El plan para la integración social de los inmigrantes recibirá 2.000 millones

El 40% de los recursos se destinarán a medidas educativas, y el 20% a la acogida
De la Vega asume las críticas de los agentes de policía que fueron a Mauritania

(Firma: Alejandro Posilio | Lugar: la voz | madrid)

CHATARRA FLOTANTE.

El «Marine I» arribó ayer al puerto de Santa Cruz de Tenerife, cuyo capitán marítimo aseguró que el estado del barco es «deplorable» y no tiene los medios de salvamento obligados.

?l Gobierno gastará hasta el 2010 unos 2.005 millones de euros para lograr una mejor integración social de los inmigrantes. El Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración, como se denomina, está destinado tanto a extranjeros como a españoles, y tiene como intención que los llegados de fuera se sientan «parte de España», como aseguró la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «Si hay cohesión social, si la desigualdad entre españoles e inmigrantes se reduce al mínimo, la convivencia será mucho más fácil», destacó De la Vega.

El plan se divide en doce áreas: acogida, educación, empleo, vivienda, servicios sociales, salud, infancia y juventud, mujer, igualdad de trato, participación, sensibilización y codesarrollo. La mayor partida (el 40%) se destinará a educación, mientras que la acogida se llevará el 20% de los recursos, y el empleo el 11%.

Los principales objetivos del plan son garantizar el pleno ejercicio de los derechos y adecuar las políticas públicas a las nuevas necesidades que origina la inmigración. Preguntado el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, si se convertirá en obligatorio el aprendizaje de las lenguas, respondió que se les ofrece la posibilidad, pero que no es «obligatorio», aunque sí «conveniente» para los niños.

Por su parte, la vicepresidenta pidió disculpas por afirmar la semana pasada, tras el Consejo de Ministros, que los inmigrantes del Marine I habían desembarcado en el puerto de Nuadibú, cuando realmente no lo habían hecho, aunque ya se había llegado a un acuerdo con el Gobierno de Mauritania.

Asimismo, De la Vega asumió las críticas recibidas por los policías españoles que acudieron a dicho país a regular el desembarco de esos inmigrantes y la repatriación a sus países de origen. «El Ejecutivo siempre trabaja para que nuestros policías estén en las mejores condiciones, aunque a veces no es fácil ni sencillo conseguirlo», precisó.

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