Picas en Flandes

PICAS EN FLANDES


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PEDRO DE PADILLA EN ROTTERDAM.

Nació en alguna población del antiguo Reino de Jaén: puede ser que Baeza, o muy probablemente Torredonjimeno. Poco se sabe de él, pero era del mismo linaje del famoso comunero Juan de Padilla. Pues desde los tiempos de la Reconquista, los Padilla, encuadrados en la Orden de Calatrava, ya andaban por estos pagos; linaje muy bizarro y de esclarecido solar.

Y como retoño de tan noble tronco, de Pedro de Padilla se sabe por sus hazañas en Flandes. Fue en una de las acometidas de los españoles contra Rotterdam cuando se señaló este soldado jaenero.

Los vecinos de Rotterdam, liderados por un panadero insurrecto, se oponían al paso de los españoles. Los españoles tuvieron que quedarse a las afueras de la villa, pasando la noche a la intemperie, "con mucho trabajo de lodos y nieves y hambre, que dos días no comimos bocado de cosa alguna" -cuenta un testigo presencial.

Por la mañana, después de pasarlas canutas durante dos días, el Conde Bosu -que capitaneaba a los españoles- parlamenta con los de Rotterdam, tratándolos de convencer para que dejasen pasar a los españoles. El Conde prometió a los representantes del vecindario no alojar a ningún español, y hasta les juró que ninguno de los soldados crearían problemas. Los de Rotterdam, parecieron ser persuadidos por las palabras del Conde; pero los ciudadanos exigieron que, ya que los dejaban pasar, los españoles tendrían que entrar por el postigo de un paso de torreón, de diez en diez y con los arcabuces descargados. Lo que ninguno de los españoles podía suponer es que de esa guisa tenían los "pacífico" vecinos de Rotterdam concertado matar a los nuestros a placer.

El Conde Bosu no se fiaba del todo, y pidió quince voluntarios que, bien armados, entraran con él a la villa. Su plan era anticiparse a la emboscada, abriendo con esos valientes las puertas y así franquearlas a todos los demás que entrarían por las bravas.

Fueron los quince con el Conde hasta un postigo. Uno de ellos era Pedro de Padilla. Y abriéndoles la puerta los de la ciudad, entró el Conde primero, luego un soldado, luego otro... y así hasta diez, pero al tocarle el turno de pasaje a Pedro de Padilla, la puerta le pilló la pierna y, con el dolor del golpe, ciego de furia le dió al postigo tan recio empujón que lo abrió y, yéndose hacia el portero rotterdamense, culpándolo de haberle machucado la pierna a traición, lo derribó en el suelo de un certero estocazo. Aquello fue el comienzo de una refriega con los rotterdamenses que estaban tras el postigo, a los que acudieron muchos otros de sus convecinos. Eran los once españoles con el Conde contra más de cuatrocientos vecinos, pero los españoles se portaron como "leones desatados, matando, hiriendo a muchos de los que allí estaban".

Los de la villa, como vieron venir a los españoles en escuadrón, alzaron el puente para que no pudiesen pasar, ni los de fuera pudieran socorrerles.

Viendo los once españoles el peligro que pendía sobre sus cabezas, subieron cuatro de ellos a la muralla, y calaron el puente, matando a treinta luteranos, y más de uno de ellos fue defenestrado. Los españoles que estaban fuera forzaron a vaivenes la puerta, rompieron las cerraduras y entraron en la villa con ímpetu y furor, "tan bravos que parecía que la tierra temblaba, matando e hiriendo con las agudas y fieras espadas... a otros atravesando por los pechos con las agudas y largas picas".

Se armó allí la de Cristo es Dios: "era el rumor y locura tan grande y el repentino fuego ayudado de los confusos vientos y comenzados con tal porfía que parecía que andaban en las herrerías de Vulcano...". Desde las ventanas las mujeres y los niños de Rotterdam arrojaban fuego, piedras y todo objeto contundente que tenían a mano. Pero "los españoles encendidos en cólera embistieron con los escuadrones, y el primero fue el Conde Bosu, que mató al panadero..." (sic).

Hay que ver la que lió el bueno de Pedro de Padilla que, cojo y magullado, siguió haciendo la guerra por toda Europa, combatiendo a los herejes y sirviendo a Su Católica Majestad el Rey de España.


Publicado por Maestro Gelimer

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