Hola,
el mensaje que inicia este hilo me ha parecido interesantísimo. Me gustaría tener más información acerca de su certeza, contexto y repercusiones.
No voy a entrar en algunos debates a mi entender tangenciales que se han generado. El fondo del asunto es claro y contundente, y lo aplaudo.
Tal vez los australianos sean los menos indicados para un discurso de este tipo. No lo sé. Pero sí sé que la denuncia del multiculturalismo como rendición y forma de integración es una política nefasta y de consecuencias funestas. Hay muchos ejemplos en Europa Occidental: Holanda y Francia sin ir más lejos.
De ser ciertas las transcripciones iniciales del hilo, su mensaje es muy claro: no hay integración posible sin voluntad de integración. Y menos aún cuando en ausencia de esta voluntad la política gira en "favorecer" tal integración a base de renuncias a exigencias de los recién (o no) llegados (velos, proscripción de la fe mayoritaria, etc.).
No se trata si quiera de respeto (que sí), sino de decencia. Incluso de sentido común. Nunca he ido a ninguna casa, ni lugar, ni país... intentado imponer mis costumbres, al contrario, he asumido el contexto y lo he respetado. ¿Tan difícil es? NO! Pero podría y todos podríamos, estoy seguro, poner mil ejemplos cotidianos de como el islamismo se victimiza y buscar imponerse en nuestra sociedad. Y como a la mínima, por más absurda que parezca, apelan a racismo, etc.
Esto pasa por debilidad y estúpida mala conciencia (de qué???). Y sin duda por la labor zapadora de colectivos como SOS Racismo, etc, que situan el debate en términos absurdos y de cesión permanente, sea velo hoy, sea poligamia mañana, ablación, etc. Basta! El mensaje inicial es un referente del clamor que muchos sentimos a nuestro alrededor.
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