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En muchas localidades y pueblos de España, van a colocar banderas republicanas en edificios oficiales y sedes de IU y del PS¿OE?
Nuestro deber es actuar.
Quitemos esas banderas.
Todos pendientes..... a por ellos.
¡¡¡¡ACTUEMOS CON CONTUNDENCIA ANTE SEMEJANTE INSULTO¡¡¡¡
ARRIBA ESPAÑA SIEMPRE.
En muchos de los sitios que ya mencionas, ya ondean las banderas tricoloras.
No obstante, creo que es un error liarse a "hostias" (perdón por el exabrupto) con los rojos para evitar que luzcan tales banderas.
Es algo mucho más inteligente explicar a nuestros sorterrikides lo que realmente fue la II República.
El insulto en españa viene con muchas otras cosas, la bandera republicana solo es una cosa más.
Yo estoy con vascongado, a parte tal como sulen ser las proporciones nos ibamos comer unas cuantas....y aunque estamos en Semana Santa, tp tendremos tantos pecados q purgar....
Lo más interesante que podríamos hacer es que en el caso q enedificios oficiales ondee la tricolor, denunciarlo ante la jsutica por inlegal...aunq bueno no me fio yo mucho del sistema judcial pero bueno.
Dedicado a Zapatero: la memoria histórica que no se impone por Ley
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Entre banderas y símbolos anticonstitucionales, la extrema izquierda impone como dogma lo que el Gobierno quiere recordar del pasado, y prohibe lo que quiere olvidar.
14 de abril de 2006. La memoria es una parte de la inteligencia y de la personalidad. Una parte necesaria, una capacidad que nos hace humanos y de la que no podemos prescindir sin graves consecuencias. Cada persona tiene un pasado, vivo en la medida en que es recordado, y ese recuerdo tiene consecuencias presentes y futuras. También las familias tienen una memoria colectiva, y toda comunidad humana es un sujeto de memoria. Cosa distinta es la historia, que se ocupa de lo que realmente sucedió, y que intenta ser ciencia y no puro subjetivismo. Es preocupante que la historia sea regulada por normas externas; es malo que los políticos pierdan tiempo en regular por ley la memoria.
Hoy es 14 de abril, y la izquierda española casi sin excepción se ha lanzado a cultivar la memoria histórica, o por mejor decir su lectura parcial del pasado. No se trata ya de que el PSOE y sus socios recuerden lo que sucedió hace setenta o más años; no se trata siquiera de que prefieran para sí mismos un recuerdo embellecido y edulcorado. Lo que se está planteando es imponer por Ley como dogma histórico lo que del pasado la izquierda quiere recordar, y de prohibir lo que quiere olvidar. Lo más grave es la división en la memoria de los españoles.
Mientras sea posible, recordemos lo que Zapatero olvida o niega. Hace setenta y cinco años la Segunda República fue proclamada violando la legalidad. Tras unas elecciones municipales que la coalición republicana perdió, salvo en las grandes ciudades, los republicanos se echaron a la calle y plantearon un ultimátum al Gobierno monárquico. Alfonso XIII se había enajenado las simpatías de la derecha sin ganar las de la izquierda, y huyó de España. Las izquierdas crearon una República a su imagen y semejanza, a través de unas Cortes Constituyentes de las que la derecha estuvo ausente. La Constitución de 1931 reflejaba las ideas de la coalición gubernamental, el Pacto de San Sebastián de 1930, que preveía y logró una República laicista y anticatólica, una "República para los republicanos" en la que los principios y valores de media España tenían muy difícil cabida.
La República de la izquierda fue acumulando enemigos, incluso entre quienes, como los militares, la habían acogido sin hostilidad. La corrupción y los crímenes del Gobierno de Manuel Azaña –baste recordar los asesinatos de Casas Viejas- llevaron a unas elecciones anticipadas en 1933. Entonces, para sorpresa y escándalo de los republicanos, la derecha democrática, la CEDA de José María Gil Robles, resultó ser el partido más votado. La izquierda advirtió que no toleraría un Gobierno derechista, y el presidente de la República Niceto Alcalá Zamora entregó el poder a los centristas de Alejandro Lerroux. La CEDA, en nombre de la prudencia, consintió. No obstante, cuando Lerroux se planteó entregar dos ministerios a los vencedores de las elecciones, la izquierda organizó un golpe de Estado, que en octubre de 1934 tuvo que ser combatido por el Ejército (incluyendo al abuelo de Zapatero), con miles de muertos en Asturias y Cataluña sobre todo.
Tras el bienio revolucionario de la izquierda, transcurrió el bienio gris del centro derecha, en el que se intentó evitar males mayores y se cayó en la inacción. Reorganizada en un Frente Popular, la izquierda venció en las elecciones del 16 de febrero de 1936 con la intención, unos, de hacerse establemente con el poder, y otros de proseguir hacia una revolución social. El PSOE, los comunistas y los anarquistas usaron, sí, la democracia, pero su meta no era defender la república burguesa, como demostró ampliamente el clima de violencia del primer semestre de 1936. A una república sin republicanos se superpuso una democracia sin demócratas, y los partidos organizaron sus milicias armadas y sus conspiraciones violentas, siguiendo el ejemplo del PSOE en 1934. En julio de 1936, tras el asesinato del líder parlamentario de la oposición José Calvo Sotelo por policías de la escolta del líder socialista Indalecio Prieto, diversas conspiraciones derechistas confluyeron con el proyecto del general Emilio Mola, y derivaron en un intento de golpe de Estado. Los golpistas, que pretendían una dictadura temporal que restableciese el orden pero que no tenían como meta liquidar la República, fracasaron, y su fracaso derivó en una guerra civil y en la multiplicación de los odios y las crueldades durante tres años. Y no uniformemente en toda España, por cierto.
Tras advertencias para terminar. Primera, a los políticos que hoy se envolverán en la bandera tricolor que presidió esta masacre: piensen qué respuesta pueden dar con la razón y no con las vísceras al ejercicio de "memoria" anterior. Segunda, a quienes insisten en hablar sólo de unas víctimas, de unos valores y de unas ilusiones: no olviden que dividir la memoria tiene muchos peligros, como ha señalado monseñor Blázquez; todos tenemos memoria, aunque la Ley vaya a imponernos a todos anteojeras. Tercera, a los alumnos de 2º de Bachillerato que en vacaciones estudian precisamente estos asuntos: sed libres al pensar y al sentir, pues la base de la libertad es la verdad, como la de la paz es la justicia.
Pasqual Tamburri
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Una exposició del Memorial Democràtic recrea la vida política, social i cultural a la Catalunya dels anys trenta a través d'una selecció de 130 cartells de l'època
La República de paper
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Antoni Aira
No es pot dir que la Segona República fos un gegant amb peus de fang. Segurament no va poder acabar de créixer prou per ser considerada una obra gegantina. Però la inestabilitat i l'enfrontament, també entre les diferents famílies republicanes, sí que van marcar des del seu naixement una història fràgil, gairebé com de paper, que va acabar consumint-se amb el foc de la guerra. Demà, 14 d'abril, es compleixen 75 anys de la proclamació de la Segona República i les conselleries de Cultura i de Relacions Institucionals, en el marc del Programa per al Memorial Democràtic, commemoren l'aniversari amb diversos actes, com l'exposició República! Cartells i cartellisme (1931-1939), que s'inaugura dimecres al Museu d'Història de Catalunya.
Al paral·lelisme que es pot fer entre el paper i la fragilitat del context polític d'aquells anys, els organitzadors hi sumen la importància del cartell, també de paper, com a mitjà de comunicació en un temps en què la tele encara havia d'arribar i en què l'analfabetisme feia que la imatge a través del dibuix fos una de les vies de comunicació més efectives per transmetre conceptes, missatges i consignes.
L'exposició presenta 130 cartells, procedents de les col·leccions del Centre d'Estudis Històrics Internacionals (CEHI, Pavelló de la República) i de la Fundació Figueras, distribuïts cronològicament en dos grans àmbits, La República en pau i Guerra i revolució. El gruix del material prové de la col·lecció del CEHI i la mostra compta com a comissaris amb els catedràtics Antoni Segura i Rafael Aracil, director i vicedirector del centre.
Quan Segura i Aracil van arribar al CEHI fa vuit anys, es van trobar amb una "meravellosa col·lecció de cartells" que sempre van tenir present que s'havia de donar a conèixer. Ara han trobat la gran excusa, quan es compleixen els 75 anys de la República i 70 del començament de la Guerra Civil.
Millor que la Transició
Segons Segura, que no descarta una propera exposició que compari el cartellisme de la República amb el de la Transició, "les guerres, quan es perden es perden per a tot, fins i tot per al disseny, i això és obvi si ens fixem en la qualitat del disseny de l'època republicana, que és molt superior al que va venir després, fins i tot atenent al material que van donar les primeres eleccions dels anys setanta".
En temps de la República, Catalunya va experimentar una efervescència política, cultural i social que també es reflectia en els cartells. "Durant la guerra, el cartell era un element fonamental de difusió d'unes idees que a través de la imatge penetraven en la gent", diu Aracil. L'art del cartellisme va ser una eina de propaganda, però també de comunicació de l'obra de govern. Negre sobre blanc, els cartells també retraten els protagonistes del seu moment.
Aracil, Segura i la documentalista Lola Harana han fet la tria dels 130 cartells entre els 3.000 que conserva el CEHI del període republicà, amb obres d'autors destacats com Ricard Opisso, Helios Gómez, Antoni Clavé, Carles Fontserè, Martí Bas i José Bardasano. A través d'aquesta tria, els visitants podran resseguir capítols clau de la història contemporània de Catalunya com la proclamació de la República, l'Estatut de Núria, les eleccions al Parlament de Catalunya i l'impuls de l'autogovern i les institucions autonòmiques.
En funció d'aquesta distribució temàtica, també es reflecteix el teixit cultural i associatiu d'aquells anys. Segura destaca que "la tradició associativa que hi havia a Catalunya era molt forta en una època caracteritzada pels ateneus obrers, amb els moviments per l'escola moderna i la renovació pedagògica, grups com el dels arquitectes avantguardistes del GATCPAC, l'Ateneu Enciclopèdic Popular que va arribar a tenir milers de socis... I tot això quedava recollit en els cartells, que juntament amb la ràdio eren el millor instrument de difusió de l'època".
República i guerra
L'exposició fa una lectura de la República i de la Guerra Civil a través dels mitjans d'intercomunicació bàsics del moment entre les institucions i la societat civil. La propaganda i el seu principal material de suport dibuixen uns anys en constant moviment, a través d'un dia a dia en què els cartells que omplien els pirulís de la Rambla complien funcions tan diverses com fer crits d'alerta sanitaris, advertir del contagi de malalties infeccioses de transmissió sexual, estimular la lectura, incentivar la participació i la incorporació de la dona al treball o complir tasques publicitàries.
República! Cartells i cartellisme (1931-1939) mostrarà com eren els mitjans de comunicació en un moment en què hi havia un alt grau d'analfabetisme. La imatge havia de ser la protagonista i el cartell era el gran instrument. A més, els organitzadors s'han proposat donar a conèixer una generació de cartellistes excepcionals que van ser referents a nivell internacional, quan Barcelona era punta de llança de les avantguardes europees. Una època de trencament que va arribar amb un canvi llargament esperat i que en pocs anys va acabar amb un sotrac que la va tocar de mort.
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Macià i Companys: les dues cares del 14 d'abril
ENFRONTAMENT · Els dos líders no es van posar d'acord en el vessant nacional de la República eSTAFA · Macià va fer fora Companys de l'alcaldia de Barcelona a canvi d'un ministeri que mai va tenir Monarquia · El rei no tenia suport per encarar la situació i li van donar 24 hores per marxar a l'exili
Enric Vila
Era la una del migdia del 14 d'abril de 1931 -demà farà 75 anys- i Lluís Companys es presentava a la plaça de Sant Jaume amb una colla d'amics del seu nou partit: l'Esquerra Republicana de Catalunya. La plaça tenia l'aire enfeinat d'un dia de cada dia i ningú hauria dit que s'hi estava a punt de tombar la monarquia. És cert que un grupet de joves s'hi havia aplegat amb un parell de banderes republicanes i havia donat quatre rals a un ceguet que tocava el violí perquè interpretés La marsellesa. Però una mosca no fa estiu.
El grupet va rebre Companys i companyia amb aplaudiments i li va donar una de les banderes. La comitiva va entrar a l'Ajuntament i va anar a trucar a la porta de l'alcalde. El comte de Güell estava de viatge i va sortir a rebre'ls l'alcalde accidental, també de la Lliga, Antoni Martínez Domingo. Educadament, els va felicitar pels resultats electorals: el partit de Companys havia guanyat les eleccions municipals celebrades dos dies abans, una mica per sorpresa. Les dues forces que s'havien de disputar els comicis, la Lliga i Acció Catalana, havien estat clarament derrotades.
Però els visitants no venien a rebre felicitacions: "Venim a prendre l'alcaldia en nom del poble", el va tallar Companys. Quequejant, el dirigent de la Lliga va invocar la legalitat, la democràcia, els procediments de traspàs de poder. Però un dels visitants va agafar la vara d'alcalde que hi havia sobre la taula, i la va donar a Companys: "Té Lluís, te l'has ben guanyada". Amb la vara a la mà, el futur president màrtir de Catalunya va sortir al balcó, va fer hissar la bandera que li havien donat els joves i va proclamar la República.
Eren dos quarts de dues. La primera foto de la proclamació mostra la plaça encara molt buida. Però la notícia es va escampar per Barcelona com un llamp i aviat Companys i els seus amics parlaven a una multitud. Francesc Macià, el president d'ERC, era a casa del seu gendre quan es va assabentar de la gesta de Companys. Va agafar una enrabiada monumental. A la matinada, els dirigents del partit s'havien reunit per decidir què havien de fer amb la victòria electoral: uns volien proclamar la independència, els altres la República federal, els altres anar a Madrid a parlar amb els republicans de la capital. Al final havien acordat esperar.
La monarquia d'Alfons XIII trontollava però no semblava que hagués de caure fàcilment. Els republicans havien guanyat a totes les capitals d'Espanya però, a Madrid, els membres de la junta revolucionària feia dos dies que dubtaven entre prendre el poder o esperar fins a les eleccions legislatives d'octubre. A Barcelona, l'enfrontament entre Companys i Macià els havia de resoldre el dubte. Macià va sortir de casa el seu gendre rondinant, que ja s'esperava una maniobra espanyolista de Companys per marginar-lo. Va arribar a la plaça de Sant Jaume cap a les dues del migdia. A Madrid, el comte de Romanones havia concertat, en nom del rei, una entrevista amb el líder republicà, Niceto Alcalà Zamora. Li volia proposar un plebiscit per fer triar els espanyols entre monarquia o república. No hi va ser a temps.
Si a Madrid la Guàrdia Civil es negava a reprimir les manifestacions a favor de la República, a Barcelona ja la donaven per feta. La ciutat era una festa: tothom se saludava, cantava i llançava els barrets enlaire. Pel passeig de Gràcia i la rambla Catalunya una gentada baixava cap al centre de la ciutat a celebrar el nou règim. Els tramviaires havien deixat de cobrar el bitllet. La força pública no movia un dit. A l'Ajuntament s'havia llençat el bust del rei pel balcó. Aviat, per tot arreu apareixerien homes descamisats i marasses despentinades cridant la frase del dia: "Visca Macià, mori Cambó!".
Quan el president d'Esquerra va arribar a la plaça de Sant Jaume va haver de dissimular el mal humor davant la gentada que el felicitava. Va entrar a l'Ajuntament, va agafar Companys pel coll de l'americana i el va esbroncar en un racó. Com havien quedat? Què hi feia, amb la vara d'alcalde, si ni tan sols estava entre els deu regidors més votats?
Tot seguit, va sortir al balcó i va acabar de tombar la monarquia. Companys havia proclamat la República a seques. Macià va proclamar la República Catalana. Per Barcelona corrien moltes més banderes republicanes que senyeres, Macià sabia que no devia la seva popularitat només al nacionalisme que representava, però com que la gentada lluny de queixar-se encara aplaudia més, va travessar la plaça i des del Palau de la Generalitat va refermar la proclama. El seu discurs lligava les aspiracions nacionalistes a les republicanes, prefigurava un Estat confederal i assegurava que Catalunya no s'entendria pacíficament amb una Espanya monàrquica. El rei no tenia prou suports per enfrontar-se a la nova situació i els republicans li van donar fins a la sortida de sol per marxar a l'exili.
El gest de Macià va deixar Companys estupefacte. La jornada, que tan bé havia començat, aniria decepcionant-lo. Relegat a un segon terme, trucava a Madrid demanant que es tallés d'arrel el moviment. La propaganda monàrquica no es cansava de dir que la república trencaria Espanya i Macià posava en perill la consolidació del règim donant arguments reialistes, deia Companys. Però Macià no baixava del burro. No en baixaria fins tres dies després, mort de cansament i pressionat per tres ministres, dos d'ells catalans, que l'amenaçaven amb una guerra civil.
Al vespre del 14 d'abril, Macià ja presidia un govern provisional i havia nomenat tots els càrrecs essencials, fins i tot un capità general. A la matinada, una columna de l'exèrcit llegiria en català el ban que proclamava la República Catalana. A la tarda, Companys havia estat nomenat -malgrat tot- alcalde pels regidors reunits al consistori, però Macià encara li havia de donar més disgustos. No volia un adversari a l'altra banda de la plaça i va enviar el seu ministre de Defensa, Joan Casanova, a comunicar-li que l'alcalde seria Jaume Aiguader. Per suavitzar les coses, li deia que a Madrid el volien fer ministre -sabent que no era veritat- i provisionalment l'enviava al Govern Civil.
Companys se n'hi va anar, a peu, remugant com podria anar bé una República dirigida per "un vell visionari" com Macià i un "inútil" com Aiguader. El Govern Civil era l'última plaça pendent de controlar. Feia unes hores que l'ocupaven una colla de lerrouxistes, amb Emiliano Iglesias al capdavant, que no parava de trucar a Madrid prometent acabar amb l'exaltació separatista si el nomenaven governador civil. Companys, que tenia bones relacions amb el partit de Lerroux, era l'home ideal per desactivar Iglesias. El lerrouxista no va oposar resistència: "Querido Luis, me alegro que seas tú y no otro quien se encargue del mando de la provincia", li va dir. I ell i els seus homes van marxar després d'arreplegar dissimuladament una caixa d'havans, una ploma d'or i un pitjapapers de plata.
Quan el ministre de Governació, Antonio Maura, va trucar al Govern Civil demanant per Iglesias, el lerrouxista ja havia marxat. S'hi va posar un dels acompanyants de Companys i amb la veu ronca de cridar visques i moris va respondre: "Señor Maura: Esto está en manos del pueblo! Estamos pegando fuego al Gobierno Civil y vamos a arrastrar a Emiliano hasta Plaza Cataluña!". Maura, que ja s'havia barallat amb Macià per la seva proclama, no devia trobar graciosa la broma. Companys tampoc va acabar la jornada de bon humor. Tants anys lluitant per la República, tantes estades a la presó, per haver de paladejar amargors en un dia com aquell!
Companys no veia bé que Macià hagués convertit un moviment que ell considerava purament republicà en un moviment nacionalista. Més estafat se sentiria en saber que no seria ministre. Primer va voler plantar batalla. Després es va posar al costat de Macià, va fer vots per ser-ne el successor i va acabar abraçant la causa catalanista fins a convertir-se en un dels seus màrtirs.
A Macià també el colpiria la desil·lusió. Va haver de desproclamar l'Estat català i acceptar la Generalitat de Catalunya; la segona República no va ser confederal ni federal sinó unitària; Madrid va retallar l'Estatut de Núria de 1931 molt més del que havia promès. Tard o d'hora, aquell 14 d'abril de fa 75 anys va deixar un regust amarguíssim a tothom que el va celebrar. La història, ja se sap: és un brau que, volent-lo tancar cadascú al seu corral, finalment sempre s'escapa i agafa el camí que ningú volia.
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ESTA ES LA REPUBLICA QUE NO SALE EN LOS LIBROS DE TEXTO DE LOS NEO-PROG DE ZP Y LLAMAZARES
Por increíble que parezca, la manipulación histórica desde ámbitos republicanos, socialistas y nacionalistas, está empezando a hacer mella entre las jóvenes generaciones de españoles que, obviamente, no vivieron la etapa agónica de nuestra Segunda República. Son generaciones maleables, educadas bajo la supervisión y control de los defensores de lo políticamente correcto, de los que deciden qué se puede y qué no se puede aceptar por histórico, siguiendo a pies juntillas los dictados de los gobernantes y promotores a escala planetaria del Nuevo Orden mundial, cuyo fin último es, nada más y nada menos, que el control político, a través de los medios de comunicación de masas, de los ciudadanos de este planeta.
A pesar de ello, la decencia que anida en la psique de tantos y tantos estudiosos de la historia, y particularmente de nuestra historia, está dando cumplida respuesta a una campaña de falsificación torticera de nuestro más reciente pasado, desmontando con datos en la mano mentiras levantadas sobre tierras movedizas que no soportan la acometida del trabajo serio de tantos prestigiosos historiadores españoles y extranjeros; trabajos que en muchos casos son el producto de años de estudio.
Estimado lector: la intención del pequeño reportaje gráfico que encontrará a continuación es el de despertar el afán de conocimiento en materia histórica de tantos y tantos españoles que, nacidos y educados en el actual sistema parlamentario oyen, día sí y día también, en todos los medios de comunicación de masas – y/o de <manipulación de masas> -, la cantinela del atentado que supuso a la legalidad vigente el Alzamiento Nacional contra la <legítima> República española, siendo así que, desde un primer momento, no fue ni legítima, ni española.
Digámoslo alto y claro: la República desde el primer día de su instauración estaba condenada a ser un instrumento de las fuerzas revolucionarias empeñadas en hacer desaparecer cualquier símbolo y pasado cultural de la antigua Hispania.
Para los defensores de la lucha de clases, para la Internacional Socialista que en 1917 habíase hecho con el control de la Santa Rusia, España era una nación a destruir, y de la mano y con el apoyo de los nacionalismos separatista, a fe, que casi lo consiguen.
Anarquistas, socialistas, comunistas, ácratas, nacionalistas... todos aunaron esfuerzos en la tarea de desmembrar y destruir la nación más antigua de Europa.
La revolución comunista a la que España se veía abocada, se amamantó de las ubres y el desorden disgregador republicano. El glorioso Alzamiento Nacional devolvió a España sus señas de identidad traicionadas por una República extranjera, donde la España tradicional y milenaria nunca se vio reconocida.
La persecución religiosa, desde mucho antes del Alzamiento, no tiene parangón en la historia del mundo. Esta persecución fue acompañada de saqueos e incendios de Parroquias y Conventos, y hasta de Escuelas y Hospitales dependientes de las beneméritas Ordenes Religiosas. Los Crucifijos fueron arrancados, escupidos, destrozados y quemados. Desorden, anarquía, huelgas, sabotajes, robos, atentados, ese fue uno de los muchos legados que la República Socialista Soviética de España tiene en su haber. Los símbolos patrios fueron prohibidos. Una enseña importada, símbolo desde entonces de la presencia de los soviets en España, fue izada. Ese fue el primer desafío de la antiespaña a nuestra identidad, a nuestra historia, y ése fue también el primer aviso para tantos y tantos españoles decentes y honrados, de que la Republica se había entregado a separatistas – que tanto festejaron el cambio de bandera -, y a comunistas – que vieron en ello un símbolo de los tiempos por venir, recordando como los bolcheviques habían acabado ya en 1917 con la monarquía y bandera de la Rusia Eterna-.
El fracaso histórico de la República, emana del hecho de haber buscado soluciones a problemas concretos utilizando como ejemplos conductas foráneas que no procedían de la psique e idiosincrasia del pueblo español.
Digan lo que digan Alfonso Guerra y compañía, y a pesar del histerismo mediático en su lucha por robarnos la historia, todos sabemos que la República Socialista Soviética de España había perdido cualquier atisbo de legitimidad en julio de 1936, cuando las fuerzas nacionales se levantaron heroicamente en defensa de una legalidad "nacional" frente a la representada por la hoy tan llorada "Legalidad Soviética Republicana".
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"El 18 de julio de 1936 mi familia estaba en Madrid. Vivíamos en Alcalá 72. Y tenía 27 años y era el mayor de mis hermanos. Había estudiado Química y Farmacia(...)
Iniciada la contienda y tras la confusión de los primeros días, fui detenido junto a mis tres hermanos, Cayetano, Ramón (que había estado en la defensa del Cuartel de la Montaña) y Daniel (que el 18 de julio toreaba en Barcelona y consiguió venir a Madrid). A otro hermano mío le cogió el Alzamiento en Extremadura en la finca de unos familiares. Se incorporó a la Legión como teniente de complemento y murió en la batalla del Ebro.
El primer día de detención lo pasamos en la checa de la calle Marqués de Cubas y a continuación ingresamos en la cárcel Modelo, creo que al día siguiente de la famosa matanza (23 de agosto).(...) Recuerdo que cuando estaban echando los cadáveres a los camiones, el de Melquíades Alvarez le dieron mucho impulso y voló por encima del camión, cayendo del otro lado sobre unos milicianos.
Yo era el preso número 827 de la quinta galería, piso tercero, y mi celda daba a la Moncloa. La cárcel estaba llena. Destacaban cientos de militares, entre ellos bastantes generales y coroneles; también había muchos sacerdotes y falangistas, altos empleados de Correos y Telégrafos, títulos nobiliarios. En fin, como nos decían los milicianos: "carroña fascista".
Para pasar el rato, a pesar de la espada de Damocles que pesaba sobre nuestras cabezas, se organizaron varios partidos de fútbol. Allí estaba Ricardo Zamora (luego puesto en libertad) y Monchín Triana (que sería asesinado), conocidos jugadores del Madrid.(...)
En la tarde del 6 de noviembre se hizo la primera gran saca. Los milicianos cogieron el fichero y lo abrieron por una letra. Fue la M y, de momento, los Luca de Tena nos libramos. Luego iban alternando unas con otras indiscriminadamente. Entre el 6 y el 8 la cárcel quedó semivacía ¡y había allí más de 5 mil presos!(...)
Poco después, tomaron la cárcel como cuartel general los miembros de las brigadas anarquistas de Durruti.(...)
El día 17 comenzaron a evacuarnos a otras cárceles cercanas.(...) Yo me acuerdo de Walken, un famoso fotógrafo madrileño que venía al lado mío. Luego, nos metieron en unos camiones y nos llevaron hasta San Antón
Allí, nos encontramos con mucha gente conocida; entre otros a Julián Cortés Cavanillas que estaba de ordenanza. A mí el que más impresión me causó fue don Pedro Muñoz Seca, siempre con su buen humor y con una palabra amable para levantarnos el ánimo, tarea casi imposible en tan dramáticas circunstancias.
Y el 27 de noviembre por la noche dio comienzo la gran saca. Julián iba nombrando los presos que figuraban en la relación que le habían dado los guardianes para el "traslado". "Creo que vais a Chinchilla" nos dijo. Don Pedro estaba cerca de nosotros. Yo le dije: "Venga al lado nuestro que le protegeremos mejor, va usted muy desabrigado y hace mucho frío." Pero no pudo. Le dio un abrazo a mi hermano Cayetano y salió en otro autobús distinto al nuestro, rumbo... a una fosa previamente cavada en Paracuellos del Jarama.
Lo nuestro fue asombroso. Salimos de Madrid y el coche apagó las luces(...)De repente, el coche se paró(...)comenzó a encender y a apagar las luces. Debía ser la señal convenida. Pasan los minutos. Se oye una conversación entre nuestros guardianes, el escuadrón 50 de escolta del Partido Comunista, y otros -suponemos- milicianos. "Aquí llevamos -dice una voz- a una cuadrilla de fascistas para fusilar. "Parece que nos hemos desviado de la ruta”. Después de más esperar(...) se da orden de continuar la marcha. El autobús -con las luces apagadas- en medio de la oscuridad da vueltas y más vueltas y, sobre las cuatro de la madrugada del día 28, se para nuevamente. El chofer dialoga con unos milicianos que le dan el alto y oímos el siguiente diálogo: "El Papa es un cabrón." Ésta es la contraseña.- Que el Papa "es un cabrón" estamos de acuerdo -le responden-, pero nosotros de contraseña no sabemos nada. Acercaros a la cárcel de Alcalá, que está ahí al lado, y preguntar. Y tras esta peripecia asombrosa, llegamos - todavía de noche - a la cárcel de Alcalá de Henares, pero viniendo de la carretera de Valencia no de Madrid (...)
En este autobús "milagroso" íbamos cerca de 20 personas, entre las que recuerdo (aparte mi hermano Cayetano): Santiago Gutiérrez de Anca, tres hermanos González Morales, Cristóbal González Camus, José María Jaime (ingeniero de la Telefónica, moriría en Alcalá), tres altos empleados de la Telefónica (entre ellos Romero, jefe de Tráfico), los dos hermanos Muguiro, un alto empleado de Correos, Antonio Samper Lillo (de la Telefónica), José Huertas González, ordenanza de ABC (había entrado como esquirol durante una huelga) al que llamábamos "Naranjito".
Cuando llegamos a la cárcel de Alcalá de Henares, el director de la misma, que era funcionario del Cuerpo General de Prisiones -y por lo que vi luego una buena persona- se entrevistó con el jefe del escuadrón 50 del PCE, que venía con nosotros y quedamos allí alojados. Mi hermano Cayetano cree que nuestro benefactor fue ese jefe de escolta pero yo (...)creo que nuestro coche se perdió del convoy de Paracuellos y acabamos milagrosamente en Alcalá.
Oficialmente estábamos muertos y no se nos dio de alta. Nosotros en las tomas de lista hacíamos nuestros cambios de cola y conseguíamos pasar sin que se nos contase. Me acuerdo de una tarjeta que me envió un familiar a la cárcel de San Antón y sobre la que, supongo, un funcionario de la misma anotó: "Desaparecido el 28 de noviembre en Paracuellos del Jarama." Esta tarjeta, que acabó llegando a mi poder, la conservo hoy todavía como recuerdo.
Otra peripecia asombrosa fue la que aconteció a mi hermano Ramón (que ya se había librado en el Cuartel de la Montaña) en la cárcel de Porlier. El 27 de noviembre por la noche comenzaron a llegar allí las listas de traslado, de puesta "en libertad". Todos acabarían en el mismo sitio (las fosas de Paracuellos). Pero mi hermano era muy vivo y se acercó al miliciano y vio el encabezamiento de su lista que decía: "Dirección General de Seguridad. Por la presente, sírvase poner en libertad a los siguientes detenidos..."
Y Ramón le dijo al miliciano: "Eso quiere decir que me puedo ir". "Sí, claro", le contestó el individuo de mala gana. Y Ramón se acercó a la salida y, con varios testigos delante, le señaló: "Aunque sea de noche, puedo salir ya". "Claro, hombre", le contestaron. Y sin pensárselo dos veces, y ante el asombro de los milicianos, emprendió veloz carrera y ya no le pudieron cazar
A los pocos días de llegar a la cárcel de Alcalá, y como consecuencia de un bombardeo, las turbas se dirigieron a la prisión con el objetivo de liquidarnos a los más de 1.500 presos que allí estábamos. La primera persona que les hizo frente fue el director(...)Luego llegó un coche de la Dirección General de Prisiones con varios detenidos y en el que venía Melchor Rodríguez, el anarquista, al que habían nombrado delegado de Prisiones. Colocó la furgoneta en la puerta de entrada y subiéndose al techo de la cabina logró detener a las masas.
En Alcalá estuvimos sin dar de alta (ya que habíamos "muerto" en Paracuellos) hasta el día de la toma de Málaga (7-2-37).(...)En Alicante(...) me encontré a un guardia(...) que había estado en la Modelo con nosotros(...) me contó que en la amanecida del 7 de noviembre no solo se habían liquidado a los mil y pico de Paracuellos de Jarama, sino a otros tantos que habían sido enterrados posteriormente en grandes fosas en Boadilla del Monte.
En resumen, un drama más de la gran pesadilla que fue la desgracia de que nos cogiese ésta en el Madrid republicano(...)
TESTIMONIO DE RAFAEL LUCA DE TENA
( Carlos Fernández: “Paracuellos de Jarama”. Edit. Argos Vergara. 1983)
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28 de Julio de 1936. La "Legitima" República Socialista Soviética de España permitió la escenificación del fusilamiento del Sagrado Corazón de Jesús en las afueras de Madrid - Cerro de los Ángeles -
DEMOCRATAS MILICIANOS EN EL CERRO DE LOS ANGELES INMORTALIZADOS EN UN GESTO DE TOLERANCIA UNIVERSAL
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Puerta de Alcalá en Madrid. En el arco central se puede ver al "camarada" Stalin. La Republica Socialista Soviética de España rendía culto al gran Zar de la Rusia sovietizada.
PROFANACION DE IGLESIAS A MANOS DEL ABUELO DE ZP
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"Santa Maria del Mar" ¿Otro ejemplo de legitimidad Republicana?
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Cuartel de la Montaña -Madrid- La República no hacía prisioneros.
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La Pasionaria:"éste hombre ha hablado por última vez".
El líder de la oposición José Calvo Sotelo fue asesinado 2 días después de pronunciarse estas palabras por miembros de la Guardia de Asalto republicana y miembros de las juventudes Socialistas (13/07/1936)
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Los asesinatos masivos se convirtieron en hechos habituales entre los defensores de la "legalidad" republicana.
La Republica, tan defendida por comunistas, socialistas, anarquistas y nacionalistas utilizó todos los medios a su alcance para destruir España. Tras el asesinato de Calvo Sotelo por fuerzas republicanas, el Estado emprendió una persecución indiscriminada de ciudadanos sin paragón en la historia, en un esfuerzo final por sovietizar España.
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En Vascongadas miembros del PNV tomaron parte en la defensa de la <legalidad> republicana con estos resultados. Los "paseados" fueron miles de españoles vascos. La orden dada desde círculos nacionalista fue la de destruir cualquier símbolo español en Vascongadas.
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Milicianos durante la profanación de una iglesia en Barcelona
(Instituto Municipal de Historia, Barcelona)
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Frailes vestidos de paisano detenidos por los milicianos en el palacio episcopal
de Sigüenza, Guadalajara.
(Archivo General de la Administración, Sección Cultura)
Estas imágenes duras, demasiado duras para tantos españoles desconcertados, son sin embargo el mejor arma a nuestro alcance para rebatir corrientes históricas revisionistas sobre la realidad de la funesta Segunda República; una Republica fraguada en los motines callejeros del infausto 14 de abril de 1931.
Las victimas propiciatorias a manos de los defensores de la causa republicana fueron españoles de toda condición: militares, burgueses, clérigos, intelectuales, políticos, artistas, obreros, periodistas, monárquicos, patriotas...toda una sociedad de españoles que se negaron a aceptar una España decadente en manos de una chusma extranjerizante y profundamente antiespañola cuyo único afán, ya desde un primer momento, fue acabar con lo que representaba España: una civilización occidental y cristiana al servicio del hombre. Las imágenes incluidas en este reportaje fotográfico dan muestras de ello.
Fueron muchas las voces que se levantaron contra los atropellos y crueldades vividas en aquellos días; desde la de políticos de talla internacional, pasando por la de periodistas extranjeros o miembros importantes de la Iglesia, entre los que se encontraba el mismo Pápa.
Juan Pablo II, desde la fecha de su elección al pontificado el 16 de octubre de 1978, ha realizado 1.227 beatificaciones y 443 canonizaciones. - A 11 de marzo de 2001-
Número de víctimas martirizadas desde el 18 de julio de 1936 al 1 de abril de 1939: 6.832, de los cuales 4.184 pertenecen al clero secular, doce son obispos, un administrador apostólico y varios seminaristas; 2.365 son religiosos y 238 son religiosas.
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Todo lo dicho es cierto pero hay que saber que no existe una bandera republicana. Simplemente existe la bandera del Estado Español, que en la primera republica era como la actual y en la segunda era tricolor. Ademas, hay que saber que el levantamiento del 18 de Julio se hizo con la bandera tricolor, pues esa era la bandera de españa en esos tiempos.
A lo dicho por Litus, añadir que, además de usarse la bandera tricolora por parte de los alzados en los primeros momentos, la proclama inicial de Franco acababa con la trilogía masónica del "libertad-fraternidad-igualdad".
Es muy difícil encontrar un testimonio gráfico, si es que lo hay, de algunos alzados el 18 de julio con la bandera tricolor (bandera de "sangre, pus y pergamenanto" solía decir el Doctor Albiñaba, fundador del Partido Nacionalista Español). Sí es cierto que los militares tenian intención de levantarse con ella e izarla oficialmente, pero la intransigencia de los carlistas navarros y guipuzcoanos determinó finalmente volver a la roja y gualda. De hecho los requetés cuando liberaban pueblos lo primero que hacian era quemar la bandera tricolor del Ayuntamiento y del cuartel de la Guardia Civil. En algunos pueblos quemaban hasta el mastil, "pues se habia contaminado", según cuenta la crónica de la liberación de Leitza, Navarra. La tricolor más que bandera de "la República" era la bandera de un régimen concreto: del sanguinario de la II República. Y por eso era rechazada no solo por los carlistas, sino por amplios sectores sanos del pueblo español. Y también es cierto que republicanos como Lerroux, Marañón o Unamuno la rechazaron en un primer momento, pero luego tragaron, aunque claro, estos individuos en política fueron un desastre y al final se tuvieron que poner del lado nacional durante la guerra.
P.S.: Vascongado, cuando te refieras a "ostias" en su sentido deslexicalizado ponlo sin "h", de lo contrario estás equiparando el Cuerpo de Cristo con una expresión vulgar. Sin acritud, que conste.