Una Constitución agotada: la española de 1978
Madrid, diciembre 2011. Convocada por la agrupación de estudiantes Foro Universitario Francisco de Vitoria, se celebró el pasado 14de diciembre una mesa redonda en el salón de grados de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid sobre el tema "Una constitución agotada: la española de 1978". El presidente de la asociación, Marcos Gambra Mariné, introdujo brevemente el tema, elegido --según dijo-- con motivo del reciente aniversario de la constitución del 78, para ofrecer al alumnado una visión ajena a la apologética común y trillada de la política oficial. Tras ello presentó a los ponentes, la Dra. Consuelo Martinez-Sicluna Sepúlveda, profesora de Filosofía del Derecho en la UCM, y el Dr. Miguel Ayuso Torres, catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid) y presidente de la Unión Internacional de Juristas Católicos.
La profesora Martínez-Sicluna empezó por señalar cómo el proceso por el cual vino a aprobarse la Constitución supuestamente vigente incumplió muchos de los requisitos exigidos incluso por la supuesta legitimidad constitucional. El borrador, confeccionado desde el principio por representantes de partidos no legalizados elegidos en unas Cortes sin mandato constituyente, estableció un ordenamiento político básicamente partidista que luego ha evolucionado hacia el actual bipartidismo radical sin necesidad de reformar el texto. Por otra parte, como entre los partidos se dio cabida desde los comienzos a grupos más o menos separatistas, el texto constitucional, a plena conciencia, acabó por admitir la posibilidad de una evolución nacionalista de la organización autonómica con todas las consecuencias que hoy padecemos. Indicó, en fin, cómo los padres constitucionales abrieron la puerta no sólo al divorcio sino conscientemente previeron el aborto y contemplaron la posibilidad del llamado matrimonio aberrosexual. Las palabras de la doctora Martínez-Sicluna, dichas con su inimitable mezcla de simpatía, pedagogía y elevación académica, fueron acogidas con una impresionante ovación por el numeroso público de profesores y estudiantes.
El profesor Ayuso, tras ponderar brevemente los méritos de la ponencia anterior, propuso tratar cinco cuestiones. En su desarrollo, mostró primero el carácter ilimitado del estatismo constitucional, contrapuesto al sociedalismo tradicionalista. Destacó, luego, el personalismo modular subyacente al planteamiento general del texto constitucional, lo comparó con el caso de Italia y contrapuso ambas constituciones a la concepción clásica que enaltece el bien común sobre los designios individuales. En los tres puntos siguientes Ayuso insistió en la vertiente partitocrática del estado surgido de la Constitución; en la disolución, dentro del esquema de los tres poderes, del poder judicial; y en la desintegración de nuestra patria, cuya identidad ha fenecido a manos del laicismo constitucional y cuyo incierto futuro se balancea entre la atomización nacionalista y la absorción europeísta. Persuadidos del terminal agotamiento a que ha llegado el texto constitucional y admirados de la agilidad retórica y de la firmeza doctrinal del orador, los oyentes le aplaudieron largamente.
Agencia FARO
