ANTECEDENTES DE LAS CONQUISTAS AFRICANAS
Durante el período de los Beni-Uatas, habían progresado grandemente en África las armas cristianas, siendo objeto de litigios y disputas entre Castilla y Portugal la posesión de las islas Canarias, las antiguas Afortunadas, que por su posición en el Atlántico, frente al Cabo Bojador, tenían gran importancia y por lo mismo eran muy codiciadas. El Cabo Bojador fue reconocido en 1434 por el portugués Gil Eanes, y desde entonces dejó de ser considerado como barrera infranqueable, desapareciendo la terrible leyenda que lo envolvía.
Una flota española que partió de Sevilla en 1393, tomó posesión de las citadas islas en nombre de Enrique III Rey de Castilla, y Juan de Bethencourt, noble francés, comenzó su conquista en 1402.
Mas tarde, tras varios sucesos, vinieron las islas al patrimonio de doña Inés de Peraza mujer de don Diego de Herrera, quien en 1476 se dirigió al puerto de Guader, en la costa africana, desembarcando en la desembocadura del río o bahía, del Mediodía, y levantó un castillo que dominó Santa Cruz de Mar Pequeña. Estaba edificado en Ifni.
Habiendo sido objeto de frecuentes ataques por parte de los moros, y comprendiendo Herrera que no bastaban sus fuerzas para defenderla, renunció sus derechos a favor de los rayes Católicos en 1487. Desde que Santa Cruz de Mar Pequeña pasó a depender directamente de la Corona, fue extendiendo poco a poco la influencia española, hasta el punto de que siendo gobernador de la Gran Canaria don Lope Sánchez de Valenzuela, en 15 de febrero de 1499, se declararon vasallos del Rey de España los poblados de Vn-Tata (situado en la margen derecha del Dráa), según escritura pública otorgada ante Gonzalo de Burgos por Amet, capitán de la ciudad de Ufran.
Incorporada a la Corona de Castilla en 1499 la isla de Tenerife, su gobernador reconoció la costa de África, y tomó posesión del puerto de Nul, a 20 leguas de Tagaost, levantando un torreón de madera el cual artilló convenientemente; mas los continuos ataques de los indígenas hicieron que se abandonara pronto el fuerte.
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