Andamos metidos en Las Crónicas de Perejilandia, en el susto cotidiano ante la nadería moral, intelectiva, y la abulía nacional implantada a modo de endemia. Por una parte tenemos a toda la marujería mediática gritando con histeria ante la amenaza de la llegada de la Royal Navy a la "cueva de las 60.000 empresas-chorizo gibraltareñas". Continuamos con el complejo de inferioridad patológico que nos afecta, inferioridad ante la única población de Europa que cuenta con monos fuera del zoológico entre sus pobladores, y deberíamos quitarnos ese complejo de nenazas liberal-marxistoides pues hay gibraltareños a los que se les puede echar cacahuetes sin que nadie reclame por sus derechos humanos. A renglón seguido, tenemos a sus "excelencias políticas", en las que los herederos de los bufones y de los siervos de la gleba (o sea, Arturo Mas y los pingajos de AMAIUR, respectivamente), rinden pleitesía a la firmeza de los llanitos (partida de delincuentes comunes) que a grito pelado llaman a british mummy para que envíe sus barquitos de la HMS porque los españoles malísimos les quieren hacer pupa en sus intereses bastardos de contrabando de drogas y tabacos, evasiones fiscales, negocios de puterío, fraude fiscal a la Hacienda -7.000 de ellos viven en España ¿por qué será?, mientras están censados en El Pedrusco-, y un largo etc., de ilegalidades varias.
Pero es que es verdad, del mismo modo que nosotros tenemos nuestro peñasco llamado Perejil, nosotros somos la Perejilandia de los británicos. No está nada claro si la "Home Fleet" ya tenía programadas sus maniobras con anterioridad -anuales, afirma el Sr. Rajao-, o si están previstas "ad hoc" para hacer frente a la flota pesquera de bajura de la Bahía de Algeciras. Sea como sea, esto suena a coña marinera, porque la "Flota de Su Majestad" poco tiene que ver con la del Siglo XIX, siendo apenas algo superior a La Armada española, y, y...
The Royal Navy is Britain's Maritime Armed Force | Royal Navy
Armada Espaola - Redireccin
Que, además, juega en casa y la otra es la visitante. Porque el arqueo, el armamento, la dotaciones y la operatividad, son "comsi, comsá" para ambas "talasocracias locales". Ocho de sus unidades grandes, o sea, que debe de ser algo así como el 70% del total, recalará en el puerto del Pedrusco, mientras el portaviones lo hará -con permiso, por cierto-, en la base de Rota; habrá que preguntase si abarloado al J.C.I o a cierta distancia en otro muelle, así que los tambores de guerra suenan más bien a tamborrada donostiarra, o a las tortas que se dedicaran tripulantes y nativos en las tabernas portuarias como en las "pelis".
Aquí el problema no es de los llanitos (recordemos, esa partida de forajidos facinerosos que tenemos incrustados al Sur), ni es british (según una encuesta publicada por The Telegraph apenas hace 48 horas, la mayoría de los británicos creen que Gibraltar es español), sino de Perejilandia (no confundir con España, que ésta se encuentra secuestrada en manos de "Lengua de Serpiente" como le sucedía al Rey Théoden en ESDLA de Tolkien), que controlada por una recua de antiespañoles, traidores, renegados y apátridas, nos tienen con los pantalones bajados. A los primeros que habría que echar, pero a tortazo limpio, es a tanto mamarracho nacional y luego ya nos ocuparíamos de los llanitos, pues el problema es económico exclusivamente.
Hace ya mucho tiempo que Gibraltar dejó de ser un punto estratégico. En el mapa geoestratégico mundial sólo es un punto menor en una costa al Norte del Estrecho. Y esa leyenda urbana de que a Yanquilandia no le interesa que sea entregada la soberanía del Pedrusco, es un cuento tártaro para "niños infantiles". Y es que ya se dirá qué guarnición permanente hay en esa roca, aparte de los "bobies". Pero, es que además ¿para qué quieren los yankees un cacho de tierra rocosa en la que no están, si estratégicamente controlan todo el Mediterráneo Norte desde el Atlántico hasta el Adriático, a través de las bases de Rota y la de Italia. Durante la guerra que mantuvieron contra Sadam Hussein ¿en qué base estratégica repostaban sus bombarderos y cargaban su munición de bombas: en Gibraltar o en Rota? Pues ahí está la respuesta, que este litigio más viejo que comer es cosa de dos: dos sillas, dos negociadores y una mesa con unas tazas de té.
Escuchaba en televisión a un diplomático español experto en Gibraltar, afirmar que un amigo suyo mexicano le dijo en una ocasión: "vuestro problema es que cuando los ingleses os dan una patada respondéis como los perros, moviendo el rabo. Por eso os consideran unos perros."
