¿ Que Debe Ser La Guardia Civil ?
Desde hace tiempo, lo de menos es cuanto, ciertos sectores de la Benemérita vienen planteando ciertas reivindicaciones:
1.- Que la naturaleza del Cuerpo no sea militar.
En mi opinión, este cambio iría contra su propia esencia, su razón de ser.
2.- Que ganan menos que los miembros de otros Cuerpos de Seguridad.
¿Y si ganasen más, seguirían pidiendo no ser militares?
3.- Que hay que democratizar el Cuerpo.
¿También "democratizaran" las denuncias?, por que a mi "soberana gana" no le da la idem de pagarlas, particularmente porque su pago contribuye a sostener el Sistema.
Desde mi punto de vista, creo que si la Guardia Civil dejase de ser lo que es, se apartase de su espíritu e intenciones originales, sencillamente debería ser disuelta. Una parte de sus miembros ser transferidos a la Policía Nacional, otros a las autonómicas, algunos a las locales, la oficialidad reintegrada en el Ejército y muchos a jubilarse, y otros a la calle.
Re: ¿ Que Debe Ser La Guardia Civil ?
No voy a poder responderte porque no estoy muy al corriente de estas cosas. Pero de lo que no hay duda, es que hay que ser un primo para trabajar en las condiciones que lo hacen: menor sueldo que en otros cuerpos, mayor riesgo, casas y cuarteles en pésimas condiciones, horarios interminables, disciplina castrense...
Supongo que ZP le ha puesto el ojo a la G.C. para que con el tiempo desaparezca, porque sin duda, le recuerda al franquismo y al 23-F.
Re: ¿ Que Debe Ser La Guardia Civil ?
Los agentes de Tráfico, en el momento más crítico de su historia
Un informe interno de la Guardia Civil destapa la falta de medios y la existencia de mil bajas al mes - La asociación mayoritaria prevé no multar como protesta
Rocío Ruiz
Madrid- Faltan efectivos, medios, incentivos. Y haber hay mucha indignación, desmotivación, penosidad en la carretera, siniestralidad, bajas laborales... La situación es «grave», «muy grave». Tanto, que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la mayoritaria dentro del Cuerpo, considera que los «patrulleros» de las carreteras viven el momento más crítico de su historia. Son varias las razones que expone en un informe interno.
No hay agentes. En 1970, con un parque de vehículos de 4.392.214, el número de efectivos era de 7.000. treinta y seis años después, con un censo de coches que se ha multiplicado por siete, que supera los 27 millones, y con más de 175.000 kilómetros de carretera por vigilar, el número de guardias civiles que velan por la seguridad vial es de poco más de 8.304, es decir, tan sólo 1.300 más.
Dicho de otra forma aún más clara: en 1980 había 0,69 agentes de tráfico por cada 1.000 vehículos; en 2004, había 0,32 por cada mil habitantes. Y las cifras no han mejorado desde entonces. «Es evidente que algo falla», concluye el informe interno elaborado por la AUGC.
Los buenos deseos de aumentar la plantilla han aflorado con los distintos gobiernos que ha habido, pero ninguno ha logrado materializarlos. En 1993, el Plan Estratégico de Seguridad Vial, aprobado por el Consejo de Ministros, fijó un incremento de la plantilla hasta alcanzar los 9.000 agentes. Trece años después, el objetivo no se ha conseguido. Pero eso no es todo. En 1995 se pensó en que se alcanzase una plantilla operativa de 14.000 efectivos en 2002. A día de hoy, hay poco más de 8.000. Un total de 5.891 son motoristas de los cuales unos 700 no se dedican a labores de vigilancia, ya que están empleados en labores burocráticas, laboratorios o en talleres mecánicos del Cuerpo. Poco más de 2.000 se dedican a atestados, con lo cual en el patrullaje se emplean realmente cuando terminan su labor.
Así, la Asociación Unificada de Guardias Civiles cree que en las operaciones salida de vacaciones o en los puentes hay vigilando las carreteras 2.000 agentes por turno. El actual Gobierno se marcó como objetivo en su Plan Estratégico aumentar la plantilla hasta llegar a los 11.000 efectivos en 2008, a razón de 750 nuevos agentes anuales. La estrategia era clara: mejorar progresivamente las retribuciones y las condiciones de trabajo para hacer más atractivo el trabajo. «A día de hoy, ni una cosa ni la otra se han llevado a cabo y la plantilla no aumenta». Y eso que Tráfico rebajó a un año el tiempo mínimo que había que estar en servicio para ingresar en la especialidad.
El actual director general de Tráfico, Pere Navarro, trató de incentivar a los guardias civiles aumentando su sueldo con un complemento de productividad que antes repartían los mandos. Sin embargo, y pese a todos los esfuerzos y el «bucle» en el que Navarro aseguró haber permanecido durante algún tiempo con Hacienda hasta lograr el objetivo, tampoco ha contentado a los guardias civiles. Y es que, a la hora de repartir este complemento salarial, «se han primado las tareas burocráticos y de mando frente al personal que realiza las tareas del día a día de atención a los conductores en las carreteras españolas», dice el informe. Y pone un ejemplo: se han producido casos en los que la retribución de la productividad para un chófer de un capitán de la Agrupación alcanzó más de mil euros, frente a los cien de un motorista. «Esto es una situación insostenible», mantiene la AUGC, «unos (por la DGT) parecen sólo interesados en funcionar como una agencia de recaudación de dinero y otros (los mandos de la Guardia Civil) sólo velan por mantener sus privilegios». Es por esto por lo que la asociación se propone poner en marcha en enero una «huelga de bolis caídos» que no es otra cosa que una invitación a que los agentes no pongan ni una multa en todo el mes. Así, cuando sean sorprendidos en una infracción «se les invitará a realizar un esfuerzo de concienciación sobre sus responsabilidades y deberes». Sin boletín de denuncia y sin sanción, lo que contribuirá a reducir los ingresos de Tráfico.
Lo peor es que muchos agentes están abandonando la especialidad por otros destinos más atractivos. «Se marchan no sólo por la penosidad y la peligrosidad del trabajo, también por la desmotivación y la desilusión», expone el informe.
Y es que la especialidad de Tráfico es una de las que entrañan más riesgo. Registra 500 accidentes al año «con un importante número de heridos de todo tipo», dice el informe, lo que se traduce en una media de mil bajas mensuales. Desde que se creó, en 1959, se han registrado 302 fallecidos en acto de servicio en las carreteras.
La involución de la plantilla es otro de los males endémicos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. La penosidad y la peligrosidad no se ven compensadas económicamente. «Infinidad de horas de carretera sufriendo los rigores de la climatología con unas prendas de uniforme que se utilizan igualmente en verano que en invierno; eso sin contar que hay que estar, en palabras del director general de Tráfico, “pasándose ocho horas sólo en la carretera metiéndole el dedo en el ojo al ciudadano”».
No hay más que ver la evolución de la plantilla para comprobar el evidente desinterés por el destino: en la especialidad de motoristas en el año 1995 se convocaron 250 plazas y se presentaron 1.500 solicitudes; en 2000 unas 300 y se interesaron 1.400 agentes; ya en 2003 hubo menos solicitudes que plazas convocadas: 860 para 743 aspirantes ; en 2004 la situación fue aún peor, 500 plazas para 391 solicitantes. Después del curso, de estos 391 sólo aprobaron 107. La última convocatoria se ha realizado este año. Se convocaron 400 plazas y a probaron 176.
A día de hoy, de los 44 subsectores con que cuenta la Agrupación nueve se encuentran sin mando, que tampoco quieren este destino. Guadalajara no tiene desde hace dos años.
http://www.larazon.es/noticias/noti_nac1997.htm