Re: Ha muerto Pepe Romero
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En el domicilio familiar de Liria, falleció la pasada madrugada el antiguo carlista don José Romero Ferrer, presidente que fue del Círculo Cultural Católico San Miguel.
A las cuatro de la tarde de hoy lunes se celebró un funeral en la Parroquia de la Asunción de Liria.
Requiescat in pace. — en Liria.
Agencia FARO
Re: Ha muerto Pepe Romero
Ante Dios nunca fuiste héroe anónimo, hoy el Cielo tiene una nueva boina roja.
Re: Ha muerto Pepe Romero
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Ante Dios nunca fuiste héroe anónimo, hoy el Cielo tiene una nueva boina roja.
Re: Ha muerto Pepe Romero
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Valmadian
Ante Dios nunca fuiste héroe anónimo, hoy el Cielo tiene una nueva boina roja.
Re: Ha muerto Pepe Romero
(Fuente: Reino de Valencia, Febrero 1996, páginas 1 – 2)
La manifestación de hace medio siglo
El 3 de diciembre de 1945, se celebró en Valencia la primera manifestación pública contra diversos aspectos del régimen del general Franco; fue organizada por la Comunión Tradicionalista, siguiendo las instrucciones del jefe delegado, D. Manuel Fal-Conde. El 3 de diciembre de 1995, al cumplirse los cincuenta años del hecho, el Círculo Aparisi y Guijarro se creyó obligado a recordar el acontecimiento principalmente para demostrar a los que presumen de “demócratas de toda la vida” y de “luchadores antifranquistas”, que el carlismo, sin pasar factura, estuvo presente contra las facetas dictatoriales del anterior régimen. A tal efecto, se remitió al periódico “Las Provincias” diversas notas sobre la manifestación; pese a la buena voluntad del redactor, Ramón Lizondo, el artículo apareció con errores que desvirtuaban el sentido del acto. Nuestro amigo y correligionario, José Romero Ferrer –verdadero archivero de nuestra causa– envió un largo artículo al periódico, detallando minuciosamente los hechos; artículo que objetivamente sintetizó “Las Provincias”.
Aclaraciones y matizaciones sobre un escrito
por José Romero Ferrer
En el periódico Las Provincias del 2 de diciembre de 1995, bajo el epígrafe de “hace cincuenta años hubo una manifestación contra el régimen”, y firmado por Don Ramón Lizondo, se comenta un hecho que tuvo lugar en Valencia, el día 3 de diciembre de 1945 y no el dos como en el epígrafe se dice, y agradeciendo de antemano al Sr. D. Ramón Lizondo la publicación de dicho trabajo, con todo el respeto y consideración que le debo en sí, me permito matizar lo siguiente:
PRIMERO.– La Comunión Tradicionalista, entidad ilegal después de la publicación en la Zona Nacional del Decreto de 19 de Abril de 1937, programó una serie de actos para el día 3 de diciembre de 1945, a saber uno en Pamplona y otro en Valencia.
El desarrollo de los actos que tuvieron lugar en Pamplona el expresado día están debidamente documentados en el tomo siete del año 1945, Apuntes y documentos para la historia del Tradicionalismo Español de Manuel de Santa Cruz, y asimismo en el expresado libro y con referencia a Valencia aparecen los actos celebrados en dicha capital el repetido día 3 de diciembre de 1945.
SEGUNDO.– El acto que tuvo lugar en Valencia, comenzó con una misa en la Catedral de la capital, donde se concentraron, podemos decir a groso modo unos 1.500 asistentes; la mayoría de los cuales, entre ellos el que suscribe, no sabíamos más que íbamos a la celebración de una misa con motivo de la onomástica de Su Alteza Real D. Javier de Borbón Parma, abanderado de la Comunión Tradicionalista, y para celebrar su liberación del campo de concentración de Dachau en Alemania.
TERCERO.– La asistencia de los carlistas fue numerosísima; la Catedral estaba totalmente abarrotada; la homilía pronunciada por el celebrante, no el oficiante, desde el púlpito, como entonces se acostumbraba, fue sobre la celebración de la festividad de San Francisco Javier y de su espíritu misionero.
Finalizado el Santo Sacrificio los asistentes salieron al exterior del templo en su mayor parte por la puerta que daba a la entonces plaza de Zaragoza; muchos de ellos nos colocábamos la boina roja al salir del templo; a las puertas de la Catedral se habían colocado unos tenderetes que contenían propaganda carlista considerada por el Régimen clandestina; unos policías de la “secreta”, al parecer quisieron quitar de los tenderetes la propaganda, lo cual les fue impedido por los carlistas; la multitud, calculamos que eran entre 2.000 y 2.500 personas, irrumpió con gritos de ¡VIVA ESPAÑA!, ¡VIVAN LOS FUEROS!, ¡VIVA EL REY!, desde la plaza de Zaragoza en dirección a la calle de la Paz. Entonces empezaron a oírse los disparos que al aire hacían los policías de la “secreta”. No obstante la afluencia de carlistas era tan grande que los arrolló; en la plaza de Zaragoza habían dos filas de Policías Armados al mando de un capitán que pretendía contener a la multitud que salía desde la Catedral; la Policía Armada, después de varias colisiones entre los asistentes y las fuerzas de seguridad, fue arrollada; desde de la confluencia de la Catedral y sus calles adyacentes salieron unos grupos de jóvenes carlistas con pancartas alusivas al acto que estaba celebrándose y con banderas nacionales (rojas y gualdas), y toda la inmensa muchedumbre continuó adelante dando gritos alusivos a los ideales carlistas, adentrándose en la calle de la Paz; la gente que contemplaba el discurrir de la manifestación carlista aplaudía tanto desde las aceras como desde los balcones de los edificios. Antes de llegar a la finalización de la calle de la Paz, con gran estrépito de sirenas llegaron varios coches descubiertos de la Policía Armada, cuyas dotaciones bajando a tierra cargaron contra la cabeza de la manifestación produciéndose graves incidentes y resultando herido entre otros el que entonces era Jefe de la Policía Municipal de Gandía, carlista toda su vida; al ver la fuerza pública que no podía contener a la manifestación empezó a disparar al aire, momento en el que se presentó vestido con un traje azul y sombrero de la época, el Excmo. Sr. Capitán de la Tercera Región Militar, D. José Monasterio Ituarte, que fue aclamado por los carlistas e increpó al jefe de la Policía Armada con estas palabras: “Capitán; son patriotas y españoles, menos tiros y más comprensión”.
Parte de los manifestantes se dirigieron desde la calle de la Paz a la calle del Mar y confluyeron delante de la Capitanía General; y frente a la Capitanía General y, concretamente, al lado del actual edificio de la Caja de Ahorros, acto seguido por los asistentes se entonó el ORIAMENDI y se disolvieron pacíficamente.
No hubo en ningún momento de la manifestación presencia de grupos “falangistas”; sí que se presentaron después de finalizada la manifestación y, concretamente, delante del entonces establecimiento El Siglo, increpando a los pocos que quedaban de los asistentes a dicha manifestación. Hubo conatos de agresión mutua, pero que se solucionaron sin ningún problema.
Al día siguiente, la policía procedió a la detención entre otros de D. José María Barber Adam, Jefe Regional “clandestino” del Carlismo Valenciano, a la de D. Fernando Rojas Dasí, Marqués de Algorfa y de D. José María Melis Saera, a los cuales se les impuso la multa de 50.000 pesetas. Asimismo fue detenido después de la manifestación el carlista de Puebla de Vallbona, D. Silvino Rausell, que estuvo ingresado en la cárcel Modelo 3 días y posteriormente puesto en libertad sin cargo alguno.
Estos son en síntesis los hechos ocurridos el día 3 de diciembre de 1945, y de los cuales el que suscribe fue testigo presencial; concretamente de Liria y de Puebla de Vallbona, asistieron a la manifestación prácticamente un centenar de Carlistas, en su mayoría jóvenes de ambos sexos y, asimismo, de todas las poblaciones de Valencia, en las cuales existía una somera organización o núcleos carlistas, y especialmente de Algemesí, Gandía, Sueca y Torrente. Toda la comarca del Puig y una nutrida representación de Carlistas de Castellón de la Plana y al frente de los mismos su lealísimo y su jefe nato, D. Carlos Vilar de Villareal de los Infantes, pudiendo decir que no hubo ninguna población de Valencia, Castellón y Alicante que dejara de estar presente en el acto que comentamos. La manifestación o manifestaciones que aquel día tuvieron lugar en España, no fueron autorizadas por el Gobierno y menos por el Jefe del Estado, como erróneamente y con buena intención dice el Sr. Lizondo; pero sí fue la primera manifestación que tuvo lugar en Valencia para recabar Libertad Pública, Sindical y Social. En la manifestación de Pamplona, que fue totalmente prohibida y, concretamente, no se permitió la entrada en la capital a los carlistas, por la tarde hubieron incidentes que se saldaron con varios heridos tanto carlistas como de la fuerza pública; a resultas de ello fue procesado D. José María Valiente Soriano; se impusieron fuertes multas a las autoridades carlistas de la región; y se cerró definitivamente el Círculo Carlista de la Plaza del Castillo de Pamplona.
En los periódicos de toda España y en el “Levante” de Valencia, se publicó un suelto con el siguiente título: “Falcondistas disueltos en Pamplona”, donde se daban noticias totalmente falsas sobre los hechos de Pamplona, nota sintomática de la censura de prensa que entonces existía y de la que uno de los mayores y acérrimos propugnadores fue D. Ramón Serrano Suñer, el cual al cabo de tanto tiempo se pronuncia contra los hechos de los que fue uno de sus máximos inspiradores.
Como decimos, la ingente multitud estaba compuesta en su mayor parte de jóvenes de ambos sexos; asimismo militares en activo de ideología carlista; y como nota sintomática había un grupo de sacerdotes, entre los cuales recordamos a los Rvdos. D. Gregorio Agustí Silvestre, D. Ramón Morell, D. Juan Anglés y D. Luis Soler San Félix. La propaganda consistente en octavillas y folios, así como folletos impresos alusivos al acto de la manifestación, fue traída a Valencia días antes por un grupo de jóvenes carlistas de Madrid.
Puede decirse en síntesis que todos los pueblos de Valencia y Castellón, así como de Alicante, en los que existían y, gracias a Dios, aún existen, núcleos carlistas, estuvieron presentes en la manifestación.
Y, por último, tenemos que resaltar que la manifestación, convocada al unísono con la de Pamplona y, en el mes de octubre la que tuvo lugar en Zaragoza, respecto a la de Valencia, el carlismo estaba irritado en gran manera contra la represión, que llevaba a cabo el entonces Gobernador de Valencia, D. Ramón Lapuerta Girón, que culminó con la detención, encarcelamiento y posterior destierro de Dña. Sara Peris, miembro activo de la Junta Regional Carlista del Reino de Valencia, y asimismo la sanción económica impuesta y posterior destierro de la provincia de Valencia, a D. Juan Banaclocha Silvestre, médico de Carlet.
Con el agradecimiento a la Sra. Directora de Las Provincias, Doña María Consuelo Reyna, y con el anuncio expreso de aclarar muchos de los acontecimientos que tuvieron lugar en Valencia en aquellos años, y de los que fue protagonista el carlismo, firmamos la presente en Liria a 3 de diciembre de 1995.
Visto en: CALAMEO