Carta Amiga A Un Okupo

CARTA AMIGA A UN OKUPO



Estimado kompañero:


Vaya de antemano, que en el fondo comparto métodos y algunos objetivos. Al pan, pan, y al vino, vino. La tierra es de quién la trabaja y poseer una casa sin inquilinos se le llama especulación y debería ser delito. A grandes males, grandes remedios. La usura inmobiliaria es uno de los muchos déficits democráticos de esta corrupta España sociata y mileurista. El derecho a una vivienda digna y asequible, además de ser un derecho recogido en la Prostitución de 1979, es por sentido común, un factor de estabilidad social y desarrollo humano. Que todos los españoles duerman bajo techo, tendría que ser prioritario para cualquier gobernante con un mínimo de dignidad. Pero como la dignidad es un bien escaso, despistamos al personal casando a invertidos con alcalde, secretario y alguacil como testigos y, para más recochineo, en horas de oficina. Detalles como este, son los que confirman la idea – por otra parte muy generalizada - que desde hace años nos están legislando con el culo. Y perdón por la redundancia.

Lo que no me entra en la mollera, dura y vieja, es que sea menester lucir uniforme posnuclear calcado de la trilogía Max Max: piercing en tetilla para okupas y zarcillo en fosas nasales para okupos, sospechosamente muy similar al utilizado por las reses vacunas del Principado de Asturias. También, como no, rasta mugrienta, ladilla compartida y sarna de la que pica, de lunes a domingo y días de guardar. Un par de cadenas de inodoro al cuello y chupa claveteada con media docena de agujeros convenientemente distribuidos, parece ser que son, complementos indispensables de todo buen “squatter” que se precie.

Para las mozas de la tribu, la tendencia es lucir feminismo militante, que incluye bigote generoso, sobaquera en expansión y piernas con más pelambrera que las de Gordillo en sus tiempos de lateral izquierdo infranqueable. Lo del mete-saca libre se presupone. Como el valor en el ejército. Sólo me queda añadir, que sabiendo lo aquí contado, habrá que demostrar más agallas que don Vasco Núñez de Balboa para adentrarse a torso descubierto –por no decir minga- en tan inhóspito soto. Por no decir coto.

Se me olvidaba: imprescindible para completar el “kit okupo-okupa”, acreditar perro famélico y, a poder ser, con minusvalía física producto de un atropello o reyerta con perro burgués intolerante, que son los que acostumbran a pasear con correa y vacunas al día. Menuda foto. Con este percal y viendo como está el patio, hasta las colecciones de Ágatha Ruiz de la Prada me parecen de buen gusto si las comparo con las pasarelas “underground” de Chernóbil-Lavapiés o Raval-Hiroshima.

Otras cuestiones que no alcanzo a comprender, las trataremos con más calma en otro momento. Que estamos en Navidad. Además, discutir con alguien cuya ideología empieza y acaba en el estampado de una camiseta, resulta a mi edad algo cansino. Bastante tengo con salvar mi maltrecha alma.

Sigo creyendo y con esto concluyo la presente misiva, que una juventud que vive sin Dios, Patria, moral, ni ética, lo único que le queda es exhibir roña e inofensiva estética.

A la espera de tu respuesta, sólo queda despedirme con un saludo a vuestro estilo:


¡Mucha hipoteca, poca discoteca!



Arnau Jara



P.D: Por favor: la próxima vez que arrases con total impunidad el centro de Barcelona, me pegas un toque. Que hace meses que ando detrás de un TFT de 17 pulgadas y una impresora a color.