitlahuac. Así lo expresa la hija del soberano, doña Leonor en Archivo General de Indias (en adelante AGI), Justicia 159, N. 5, fol. 1088v, o Felipe Andrada Moctezuma, un descendiente de doña Isabel, AGI, Audiencia de México 762 [último legajo del volumen], fol. 1r.

    14 Quedó registrado en el Origen de los mexicanos... en Relaciones de la Nueva España. Contiene la Relación de Tezcoco de Juan Bautista Pomar la Relación de la genealogía y linaje de los señores que han señoreado esta tierra de la Nueva España y el Origen de los mexicanos, Germán Vázquez (ed.), Historia 16, Madrid, 1991, p. 154; López de Gómara, Francisco, La conquista de México, José Luis de Rojas (edit.), Crónicas de América 36, Historia 16, Madrid, 1986, p. 431-432.

    15 Hijo del tlatoani Ahuizotl de Tenochtitlan y de Tiyacapatzin, la primogénita del tlatoani Moquihuix de Tlatelolco según Ixtlilxochitl, op. cit., lib. II, cap. LXX, p. 177; Torquemada, Fray Juan de, Monarquía Indiana, UNAM, México, 1979, lib. IV, cap. LXXX:248.

    16 Cortés, op. cit., Quinta carta, p. 236-237; Díaz del Castillo, op. cit. cap. CLXXVII, p. 469-470. Véase también el Códice Cozcatzin, estudio y paleografía de Ana Rita Valero de García Lascuráin, paleografía y traducción de los textos nahuas de Rafael Tena, México, INAH y Universidad Autónoma de Puebla, 2004, p. 98; Chimalpahin, op. cit., p. 167, 169; Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 165-166. Torquemada, op. cit., lib. IV, cap. CIV, p. 315-317 es el autor que mejor relata todos estos acontecimientos y detalla la idea de un levantamiento por parte de la nobleza contra los españoles, teniendo siempre presente que su relato está basado en muchas otras fuentes.

    17 Sobre la elección de Tlacotzin y Motelchiuhtzin véase Chimalpahin, op. cit., p. 167. Xochiquetzin fue nombrado por el presidente de la segunda Audiencia, Sebastián Ramírez de Fuenleal según la Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 168.

    18 Lockhart, James, Los nahuas después de la conquista. Historia social y cultural de la población indígena del México Central, siglos XVI-XVIII, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 51.

    19 En una carta de 1532, Xochiquentzin ya se autodenomina gobernador y en ella don Hernando de Tapia, al referirse a su padre (Motelchiuhtzin) dice, asimismo, que fue gobernador. Cf. AGI, Audiencia de Mexico 95, exp. 24, fol. 209v- 210r. Este documento fue transcrito por Pérez-Rocha, Emma y Rafael Tena, La nobleza indígena del centro de México después de la conquista, INAH, México, 2000, p. 101-102.

    20 Para Lockhart, op. cit., p. 53-54 se trataba de un gobernador interino que ostentaba el poder “hasta que se pudiera acordar el nombramiento de un heredero dinástico o éste fuera mayor de edad”.

    21 En Martínez Garnica, Armando, La casa de Moctezuma. La incorporación de los linajes nobles del valle de México a la sociedad novohispana del siglo XVI. Tesis de doctorado, El Colegio de México, México, 1993, p. 44 se reproducen las palabras del propio virrey, que expresa que una de sus grandes obras fue la instalación del cabildo en la Nueva España.

    22 Pérez-Rocha y Tena, op. cit., p. 50.

    23 Aunque no tenemos la merced real, su llegada al gobierno de Tlatelolco es en 1549 y coincide con el acceso de la nobleza tradicional a estos puestos de poder. Un hecho que apoya esta hipótesis es que don Diego había sido honrado con el apellido del virrey.

    24 Sobre los lazos parentales de Huanitzin con Moctezuma véase Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 168-169; Chimalpahin, op. cit., p. 113. Es un error cuando Chimalpahin, op. cit., p. 237 asegura en otra parte de su obra que Tezozomoc Acolnahuac no hijo de Moctezuma.

    25 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 164.

    26 De hecho, todos aparecen firmando en 1532 una solicitud en manos de la Segunda Audiencia. Cf. AGI, Audiencia de México 95, exp. 24, fol. 209r. Véase también en Pérez-Rocha y Tena, op. cit., p. 100.

    27 La discordancia entre las fuentes sobre el año de su elección es grande. El Códice Cozcatzin, op. cit., p. 98 lo coloca en el trono en 1535; la lám. XVI de la Tira de Tepechpan, Códice colonial procedente del valle de México, edición y comentarios de Xavier Noguez, edición facsimilar, 2 vol., Instituto Mexiquense de Cultura, México, 1996 y el Códice Aubin, Geschichte der Azteken. Der Codex Aubin und verwandte Dokumente, aztekischer Text Übersetzt und verläutert von Walter Lehmann und Gerdt Kutscher, Gebr. Mann Verlag, Berlin, 1981, fol. 46v lo hace en 1536; Chimalpahin, op. cit., p. 197 en 1538 y la Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 168-169 en 1539. Optamos por la fecha de 1538 porque las fuentes sí coinciden en decir que Panitzin gobernó sólo cuatro años y porque en 1541 accedió al poder Tehuezquititzin.

    28 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 151.

    29 Cónica Mexicayotl, op. cit., p. 168

    30 La fecha exacta de este matrimonio no la sabemos, pero debió ser después de 1532, pues en ese año aún vivía ella con su hermana doña Isabel en Tlacopan según la Relación de las genealogías... op. cit., p. 124.

    31 Sobre don Pedro hay abundante documentación. Su probanza y los pleitos con las autoridades de Tula puede consultarse en Pérez Rocha y Tena, op. cit., p. 126, 132, 141-149; su testamento en Garritz, Amaya, “Carta Ejecutoria del príncipe D. Diego Luis de Moctezuma. Testamento del príncipe Pedro Moctezuma”, Históricas, 37, 1993m p. 28-50; o cuestiones más generales en la Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 134-136, 151) y el trabajo de Chipman, Donald, Moctezuma´s Children. Aztec Royalty under Spanish Rule, 1520-1700, University of Texas Press, Texas, 2005, p. 81-95.

    32 En Anales de Juan Bautista: ¿Cómo te confundes? ¿Acaso no somos conquistados?, paleografía, traducción y estudio de Luis Reyes García, Biblioteca Lorenzo Boturini, Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, CIESAS, México, 2001, p. 29-40.

    33 Reyes García, passim, proporciona también detalles de sus “propiedades” y cobros (op. cit.). Más información sobre el tema en los documentos transcritos por Chávez Orozco, Luis, Códice Osuna, reproducción facsimilar de la obra del mismo título editada en Madrid, 1878, acompañada de 158 páginas inéditas encontradas en el Archivo General de la Nación por el profesor Luis Chávez Orozco, ediciones del Instituto Indigenista Interamericano, México, 1947.

    34 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 175 y Códice Aubin, op. cit., fols. 49r y 77r.

    35 Chimalpahin, op. cit., p. 217. Esto viene a corroborar la limitación de las funciones que el cabildo indio comenzó a sufrir desde tiempos de Esteban de Guzmán.

    36 Reyes García, Luis; Eustaquio Celestino; Armando Valencia; Constantino Medina y Gregorio Guerrero (comps.), Documentos nahuas de la Ciudad de México del siglo XVI, CIESAS, México, 1996, p. 103-104.

    37 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 145. Véase también Chimalpahin, op. cit., p. 221, 225, e Ixtlilxochitl, op. cit., lib. II cap. LXX:177. De su madre no hay datos y sobre los de su posible abuela, éstos son poco precisos. Es únicamente Ixtlilxochitl quien nos dice que Ahuizotl se casó con Tiyacapantzin, hija de Moquihuix, último señor de Tlatelolco. Con ella tuvo a Cuauhtemoc y nombra a otra serie de hijos entre los que vemos al padre de Luis Cipac.

    38 Chávez Orozco, op. cit., p. 42-43, 45, 47, 82, 84, 86, 124, 126, 134, 166.

    39 Chávez Orozco, op. cit. p. 107.

    40 Véase por ejemplo la entronización de Tizoc en Durán, op. cit., lib. I, cap. XL, p. 364-365, donde vemos el vasallaje que en actos así venían a rendirle los otros dos miembros de la Triple Alianza (Texcoco y Tlacopan) y sus pueblos sujetos.

    41 Carrasco, op. cit., p. 63 sugirió que se trataba de la hija de Tehuetzquitzin, aunque no negó que pudiera tratarse de la hija de don Diego Huanitzin. La que aquí escribe sugirió en un trabajo anterior que también podría tratarse de la hija del cacique tlatelolca que sí era de ascendencia chichimeca. Cf. Castañeda de la Paz, María, “El Plano Parcial de la Ciudad de México: nuevas aportaciones con base en el estudio de su lista de tlatoque”, Símbolos de poder en Mesoamérica, México, Guilhem Olivier (edit.), UNAM, IIH / IIA, México 2008a, p. 419. El problema es que en los documentos sigue sin haber registro de una mujer con ese nombre, a excepción de unos manuscritos tardíos (siglo XVII y XVIII). En ellos se hablan de una doña Magdalena Chichimecacihuatl, pero esposa (no hija) de don Diego de Mendoza de Tlatelolco. No obstante, hay que ser cautelosos con esas fuentes donde la reelaboración histórica llega a límites insospechados. Al respecto véase Castañeda de la Paz, “Apropiación de elementos y símbolos de legitimidad entre la nobleza indígena. El caso del cacicazgo tlatelolca”, Anuario de Estudios Hispanoamericanos, vol. 65, 2008b, núm. 1, p. 21-47.

    42 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 156.

    43 España era un país pobre en el que todas las riquezas que se traía de las colonias se iban para financiar las guerras en Europa. Sin industrias, con una agricultura cargada de tributos, un comercio perjudicado por el monopolio, y unas guerras que perjudicaron dicho comercio o mermaron enormemente su población, España era un país arruinado. Al respecto véase José Terrero y Juan Regla, Historia de España. Biblioteca Hispania, ed. Ramón Sopena, S.A., Barcelona, 1977, p. 271, 281.

    44 Epistolario de la NuevaEspaña, vol. X, págs. 1-3, citado en Luis Reyes García, Anales de Juan Bautista, nota 38.

    45 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 171:205)

    46 Anales de Juan Bautista, op. cit., párrs. 189-190, 191-192, 198, 295.

    47 Chávez Orozco, op. cit., p. 110-112, 156. La situación debió llegar a tal punto que el 27 agosto de 1564 el padre Juan González, ante el peligro de ver dividido y destruido el altepetl por parte de la muchedumbre se vió obligado a hablar con las autoridades indígenas (gobernador, alcalde y regidores), para que reunieran a los macehuales y a los encargados de los barrios con el fin de que apaciguaran los ánimos. Véase asimismo Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 227.

    48 Chimalpahin, op. cit., p. 217, 221.

    49 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 387.

    50 Reyes García, op. cit., p. 40.

    51 Chávez Orozco, op. cit., p. 76-77)

    52 Chávez Orozco, op. cit., p. 77. Existe aquí un problema cronológico ya que los Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 238) también hablan de este préstamo de 1.200 pesos que tomó el gobernador, si bien esta fuente dice que esto acontece el 18 de septiembre de 1564.

    53 La Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 174 sólo situa el acontecimiento a finales de 1565, mientras que Chimalpahin, op. cit. p. 221 precisa que ocurrió el 27 de diciembre de 1565 y el Códice Aubin, op. cit., fol. 54v, un día después, el 28 de ese mismo mes.

    54 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 20.

    55 Chimalpahin, op. cit., p. 221, 223; Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 174-175.

    56 Galarza, Joaquín, Estudios de escritura indígena tradicional AZTECA-NAHUATL, Archivo General de la Nación y CEMCA, México, 1996, p. 95-96. El códice se reproduce en una foto en blanco y negro (lám. 4.1), no apta para un estudio.

    57 El nombre del primero es “Espejo (tezcatl) humeante (popoca) más la partícula reverencial –tzin. El nombre del segundo podría leerse como “Uña de mujer” y por ello se compone de la cabeza de una mujer (cihua-tl) y una uña (yzt-itl). Es raro que en la Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 142, Cihuayztitzin tenga el nombre de Huehue Mauhcaxochitl.

    58 Reyes García et. al., op. cit., p. 334.

    59 Anales de Juan Bautista, op. cit., párr. 41.

    60 Tezozomoc, op. cit., p. 141-142, 172-173.

    61 Según el testamento de doña Francisca de Guzmán de Xochimilco, don Pablo Yxcuinantzin tuvo una hija llamada María, casada con Francisco de Guzmán Omacatzin, descendiente lejano de Axayacatl y señor del barrio de Olac en Xochimilco. Cf. Reyes García, Luis, “Genealogía de doña Francisca de Guzmán, Xochimilco, 1610”, Tlalocan núm. 7, p. 34. Doña Francisca de Guzmán era la hija de ambos. No obstante, según Tezozomoc, op. cit., p. 142, María no era hija de don Pablo sino de don Pedro Mauhcaxochitl o Pedro Dionisio.

    62 Era importante demostrarlo porque con ello se estaba jugando el cargo a gobernador. De hecho, en la pictografía se pintó asi mismo como principal (sin asiento con respaldo y sin xiuhhuitzolli) que fue el estatus que siempre tuvo.

    63 La ausencia de un gobernador indígena ya la había observado Galarza, op. cit., p. 95 en el Códice de Santa Anita Zacatlalmanco. Concretamente a través de pues entre dos cuentas (xihuitl), que había dibujadas entre don Luis Cipac y el juez-gobernador Francisco Jiménez, indicando ambas un total de dos años sin una cabeza visible en el cabildo.

    64 Lockhart, op. cit., p. 56 señala que la presencia de estos jueces extranjeros fue muy frecuente en la segunda mitad del siglo XVI, en el centro de México. Según él era una forma de difundir el sistema español en otras partes. No obstante, el sistema estaba bien difundido (trabajo en preparación). Véase también Reyes García, op. cit., p. 157 y nota 49, p. 179 y nota 7.
    65 Anales de Tecamachalco, 1398-1590, paleografía, traducción y estudio de Celestino Solís y Luis Reyes García, CIESAS, FCE., Gobierno del Estado de Puebla, México, 1992, párr. 237, p. 55 y párr. 315, p. 66. Chimalpahin, op. cit., p. 235 decía que esto ocurrió el 18 de enero, mientras que el Códice Aubin, op. cit., fol. 56r decía que fue el 19 de ese mismo mes. Tezozomoc, op. cit., p. 175 corrobora el año de llegada.

    66 Es lo que también parece insinuar Tezozomoc, op. cit. p. 176 al decir que “fué a morir a su casa”. Véase asimismo Chimalpahin, op. cit., p. 235. Sobre el año de su muerte coinciden los Anales de Tecamachalco, op. cit., párr. 315, p. 66, y el Códice Aubin, op. cit. fol. 58v, aunque según el fol. 56v, don Francisco se fue de Tenochtitlan en julio de 1569.

    67 Pérez-Rocha y Tena, op. cit., p. 224. Que fue gobernador de Azcapotzalco lo afirma Francisco Plácido autor de uno de los cantos que conforman los cantares mexicanos de la Biblioteca Nacional de México en León-Portilla, Miguel, “Antonio Valeriano de Azcapotzalco: un filólogo nahua del siglo XVI” Filología Mexicana, Clark de Lara, Belem y Fernando Curiel Defossé (coords.), UNAM, México, 2001, p. 391 y nota 14.

    68 León-Portilla, passim, da erróneamente la fecha de 1570 para señalar la entrada de Valeriano a Tenochtitlan, pues la Crónica Mexicayotl, op. cit. p. 176 asegura que se trata de 1573. Debió dejar el cargo de juez gobernador en 1599 como afirma Lockhart, op. cit., p. 55 y cuadro II.1, aunque murió en agosto de 1605 según nos dice fray Juan Baptista en León-Portilla, op. cit., p. 386-394. Para un interesante estudio sobre don Antonio Valeriano, su formación en el Colegio de Santa Cruz y su vida como servidor público véase a este último autor.

    69 Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 170-171.

    70 Crónica Mexicayotl, op. cit. p. 171, 176.

    71 Chimalpahin, op. cit., p. 183.

    72 Se trata de un trasunto realizado en 1669 que se conserva en el Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Vínculos 110, exp. 2, fol. 338v-339r. Véase asimismo Fernández de Recas, Guillermo, Cacicazgos y nobiliario indígena de la Nueva España, UNAM, México, 1961, p. 46. Este nieto de don Antonio Valeriano era hijo de Diego Valeriano y se apodaba “el Joven” para diferenciarlo de su abuelo. Véase Crónica Mexicayotl, op. cit., p. 171.

    73 Archivo Ducal de Alba, Carpeta 238, Legajo 2, doc. 21, fol. 1v. Este escudo ha sido publicado en Castañeda de la Paz, María y Miguel Luque Talaván, “Privileges of the “Others”: The Coats of Arms granted to Indigenous Conquistadors”, The International Emblem; From Incunabula to the Internet, págs. 283-316. Selected Proceedings from the Eighth International Conference of the Society for Emblem Studies, 28th July-1st August, Winchester College 2008, (Simon McKeown editor), Cambridge Scholars Publishing, Newcastle-upon-Tyne, 2010, p. 290-292, fig. 14.4.

    74 AGN, Vínculos 110, exp. 2, fol. 338v-339r.

    75 Códice Aubin, op. cit., fol. 58v. Empero, no sucede lo mismo en el fol. 78v, si bien la mano del pintor es de otro momento.

    76 Lockhart, op. cit. p. 55, 57 y cuadro II.1. En el Códice de Santa Anita Zacatlalmanco, op. cit., lámina 4.1, en Galarza, op. cit., p. 93 y 97 aparecen dibujados los jueces-gobernadores don Juan Martín y don Jerónimo López.


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    Pour citer cet article

    Référence électronique

    María Castañeda de la Paz, « Historia de una casa real. Origen y ocaso del linaje gobernante en México-Tenochtitlan », Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En ligne], Débats, mis en ligne le 31 janvier 2011, consulté le 18 mars 2020. URL : http://journals.openedition.org/nuevomundo/60624 ; DOI : https://doi.org/10.4000/nuevomundo.60624


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    Auteur

    María Castañeda de la Paz

    Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM




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    https://journals.openedition.org/nuevomundo/60624

  6. #166
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Lienzo de Tlaxcala No. 1

    Con este lienzo de 1773 las autoridades tlaxcaltecas exaltaban el patriotismo de su región con el fin de demostrar a la corona española su derecho a recibir indulgencias y mercedes.

    Algunos eventos que en él se narran son la alianza de los españoles con los tlaxcaltecas, la matanza de Cholula y la derrota de Cuauhtémoc.

    Si deseas obtener más información de este lienzo y otros códices visita el micrositio www.codices.inah.gob.mx





    https://www.youtube.com/watch?v=8YJkdhb8yZY







    Lienzo de Tlaxcala No. 2

    Códice del año 1773 en el que se ilustra la estructura política del señorío tlaxcalteca. Alrededor están dibujadas 87 escenas más pequeñas que abordan diversos temas.

    Si deseas más información de este y otros códices visita el micrositio www.codices.inah.gob.mx





    https://www.youtube.com/watch?v=mjnbKs3AHKY

  7. #167
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Lienzo de Tlaxcala No. 3

    En este códice del año 1773 se ilustra la estructura política de Tlaxcala. Además aborda temas como la llegada de los españoles y las alianzas que hicieron con los tlaxcaltecas.





    https://www.youtube.com/watch?v=Fe7iWU2DjJo









    Lienzo de Tlaxcala No. 4

    Con este lienzo de 1773 las autoridades tlaxcaltecas exaltaban el patriotismo de su región con el fin de demostrar a la corona española su derecho a recibir indulgencias y mercedes.

    Algunos eventos que en él se narran son la alianza de los españoles con los tlaxcaltecas, la matanza de Cholula y la derrota de Cuauhtémoc.


    En el micrositio www.codices.inah.gob.mx podrás encontrar más información de este y otros






    https://www.youtube.com/watch?v=DgBOXJHOBg4

  8. #168
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    ÁNGELA CORTÉS DE ARELLANO

    BISNIETA DE MÉXICO



    Por: Miguel Salvador Rodríguez Azueta


    Poco se ha escrito sobre la lapida y el personaje que yace dentro de la tumba que se encuentra en el Recinto de la Reforma de la ciudad de Veracruz.

    Buscando en la red, sólo encontré algunos portales turísticos que hablan escuetamente de ella -el lugar en donde esta enterrada una bisnieta del Conquistador - sin mayores detalles. Algunos escritores con mucha imaginación incluso han inventado leyendas en provecho propio, sin embargo, la realidad es que el antiguo convento Franciscano posee en sus paredes y pisos gran parte de la historia de esta heroica ciudad.

    El Solar, debió de haber sido entregado a los frailes Franciscano en el siglo XVII, al trasladarse la ciudad a su lugar original y nombrarse como la Nueva Veracruz.

    Resultado de la Guerra de Reforma, el Solar fue fraccionado y venido al mejor postor, en la actualidad funciona una logia masónica, un banco, locales comerciales, despachos y un hotel, la fracción occidental fue utilizada como sede de la Biblioteca, llamada del Pueblo, que orgullosamente llegó a albergar más de 16,000 volúmenes de valiosas obras, además de poseer un pequeño museo y la tumba de doña Ángela.

    En 1911, el Ing. Jesús Galindo y Villa, de visita en Veracruz realizó una breva descripción de la Biblioteca, misma que fue publicada en 1912 en el Boletín del Museo Nacional de Arqueología, historia y Etnología. Tomo I, N°7 (Fuente Aguapasada/Blog)

    La gran Biblioteca inicio su decadencia durante la invasión americana de 1914 y la “Carranciada” continuo el pillaje, hasta que de aquella gran meca del conocimiento, solo quedó una que otra fotografía y anécdotas de los viejos.

    En el año de 1968 durante las obras de remodelación volvió a salir a la luz la lapida de la bisnieta de Hernán Cortés, cuando se biblioteca se transformó en un espacio dedicado a los próceres de la Reforma.

    40 años después la lapida generó un nuevo interés, debido a que por algún asentamiento de la tierra, esta se cuarteo - me consta porque yo fui testigo presencial- se dio aviso al INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) para que tomara cartas en el asunto, pero me imagino que están esperando que falten tres días para cumplir los 500 años de la fundación del Cabildo por Cortés para ver que se puede hacer.

    Pero, el lector se preguntara ¿Qué tiene de importancia esta lapida y la tumba?, ¿Porque escribir o investigar acerca de esta descendiente del Conquistador?

    Para los amigos y admiradores de las revistas españolas nobiliarias del corazón, les traigo algo de información genealógica de la familia Cortés Tenepal.

    Don Hernán Cortes Monroy Pizarro Altamirano (1485-1547) procreo con doña Marina Tenepal, (Su asistente e interprete y primera mujer proactiva de este País) a Martín Cortés Tenepal, uno de los primeros mestizos.

    El Papa Clemente VII debió encontrar buenas razones de amor cristiano, para mediante una Bula legitimar a don Martín Cortés Tenepal, quien desde pequeño fue trasladado a España a servir como gentil hombre del futuro rey Felipe II.

    Acusado de alta traición en 1566 junto con su hermano del mismo nombre, fueron desterrados de la Nueva España, viviendo en la península en donde realizó servicios a la corona en diversas batallas.

    Don Martín casó con Bernardina de Porres y tuvieron a Ana María Cortés, quien contrajo nupcias con Juan Bautista de Hermosilla y Ugunchoni, procreando a Juan, Jerónimo y Ana María Cortés de Hermosillo.

    Siguiendo el hilo conductor, encontré que Jerónimo se casó con Magdalena del Castillo, y de esta unión nació Ángela Cortés de Arellano, quien el 11 de mayo de 1631 casó con Lorenzo de Córdoba y Zuñiga, caballero de la orden de Santiago.

    Algún acontecimiento político debió desfavorecer a don Lorenzo, quien después de ocupar altos cargos pasó a ser nombrado castellano San Juan de Ulúa.

    La familia Fernández de Córdoba Cortés fincaron su residencia en la Nueva Veracruz y el 18 de junio de 1663, fallecía doña Ángela, siendo enterrada en el convento de los frailes Franciscanos, hoy recinto de la Reforma.

    Por el momento, se aclara parte del misterio de la bisnieta de Hernán Cortés, sin embargo en mi opinión hay varias acciones que deben de ser ejecutadas, considerando que doña Ángela es una descendiente directa de dos grandes personajes de nuestra historia, nacional y local, don Hernán Cortés y doña Marina, alias la Malinche, ósea tenemos a la bisnieta del México actual.

    La acción más importante sería, retomar el tema por parte de las autoridades federales (INAH), locales y asociaciones civiles, pues nos quedan sólo 4 años, para conmemorar los 500 años de la llegada de Cortés y Marina a las playas veracruzanas, esto generaría una amplia investigación de lo que quede de los restos - si es que los hay o sólo es un tumba vacía que cambio de lugar.

    Esta acción desencadenaría otras en beneficio de la cultura y el turismo en nuestra ciudad, generando un mayor atractivo para los visitantes al Centro Histórico.

    En el año 2019 visito Veracruz el descendiente de Hernán Cortés: Ascanio Pignatelli, visitando la tumba de su ancestra. Momento muy emotivo. Foto: Miguel Salvador

    Quiero agradecer a la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, por su apoyo para este trabajo en beneficio de las futuras generaciones y al Blog de Agua Pasada, Veracruz Antiguo.

    GENEALOGÍA HERNÁN CORTÉS-MARINA TENEPAL

    Fuente: Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. Vol. X. (2007)

    @miguel_salvador

    Fuentes Consultadas

    https://aguapasada.wordpress.com/2012/10/21/1912

    Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. Vol. X. (2007) https://books.google.com.mx/books…

    Foto: Lapida de doña Ángela Cortés y Arellano/

    Foto Miguel Salvador
















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    Fuente:

    https://www.facebook.com/MiguelSalva...986?__tn__=H-R

  9. #169
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Pintura del gobernador, alcaldes y regidores de México 1565

    Este manuscrito pictográfico del siglo XVI, escrito en México, contiene las declaraciones de los inculpados y testigos en una investigación de los cargos de mala administración y abusos presentados contra el virrey don Luis de Velasco y otras autoridades en Nueva España. Don Jerónimo de Valderrama, enviado a México por orden de Felipe II de España, llevó a cabo la investigación entre 1563-1566. Estas personas y sus testificaciones se representan por medio de pictografías, seguidas de una explicación en náhuatl y español castellano para los escribanos, ya que intérpretes de náhuatl tradujeron las declaraciones de los indígenas. Los dibujos son una fuente inapreciable de información sobre la vida cotidiana del México colonial. En ellos se describen los edificios civiles y religiosos, la construcción de viviendas, las obras públicas (como las acequias, los puentes y los caminos), la indumentaria masculina y femenina de españoles e indígenas, los oficios y actividades económicas (como la agricultura, la recolección de frutos, la limpieza y la decoración), los utensilios e instrumentos para fabricarlos, y la moneda utilizada (de oro o cacao) para pagar los tributos. Se representa una expedición militar a Florida con un hombre a caballo, que lleva el estandarte decorado con el águila sobre un nopal, seguido de cuatro indígenas, vestidos con indumentaria castellana, que acompañan a los soldados españoles. También se conoce el documento como el Códice Osuna, por su poseedor, el duque de Osuna e Infantado, cuya biblioteca pasó a formar parte de la Biblioteca Nacional de España en 1883, si bien no es un códice propiamente dicho. Es más un documento administrativo que en algún momento se separó, debido a sus atractivos dibujos, del voluminoso expediente relacionado con el viaje de Valderrama a México. El documento, de 39 páginas, conserva su foliación original (463-501), prueba de que alguna vez fue parte de un expediente más grande.

    https://www.wdl.org/es/item/7324/view/1/1/











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    Fuente:


    https://www.facebook.com/permalink.p...0489&__tn__=-R

  10. #170
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    En este bello grabado podemos admirar un conjunto de medallones con imágenes de busto de monarcas incas y españoles que van desde Manco Capac a Fernando VI que es quien centra la escena ya que la estampa corresponde a su reinado. cuelgan de una guirnalda de hojas sostenida por un grupo de cinco angelillos, teniendo como fondo una arquitectura de carácter triunfalista ornamentada en sus dos cuerpos por columnas y pilastras de capitel compuesto.

    De lado izquierdo de la composición se encuentran emperadores incas, entre los que podemos mencionar: "MANCO-CAPAC I. Emperador del Peru", "SINCHI-ROCA II. Emperador", "LLOQUE-YUPANQUI III. Emperador", "MAYTA-CAPAC IV. Emperador", "CAPAC-YUPANQUI V. Emperador", "INCA-ROCA VI. Emperador", "YAHUAR-HUACAC VII. Emperador", "VIRACOCHA-INCA VIII. De lado derecho se encuentran los monarcas españoles como: CARLOS I. DE ESPAÑA XV, "FELIPE II. DE ESPAÑA XVI, "FELIPE III. DE ESPAÑA XVII, "FELIPE IV. DE ESPAÑA XVIII. , "CARLOS II. DE ESPAÑA XIX.

    Grabado de Juan Bernabé Palomino y Fernández de la Vega, para la obra "Relación del Viaje a la América Meridional" de Jorge Juan y Santacilia, y de Antonio de Ulloa y de la Torre-Giralt.

    1748

    Madrid

    Actualmente se resguarda en el archivo de Indias en Sevilla.





    https://www.facebook.com/permalink.p...35535079825582
    Imágenes adjuntadas Imágenes adjuntadas

  11. #171
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    DON LUIS DE VELASCO, EL CACIQUE QUE VISITO ESPAÑA

    «Las autoridades españolas tuvieron un trato muy diferente y favorable con los indios pertenecientes al grupo caciquil. Se trataba de una postura que tenía rancias raíces históricas en el solar peninsular, pues, en las célebres Partidas del Rey Alfonso X se recomendaba que se prestase especial atención a los hijos de los nobles. Además, había precedentes mucho más cercanos en el tiempo, pues, ya los portugueses, en su proceso de expansión atlántica por el África Negra, habían llevado una política similar de respeto a los privilegios de los reyezuelos locales. Sin embargo, al margen de los precedentes históricos, había una realidad evidente de la que las autoridades españolas no tardaron en percatarse y era la fe ciega que los indios profesaban a sus caciques. Así, pues, la postura oficial de reconocimiento de la nobleza indígena tenía su lógica, mucho más allá de la tradición histórica, pues se tenía claro que, atrayéndose al grupo caciquil, se podría controlar mucho más fácilmente al grueso de los indios. Por ello, una de las principales estrategias utilizadas por las autoridades españolas para hispanizar al indígena fue precisamente, como afirma István Szászdi, la conversión y transformación de los caciques en vasallos ejemplares a los ojos de sus distintas comunidades indígenas.

    Desde las primeras décadas del siglo XVI se expidieron una serie de disposiciones tendentes a igualar el estatus de los caciques indios con el de los hidalgos castellanos. De hecho, desde muy pronto se expidieron autorizaciones para que algunos indios de alto rango social utilizasen el título de "don". Concretamente, tal merced fue concedida en la temprana fecha de 1533 a don Enrique, indio alzado en las sierras del Bahoruco en la Española y, con posterioridad, a un sinnúmero de indios. Y hasta tal punto fue cierta la intención de equiparar a estos caciques con la nobleza española que incluso encontramos algún caso, como el del indio Melchor Carlos Inga, descendiente de Hueyna Cápac, a quien en 1606 se autorizó su ingresó como caballero de la Orden de Santiago.

    Algunos de estos nobles indígenas decidieron viajar a España, la mayoría para reivindicar ciertos derechos pero otros por simple curiosidad, como un turista del siglo XVI. Especial, aunque no único, es el caso de don Luis de Velasco, cacique de la Florida, y otro amerindio que traía como criado o acompañante, arribó a España en 1566, encontrándose en Madrid en diciembre de ese año. En la capital de España residió hasta el 12 de junio de 1567 en que regresó a Sevilla. No sabemos por qué motivo el trato dispensado a este indio fue muy especial. Además de la pensión de cinco reales diarios, abonados entre primeros de enero de 1567 y el 12 de junio de ese mismo año, a este cacique se le agasajó con todo tipo de lujos que costaron a la Corona varias decenas de miles de maravedís. Se le alojó en una posada de Madrid, cuyo importe se abonaba aparte de su salario a través del beneficiado de la iglesia de Santa Cruz de Madrid, que a la sazón había sido el encargado de buscarle una residencia adecuada en la capital española. Los gastos en vestido y calzado para él y su mozo fueron absolutamente desproporcionados y costeados por la Corona en diversos descargos fechados sucesivamente en diciembre de 1566, y en marzo y abril de 1567. El noble indígena vestía a la usanza castellana, con sombrero, zapatos, capa y espada y, cuando acudía a misa, lo hacía provisto con un rosario que le regalaron. De entre todas los enseres que don Luis de Velasco poseía tan sólo había uno que recordaba su origen americano: tenía un arco y compró en varias ocasiones casquillos para las flechas porque debía tener buena destreza con el arma y, cuando la ocasión lo permitía, deleitaba a los presentes con sus buenas artes.

    También, adoptó las costumbres propias de los castellanos, acudiendo con regularidad a lugares tan cotidianos como la barbería para "quitarse el pelo". Asimismo, iba regularmente a misa, todos los domingos y fiestas de precepto, concretamente al templo de Nuestra Señora de Atocha, entregando en cada ocasión un real de limosna. En algunas ocasiones acudía al mencionado templo a cumplir con el sacramento de la confesión, como se desprende de uno de los descargo de Ochoa de Luyando:

    "Víspera de la Trinidad y domingo siguiente le dio trece cuartos que le pidió que dijo se iba a confesar a Nuestra Señora de Atocha (52 maravedís)”.

    E incluso, se permitía acudir a Nuestra Señora de Atocha para encargar una misa propia, como ocurrió el 26 de marzo de 1567 en que le pidió tres reales a Ochoa de Luyando para "hacer decir una misa y pagar un real que dijo que debía y para dar limosna". Pero, es más, se paseaba por las calles de Madrid, a la usanza de los grandes nobles de España, repartiendo limosnas allá por dónde iba. Normalmente lo hacía los domingos donde, además de la cuantía entregada en la colecta, daba otras limosnas suponemos que a los indigentes y pedigüeños que habría a las puertas del templo, gastándose regularmente entre uno y dos reales.

    Del resto de sus actividades diarias es muy poca la información que nos ofrece la documentación. Tan solo encontramos en la relación de gastos presentada el 22 de marzo de 1567 un pequeño descargo que decía así: "por ver un retablo que se representaba 16 maravedís". Se trataba de una especie de representación teatral de temática sacra que, habitualmente en esta época, se escenificaba dentro de los templos.

    Finalmente, el 12 de junio de 1567 partió de Madrid con destino a Sevilla. Probablemente, el silencio documental nos evidencia que debió embarcarse sin problemas con destino, primero, a Nueva España, y luego, a su tierra de origen en la Florida».


    _Un Texto de Esteban Mira Caballos. Doctor en Historia de América.




    _______________________________________

    Fuente:


    https://www.facebook.com/pg/Los-Sold...=page_internal
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  12. #172
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal



    La India Catalina en la ciudad vieja de Cartagena de Indias - Laslovarga


    Una indígena rebelde y desnuda que cambió la historia de España en Colombia

    Viaje para conocer la vida de la India Catalina, un símbolo (controvertido) de Cartagena de Indias

    FRANCISCO LÓPEZ-SEIVANE

    Actualizado:23/02/2018 14:32h



    Permítanme que dedique mi crónica de hoy a un personaje muy poco conocido en España, pero muy relevante en la fundación de Cartagena de Indias. Se trata de la India Catalina, cuya espléndida estatua en bronce deslumbra desde lo alto de un pedestal escalonado a cuantos llegan a las murallas de Cartagena desde el continente.

    Esta joven indígena, proveniente de una familia de caciques de la etnia caribe Mokaná, fue raptada en la región de Zamba por el conquistador español Diego de Nicuesa en su primera incursión en tierras colombianas en 1509, siendo apenas una niña de 14 años. Nicuesa la llevó consigo a Santo Domingo, donde fue educada en nuestra lengua, costumbres y religión, y devuelta a su tierra de Gaira, muy cerca de la actual Cartagena, en 1527, dieciocho años después, siendo ya una atractiva y cultivada mujer.

    Algún tiempo más tarde, en 1533, cuando Pedro de Heredia llegó dispuesto a fundar Cartagena, la reclamó a su servicio, enviando una comitiva a buscarla a su tribu. Catalina terminó convirtiéndose en una figura clave en sus funciones de traductora, mediadora y pacificadora entre los españoles y las distintas tribus que habitaban la región. Y también en catequista, ya que, según se dice, convirtió a buen número de indígenas a la religión católica. Lo interesante de esta hermosa mujer, que, al parecer, se paseaba por la incipiente ciudad en topless y con un exiguo taparrabos por toda vestimenta, es que, siendo concubina de Pedro de Heredia, terminó rebelándose y declarando contra él en el Primer Juicio de Residencia en el que se le acusaba, entre otros cargos, de maltratar a los indígenas y robar oro. Eso ya da una idea de su personalidad y sentido de la justicia. Naturalmente, hay quien la considera una «puta» y «colaboradora» con la potencia explotadora, pero son los menos y la mejor prueba es la estatua que honra su memoria y su figura histórica, muy semejante, salvando las indudables distancias, a la de la Malinche mexicana.

    [Lee la historia completa de la India Catalina en Crónicas de un nómada, el blog de Francisco López-Seivane: La India Catalina, símbolo (controvertido) de Cartagena de Indias].




    _______________________________________

    Fuente:

    https://www.abc.es/viajar/destinos/s...8_noticia.html
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  13. #173
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Ruy Díaz de Guzmán

    Nació y murió en Asunción de Paraguay.



    Paraguay 1560 -1629


    De familia noble y ascendencia mestiza, su padre un capitán español que llegó al Paraguay con Alvar Núñez Cabeza de Vaca; su madre era una de las hijas mestizas del colonizador Domingo Martínez de Irala uno de los participantes en la primera fundación de Buenos Aires.




    Su obra de 1612, también conocida como "La Argentina", fue la base de toda la historiografía del Río de la Plata por más de doscientos años.


    El casamiento de Alonso Riquelme y de doña Ursula de Irala fue celebrado en 1552, como concierto de paz entre los dos bandos en que estaban divididos los conquistadores en Asunción. Riquelme tenía casi treinta años y doña Ursula era aún una niña. El hijo primogénito fue Ruy Díaz que nació ocho años después de celebrado el matrimonio.

    Joven se inicia en las lides guerreras, a los diez y seis años es testigo del asentamiento definitivo de Villa Rica en 1577. Participa con Ruy Díaz Melgarejo en las campañas de la provincia del Campo, en la guerra contra los Birayaras, y en otras jornadas, en las que llegaron hasta los confines del Brasil. Contrae matrimonio con doña Juana de Oviedo, mujer de temple que le acompañó siempre y en sus largas ausencias sustentó su familia en Ciudad Real y en Santiago de Jerez.

    En 1582 pasa a Tucumán y es uno de los fundadores de la ciudad de Salta, dónde fue alguacil mayor y alférez real, hizo las guerras a los Casabindos y Cochinocas, y fue a las jornadas contra los Choromoros y Guachiapas. Vuelve a Asunción en 1584 con el teniente de gobernador Juan de Torres Navarrete, quien le envía al socorro de Ciudad Real del Guairá, y con el general don Antonio de Añazco va al descubrimiento de la provincia de los Ñuarás, hacia el noreste en la banda derecha del río Paraná.

    Desde 1585 estuvo a cargo de la provincia paranaense. El adelantado Torres de Vera le confirma como su lugarteniente y gobernador el 6 de junio de 1588. Al año siguiente socorre al capitán portugués Gerónimo Leiton, a quien tenían sitiado los indios. Por pedido de sus vecinos y acuerdo de sus cabildos, traslada en 1591 Ciudad Real y Villa Rica, de lugares insalubres a mejores sitios.


    Territorio de Jerez o de los Itatines. Señalado sobre un fragmento del mapa elaborado por Ruy Díaz de Guzmán:



    1. Presunta ubicación de Santiago de Jerez en las riberas del río Miranda. 2. Cuenca del río Paraguay. 3. Río Parapanema, afluente del Paraná en su margen izquierda. 4. Saltos del Guairá. 5. Cuenca del río Paraná. 6. Cuenca del río Uruguay.

    Fuente: Paraguay y Brasil. Crónica de sus conflictos. Alfredo Boccia Romañach.


    En el río Muney, actual Ivineima, afluente del Paraná, en el asiento del real de Santa Cruz, el 1º de febrero de 1593, Ruy Díaz de Guzmán, capitán general de la provincia de los Ñuarás, en nombre del adelantado Juan de Torres de Vera y Aragón, por reiterados requerimientos de los caciques principales, y con acuerdo del cabildo de Ciudad Real, cabeza de la provincia del Guairá, toma solemne posesión en nombre del rey Felipe, de todas las provincias de Ñuarás y las comarcas de Cutaguás, Cumimas y otras.

    El miércoles 24 de marzo de 1593 a orillas del río Muney, a media legua del puerto de San Matías, funda la ciudad de Santiago de Jerez, poniendo a la nueva provincia bajo la jurisdicción de la ciudad de Asunción.

    El fundador cifra grandes esperanzas en el porvenir de Santiago de Jerez, de acuerdo al proyecto de poblaciones del adelantado Torres de Vera, que pretende poner puerto en la Cananea sobre el Atlántico, para poblar así todo el este del Paraguay, las tierras paranaenses de los grandes ríos, que era el viejo proyecto de Domingo de Irala.

    Por influencias de Hernandarias, el cabildo de Asunción pretende desautorizar la fundación y colonización de Jerez, a quien no otorga ninguna ayuda, pero gracias al esfuerzo y tenacidad de sus vecinos pudo subsistir casi cuatro decenios, hasta que fue asolada y destruida por los bandeirantes.

    Luego de años azarosos en Ciudad Real (donde cae preso), Asunción, Jerez, entradas al Chaco contra los indios, Buenos Aires y Tucumán, recala finalmente en Charcas dónde termina de escribir sus Anales del descubrimiento y conquista del Río de la Plata, que dedica al duque de Medinasidonia (Andalucía) el 25 de junio de 1612.

    El original no se conoce y las copias de época de Guzmán tampoco han llegado hasta la actualidad. La obra está dividida en tres libros, faltando el cuarto que anuncia su autor. Todas las copias salieron de un manuscrito que habría sido mutilado después del fallecimiento de Guzmán. Narra los sucesos desde la llegada de Solís en 1516 hasta 1573 con la fundación de Santa Fe, y el cuarto libro habría historiado el gobierno del adelantado Torres de Vera y su actuación en el Guairá, Ñuarás y el Tucumán. La obra fue conocida como La Argentina manuscrita, hasta que en su tardía publicación de 1835 se publicara con el nombre descrito.

    Es la primera historia perfectamente orgánica y estructurada, una narración cronológica y temática, fruto de un esquema de trabajo paciente y riguroso. Si a estos méritos añadimos la magnífica prosa de Díaz de Guzmán en su obra, nos encontramos ante una excelente crónica del pasado del Río de la Plata.

    Falleció repentinamente el día 14 de junio de 1629 (algunas fuentes indican el 17 de junio).


    Fuentes:

    http://www.bvp.org.py/ficha.php?cod_libro=4




    _______________________________________

    Fuente:

    https://pueblosoriginarios.com/biografias/guzman.html

  14. #174
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    A diferencia de lo que se cree, los indios mantuvieron durante todo el período virreinal sus características prehispánicas, viviendo en barrios separados en las ciudades, aunque dependiendo cada vez más de obrajes, gremios y cabildos, pero los indios urbanos eran minoría, dado que el grueso de la población era rural y tenía un autogobierno, mercado y sincretismo religioso, aislados y amparados por las Leyes de Indias que los excentaba del servicio militar, de la Inquisición, con derechos especiales de enseñanza. Contrariamente a lo que se cree, fue su estatus especial lo que impidió su desarrollo y afectó también el desarrollo nacional, Abad y Queipo dirá que «separados por la ley de cohabitación y enlace con otras castas, se hayan privados de luces y auxilios que debían recibir por la comunicació con ellos y demás castas. Aislados por su idioma y su gobierno se perpetúan en sus usos, costumbres y supersticiones groseras que procuran mantener en cada pueblo ocho o diez indios vejos que viven ociosos a expensas del sudor de los otros dominándolos con el más duro despotismo.» La población india novohispana se mantenía a base de maíz, chile, frijol y frutos silvestres, descalzos y con ropa ajena a la moda europea, pero reconocidos con ascendencia homogénea, conservación de su cultura y el pago del tributo indígena.

    Humboldt nos dice que en las intendencias de Oajaca, Valladolid, en el valle de Toluca y en Puebla de los Ángeles, había indios nobles que bajo capas de misería ocultaban riquezas de entre 160,000 a 200,000 pesos. Los indios no hablaban español salvo forzados por la necesidad y la corona ordenó restituirlas tierras que les fueron enajenadas ilegalmente desde 1770. Eran los caciques, descendientes de la nobleza prehispánica, quienes recolectaban el tributo y el sistema económico era el mismo desde el siglo XVI.

    Litografía de Carl Nebel, Viaje pintoresco y arqueológico sobre la parte más interesante de la República Mexicana en los años transcurridos desde 1829 hasta 1834.






    _______________________________________

    Fuente:


    https://www.facebook.com/gazetamexic...939413/?type=3
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    ReynoDeGranada dio el Víctor.

  15. #175
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Mujeres, mestizos, amuletos: los arqueólogos rompen los mitos sobre la élite al inicio del imperio español

    Excavaciones en Panamá la Vieja muestran el componente africano desde el principio del siglo XVI en el documental «Una arteria del imperio»

    Jesús García Calero@caleroje

    Actualizado:11/05/2020 16:05h



    La ciencia es así, nuevos datos contradicen conocimientos que creíamos asentados. Un equipo de arqueólogos acaba de hallar nuevas evidencias que completan lo que sabíamos de los primeros años de la globalización. El relato simplón, comúnmente aceptado y cada vez más adorado por un discurso hegemónico que prefiere los clichés a la complejidad de las cosas, exigiría que en uno de los primeros templos cristianos de América, lleno de enterramientos, la estructura social fuese la canónica y arraigada, sobre todo en la visión de la leyenda negra: los europeos «racistas y crueles» formarían una élite cerrada, con sus hijos criollos en un escalón inmediato. Se supone que ellos ocuparían los sepulcros del interior del templo, como los hidalgos de rancio abolengo en España. Y en el exterior estarían las clases populares, los mestizos, los indígenas, los esclavos. Pero no, las evidencias forenses dicen otra cosa.

    El proyecto «Una arteria del Imperio», liderado por Bethany Aram de la Universidad sevillana Pablo de Olavide, que fue presentado ayer en la colombiana Uninorte, pone al descubierto «un nuevo relato sobre el proceso de conquista y colonización del continente americano», según nos cuenta Juan Guillermo Martín, arqueólogo de Uninorte responsable de los trabajos de campo. El nombre completo, en inglés, del trabajo es «An ARTery of EMPIRE. Conquest, commerce, crisis, culture and the Panamanian Junction (1513-1671) », financiado por el European Research Council en el marco de Horizonte 2020 (ERC CoG 648535 ArtEmpire)

    Esa globalización acaba de arrojar, después de un estudio internacional y multidisciplinar a los restos humanos excavados, una movilidad social, económica y espiritual difícil de casar con lo que aparece en los libros. El 60 por ciento de los enterramientos corresponde a mujeres jóvenes, negras, mestizas y europeas, según los análisis de isótopos de estroncio y oxígeno, acompañados del estudio del ADN. Hen encontrado cuerpos en diferentes disposiciones y enterrados junto a amuletos asociados a creencias africanas, entre las tumbas principales.





    Los científicos adoran el asombro de los nuevos datos, les da vidilla, les reta a comprender mejor lo que antes se había dictaminado de otro modo con los datos disponibles. Y además les impulsa a encontrar otras evidencias que apoyen sus hallazgos. Y eso ha hecho el equipo de Bethany Aram en universidades españolas, colombianas, peruanas e italianas. «En ambos continentes nos han enseñado versiones monolíticas que no dan cuenta de la complejidad social de la primera globalización. Es evidente el impacto que tuvo este encuentro en ambas direcciones pero nos abre también una perspectiva distinta de la realidad de Panamá durante el siglo XVI que, seguramente, se puede extrapolar a otros lugares de América», remata Juan Guillermo Martín.

    Para este arqueólogo también se ha documentado «la adaptación de los primero europeos en América a una nueva y variada gastronomía. No habría tortilla de patata sin su domesticación hace miles de años en la región Andina. De igual forma, la información arqueológica nos ofrece una idea distinta, del imaginario actual, en torno a la configuración social de la Panamá colonial». Según se relata en el documental «Una arteria del imperio», los europeos debieron amoldarse a los vegetales disponibles: maíz, yuca...


    Protagonismo económico de la mujer mestiza

    Otra de las sorpresas es la importancia del vector africano que la genética demuestra: «Cerca del 80% de la población era de origen africano y no toda ella esclavizada. Mucha de esa población con peso en la actividad económica de la ciudad. También destaca el papel de la mujer en la época. Pensamos siempre en eventos protagonizados por hombres y escritos por ellos. Pero el correlato arqueológico nos muestra una sociedad femenina, en donde la mujer, mayoritariamente de origen africano, cumple un rol determinante en la consolidación de esta ciudad».

    Los casos que aparecen en el documental son elocuentes. Una esclava negra amancebada con un clérigo de la fábrica de la catedral acabó gobernando la casa, encargándose de las compras de material y con un papel notorio y público durante una etapa nada corta porque tuvo cinco vástagos con el cura. Se sabe por el proceso contra él que ha dejado legajos y testimonios en el Archivo de Indias, muestra de la importancia que ha tenido la colaboración entre la arqueología histórica, la bioarqueología y la investigación archivística bajo la coordinación de Bethany Aram. El clérigo fue condenado a liberarla.


    Huracán en la carta de Pedrarias Dávila

    Otro caso memorable es la aparición de una carta de Pedrarias Dávila en la que relata los efectos, hasta ahora desconocidos, de un huracán en 1522 que destruyó la primera iglesia y las casas de su entorno. Los arqueólogos, siguiendo las indicaciones dadas en el documento, han hallado y excavado los enterramientos que se conservan en los cimientos de esa primera sede y los resultados han confirmado todas sus nuevas teorías.

    «Con este proyecto se superan viejos mitos, así como una visión eurocéntrica del tema. Desde la misma configuración del equipo de investigación, con científicos de España, Italia, Alemania, Panamá, Cuba y Colombia, conseguimos reescribir la historia y aportar datos concretos que se articulan además desde la historia, la arqueología, la genética, la bioarqueología y la paleobotánica. Estamos en mora de encarar nuevos proyectos de este tipo que reivindiquen el aporte americano al proceso de conquista y generen discursos desapasionados de una historia común».

    He ahí la clave, sin los clichés ni los prejuicios de la leyenda negra. Una historia común. Los ricos mestizos, las acomodadas africanas en aquel Panamá que toleraba la movilidad racial y la relevancia económica muy lejos de la visión racista y violentísima negrolegendaria. «Panamá fue la garganta de Perú», se dice en el documental, por allí pasaron las riquezas, las manufacturas, los productos las personas y la plata. El paisaje cultural es global desde el momento en el que se conecta con América del Sur, Europa, México y, finalmente, Asia, gracias al galeón de Manila.

    «Ha sido complicado lograr la coordinación de un equipo tan complejo, pero el resultado salta a la vista -comenta Juan Guillermo Martín-. Conseguimos adelantar jornadas de trabajo en línea, desde hace 5 años, ahora que nos parecen tan comunes. Discutir avances y resultados y generar espacios académicos de interacción en Panamá y Sevilla. Tuvimos que coordinar también permisos, de instituciones de España, Panamá y Perú. Al final todos entendieron el valor e importancia de este proyecto, facilitando su desarrollo», concluye.

    El resultado ahora comenzará a ponerse a disposición de la sociedad. Las ciencias sociales la sirven y el estudio de la primera globalización guarda claves e inteligencia necesaria para entender la actual globalización bajo amenaza de pandemia. «Ahora mismo estamos escribiendo numerosos artículos científicos sobre distintos aspectos del proyecto pero sabíamos que teníamos una responsabilidad con la ciudadanía. ¿Para qué hacemos esto? Por eso Uninorte asumió la responsabilidad, de la mano de Alexander Pérez, de acompañar la investigación de manera audiovisual. Dirigió por Skype los equipos de la UPO, Pavía y la Universidad de Antioquia, para garantizar la calidad del documental».

    Para el joven arqueólogo colombiano «es una pieza de calidad que logra sintetizar cinco años de arduo trabajo. Un producto que compite con las producciones de pseudoarqueología tan difundidas en canales que alguna vez fueron serios. Es el momento de presentar un proceso científico de forma amena pero con el rigor que se merece».

    Ahora es responsabilidad de todos dar paso en nuestra mente al nuevo conocimiento, dinamitar los prejuicios y sentirnos orgullosos de este pasado común, que aún podrá ampliarse si trabajan juntos los científicos de muchos países. El pasado, cada vez, resulta más impredecible.



    La Monarquía española estuvo allí

    Por Manuel Lucena Giraldo

    El excelente documental «Una arteria del imperio. Cuando el mundo se hizo global» cumple el requisito fundamental de toda producción científica de divulgación: ayuda a pensar. Nos deja, francamente, hechos un lío. En la medida en que los investigadores que lo sustentan, coordinados de manera magistral por la profesora Bethany Aram, de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, han sido capaces de probar mediante sofisticados análisis genéticos que los restos humanos hallados en el cementerio de la catedral de Panamá la Vieja, destruida a resultas del ataque alevoso del pirata inglés Morgan en 1671, tienen componente africano, la evidencia histórica se impone. Donde solo debía haber «mala gente» de la elite blanca (o sea, españoles rabiosos) resulta que aquello está lleno de mulatas se supone que ricas y de mestizos cargados de plata (del Perú).

    Primera conclusión: ese imperio español que retratan tan estático y represor tenía una espectacular movilidad social. También geográfica. Otros análisis de laboratorio muestran que la pauta de alimentación incluía productos lejanos. Segunda conclusión: estaban conectados. Procede formular una hipótesis. La capacidad política, institucional, social, humana, tecnológica, detrás de las evidencias halladas, pertenecía a la monarquía de España. Si no lo tienen en cuenta, no van a entender nada. No se puede explicar la globalización sin la historia global de España. Por cierto, la única capaz de explicar el pasado común–y de abrir las puertas del futuro-.




    _______________________________________

    Fuente:

    https://www.abc.es/cultura/abci-mujeres-mestizos-amuletos-arqueologos-rompen-mitos-sobre-elite-inicio-imperio-espanol-202005100152_noticia.html

  16. #176
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Una Arteria del Imperio

    Contraste y puntos de encuentro entre la historia y la ciencia para reconstruir y entender las realidades sociales y económicas americanas en tiempos tempranos de la colonización.





    https://www.youtube.com/watch?time_c...ature=emb_logo

  17. #177
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    En 1559 se vivió un episodio memorable en Nueva España, uno de los muchos que tendemos a olvidar.

    Con motivo del primer aniversario de la muerte del primer rey de Nueva España, Don Carlos I de Las Españas y V como el emperador de romanos, los novohispanos organizaron una procesión enorme en la Ciudad de México para conmemorar el hecho, el primer monarca bajo el cual se habían unido los Alteptl mesoamericanos, había fallecido.

    Dado que el palacio del virrey y la catedral de Ciudad de México estaban demasiado cerca como para permitir una larga procesión entre los dos edificios, las celebraciones tuvieron lugar en la iglesia de San José y en un patio situado entre ésta y el monasterio franciscano colindante, donde se erigió un gran monumento en memoria del difunto emperador.

    Dos mil indios abrieron la procesión, encabezados por los gobernadores indígenas de las cuatro provincias de México y por más de doscientos caciques, ataviados todos ellos con las vestimentas del duelo según el mas estricto protocolo. Detrás, en una procesión que duró dos horas, desfilaron el clero, encabezado por el arzobispo Alonso de Monchúfar, la administración virreinal y la nobleza, con el virrey don Luis de Velasco, y una completa representación de todos los estamentos de la sociedad virreinal.

    Ahí tuvo lugar también uno de los episodios más trascendentales para la música novohispana, pues se entonó el Officium Defunctorum (Oficio de difuntos) de Cristóbal de Morales, en honor al monarca.

    Officium Defunctorum: https://youtu.be/_6zAGn5Z6S0

    Desde la música: https://musicaenmexico.com.mx/cristo...s-officium-d…/

    Historia completa: http://vamonosalbable.blogspot.com/…...e-las-exequia…

    Desgraciadamente no existe representación gráfica de este hecho que sin duda debió ser un deleite a los ojos, no estaría mal que un artista tomase la tarea de representarlo.

    Imagen: Procesión del Corpus Christi en Cusco, que es lo más parecido a lo descrito por la historia.





    _______________________________________

    Fuente:

    https://www.facebook.com/photo.php?f...6240625&type=3
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  18. #178
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Durante el siglo XVII, el gran crecimiento de la población indígena en los alrededores del Valle de México propició que muchas de sus tierras fueran absorbidas por haciendas, ranchos y otros pueblos. Ante ello, las comunidades realizaron códices que fueron concebidos, hechos y distribuidos por el mismo grupo de personas para ser utilizados como documentos probatorios de la posesión de sus tierras; al tener características similares, a este grupo de códices, sin importar su lugar de origen mientras provengan del centro de México, se les conoce como Techialoyan.


    En el Archivo General de la Nación se encuentra el códice Techialoyan de Cuajimalpa con los límites territoriales del pueblo, sus parajes y barrios. En 1997 este códice fue inscrito por la UNESCO en el registro "Memoria del Mundo", por ser un legado cultural de las sociedades indígenas.

    Este texto fue extraído de la cédula de una exposición temporal presentada a finales del 2019 por el AGN.


    Las imágenes pertenecen al códice Techialoyan de Cuajimalpa que pueden revisar en: https://artsandculture.google.com/story/FwJipJMc2P3pJg…


















    _______________________________________

    Fuente:


    https://www.facebook.com/gazetamexic...8Rvd&__tn__=-R

  19. #179
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

    Antonio Valeriano



    (Azcapotzalco, 1522? - 1605), noble y letrado nahua y gobernante de la parcialidad indígena de México-Tenochtitlan. También se le atribuye la autoría del Nican mopohua.

    Índice




    Estudios[editar]

    Estudió y fue posteriormente profesor y rector en el Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, dirigido por los franciscanos. Fue uno de los más notables discípulos y asimismo informante de fray Bernardino de Sahagún y de Fray Andrés de Olmos. Podía escribir fluidamente y con elegancia tanto en su idioma natal como en español y latín. Sahagún se refiere a él como "el principal y más sabio" de sus estudiantes.1​ Con Sahagún participó en la creación del Códice florentino y también enseñó el idioma náhuatl a Juan de Torquemada, autor de la Monarquía indiana.


    Ascendencia[editar]

    Se casó con Isabel Huanitzin, descendiente del linaje real tenochca y hermana del historiador Hernando de Alvarado Tezozómoc.2​ Debió tener descendencia, porque en 1620 su nieto, llamado Antonio Valeriano "el joven", fue también gobernador de Tenochtitlan.


    Gobernante indígena[editar]

    De 1573 a 1599, Valeriano fue gobernador de la parcialidad indígena de México-Tenochtitlan, equivalente al actual Azcapotzalco. Cuando asumió el cargo en 1573, la población indígena residente en la ciudad, era todavía mayor que la población de españoles, mestizos o negros.3


    Nican mopohua[editar]

    Se le atribuye la autoría del Nican mopohua, el relato de las apariciones guadalupanas.4​Sobre su aspecto y costumbres solamente sabemos que vestía a la española, para lo cual recibió una licencia especial del virrey.


    Fallecimiento[editar]

    Murió en 1605 y fue enterrado en el convento franciscano de la ciudad de México.


    Referencias[editar]




    Bibliografía[editar]






    https://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Valeriano
    Última edición por Mexispano; 30/06/2020 a las 20:15

  20. #180
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    Re: Indios y mestizos ilustres durante la época virreinal

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    ¿QUÉ PASÓ CON LA NOBLEZA #INCA Y SUS DESCENDIENTES TRAS LA CONQUISTA ESPAÑOLA?

    ¿Los #españoles los exterminaron?¿Los esclavizaron?¿El linaje se perdió?

    Contrario a lo que se creen, con la muerte de #Atahualpa la nobleza inca no terminó, sino continuó y con mucho prestigio y poder.

    El Consejo de los 24 Electores Incas del Qosqo (Alférez Real de los Incas) fue una institución de sumo prestigio creada por el rey Felipe II con la intención de honrar, privilegiar y dar poder a la familia real Inca y sus descendientes, tanto de sangre como mestizos. Inicialmente sus miembros eran cuidadosamente admitidos por los funcionarios de la dicha institución en el siglo XVI y XVII. El proceso era muy riguroso, pues para los reyes españoles los "reyes del #Tahuantinsuyo" el ser reyes de un basto imperio, estaban a su mismo nivel y por ello debían ser tratados como reyes.
    Muchos integrantes de este Consejo incluso viajaron al Viejo Mundo, casándose con damas de la alta realeza europea. Es por ello que incluso todavía se podría encontrar descendientes Incas en #Europa.

    Este consejo estaba integrado por 24 nobles Incas católicos que pertenecían a la Casa Real Hurin Qosqo y Hanan Qosqo y se admitía a 2 miembros de cada Panaca o Ayllu Real. El poder se esta familia Inca era de tal magnitud que muchos de ellos (por no decir casi todos) ocuparon cargos virreinales e incluso tenían la potestad de declarar la guerra. Un ejemplo de ello lo encontramos en 1780, cuando le declaran la guerra a #TupacAmaruII, enviando a Pedro Apo Sahuaraura Inca a combatirlo quien murió, junto a muchos de sus soldados indígenas, en defensa de la Corona española en la Batalla de Sangarará.


    Fue después de la Independencia cuando esta institución comenzó a desaparecer y con ella a los descendientes directos de la gran panaca real, perdiéndose, por lo tanto, los vestigios de los descendientes de los Incas que forjaron el Tahuantinsuyo.


    #Peru #HistoriaDelPeru #Losincas


    FUENTE:

    David Patrick Cahill, Blanca Tovías (2003). Elites indígenas en los Andes: nobles, caciques y cabildantes bajo el yugo colonial. Editorial Abya Yala. Lima-Perú.

    *Imagen 1: Procesión del Corpus Christi encabezada por el Alférez Real en el #Cusco.






    _______________________________________

    Fuente:


    https://www.facebook.com/permalink.p...436166&__cft__[0]=AZVXVJElZisE5GWPd5Zs7-1tyOCb8uX6Vs3Ms4YK8Ma0kd3xrQvJJ4ALLF4dz3sOAMe1JgQpvLdw2XCbSEf7QB2A7QeUd74Ws088fr-yJ6MwOhC-_DU7TxgfkmcwLbOPYELfBQ5p5ogqvIFdcP0rvcUKBCLlbIJRbePxf5FECntL78FhV8Y9ElNtPX66eVqt5e6Hh8GhbXiZ91GSlaa1T8xM9bg7dvkP5DeC1CHWFErFbysEoFQK3I_78ptjA1Bkr3I&__tn__=%2CO%2CP-y-R
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