Los orígenes medievales de la ciencia moderna

By AMDG on Junio 7th, 2009 | 1 Comment »
He dado con este interesante texto de Historia de la Ciencia (ORÍGENES FILOSÓFICOS DE LA CIENCIA MODERNA [PDF]) que tiene algunas ideas interesantes y que ponen en cuestión el oscurantismo de la cristiandad medieval. Os dejo algunos extractos:Este es uno de los asuntos más interesantes de la historia de la ciencia, ¿por qué los antiguos, apear de sus avances científicos, no desarrollaron tecnologías, y los medievales sí?:
Es una tarea tan interesante como difícil analizar las razones internas -y esto es: filosóficas y religiosas- que impulsaron el nacimiento de las ciencias modernas. Una condición necesaria, pero no suficiente, la ven algunos de los mejores historiadores de las ciencias2 en las diferencias decisivas del ambiente cristiano en comparación con la mentalidad antigua, máxime la helénica; el cosmos griego fue superior al hombre, algo casi divino con lo cual el hombre no podía atreverse a hacer experimentos racionalmente fundados; mientras que el mundo cristiano está al servicio del hombre, para que él lo cultive y explore3.
A través de una serie de invenciones y la doctrina cristiana del hombre creado libre, la Edad Media cristiana logró edificar una civilización que ya no se apoyaba sobre los hombros de esclavos, como en la antigüedad, sino que se iba sirviendo de fuerzas no humanas”4.
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Hoy día, la historia de las ciencias piensa acerca de los comienzos de la física moderna casi unánimemente lo que Herbert BUTTERFIELD (Cambridge) expresa como sigue: “El mundo moderno es, en cierto sentido, una continuación del mundo medieval; no puede ser considerado simplemente como reacción contra el primero” 18.
Este es un filósofo curioso, secreto diría yo, al que se considera situado en el punto de transición de la filosofía medieval y moderna:
Por otra parte, NICOLÁS [DE CUSA] anticipa y abarca ya in núcleo todo el pensamiento moderno: La metafísica trascendental, la unión ecuménica de las religiones y naciones, el experimento y la medida exacta como base de la “matematización” en la física y hasta la teoría de la relatividad y de las partículas elementales, como hoy día las concebimos. No es exagerado si la historiografía de las ciencias en nuestro siglo se inclina cada vez más a la conclusión de que el pensamiento del Cusano habría podido hacer surgir la filosofía y las ciencias modernas ya en el siglo XV, si hubiera tenido discípulos congeniales21.
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Con el hijo del barquero del río Mosela, el humanismo cristiano, teocéntrico, ha superado definitivamente el cosmocentrismo antiguo. Pero desgraciadamente no ha tenido sucesores -salvo el valenciano Juan Luis VIVES (1492- 1540), que tiene mucho de común con el cardenal alemán como “pensador de la experiencia integral” (V. GOROSQUIETA BORJA)-. El vencedor fue el humanismo pagano del llamado Renacimiento; y todos los países europeos -salvo España, Portugal e Irlanda- sufrieron la rotura, el hiato, la escisión.
Qué gran drama. Por cierto, el Cusano es el padre de las “Alianzas de Civilizaciones”.
Más elogios de la Edad Media y refutaciones del “Renacimiento”:
Es preciso hacerlo constar aquí para prevenir el error todavía muy divulgado de que fue el Renacimiento la época que engendró la ciencia moderna. Desde que son los mismos físicos y matemáticos los que se dedican a la investigación de la historia de su propia ciencia -desde DUHEM hasta DIJKSTERHUIS- ha cambiado bastante el juicio sobre el Renacimiento y los impulsos que dio a la física. Sin duda es exagerado que DUHEM llame al humanismo renacentista “un cuite superstitieux des anciens”; pero apenas se pueden rechazar los argumentos con que el matemático, físico e historiador DIJKSTERHUIS justifica el retraso que sufrió la ciencia física en los siglos XV y XVI, hasta su total renovación por el genio de GALILEI: En primer lugar, cita la “postura retrospectiva” del humanismo que veía su ideal en la antigüedad -en comparación con el espíritu vanguardista del Oxford de BRADWARDINE y del París de BURIDANUS y ORESME, y del Heidelberg de MARSILIUS de INGHEN-; en segundo lugar, la “tendencia unilateral” hacia la filología clásica, el menosprecio de la artesanía y la técnica y la carencia de formación matemática. Incluso una persona que nos parece tan humanista como LEONARDO da VINCI (1452-1519), en sus trabajos de física, especialmente de mecánica, continúa la tradición medieval, además de las mencionadas escuelas de Oxford y de París, los trabajos del matemático y físico alemán JORDANUS NEMORARIUS (m. 1237), y su escuela.
Esto sí que es una sorpresa. Tanta que no me lo acabo de creer:
Existen unos trabajos más bien metodológicos que filosóficos que ya anticipan a GALILEI, p. e., Giacomo ZABARELLA (1532-1589) con su “método resolutivo” (el análisis) y “método compositivo” (la síntesis); pero el pensamiento de humanistas como MARSILIO FICINO (1433-99), Pietro POMPONAZZI (1462-1525), Giovanni Pico délla MIRÁNDOLA (1463-94), Bernardino TELESIO (1508-88), Francisco PATRIZZI (1529- 97), el francés PETRUS RAMUS (1515-72) y muchos otros no podían hacer avanzar la ciencia físico-matemática. Hubo que esperar hasta los genios precursores del español DOMINGO de SOTO (1494-1560) -el primero que dio una formulación exacta a la ley de la caída de los graves- y el veneciano GIOVANNI Battista BENEDETTI (1530-90).
Unas reflexiones sobre el “caso Galileo” ¿Quién fue más “intolerante”?:
Por otra parte, el realismo físico acarrea un gran peligro que lastra el pensamiento moderno hasta nuestros días: este peligro es que induce a creer (como GALILEI) que el objeto de la investigación matemático-física y matemático- astronómica, la “realidad científica” (con dos palabras), sería la única y verdadera realidad, y no sólo un aspecto o una perspectiva humana de la realidad en su verdad total e integral. El haber elevado sus descubrimientos al rango de la única y verdadera realidad, fue el error y la tragedia de GALILEI, y condujo a su proceso de condenación en el año 1616. El noble cardenal ROBERTO BELLARMINO (1542-1621) -el “único hombre prudente en todo el proceso contra GALILEI”-& había propuesto exponer el sistema heliocéntrico no como “indubitata certezza”, sino como “probabile opinione e verisimile coniettura”‘26. Se nota la cercanía del pensamiento in coniecturis del Cardenal de CUSA, que anticipó ya la teoría general de la relatividad de EINSTEIN: visto desde la tierra, el sol se mueve; vista desde el sol, la tierra se mueve. La discusión ex suppositione fue costumbre en la lógica nueva; y bajo estos auspicios ya desde los principios del siglo XIV se había tratado la rotación de la tierra (según los relatos de Frangois de MEYRONNES (m. antes de 1325), de ALBERTO de Sajonia y el famoso Traite du Ciel et du Monde de Nicole ORESME ; en la obra decisiva De revolutionibus orbium caelestium de KOPERNICUS, la dedicación al papa PABLO III y el prólogo (del humanista de Nurenberg, Andreas OSIANDER (1498-1552)) respiran la misma modestia que es el honor de la investigación científica. Pero GALILEI aspiraba a más: no se contentaba con la ciencia como la búsqueda de una parte, un rayo, un reflejo de la verdad, sino como la verdad misma, la verdad absoluta. A. N. WHITEHEAD (1861-1947) dice a este propósito: “Pero en este momento, el papa (URBANO VIII) vio el futuro y adivinó a VOLTAIRE” 27.
Y una andanada contra el empirismo (como teoría de la ciencia, no metodología basada en la experimentación, claro está):
Podemos pasar por alto también el empirismo, porque no es idea filosófica, ni tampoco ha contribuido al progreso de las ciencias. La verdad de Perogrullo que es necesario desprender nuestros conocimientos de la empiria, la han enseñado ya ARISTÓTELES y ALBERTO Magno. Lo decisivo que ha creado la ciencia moderna es la unión de la empiria con el pensamiento matemático, o dicho con otras palabras: la transformación de la simple experiencia en ciencia experimental; y experimento significa eocperieri cia guiada por la razón.
Es natural tal postura para el matemático y platónico que fue GALILEI. Sin un entendimiento del momento apriórico, “ideal”, no se entiende nada de la investigación científica, la que sin duda GALILEI ha enriquecido de forma decisiva, mientras que un Francis BACON (1561-1626) “no ha dado ninguna atribución positiva a las ciencias, y a veces no ha entendido los méritos de otros que lo hicieron”31. Y nadie menos que Alexandre KOYRE llama el intento de considerar al empirista y oportunista Francis BACON como uno de los fundadores de las ciencias naturales “une mauvaise plaisanterie”, una mala broma32.
Pues eso. Leedlo entero: ORÍGENES FILOSÓFICOS DE LA CIENCIA MODERNA [PDF]

Categories: Historia, Reflexiones
Tags: ciencia, cusa, edad media, galileo