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Recuperar la vida
Reconquista del Espíritu (III): Recuperar la vida
El liberalismo o el “alma liberal”, en un amago de autocomplacencia, se hace una cierta idea del concepto de hombre; sólo ve en él un cliente que satisfacer, unas manos que ocupar, un vientre que llenar, un cerebro donde imprimir machaconamente sus consignas favorables a la venta de sus productos y a la toma de posesión de sus consignas. Así, en poco tiempo, ha creado una suerte de civilización donde un hombre prodigiosamente disminuido, empequeñecido, pueda moverse como pez en el agua. Es un mundo servil que potencia la existencia básica del hombre no prefigurada a imagen de Dios, sino a una grotesca imagen que aquel alma “liberal” tiene constituida, es decir, de un hombre reducido a un doble estado igualmente miserable: el de consumidor y el de contribuyente.
Las civilizaciones de antaño eran formadas, poco a poco, a través de los siglos, por el esfuerzo más o menos consciente de todos los hombres que las formaban. Ésta que sufrimos en nuestros días, ha sido como impuesta desde fuera y posee medios cada vez más poderoso para mantenerse contra la voluntad misma de los hombres que la alimentan; pues es capaz de actuar sobre la voluntad, dominarla, dirigirla a su capricho. ¿No es esto lo que ya está sucediendo?.
Pues bien, por todo ello, es por lo que digo que el mundo moderno no puede ni podrá nunca ser nunca una civilización sino una contra-civilización. Una civilización no hecha para el hombre sino que pretende al hombre para ella… a su imagen y semejanza… usurpando así el lugar de Dios.
Habitamos en un mundo que está jodidamente enfermo y por ello es necesario, en primer lugar - antes que nada - reespiritualizar al hombre. Para ello será necesario movilizar lo más aprisa posible todas las fuerzas del Espíritu que dejamos olvidadas por el camino. ¡Quiera Dios que este bramido de orden parta de mi país, hoy humillado! el derecho que nuestro pueblo ha merecido a lo largo de su gran historia, es posiblemente el derecho de volver a coger hoy las ideas que antaño difundió abundantemente por el mundo y que el interés, la mala fe, la desgracia, la necedad, han explotado, deformado, gastado, hasta el punto de que él mismo ya no las reconoce.
Recuperar ese espíritu - como decía don Ramiro- no es acaso ¿recuperar la vida?
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El Rincón de Don Rodrigo: Reconquista del Espíritu (III): Recuperar la vida
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Re: Recuperar la vida
In sudore vultus...
El poco trabajo que se crea es a costa de vender el alma y la dignidad a través del trabajo, es decir, es el síntoma de la lógica imposibilidad del hombre de lograr su identidad a través del trabajo que realiza.
No somos nuestro trabajo.
Se destruye trabajo más seguro, aumenta la precariedad, los falsos autónomos, la temporalidad y la jornada parcial, caen los ingresos en la Seguridad Social. Al final bajará el paro y la máxima "no importa lo que te paguen mientras tengas empleo" será la norma.
El trabajo se idolatra, deja de ser un medio para convertirse en un fin.
La salud del hombre depende del bienestar de su alma y no de que clase de trabajo desempeñe (si es que lo tiene); hemos de reconquistar el alma perdida para escupir sobre este proceso, separar los meros métodos de empleo de la subsistencia del hombre, etc… al final todo se resume en un persistente pecado: subvertir medios por fines.
Reconquista tu espíritu.
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Re: Recuperar la vida
Apuntes para la Reconquista del espíritu (IV): Firme y erguido.
No te dejes vencer por nada extraño a tu espíritu ; piensa, en medio de los accidentes de la vida, que tienes dentro de ti una fuerza madre, algo fuerte e indestructible, como un eje diamantino, alrededor del cual giran los hechos mezquinos que forman la trama del diario vivir; y sean cuales fueren los sucesos que sobre ti caigan , sean de los que llamamos prósperos o de los que llamamos adversos, o de los que parecen envilecernos con su contacto , mantente de tal modo firme y erguido que al menos se pueda decir siempre de ti que eres un hombre.
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Re: Recuperar la vida
Reflexiones castellanas: Reivindiquemos la belleza.
El amor, como resuelve San Juan, es la primera y será la última palabra. Pero ¿cuáles son las causas del amor? Vázquez de Mella afirmaba sin dejar lugar a la duda que eran la bondad y la belleza; dos hermanas gemelas que andaban siempre juntas, abrazadas , a la Verdad ,que venía a ser la hermana mayor.
Donde quiera que veáis la belleza y la Verdad, allí está el amor para dirigiros a ellas y encenderlo con sus llamas. Y donde quiera que esté el amor, allí estarán la bondad y la belleza para inflamarle.
El mundo en el cual vivimos es generalmente feo, malintencionado y falso. Un mundo que niega la Verdad y que es traicionero no puede ser bello.
Luchemos por la belleza que no es otra cosa que combatir por la Verdad...no hay nada más noble.
Como dice un amigo <<amor sin límites por la civilización y la cultura>>.
La belleza es nuestra, reivindiquémosla.
Amén.
El Rincón de Don Rodrigo: Reflexiones castellanas: Reivindiquemos la belleza.