Hermanos, los que estáis en lejanía
tras las aguas inmensas, los cercanos
de mi España natal, todos hermanos
los que habláis esta lengua que es la mía.

Yo digo "amor", yo digo "madre mía",
y atravesando mares, sierras, llanos
-¡oh gozo!-, con sonidos castellanos,
os llega un dulce efluvio de poesía.

Yo exclamo "amigo" y en el Nuevo Mundo,
"amigo" dice el eco, desde donde
cruza todo el Pacífico y aún suena.

Yo digo "Dios", y hay un clamor profundo;
y "Dios", en español, todo responde,
y "Dios", sólo "Dios", "Dios" el mundo llena.

Dámaso Alonso