De baja calidad, este es el único calificativo que puede recibir nuestra democracia. Los partidos son los únicos cauces de participación política de los ciudadanos. Unos partidos que son estructuras rígidas y no democráticas vulnerando, así, el artículo 6 de la Constitución vigente. Partidos que controlan toda la administración y los órganos judiciales, con notable influencia en al economía a través de las cajas y emponzoñando la Sociedad Civil con sus asociaciones satélite. Vivimos en una realidad en que se premia más la lealtad al partido que a los ciudadanos. Un régimen partidocrático, donde el debate político no responde a las preocupaciones ciudadanas.
Los que consideramos al Hombre como fundamento del Sistema - político, social, económico- y a la Democracia como la categoría a través de la que el pueblo participa en los asuntos públicos; no pode
De baja calidad, este es el único calificativo que puede recibir nuestra democracia. Los partidos son los únicos cauces de participación política de los ciudadanos. Unos partidos que son estructuras rígidas y no democráticas vulnerando, así, el artículo 6 de la Constitución vigente. Partidos que controlan toda la administración y los órganos judiciales, con notable influencia en al economía a través de las cajas y emponzoñando la Sociedad Civil con sus asociaciones satélite. Vivimos en una realidad en que se premia más la lealtad al partido que a los ciudadanos. Un régimen partidocrático, donde el debate político no responde a las preocupaciones ciudadanas.
Los que consideramos al Hombre como fundamento del Sistema - político, social, económico- y a la Democracia como la categoría a través de la que el pueblo participa en los asuntos públicos; no podemos contemplar con agrado la actual situación y en el uso de nuestra libertad tenemos la responsabilidad de reinvindicar el papel de la Sociedad Civil, familia, colegios profesionales, agentes económicos, tejido asociativo... Un papel protagonista a la hora de marcar e influir en el debate político, dejando a los partidos en un segundo plano, esta es al formula para alcanzar una Democracia Plena y Participativa.
La última y más contundente muestra del divorcio Sociedad - Clase Política son los resultados del 20-F; tomemos nota, se está generando un ambiente muy agradable para las bacterias del totalitarismo.mos contemplar con agrado la actual situación y en el uso de nuestra libertad tenemos la responsabilidad de reinvindicar el papel de la Sociedad Civil, familia, colegios profesionales, agentes económicos, tejido asociativo... Un papel protagonista a la hora de marcar e influir en el debate político, dejando a los partidos en un segundo plano, esta es al formula para alcanzar una Democracia Plena y Participativa.
La última y más contundente muestra del divorcio Sociedad - Clase Política son los resultados del 20-F; tomemos nota, se está generando un ambiente muy agradable para las bacterias del totalitarismo.
Marcadores