Se le considera el pararrayos de Ollanta Humala y sus maneras no siempre son las más finas. Este empresario, convertido hoy en vocero del Partido Nacionalista, no tiene pelos en la lengua. Y lo demuestra en esta entrevista.
Por Elizabeth Cavero.
Fotos: Melissa Merino.
Daniel Abugattás, el vocero del Partido Nacionalista que con más garra ha defendido a Ollanta Humala, recibió a Domingo en su empresa. Por estos días, con gente que entra y sale, y cientos de polos listos para el despacho, parece un local de campaña más. En medio de aquel clima y del humo de varios cigarrillos fumados a la mitad, Abugattás dio esta entrevista.
–¿Cómo empieza su relación con Ollanta Humala?
–Empieza con un amigo común que le habla de mí al comandante Ollanta. Entonces lo invito a un almuerzo en mi casa… un almuerzo bastante prolongado, donde conversamos de la realidad política, de la situación de los desposeídos en el Perú y, realmente, sus planteamientos y mis posiciones personales eran coincidentes. Luego me invitó a unirme al Partido Nacionalista, cosa que hice el 9 de diciembre del 2005.
–¿Cómo se llama aquel amigo?
–No estoy autorizado a dar su nombre.
–Supongo que se trata de un militante del Partido Nacionalista.
–No, no.
–Entonces, ¿por qué el interés de presentarlos para un fin político?
–El acercamiento se produce cuando el comandante Ollanta estaba buscando rodearse de las personas correctas para que lo acompañen en la lista del Congreso.
–Usted es un hombre de negocios, dirige tres empresas. A simple vista no se entiende qué hace con Humala.
–Yo he vivido muy preocupado por lo que ocurre con el Perú. Siempre me he interesado en la política, pero como un ciudadano más. El hecho de que haya tenido cierto éxito en mi empresa, no significa que me olvide de que más de la mitad de los peruanos no tienen agua, desagüe, acceso a la salud, ni educación de calidad.
–¿Qué edad tiene usted?
–Cincuenta.
–¿Y es su primera vez en política?
–La primera, absolutamente.
–Y su preocupación social, ¿cómo la canalizó antes?
–Intenté acercarme a más de un grupo político y la respuesta que recibí fue que por mi perfil no iba a tener cabida.
–¿Qué partidos?
–Prefiero no decirlo, pero los partidos políticos en el Perú son feudos.
Quién dijo Velasco
– Se ha dicho que los empresarios que apoyan hoy a Ollanta Humala son los mercantilistas que se favorecieron en la época de Velasco…
–Yo estaba en la universidad en esa época pero ya atendía el negocio familiar. Tuvimos muchos problemas en la época de Velasco con los sindicatos y con el velasquismo.
– Según Elena Tasso, el proyecto humalista es un proyecto velasquista.
–No es la posición del partido. El velasquismo tuvo muchos errores, principalmente ser una dictadura. Pero ese gobierno le devolvió la dignidad al campesino.
– El PN ha tomado distancia de lo dicho estos días por Isaac Humala y Elena Tasso. Pero, ¿por qué debemos pensar que Ollanta no piensa como sus padres?
– No voy a hablar de ese tema, pero puedo decirte que mi padre fue fundador del Partido Comunista y mis hermanos son más derechistas que Romero. Las ideas no se transmiten genéticamente.
– Por el tono agresivo en el que usted ha contestado las que considera agresiones a su candidato…
–Yo defiendo lo que creo y creo que el Perú necesita un cambio.
–Todos defendemos nuestras creencias. Algunos lo hacen con insultos y otros no.
–¿Insultos?
– Usted dijo que a Martha Hildebrandt le fallaban las neuronas por la edad.
–Eso es un hecho científico. Pasada una edad el organismo ya no funciona igual. Una persona que dice groserías cada vez que abre la boca, no está en sus cabales.
–A propósito, ¿hasta qué edad piensa usted estar en política?
–Hasta joven. Cuando me comience a fallar la tutuma, me dedicaré a cuidar el jardín o el perrito…
–¿Admite que es usted el pararrayos que hay en todo partido?
– Es un trabajo inherente al de vocero. El candidato no puede estar respondiendo insultos todo el día.
Métodos y sangre
–Ya conocemos la posición de su partido respecto a los casos de Madre Mía. En el hipotético caso de que se hallara evidencia…
–No, ni siquiera hipotético (sonríe).
–La Fiscal ha dicho que Defensa no colabora con la investigación...
–No, un momento. Las declaraciones de Adelaida Bolívar y del jefe de Medicina Legal, el doctor Bromley, han sido contundentes: no hay nada y los tres testigos están más locos que una cabra.
–En el caso de Sonia Luiz Cristóbal (*), todo el pueblo recuerda que la torturaron. ¿Todos están locos?
–Habría que preguntarle a Bromley.
–¿Qué le parece el caso de la Operación Cuchara (*) por la que Humala recibió la calificación de "sobresaliente"?
–¿Qué es lo que se cuestiona? ¿Haber defendido al país?
–No, haber cometido asesinatos.
–Yo no sé si tengas algún familiar o amigos que murieron en Tarata. Pero si se quiere condenar a un militar que combatió el terrorismo, van a tener que hacer lo mismo con los miles que combatieron.
–¿No teme ser salpicado con sangre?
–Yo he conversado sobre esto con el comandante Ollanta y no tengo por qué dudar de lo que me dice. Entiendo que al señor Cruz (*) no le gustan los métodos de la lucha contrasubversiva. Es su opinión.
–Los métodos de la Escuela de las Américas, por donde pasó Humala...
–Como lo hicieron miles de oficiales.
–Martin Rivas y otros violadores de derechos humanos.
–Hermoza, Malca, Giampietri…
–¿Qué le garantiza que una vez en el gobierno, Humala no se va a deshacer de ustedes, al estilo de Fujimori?
–La garantía es que sé que es una persona con valores, que sabe lo que quiere para el Perú. Dudo que se produzca una transformación de tal magnitud para que se convierta en un monstruo como Fujimori.
Amores y odios
–¿A qué político admira?
–A Yasser Arafat.
–¿Ha ido a Palestina?
–Conocí Palestina el año pasado. No fui antes porque Israel no nos daba visa.
–¿Israel? ¿No hay acaso una representación de la OLP en Lima?
–Sí, pero la visa nos la da Israel y en los últimos años hubo la política de negarnos la visa a los árabes.
–¿Siempre fueron así las relaciones entre ambas colonias?
– Siempre fueron buenas hasta que llegó esta señora…
–¿Golda Meier?
– Sí, nuestra Golda Meier que es Eliane Karp. Por culpa de ella es que se nos negaba la visa para Palestina. Discúlpame, pero esa mujer es una hija de puta.
(*) Casos investigados y publicados.
Por Edmundo Cruz, de La República.
