Re: La profunda falacia que esconde la palabra “homofobia”
Iniciado por
Montealegre
Destaco esto porque creo que es claramente lo que nos toca hacer:
Está claro, ¿qué tal empezar por llamarlos heterófobos? El dimorfismo sexual es una característica muy señalada en la naturaleza de los animales de sangre caliente. El dimorfismo sexual es una característica evidente en el ser humano. Es decir, compartimos esa misma característica con esas especies animales, y a nadie en su sano juicio se le ocurre plantear que esas diferencias en dichas especies son un rasgo adquirido culturalmente. Aparte de lo que es evidente, enfocado desde el más estricto análisis somático -rasgos propios de la mujer de los que el hombre carece, o viceversa-, hasta las tendencias naturales en la infancia. Tal vez, para quienes si consideramos que tenemos algo que hacer, habrá que explicar a esa gente y a quienes empatizan con ellos, lo que es "cultura" y lo que es "naturaleza". Así pues, los habrá que deberían sacrificarse y aprender los elementos característicos de la "teoría sociobiológica" explicada por O.Wilson (Sociobiología: La nueva síntesis). Este "instrumento" de la ciencia positivista podría contener la clave para acabar con las ensoñaciones de estos "alegres gays".
Última edición por Valmadian; 18/01/2014 a las 02:31
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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