Re: ¡Qué viva España!
Iniciado por
Liga Santa
Y sobre todo si son como unos que conozco que tienen varias tiendas en Barcelona y un restaurante, y son bastantes de familia por cierto. Estos abrazaban ya desde China, la fe y la religión Cristiana Católica y Romana en principio me chocó que en China hubiera Católicos, pero ahí están sus vástagos actualmente en las escuelas cristianas de La Salle. Y doy fe de ello que son practicantes y muy conervadores en los ritos Católicos diarios.
P.D.: Hacía tiempo que no veía parar de trabajar al medio dia para rezar el "Ángelus" unos instantes, y ellos lo hacen.
Resulta muy agradable leer eso, pero yo me refería a otra cosa. La cuestión es que el problema está en que en esos barrios ya se está produciendo un hecho cuando menos incómodo e inquietante: los españoles empiezan a ser una minoría. Y el asunto empezará a ser serio cuando nos encontremos con alcaldes y concejales "no nacionales", y muy grave cuando esos mismos inicien el "asalto" al control de las Instituciones. Por supuesto, para entonces el proceso será irreversible, porque los españoles seremos una minoría étnica. Y es que aquí la gente sabe mucho de "encender fuegos" y no de campamento precisamente, pero lo de procrear y fomentar la familia, el trabajo, la defensa de la tradición y la unidad de todos, "p'al gato".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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