Agrego que el presidente Gabriel Terra fomentó, a través de un decreto emitido en 1934, la inmigración europea en Uruguay (principalmente desde países que tuvieran afinidad étnica y cultural con el país, como España, Portugal e Italia), expresando que pretendía conservar y promover el tipo latino en el país, manteniendo la pureza racial marcada por sus orígenes hispano-portugueses. Algo similar a lo promovido por Juan Bautista Alberdi en Argentina (a pesar de que este último puso más énfasis en la población del norte de Europa) y Marcos Pérez Jiménez en Venezuela (quien alentó la inmigración española, portuguesa e italiana).