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El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
CARLOOCTAVISMO, LA FARSA DEL RÉGIMEN TOTALITARIO
LOS DOCUMENTOS HABLAN POR SI MISMOS.
TRANSCRIPCIÓN DE UN DOCUMENTO PÚBLICO EDITADO POR EL AUTODENOMINADO CARLOS “VIII”
Carlos VIII, nieto de S. M. el Rey Carlos VII
DEBER DE ESPAÑOLES
Fieles a la afirmación Española de S. M. el Rey Carlos VII: Cuando la Patria está en peligro no existen Partidos, no hay más que Españoles, toda acción política, que se oponga actualmente al Generalísimo Franco, la debemos considerar subversiva, merecedora de la más severa sanción, como delito de lesa Patria. Pero la nobilísima acción del Caudillo para la reconstrucción de España en todos su valores será coronada, cuando él lo señale, con una Monarquía Española Legítima; por esta razón, nuestro deber de Españoles es presentar al Rey Legítimo de España, nieto del inolvidable Rey Carlos VII: A Carlos Habsburgo Borbón futuro Rey de España.
En la página anterior puede leerse:
¡VIVA CARLOS VIII!
¡¡Franco y Carlos VIII para el Imperio Español!!
Mientras tanto se publicaba este panfleto, don Javier I, don Manuel Fal Conde y un gran número de auténticos y leales carlistas sufrían destierro, cárcel y persecuciones. Se vivían los sangrantes hechos de Begoña, etc.
Para muestra, un botón. Veamos la situaciones que soportaban los carlistas leales por parte del régimen del general Franco que tanto alababa el autodenominado Carlos “VIII”:
DETENCIONES CON MOTIVO DE LA FIESTA DE LOS MÁRTIRES DE LA TRADICIÓN
Días antes de la fiesta de los Mártires de la Tradición fueron detenidos en Madrid dos jóvenes tradicionalistas que repartían propaganda y estuvieron en prisión treinta y cinco y cuarenta días, respectivamente, sin acusación formal alguna. (Llevaban ese número de días al imprimirse la hoja, autentificada, que nos sirve de fuente.)
A la salida de los funerales celebrados el domingo día 12 de marzo en Valladolid y en Orense hubo varios detenidos.
Mayor fue la represión en Madrid, donde se celebró el domingo día 12 un funeral en la iglesia del Convento de la Encarnación. Había en los alrededores gran despliegue de la Policía Armada. A la salida de la Misa se dieron gritos de ¡Viva el Rey! Y otros análogos. Fueron detenidos allá mismo treinta y dos jóvenes, todos carlistas, y entre ellos cinco margaritas. Permanecieron en los calabozos de la Dirección General de Seguridad, sin acusación formal, quince días. Se impusieron multas por un total de 151.500 pesetas. Cinco de los detenidos varones fueron enviados después, esposados, al campo de concentración de Nanclares de la Oca, por orden del Director General de Seguridad, Francisco Rodríguez Martínez. Era Ministro de la gobernación Blas Pérez González.
Fuente: APUNTES Y DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DEL TRADICIONALISMO ESPAÑOL 1939 -1966 DE DON MANUEL DE SANTA CRUZ. TOMO 6. 1944. CAPÍTULO IV, PERSECUCIONES. PÁGINAS 106 Y 107.
VIAJE POR NAVARRA
Uno de los circuitos recorridos por Don Carlos (VIII) fue el de varios pueblos de Navarra, y en especial, Cascante, donde vivía el gran jefe carlista don Emilio Dean Berro, ya anciano. Cuando llegó acompañado de músicas y vítores a la casa solariega de éste, en la que se detuvo a descansar, éste le recibió en el inmenso portal, recitando como el anciano Simeón, el salmo “Nunc dimitis servum tuum Domine in pace, quia viderunt oculi mei salutare tuum”. Menos impresionable fue otro carlista famoso en la región, el doctor don Carlos Munárriz Escondrillas, que se ausentó discretamente el pueblo y le dejó una carta respetuosa en la que se declaraba víctima de dos sentimientos contrapuestos: uno, el de quedarse a rendirle homenaje y reconocerle como Rey, y otro, de perplejidad al verle viajar custodiado y asistido por la policía franquista, la misma que encarcelaba a otros carlistas por el mero hecho de gritar “¡viva el Rey!”. (Narración verbal del doctor Munárriz al recopilador).
Fuente: APUNTES Y DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DEL TRADICIONALISMO ESPAÑOL 1939 -1966 DE DON MANUEL DE SANTA CRUZ. TOMO 6. 1944. CAPÍTULO VII, ACTIVIDADES DE DON CARLOS VIII. PÁGINAS 136 Y 137.
NOTAS DE GIL-ROBLES EN SU LIBRO: “LA MONARQUÍA POR LA QUE YO LUCHÉ”
Anotación correspondiente al día 21 de Febrero de 1944. Gil Robles cuenta que se ha constituido una junta asesora del infante don Alfonso, representante de don Juan en España, y luego textualmente escribe: “Franco, que ya debe tener noticia de la constitución de esta junta, no ha reaccionado hasta ahora violentamente, aunque si por medios solapados e insidiosos, como folletos con un árbol genealógico injurioso para don Juan, postales con la fotografía de un hijo de doña Blanca –nieto, por consiguiente, de don Carlos por vía materna-, al que se pretende erigir en Carlos VIII, etc.”
Día 13 de marzo de 1944: “Ya está en Madrid el famoso “Carlos VIII”, festejado por falangistas y autoridades. Con este episodio, Franco da la total medida de… su proceder, Pretende resucitar –ahora que, por fortuna, está muerta- la cuestión dinástica que costó a España tres guerras civiles, y todo para introducir en la vida pública un elemento de confusión que le permita seguir en el poder; es una de las maniobras más indignas que puede llevar a cabo un gobernante”
Fuente: APUNTES Y DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DEL TRADICIONALISMO ESPAÑOL 1939 -1966 DE DON MANUEL DE SANTA CRUZ. TOMO 6. 1944. CAPÍTULO VII, ACTIVIDADES DE DON CARLOS VIII. PÁGINAS 148 Y 149.
Veamos que decía, bastantes años antes, don Alfonso Carlos I.
Al señor Fal Conde desautorizando la Asamblea disidente de Zaragoza
Querido D. Manuel Fal Conde: Acabo de tener noticia de una Asamblea titulada Carlista, celebrada hace poco en Zaragoza, para designar mi sucesor en la Monarquía Legítima Española.
Quiero hacer público que esa reunión se ha de celebrar a espaldas de nuestra Comunión Tradicionalista Carlista, única que sigue mi causa y única auténtica carlista, cuya principal virtud es su lealtad a los Reyes legítimos y su inquebrantable decisión de no entregarse al que no lo sea, según la doble legitimidad de origen y ejercicio, jurando nuestros principios y reconociendo la legitimidad de mi rama.
Y aunque los leales no necesitan repita que esa disidencia esté declarada no son dolor por mí, fuera de mi partido, bueno es que lo recuerdes para conocimiento del público en general, no pertenecen a la Comunión y obran contra mis expresas órdenes.
Nadie puede elegir mi sucesor sin mi concurso, ni menos en forma plebiscitaria, más propia, como ya dije otra vez, de elecciones a presidente de una república.
A cuantos seducidos o engañados se hayan dejado llevar de esas tendencias y caído en actos de tal rebeldía, nuevamente les llamo al seno de la Comunión Tradicionalista, donde todo buen carlista debe estar disciplinado a las órdenes de las autoridades nombradas por mí, y seguros de que Dios asiste a la Causa defensora de sus derechos, y seguros también que jamás consentiré designar para mi sucesor a uno que no tenga todos los principios carlistas.
Con las más cariñosas memorias, querido D. Manuel Fal Conde, quedo de corazón tu afectísimo
ALFONSO CARLOS
25 de mayo de 1935.
EL QUE TENGA OIDOS……
Fuente: CARLISME CATALA
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Pues con todos mis respetos, lo cierto es que tanto Fal Conde como don Javier también juraron obediencia militar y reconocieron a Franco como jefe supremo del bando nacional al que se unieron todos los carlistas; cosa lógica por supuesto, al obedecer al principio clásico de unidad de mando en guerra. Otra cosa es que no estuvieran deacuerdo con el decreto de unificación y Fal Conde tuviera que exiliarse, (don Javier marchó a Francia voluntariamente aunque después volvería); algo parecido le pasó a don Manuel Hedilla en el campo falangista, (que también se puso a las órdenes de Franco por cierto), pero también contrario a la unificación del 37.
Y eso de que el carloctavismo fue un "invento" del Régimen, también es bastante discutible; los carlistas que optaron por ésta opción (pocos hay que decirlo), tenían sus razones dinásticas (y no baladíes), al ser en efecto, Carlos "VIII" el nieto mayor (por vía femenina) de don Carlos VII. En todo caso, siendo rigurosos, podría decirse que un sector de carlistas afectos al régimen (había otros también afectos pero no carloctavistas), quienes lo defendían como candidato.
Por supuesto, nunca estuvo en proyecto de ser proclamado rey, por mucho que fueran él y sus partidarios fieles al Régimen; se casó morganáticamente y además murió muy pronto, en el 53.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Pues con todos mis respetos, lo cierto es que tanto Fal Conde como don Javier también juraron obediencia militar y reconocieron a Franco como jefe supremo del bando nacional al que se unieron todos los carlistas; cosa lógica por supuesto, al obedecer al principio clásico de unidad de mando en guerra. Otra cosa es que no estuvieran deacuerdo con el decreto de unificación y Fal Conde tuviera que exiliarse, (don Javier marchó a Francia voluntariamente aunque después volvería); algo parecido le pasó a don Manuel Hedilla en el campo falangista, (que también se puso a las órdenes de Franco por cierto), pero también contrario a la unificación del 37.
Doble Aguila. La Comunión, en virtud del Pacto suscrito por Don Javier-Fal Conde con el General Mola (representante de la sublevación militar en la Península) se puso a las órdenes, en materia militar, del General Sanjurjo, Jefe Supremo del Alzamiento y, tras su muerte (¡Ay! Dios lo quiso así, hágase Su voluntad. De no haber muerto nos hubiéramos ahorrado al traidor Franco) se puso bajo las órdenes del órgano colegiado que le sustituyó, esto es, la Junta de Defensa Nacional, la cual a su vez nombró para mando único militar al General Franco. Por supuesto, la Comunión y sus Requetés continuaron, en virtud del Pacto del Alzamiento, poniéndose a las órdenes, en materia militar, del Éjercito, representado en este último caso por el General Franco. La Comunión no tenía ningún problema con Franco, como digo, como jefe militar (en virtud, como usted señala, de la necesidad práctica de un mando único siempre en toda guerra); el caso es que se le concedió por la Junta (en situación un tanto rara, pero no entro en este asunto) también el poder político, y de ahí comenzaron los problemas posteriores, cuando éste, en virtud de ese poder, comenzó a dictar órdenes arbitrarias contra los que, supuestamente, eran sus aliados (¡y vaya si lo demostraban con creces en el campo de batalla!), esto es, los javieristas (por entonces ya había fallecido el Rey Alfonso Carlos I, al que sustituyó Don Javier en la Jefatura de la Comunión) así como contra sus representantes.
Fal Conde no "tuvo que exiliarse", sino que lo expulsó Franco en una de sus primeras medidas políticas arbitrarias dando por excusa o pretexto la creación de una, por otra parte necesaria, Academia Militar de Requetés (cosa lógica y normal que también habían hecho los falangistas por su parte y no había suscitado ningún problema). Don Javier no "marchó a Francia voluntariamente", sino que fue expulsado, en otra medida política arbitraria, por Franco, sin especificar motivo alguno. Por supuesto "después volvería" varias veces, siendo expulsado otras tantas hasta su definitiva en 1968 (y siempre sin expresión formal de motivo específico ninguno).
Cita:
Y eso de que el carloctavismo fue un "invento" del Régimen, también es bastante discutible; los carlistas que optaron por ésta opción (pocos hay que decirlo), tenían sus razones dinásticas (y no baladíes), al ser en efecto, Carlos "VIII" el nieto mayor (por vía femenina) de don Carlos VII. En todo caso, siendo rigurosos, podría decirse que un sector de carlistas afectos al régimen (había otros también afectos pero no carloctavistas), quienes lo defendían como candidato.
Por supuesto, nunca estuvo en proyecto de ser proclamado rey, por mucho que fueran él y sus partidarios fieles al Régimen; se casó morganáticamente y además murió muy pronto, en el 53.
Siempre trato de ser cuidadoso en mis frases (aunque, por desgracia, parece ser que casi nunca lo consigo). Yo no digo que Franco inventara el carloctavismo, pues éste, efectivamente, ya existía antes de Franco (se originó durante la II República). Lo que sí hizo Franco, en el marco y contexto de su constante campaña por destruir a la Comunión, fue patrocinar, esto es, favorecer y potenciar este no pequeño, sino pequeñísimo e insignificante movimiento (financiación, medios de comunicación, ausencia de represión, etc...), hasta que finalmente se terminó con la muerte del llamado Carlos "VIII". Los que lo defendían como candidato eran, obviamente, afectos al régimen por la única razón de que el régimen favorecía oficialmente a su candidato (dentro de los verdaderos fines destructivos antes mencionados, pues Franco ya sabía, por lo menos desde 1948, la dinastía por la que se iba a decantar y a la que iba a favorecer, para desgracia de los españoles que seguimos pagando las consecuencias hoy en día).
Los otros afectos al régimen (fuera del carloctavismo) a los que usted se refiere, no es que fueran sectores o grupos, es que simplemente eran personalidades individuales que, actuando por su cuenta y riesgo, se apartaron de la Comunión para integrarse en el sistema franquista: en los primeros años encontramos a personalidades como el Conde de Rodezno o Esteban Bilbao; más tarde, durante la etapa de "oposición moderada" o "política de mano tendida" de Don Javier con Franco (1955-1969, con Jefatura Delegada de Jose María Valiente, que había sustituido a Fal Conde en 1955) hubo algunas personalidades que se extralimitaron en su colaboracionismo, quedándose también un tanto separados de la Comunión y de su disciplina política (aunque, dicho sea de paso, sin mengua de su filia hacia Don Javier): son los Zamanillo, Fagoaga, José María Codón, Forcadell y algunos pocos más.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Martin Ant; sinceramente, en ningún momento el régimen de manera "oficial", tal como afirmas, apoyó a Carlos "VIII". No existe declaración, ni decreto gubernativo alguno que así lo pruebe; en todo caso habría algunas personalidades que a título individual mostraran sus simpatías; pero lo más que se puede decir es esto.
Por otra parte, no estoy yo deacuerdo tampoco en que don Javier aunara a la gran mayoría de carlistas a raíz del decreto de unificación; y ésto, ya lo conozco más de cerca por razones familiares. Cuando el regente decretó que aquel que aceptara la unificación se situaba fuera de la Comunión, pues la verdad es que no le hicieron demasiado caso, prácticamente, con alguna algarada en retaguardia de muy poca entidad, ninguno. El requeté siguió combatiendo y obedeciendo al mando supremo tan normal, y después a desfilar el día de la victoria y todo lo demás.
La gente tiene que saber, que don Javier por aquel entonces, tampoco es que fuera muy conocido por los requetés "de a pié" (no existía ni la tele, y la radio no hablaba de éstas cosas), había algunos periodicos, pero los requetés sólo reconocían como reyes INEQUÍVOCOS Y LEGÍTIMOS a los de la rama DIRECTA, que por desgracia se extinguió con don Alfonso Carlos; era muy difícil convencerles de que tenían que aceptar como rey a un sobrino colateral de aquí u otro de allá, eran gentes sencillas y nobles en la mayoría de casos, siempre con ciertas desconfianzas. Los pleitos de tipo dinástico a partir de ahí, fueron totalmente ajenos a muchísimos carlistas (como los de mi familia), que no encontraban un heredero claro a la corona ni mucho menos, con los resultados conocidos.
Don Javier, fue nombrado EXCLUSIVAMENTE "regente", cuestión que se olvida con mucha facilidad, pero que tiene una importancia capital a la hora de entender la verdadera historia del carlismo, y su triste evolución posterior. Por otro lado, para el profano que no conozca las interioridades del carlismo, puede imaginar que la Comunión era "la voz" del carlismo; pero la realidad histórica es que la verdadera "voz" del Carlismo era la TRADICIÓN FAMILIAR de padres a hijos, y aquí para bién o para mal, cada uno era un poco de su padre y de su madre.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Martin Ant; sinceramente, en ningún momento el régimen de manera "oficial", tal como afirmas, apoyó a Carlos "VIII". No existe declaración, ni decreto gubernativo alguno que así lo pruebe; en todo caso habría algunas personalidades que a título individual mostraran sus simpatías; pero lo más que se puede decir es esto.
Pero es que yo no hablaba de que el apoyo fuera "oficial" (decretos gubernativos, declaraciones públicas de Franco, etc...). No hace falta ni es requisito sine qua non hacer que algo sea oficial para apoyarlo: simplemente basta con dar las instrucciones y órdenes precisas para apoyarle y fomentarle (libertad de publicaciones, difusión de noticias sobre Carlos "VIII" y sus seguidores en los medios de comunicación, ausencia de detenciones o represiones en sus actos públicos, financiación, etc...). No hay incompatibilidad. Una cosa no quita la otra. Este apoyo sólo lo hacía como una forma más, entre otras, de destruir a la Comunión y no porque realmente considerara en serio a Carlos "VIII". Desconozco si éste conocía o no la farsa que, en última instancia, radicaba en todo eso (es decir, utilizarle como simple medio para atacar a la Comunión), pero lo cierto es que ni él ni sus seguidores les "hacían ascos", ni mucho menos, a esos "regalos" de Franco. Contrástese con lo que le ocurría a los javieristas (en sus publicaciones, en sus actos públicos, etc...) para completar el cuadro y aclarar lo que quiero decir con apoyo o patrocinio de Franco.
Cita:
Por otra parte, no estoy yo deacuerdo tampoco en que don Javier aunara a la gran mayoría de carlistas a raíz del decreto de unificación; y ésto, ya lo conozco más de cerca por razones familiares. Cuando el regente decretó que aquel que aceptara la unificación se situaba fuera de la Comunión, pues la verdad es que no le hicieron demasiado caso, prácticamente, con alguna algarada en retaguardia de muy poca entidad, ninguno. El requeté siguió combatiendo y obedeciendo al mando supremo tan normal, y después a desfilar el día de la victoria y todo lo demás.
Confunde usted de nuevo el plano militar con el plano político. "El requeté siguió combatiendo y obedeciendo al mando supremo" única y exclusivamente porque Don Javier-Fal Conde no dieron en ningún momento contraorden en sentido contrario, sino que siempre mantuvieron vigente (en virtud del Pacto del Alzamiento) la orden inicial de movilización de los Requetés a las órdenes del Ejército y de sus representantes y jefes (en aquel entonces Franco, como Jefe militar supremo). Y que no se diga que los Requetés no hubieran obedecido la contraorden (y razón no les faltaba a los representantes de la Comunión para darla a raíz de las primeras medidas traidoras que en materia política estaba tomando Franco en contra de sus socios y compañeros de guerra) pues Mola ya sufrió en sus propias carnes, durante las negociaciones previas al Alzamiento, la verdad de a quién guardaban, en última instancia, lealtad los Requetés y sus mandos. Por supuesto, jamás dieron esa contraorden pues el objetivo primordial patriótico era la derrota de los rojos, objetivo que hubiera quedado muy comprometido con esa medida, así que Don Javier-Fal Conde tuvieron que "tragar" y "hacer de tripas corazón", entonces, por el bien supremo de la Patria.
La orden de prohibición de aceptar el Partido Único Totalitario sólo fue rechazada por algunas ínfimas excepciones individuales (Esteban Bilbao, Conde de Rodezno y alguno más); todo el pueblo español legitimista se fue tras Don Javier después del final de la guerra. Le recomiendo mucho el libro "REQUETÉS" editado hace unos pocos años donde podrá ver usted una muestra representativa del sentir de los javieristas al terminar la guerra, resumida en la frase "victoria militar en la guerra, defraudación política en la paz".
Cita:
La gente tiene que saber, que don Javier por aquel entonces, tampoco es que fuera muy conocido por los requetés "de a pié" (no existía ni la tele, y la radio no hablaba de éstas cosas), había algunos periodicos, pero los requetés sólo reconocían como reyes INEQUÍVOCOS Y LEGÍTIMOS a los de la rama DIRECTA, que por desgracia se extinguió con don Alfonso Carlos; era muy difícil convencerles de que tenían que aceptar como rey a un sobrino colateral de aquí u otro de allá, eran gentes sencillas y nobles en la mayoría de casos, siempre con ciertas desconfianzas. Los pleitos de tipo dinástico a partir de ahí, fueron totalmente ajenos a muchísimos carlistas (como los de mi familia), que no encontraban un heredero claro a la corona ni mucho menos, con los resultados conocidos.
No es que fueran "gentes sencillas y nobles" en la mayoría de los casos; lo eran en TODOS LOS CASOS. Invito a que lea sus declaraciones en el volumen "REQUETÉS". Su lectura impresiona muchísimo: son auténticos héroes, y yo no les llego ni a la suela de los zapatos (¿estaría a la altura si nos encontráramos en una coyuntura bélica parecida próximamente? ¡Dios me dé fuerzas si llegara el caso!).
La recepción de Don Javier como depositario de la Legitimidad política española (entonces a título de Regente) no tuvo masivamente contestación u oposición de ningún tipo entre el pueblo español legitimista. Todos le aceptaron. Todos lo conocían por las publicaciones clandestinas y, en última instancia, por el mejor medio de comunicación de todos: "radio macuto" o el boca o boca. Como botón de muestra o ejemplo representativo, basta ver la recepción masiva que tuvo Don Javier y su hija Doña Francisca cuando fueron recorriendo diversas localidades españolas en su viaje de 1951 (antes de ser expulsados, de nuevo, por enésima vez, si es que hacía falta recordarlo).
Otra cosa distinta es lo que usted señala de que "no encontraban un heredero claro a la corona" (al final la aceptó el propio Don Javier en 1952 en el marco del Congreso Eucarístico de Barcelona). Pero lo que no dudaba nadie era en reconocer a Don Javier como poseedor de la Legitimidad política española (por entonces, como digo, no a título de Rey sino de Regente), en virtud del reconocimiento, "por esas gentes sencillas y nobles", a las últimas instrucciones dadas por el Rey Alfonso Carlos antes de su muerte en el Real Decreto de 1936 y documentos adyacentes.
Cita:
Don Javier, fue nombrado EXCLUSIVAMENTE "regente", cuestión que se olvida con mucha facilidad, pero que tiene una importancia capital a la hora de entender la verdadera historia del carlismo, y su triste evolución posterior. Por otro lado, para el profano que no conozca las interioridades del carlismo, puede imaginar que la Comunión era "la voz" del carlismo; pero la realidad histórica es que la verdadera "voz" del Carlismo era la TRADICIÓN FAMILIAR de padres a hijos, y aquí para bién o para mal, cada uno era un poco de su padre y de su madre.
Y también se olvida con mucha facilidad que en el Real Decreto no se excluía la posibilidad, una vez hechas las debidas comprobaciones, de que Don Javier fuera el sucesor de D. Alfonso Carlos a título de Rey (y además añadía el propio D. Alfonso Carlos que ésa sería su solución ideal). En aquel entonces no existía disociación o divorcio entre la "voz" de la Comunión y la "tradición familiar de padres a hijos". Sí la hubo a partir del giro copernicano de Carlos Hugo tras su expulsión de 1968 y la declaración de Juan Carlos como sucesor de Franco en 1969 (con la aparente o supuesta -y recalco lo de aparente o supuesta, aunque no me quiero explayar porque esto es tema de otro hilo abierto recientemente- aquiescencia de su padre Don Javier). Esta ruptura o disociación (entre Carlismo "oficial" o "voz" de la Comunión y Carlismo real o tradición familiar) se trató de recomponer, tras la muerte de Don Javier, por medio de su digno hijo Don Sixto Enrique de Borbón, que recogió la Bandera de la Legitimidad Política Española. Y así estamos hasta hoy.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Con todo el cariño y respeto Martín Ant, decir que "la voz" de la Comunión y la voz (habría que decir "voces", incesantes y muchas veces contradictorias), de la "tradición familiar de padres a hijos", que había en cada solar de cada familia carlista eran UNA, "sin ruptura o disociación" como afirmas; puede ser bonito pensarlo o imaginarlo, incluso romántico (me gusta la idea), pero es engañarse completa y totálmente sobre lo que fue la composición del carlismo de aquella época. Lo siento, pero yo sobre ésto hablo de primera mano, al ser en parte, de familia requeté.
Cuando "invitaron" a exiliarse a Fal Conde o don Javier, créeme, a casi nadie le importó demasiado, y ni hubo protestas unánimes, ni algaradas ni revueltas, quitando algún grito suelto y en RETAGUARDIA, supongo que por parte de "caballeros" que se ocupaban de la "gestión política" más que de la trinchera claro. El falangista y grandísimo escritor navarro García Serrano, que luchó codo a codo con los requetés, se ríe no poco de éstas cosas en alguna de sus obras, "Diccionario para un macuto" creo recordar.
Ten en cuenta, que los requetés de la época provenían de sitios de lo más variopintos, no hay que dejarse engañar: Desde la T.Y.R.E o "el Bloque" donde habían ido a parar algunos, hasta los "mellistas" del antiguo Partido Católico Tradicionalísta (grupo mayoritario con diferencia sobre los demás, y bastante alejado de cuestiones dinásticas), pasando por los "integrístas" (donde militaba mi familia) del más antiguo aún Partido Católico Nacional de Nocedal, los "praderístas" o los "jaimístas".
A don Javier lo nombraron "regente", para encontrar algún sucesor a don Alfonso Carlos (sin menoscabo de sus propios derechos), pero es que sus derechos eran muy pocos, ni siquiera ostentaba la JEFATURA de su propia Casa Real, que recaía en su medio hermano mayor, Elías I, al que sucedió su hijo Roberto II. Don Javier no fue duque de Parma hasta 1974 nada menos, cuando su medio sobrino murió sin descendencia; entre otras cosas por eso tardó tanto en "dejarse coronar" por sus partidarios, el hombre tenía conciencia (en aquellos tiempos, que luego la perdió). Además, tampoco era descendiente directo de la rama carlista, sino que era hijo de una cuñada de don Alfonso Carlos. Considerando también que la rama Borbón-Parma es una rama menor de los Borbones, con otras de mayor entidad por encima, ni por asomo te pienses que la gran mayoría de los Carlístas se lo creyeron como "REY" de España, ni muchísimo menos, era un auténtico desconocido en aquella época.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Con todo el cariño y respeto Martín Ant, decir que "la voz" de la Comunión y la voz (habría que decir "voces", incesantes y muchas veces contradictorias), de la "tradición familiar de padres a hijos", que había en cada solar de cada familia carlista eran UNA, "sin ruptura o disociación" como afirmas; puede ser bonito pensarlo o imaginarlo, incluso romántico (me gusta la idea), pero es engañarse completa y totálmente sobre lo que fue la composición del carlismo de aquella época. Lo siento, pero yo sobre ésto hablo de primera mano, al ser en parte, de familia requeté.
Entiendo "por aquella época" que se refiere usted a la inmediatamente después de terminada la Cruzada. Ciertamente, una vez finalizada la guerra, hubo muchas familias que se retiraron de la vida militante y se marcharon a sus casas (en una conferencia de hace unos pocos años D. Luis Infante decía que la Comunión se había reducido después de la guerra a una centésima parte de lo que era antes del Alzamiento). Pero lo que quiero decir es que la porción que quedó, por decirlo así, "activa" era toda ella javierista. Es decir, en las concentraciones públicas que podían hacer los legitimistas tradicionalistas (Quintillo, Villarreal de los Infantes, Begoña, Montserrat, etc...) no aclamaban como Abanderado o Cabeza Visible de la Tradición a Juan Battemberg, a Franco, a Carlos "VIII"... sino a Don Javier. Esto es así. Échele un vistazo a las publicaciones clandestinas de la época.
Cita:
Cuando "invitaron" a exiliarse a Fal Conde o don Javier, créeme, a casi nadie le importó demasiado, y ni hubo protestas unánimes, ni algaradas ni revueltas, quitando algún grito suelto y en RETAGUARDIA, supongo que por parte de "caballeros" que se ocupaban de la "gestión política" más que de la trinchera claro. El falangista y grandísimo escritor navarro García Serrano, que luchó codo a codo con los requetés, se ríe no poco de éstas cosas en alguna de sus obras, "Diccionario para un macuto" creo recordar.
No hubo "protestas" ni "algaradas ni revueltas" de los Requetés porque, como ya señalé, así lo quisieron Don Javier y Fal Conde y, por tanto, los combatientes legitimistas permanecieron en sus puestos de combate a las órdenes de sus mandos del Ejército, conforme a las instrucciones iniciales de Don Javier-Fal Conde en la antesala del Alzamiento y nunca modificadas en sentido contrario por éstos.
Esto por lo que respecta al frente.
Por lo que respecta a la retaguardia, los primeros efectos de la constitución del Partido Único totalitario no se hicieron esperar: cierre de círculos, cierre e incautación de periódicos y prensa, detenciones por desobediencia a la imposición de los símbolos y la propaganda del Partido Único, cierre e incautación de sindicatos tradicionalistas, cierre e incautación de asociaciones juveniles, universitarias y femeninas tradicionalistas, etc..., etc... Comprenderá usted con qué "alegría" recibieron los javieristas de la retaguardia todas estas nuevas medidas que les iban imponiendo a la fuerza los nuevos lacayos del Partido Único (casi todos ellos, por cierto, y todo sea dicho, sin antecedentes falangistas de la Vieja Guardia; y por supuesto sin antecedentes tradicionalistas, aunque esto último no hacía falta ni decirlo). Estos "caballeros" del Partido Único que se ocupaban en la retaguardia de las "nobles" actividades antedichas son aquéllos de los que se quejaba, efectivamente, el gran falangista (éste sí de verdad) Don Rafael García Serrano.
Cita:
Ten en cuenta, que los requetés de la época provenían de sitios de lo más variopintos, no hay que dejarse engañar: Desde la T.Y.R.E o "el Bloque" donde habían ido a parar algunos, hasta los "mellistas" del antiguo Partido Católico Tradicionalísta (grupo mayoritario con diferencia sobre los demás, y bastante alejado de cuestiones dinásticas), pasando por los "integrístas" (donde militaba mi familia) del más antiguo aún Partido Católico Nacional de Nocedal, los "praderístas" o los "jaimístas".
Sí. Efectivamente. "Provenían de sitios de los más variopintos". ¿Y qué? Todos ellos se unieron a la Comunión en 1931 con la llegada de la República, poniéndose a las órdenes del Rey Jaime III (y no del Rey Alfonso Carlos, como equivocadamente afirman algunos pseudohistoriadores, equivocándose en la cronología de la efectiva incorporación a la Comunión de todos esos grupos políticos). A la muerte de Jaime III, se pusieron bajo el Rey Alfonso Carlos, y obedecieron las órdenes de Don Javier (como representante del Rey Legítimo) de movilización para el Alzamiento, y después siguieron reconociendo a Don Javier como la nueva Cabeza y Jefe de la Comunión tras la muerte de Don Alfonso Carlos y tras el término de la guerra (los que no se fueron a sus casas y siguieron en la Comunión militante, conforme a lo señalado anteriormente).
El caso del integrismo (ya que usted lo menciona por tocarle familiarmente de cerca) resulta, en este sentido, ejemplar en la figura de su Jefe Nacional, Don Juan de Olazábal y Ramery, el cual se incorporó a la Comunión rechazando toda posición de mando o superioridad, y solamente quiso entrar como legitimista "de base", sin menoscabo, eso sí, de su actividad militante y uso de sus mejores facultades para el servicio de la Causa. Posteriormente sería detenido por los rojos en San Sebastián poco después del Alzamiento y asesinado en Bilbao en enero del año siguiente.
Cita:
A don Javier lo nombraron "regente", para encontrar algún sucesor a don Alfonso Carlos (sin menoscabo de sus propios derechos), pero es que sus derechos eran muy pocos, ni siquiera ostentaba la JEFATURA de su propia Casa Real, que recaía en su medio hermano mayor, Elías I, al que sucedió su hijo Roberto II. Don Javier no fue duque de Parma hasta 1974 nada menos, cuando su medio sobrino murió sin descendencia; entre otras cosas por eso tardó tanto en "dejarse coronar" por sus partidarios, el hombre tenía conciencia (en aquellos tiempos, que luego la perdió). Además, tampoco era descendiente directo de la rama carlista, sino que era hijo de una cuñada de don Alfonso Carlos. Considerando también que la rama Borbón-Parma es una rama menor de los Borbones, con otras de mayor entidad por encima, ni por asomo te pienses que la gran mayoría de los Carlístas se lo creyeron como "REY" de España, ni muchísimo menos, era un auténtico desconocido en aquella época.
Aquí toca usted cuestiones jurídico-legitimistas en las que no voy a entrar. Pero es importante señalar que no hacía falta que los legitimistas españoles le reconocieran, por aquella época, como "REY" a Don Javier; les bastaba con saber que era el nuevo Jefe o Cabeza Visible de la Comunión (conforme a las claras instrucciones dadas del Rey Alfonso Carlos) y así era como le reconocían y acataban TODOS ellos. Posteriormente, conforme a esas mismas instrucciones, aceptaría la Corona española en 1952.
Don Javier nunca perdió su conciencia y sus principios (que juró defender sobre el cadáver del Rey Alfonso Carlos) como siempre afirmó su querida esposa Doña Magdalena (hay un hilo abierto sobre este asunto, pero por ahora presumo la veracidad en la persona que mejor podía conocerle). Otra cosa distinta es que pudiera existir en él cierta debilidad y vacilaciones o inseguridades que le hicieran a veces zozobrar o cometer errores de táctica o estrategia prudencial política (me refiero, sobre todo, a la etapa política "posibilista" del periodo 1955-1969, aunque ya por entonces quien pinchaba y cortaba realmente en la Comunión eran Carlos Hugo y su tristemente famosa "camarilla").
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Pues, estoy bastante deacuerdo con don Luis Infante, la verdad. La gran mayoría de carlistas después de la guerra se fueron a casa y se acabó.
Si la Comunión, después de la contienda, no se acercó ni por asomo a aunar las conciencias de los centenares de miles de carlistas y tradicionalistas capaces de sacar diputados en las Cortes de principios de siglo y de la República, para posteriormente ser capaces de hacer una guerra; descendientes de aquellos que levantaron a medio país POR TRES VECES en el siglo XIX en conflictos que duraban años, en mi opinión fue por su nula eficacia y su falta de visión política.
-Distanciándose primero del Régimen, para después intentar atraérselo, para luego volver a chocar.
-No eligiendo un pretendiente con más y mejores derechos dinásticos.
-Transigiendo con las veleidades y piruetas ideológicas más penosas.
Naturalmente, todo esto es opinable y hablo exclusivamente en mi nombre, pero yo por lo menos lo tengo muy claro.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
La legitimidad de la línea "carloctavista", muchísimo más cercana a los reyes carlistas históricos que la de Borbón Parma, completamente ajena:
http://www.lavoz.circulocarlista.com...=200&width=400
Doña Blanca de Borbón. - TRADICION VIVA
-en naranja: la linea excluida por la abdicación de Jaime
-en púrpura: la linea histórica del carlismo
-en verde: la linea legítima del carlismo (carloctavismo)
-en yema de huevo: la regencia parmista
-en rojo: los usurpadores liberales.
La linea historica y legítima del carlismo
- CARLOS IV CTR 1788 - ABD 1808 m.Maria Luisa of Borbon-Naples
FERNANDO VII CTR 1808 + 1833 m. Doña Cristina of Borbon-Naples womi.
1) CARLOS V CTR 1833 - ABD 1845 m. Doña Maria Francisca de Braganza
2) CARLOS VI CTR 1845 - +1861 m.Doña Carolina of Borbon-Naples woi
3) JUAN III CTR 1861 - ABD 1868 m.Doña Beatriz of Austria-Este
4) CARLOS VII CTR 1868 - +1909 m.Doña Margarita of Borbon-Parma
5) JAIME III CTR 1909 - +1931.woi Doña BLANCA
6) ALFONSO CARLOS I CTR 1931 - +1936 m. Doña Maria de las Nieves de Braganza.woi
Regencia legítima y moral Doña BLANCA (ley "semi-Sálica" que había sido promulgada por Felipe V) CTR 1936 - ABD 1943 m. Archduke Leopold-Salvador of Austria
7) CARLOS VIII CTR1943 - +1953 m. Doña Cristina de Satzger
8) CARLOS IX CTR 1953 - ABD 1961 m. Doña Ileana of Roumania
9) FRANCISCO-JOSE I CTR 1961 - +1975 m. Countess of Basús - 10) DOMINGO I CTR 1975 m. Doña Engel von Voss
http://www.carloctavismo.org/2.html
https://encrypted-tbn2.gstatic.com/i...1eOFDpp9z9Yj8c
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Bueno, de hecho, era "la única manera" de proseguir con la línea directa (aunque femenina) de Carlos VII, siendo don Javier nada más que el sobrino político de don Alfonso Carlos. Curiosamente, "Carlos VIII" que fue el pretendiente, tenía dos hermanos mayores que le sucedieron después; no se si quedarán descendientes de ellos que pudieran ser reclamar en teoría. Don Domingo creo que es ciudadano norteamericano y eso invalidaría totálmente su candidatura. Quizá podría haber otros, o sus hijos si no tienen esa nacionalidad.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
París, 29 -XI-1934.
Sr. D. Manuel Fal Conde.
Mi apreciable señor Fal Conde: Me enteré de ciertos artículos de propaganda en mi favor respecto a la cuestión de la sucesión al trono de España. He hablado de esta cuestión con mi tío Don Alfonso (Carlos); me ha declarado no tener yo derecho alguno a la sucesión al trono de España.
Le ruego, por tanto, hacerles saber a sus correligionarios, que estoy conmovido por el gran cariño que me muestran los autores de dicha propaganda. Les agradezco de todo corazón que hayan pensado en mí, pero debo declarar al mismo tiempo que no tengo derecho a esa sucesión.
Le saluda afectuosamente.-Archiduque Carlos.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Vamos a ver. ¿A estas alturas de la película todavía dudando de la legitimidad jurídico-legal de la Dinastía de Borbón Parma?
El cruzadismo-carloctavismo se basa en una mala aplicación de la Ley de Sucesión de 1713 (nunca abrogada -como se dice también del Misal de San Pío V- y que es la que rige a la hora de señalar la legitimidad jurídico-política). ¿Y por qué la aplican mal? Porque, arbitrariamente, en lugar de tomar como Cabeza para su aplicación a Felipe V (y de ahí a toda su descendencia) toman como Cabeza al Rey Carlos V, el hermano del Rey Fernando VII, y de él a toda su descendencia.
Pero en fin. Mi autoridad vale poco, así que dejo los siguientes textos que, creo yo, despejarán todo tipo de duda.
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Declaraciones de Vázquez de Mella
(Fuente: “El último pretendiente”. Javier Lavardin. Ruedo Ibérico. Página 208)
“Heraldo de Madrid”. Martes 29 de Junio de 1909.
Declaraciones de Vázquez de Mella.
Pleito Dinástico
– [Entrevistador] Sin embargo, la cuestión dinástica es tan importante para ustedes, que si desapareciesen sus símbolos no tendrían más remedio que aceptar los que ahora consideran opuestos.
– [Vázquez de Mella] De ninguna manera. La ley de mil setecientos trece, mal llamada Sálica, porque no excluye en absoluto a las hembras, ha sido negada de tal modo por la rama gobernante de don Francisco de Paula, que en todas las Constituciones que ha sancionado excluye para siempre de la sucesión a la Corona a la que funda su derecho en la ley de mil setecientos trece. Además, no podría invocar ésta sin declararse, lo que es absurdo, tres veces usurpador. Los demás sucesores de don Francisco de Paula y de la Casa de Nápoles, o mantienen derechos a otros Tronos, o han reconocido a la dinastía imperante, negando la ley de Felipe quinto, y estando, por lo tanto, excluidos de los beneficios de ella.
– [Entrevistador] ¿Cuál sería entonces la rama heredera?
– [Vázquez de Mella] La de Parma, Infantes natos de España, que se ha mantenido fiel a la dinastía proscripta, reconociendo su jefatura y proclamando su derecho, y aunque ésta no existiese, como se ha extinguido en Víctor Manuel I la Casa de Saboya, que, en último término y extinguidas sus líneas varoniles, llamaba Felipe quinto, o se iría a parar a la hembra mayor del primogénito (archiduquesa doña Blanca), o se llamaría, como la misma ley dispone, a una nueva dinastía que la nación sacaría de su seno, si no quería tomarse de otra parte. De modo que no hay motivo legal alguno para reconocer la dinastía Alfonsina, ni aun suponiendo una serie rápida de desgracias se quedaría el carlismo sin símbolos adecuados para sus ideas.
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Cartas de Don Alfonso Carlos
(Fuente: “In memoriam. Manuel J. Fal Conde”. Ana María Fidalgo – Manuel M. Burgueño. Editorial Católica Española, S.A., Sevilla, 1980).
Carta de Don Alfonso Carlos a Don Javier de Borbón Parma sobre la cuestión sucesoria (10 marzo 1936)
Mi muy querido sobrino: Al instituir en tu persona la Regencia para el caso de que llegue mi muerte sin haberse resuelto todavía el problema de mi sucesión, he descargado en ti, mi querido Javier, la gran preocupación de los últimos años de mi vida, no quedando huérfana la Comunión Tradicionalista, ni dejando a la Nación en el peligro de una restauración monárquica en príncipe que no ofrezca la garantía plena de observancia de los salvadores principios tradicionalistas.
Mas para evitar la menor sombra de confusión que oscurezca el claro juicio que tienes sobre la necesidad esencial de subordinar, según las leyes españolas, la sucesión genealógica a la fidelidad y a los principios doctrinales en el ejercicio de la soberanía, quiero dejar consignadas las siguientes declaraciones:
1ª. Al advenimiento en España de la República, mi antecesor don Jaime (q.e.p.d.) y don Alfonso de Borbón y Habsburgo firmaron un pacto de unión y sucesión dinástica, que yo me negué a suscribir y aceptar cuando a la muerte de aquél me fue presentado, porque contenía condiciones liberales y descuidaba la adoptación de garantías en la sucesión de la corona [Nota mía. Este pacto al que se refiere es el conocido como “Pacto de Territet”, cuya inexistencia fue puesta de manifiesto en un estudio meticuloso del historiador Tomás Echeverría, dejando en evidencia la maniobra de los alfonsinos de querer engañar a don Alfonso Carlos presentándole un supuesto pacto firmado por don Jaime].
2ª. Por mi partido se sostuvieron con mi sobrino don Alfonso conversaciones encaminadas a hallar alguna fórmula que permitiera, sin quebranto de la doctrina, la continuidad dinástica en la persona de don Juan de Borbón y Battemberg, exigiéndose siempre por mi parte, sin sombra de tolerancia, que quedasen a salvo los principios antiliberales, sin que jamás haya transigido en cuestión tan capital.
3ª. Pero no se llegó «nunca» a pacto alguno, porque don Alfonso no consintió jamás en la aceptación solemne de los principios, en el reconocimiento de mis derechos soberanos, ni en la abdicación en su hijo, que hacía concebir algunas esperanzas de que podría ser el continuador de la dinastía legítima si previamente se hacía por mi parte amplia condonación de las causas de exclusión en que la dinastía liberal incurrió.
4ª. Después de estos intentos conciliadores nunca más he vuelto a acceder a conversaciones, y mientras don Alfonso ha dejado pasar los años sin reconocer la causa de la legitimidad, sus hijos tampoco han realizado acto alguno de repudiación de los principios políticos representados por su padre, ni declarado su voluntad de no aceptar la sucesión dinástica liberal.
5ª. Actualmente, en consecuencia, ni don Alfonso ni sus hijos han adquirido las condiciones esenciales de la legitimidad de ejercicio, sin la no es admisible en buenos principios la soberanía. No es de esperar de Dios Nuestro Señor el auxilio de Su providencia para salvar la Patria por esa rama. Quedando, por tanto, en duda cuál sea el orden sucesorio, excluida la línea de don Francisco de Paula, he creído procedente la constitución de la Regencia, bien para que con el concurso de todos los buenos españoles restaurar la Monarquía tradicional legítima y en su día, con las Cortes representativas y orgánicas, declarar quién sea el príncipe en el que concurran las dos legitimidades; bien, y si esa hora tarda, puedes tú llamar a sucesión a quien corresponda y seguir todo el orden sucesorio hasta llegar al príncipe que de veras asegure la lealtad a la Causa Santa, que no está al servicio de una sucesión de sangre, porque es ésta la que ha de servir a aquélla, como ordenado ante todo al bien común de los españoles.
Esta Regencia no debe privarte de ningún modo de un eventual derecho a mi sucesión, «lo que sería mi ideal», por la plena confianza que tengo en ti, mi querido Javier, que serías el salvador de España.
Te advierto, así como lo declaré en mi manifiesto de 29 de junio de 1934, que tan sólo podrá sucederme quien unido a la doble legitimidad de origen y de ejercicio (entendida aquélla al modo tradicional) preste juramento solemne a nuestros principios y reconozca la legitimidad de mi rama.
Te prevengo además que, según las antiguas leyes españolas, la rama de don Francisco de Paula perdió todo su derecho de sucesión por rebeldía contra sus reyes legítimos, y lo perdió doblemente don Alfonso (llamado XII) para él y toda su descendencia por haberse batido al frente de su ejército liberal contra su rey Carlos VII, y así lo perdieron los príncipes que reconocieron la rama usurpadora.
Te abraza muy de corazón, muy querido sobrino Javier Carlos, tu afectísimo tío
ALFONSO CARLOS
Desde el destierro, 10 de marzo de 1936.
* * *
Carta (Póstuma) de Don Alfonso Carlos a Fal Conde sobre la cuestión sucesoria (8 julio 1936)
Viena, 8 de julio de 1936.
Querido don Manuel Fal Conde: Como probablemente me iré pronto al otro mundo, quiero ponerte dos palabras para decirte cuán grande es mi agradecimiento por haber aceptado el pesado cargo que te impuse y por lo admirablemente bien que dirigiste y organizaste nuestro partido en este tiempo.
Espero que después de mi muerte sigas ayudando al Regente don Javier, mi sobrino, como lo hiciste conmigo.
En cuanto a la cuestión sucesoria, sabes cuál es mi modo de pensar; es decir, que yo considero que toda la rama de don Francisco de Paula no me puede suceder legítimamente por su rebeldía; pero sobre todo, no la de don Alfonso (denominado el XII), por haber peleado al frente de su Ejército liberal contra su legítimo Rey, Carlos VII, y así tampoco su hijo don Alfonso (llamado XIII), que nació onces años después de la batalla de Lácar.
La rama Borbones de Nápoles reconoció toda ella la dinastía usurpadora, aceptando empleos, cargos, condecoraciones de la misma, y, por tanto no puede suceder en España.
El Príncipe Elías de Borbón Parma, Jefe de esta rama, reconoció igualmente a don Alfonso (llamado XIII) y recibió de él el Toisón de Oro. No puede, pues, suceder. Tiene dos hijos, pero creo que irán con el padre.
Viene después el Príncipe Javier Carlos de Borbón Parma de Braganza, que yo nombré Regente.
Pido a Dios lo arregle de modo que don Javier Carlos sea mi sucesor legítimo, y después de él, sus hijos. Tengo plena confianza en mi sobrino Javier y espero que sea él el salvador de España.
Nuevamente te doy un millón de gracias por todo lo que trabajaste y trabajas para nuestra Santa Causa, y con las más cariñosas memorias de Nieves y mías, quedo muy de corazón, querido don Manuel Fal Conde, tu afectísimo y agradecidísimo
ALFONSO CARLOS
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Hombre Martín Ant, con toda la simpatía que te tengo; según el texto que tu mismo has puesto de Vázquez de Mella:
[Vázquez de Mella] De ninguna manera. La ley de mil setecientos trece, mal llamada Sálica, porque no excluye en absoluto a las hembras, ha sido negada de tal modo por la rama gobernante...
En efecto, la ley es SEMISÁLICA; y por lo tanto las mujeres PUEDEN ser reinas, aunque haya preferencia con los varones. Hay que tener en cuenta, que el derecho dinástico español más tradicional (las PARTIDAS), las reconoce en CUALQUIER caso. La ley de 1713 inspirada en el derecho dinástico francés, se hizo para evitar que hijos de princesas españolas casadas en el extranjero, no reclamáran la corona diréctamente originando más guerras de sucesión; pero NO PUEDE IR totálmente contra nuestra tradición española de reinas con pleno derecho, (y así se hace constar), o sería una ley nula por ser absolutamente extraña a nuestra historia, e importada del extranjero. La ley sálica ESTRICTA, que es la que estás aludiendo, remontándote hasta Felipe V, sólo tendría su aplicación en Francia, (donde se originó). Por lo tanto, la hija mayor de don Carlos VII podría ser considerada reina en teoría (aunque nunca, que yo sepa, reclamó esto), y transmitirle sus derechos a sus hijos, como señala después Vázquez de Mella aunque aluda erróneamente primero a los Borbón-Parma:
"o se iría a parar a la hembra mayor del primogénito (ARCHIDUQUESA DOÑA BLANCA), o se llamaría, como la misma ley dispone, a una nueva dinastía que la nación sacaría de su seno, si no quería tomarse de otra parte". No se entienda tampoco que estoy tomando partido, me limito a aclarar sólamente.
Por otra parte, don Alfonso Carlos (q.e.p.d), en su carta, está olvidando toda una rama borbónica de mayor jerarquía que la de Borbón-Parma, que es la Borbón-Braganza, también con sus derechos indiscutiblemente. Añado también, que hay que tener muchísimo cuidado con el tema de las "renuncias", de las que después existen retractos, porque no se salva la línea carlista tampoco (hubo varias, aunque algunas forzadas), siendo la más terrorífica la que pronunció Juan III (el rey liberal del carlismo) "en mi nombre y en el de mi descendecia".
Por no hablar de causas de exclusión, como aceptar el socialísmo marxista (es decir REPUBLICANO), la revolución, la lucha de clases etc, que invalidan a los Borbón-Parma.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Iniciado por
DOBLE AGUILA
Por no hablar de causas de exclusión, como aceptar el socialísmo marxista (es decir REPUBLICANO), la revolución, la lucha de clases etc, que invalidan a los Borbón-Parma.
En efecto; y a estos advenedizos Borbón Parma los defienden, para mayor absurdo, los mismos que no se cansan de recordar urbi et orbe aquello de legitimidad de origen y "de ejercicio" y llaman revolucionario a todo el mundo menos a Don Javier que no paró de cacarear que era "revolucionario, autogestionario y socialista" o sea, con una "legitimidad de ejercicio" como para aspirar a presidente de los Soviets. Menos mal que ya están desenmascarados.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
DOBLE ÁGUILA, la simpatía es mutua.
Pero el problema es que vosotros los carlooctavistas no queréis ver que esa misma Ley Semisálica que ambos (usted y yo) defendemos como criterio de la legitimidad no se debe aplicar comenzando desde Carlos V, sino desde Felipe V. Efectivamente, esta Ley Semisálica (que recoge la tradición política-jurídica española) permite que reinen las hembras, pero sólo cuando estén agotadas todas las líneas varoniles o agnadas de la descendencia de Felipe V (dejando a un lado, por supuesto, a los miembros de la Familia Real que habían caído en causa de exclusión), y eso todavía no había ocurrido a la muerte del Rey Alfonso Carlos.
Puede que la Providencia le haya reservado a usted el honor de ser el primer jurista en refutar todos los argumentos jurídico-legales del imprescindible libro de Fernando Polo, "¿Quién es el Rey?", cuya lectura le recomiendo.
Cita:
Por no hablar de causas de exclusión, como aceptar el socialísmo marxista (es decir REPUBLICANO), la revolución, la lucha de clases etc, que invalidan a los Borbón-Parma.
Efectivamente. Por eso cayeron en causa de exclusión el Príncipe de Asturias Carlos Hugo, y las tres Infantas que le siguieron (María Teresa, Cecilia y María de las Nieves). En cambio Don Sixto Enrique de Borbón y su hermana mayor Doña Francisca, siguiendo los pasos de su Padre Don Javier, continúan levantando la Bandera de la Tradición Legitimista Española.
Queda sólo por saber si también los dos hijos de Carlos Hugo (Carlos Javier y Jaime) han caído en causa de exclusión. Mi opinión personal es que sí han caído. Pero es sólo una opinión personal mía, pues el único que tiene derecho a pronunciarse definitivamente sobre esto es Don Sixto Enrique que, como Regente, les conservó sus derechos dinásticos (hay que recordar que cuando se confirmó en 1975 la caída de Carlos Hugo en ilegitimidad de ejercicio por su traición ya habían nacido los dos hijos varones).
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Martín Ant, como he dicho antes, yo NO SOY "carloctavista" (aunque opine que en teoría puedan tener más derechos que los Parma); que no se entienda lo contrario. Por otra parte, si aplicamos el Auto-Acordado incluso en el sentido más restrictivo, existían ramas agnadas distintas a los Borbón Parma DE MAYOR jeraquía desde luego; y habría que entrar a valorar si todos esos varones habrían caído en causa de exclusión, (lo que es harto discutible), por haberlo sido alguno de sus mayores. Con estas sutilezas, y en el caso de los Parma, podría llegar entonces incluso a discutirse, si al casarse don Javier con una Borbón-Bousset perdió sus derechos al trono español, ya que ésta rama es considerada tradicionalmente como "bastarda"; o si es lógico que se le proclamara rey cuando no fue jefe de su propia casa real hasta 1974 (cosa que según creo el reconoció).
La cuestión de si hay que aplicar LITERALMENTE (y no en su espíritu) lo de que hay que agotar todas las líneas agnadas antes de proclamar a una reina; yo personalmente, no estoy deacuerdo, y supondría (en éste caso), saltar nada menos que OCHO GENERACIONES antes que proclamar a una reina de España, es cargarse de un plumazo el ordenamiento dinástico castellano, en pos de una norma foránea y ajena a nuestra tradición monárquica; es aplicar simplemente una LEY SÁLICA cuando se supone que no lo es. Aún así, es cuestión muy compleja, y tampoco puedo afirmar con rotundidad. Lo que si me parece claro, es que los hijos de don Carlos Hugo recogen la herencia política de su padre (he visto algún vídeo de youtube), y los hijos de la hermana mayor, aunque ella siempre se mostró carlista, ya son descendientes por vía femenina con lo que volvemos al problema.
NOTA: Que nadie se piense que soy un jurísta dinástico; sólo doy mi opinión, que naturalmente no es dogma.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Proclamación de Don Domingo
de Habsburgo-Borbón y Hohenzollern
Rey legitimo de España
La sociabilidad es una tendencia íntegramente natural en el hombre. Ello puede apreciarse en el impulso que determina por ley natural la formación de la primera y básica célula social: la sociedad doméstica o familiar. El amor de los humanos constituye, como es sabido, una apretada síntesis de tendencia natural, instinto y voluntad racional. Y contemplando las sociedades civiles o políticas puede verse cómo las que se han constituido orgánica e históricamente en un lento y, en cierto modo, ciego proceso de adaptación, ofrecen generalmente medios vitales y aun culturales mucho más sabios y adecuados al hombre que las organizadas racionalmente o fundadas en constituciones teóricas.
Una sociedad política- un pueblo- es siempre una estructura muy compleja, en la que se superponen elementos comunitarios y aglutinantes muy diversos, legales y organizadores, unos; consuetudinarios y tradicionales, otros. Concebirla y querer estudiarla desde un punto de vista puramente racional es caer voluntariamente en un exclusivismo y cerrar la posibilidad de comprenderla adecuadamente. Muchas veces una organización racional y uniformista ha matado los medios naturales, idóneos, de defensa y autogobierno de un pueblo, secando al propio tiempo su misma vitalidad interior.
Durante el siglo pasado se realizó sobre las estructuras sociales de la mayor parte de los pueblos algo parecido a lo que representaría el destruir todo el arbolado de un país con el propósito de sustituir la anómala distribución de campos y bosques por la regularidad geométrica de un jardín, sin pensar en la posibilidad de que sequías o lluvias torrenciales impidan en el intermedio su realización. O a lo que hubiera sido el ideal esperantista de acabar, en gracia a la unidad idiomática, con el caudal de sabiduría popular, sentido filosófico y posibilidades artísticas de las lenguas tradicionales.
Los regímenes históricos existentes en los pueblos europeos antes de la revolución eran como inmensos árboles crecidos a lo largo de los siglos sobre la realidad humana de los pueblos; entre sus ramas sostenían un mundo muy complejo y cobijaban muchas y diversas vidas que en él encontraban apoyo y refugio. Su estructura no respondía, ciertamente, a un sistema, sino que venía determinada por los impulsos de su vida pujante. La savia vital del árbol- el espíritu tradicional que aglutinaba al pueblo- cicatrizaba de continuo las muchas brechas y erosiones que a lo largo del tiempo se le hacían, sin que dejaran éstas de permanecer en su historia y en su estructura, a menudo contrahecha.
La individualidad en que siempre se realiza la naturaleza humana se refleja también en la sociedad, imponiéndole la individuación e historicidad que le son inseparables. En lo concreto no se encuentra sociedad, sin sociedades, individualizadas, diversas e históricas. La sociedad en sí es, como dijimos, algo abstracto. Toda visión que haya podido forjarse de la sociedad como un todo armónico habría de realizarse en una comunidad o federación de sociedades concretas, realmente distintas e históricamente evolucionadas. Ello es consecuencia de la individualidad del hombre en primer término, y de la necesidad natural de que cada hombre no pierda su ser individual al entrar en sociedad. Esta necesidad- en un orden natural y prescindiendo de realizaciones antinaturales como la del racionalismo político- es común también a las llamadas sociedades infrasoberanas- familia, municipio, clases diversas del pueblo- que son teológicamente autónomas y anteriores en su ser al Estado como forma resolutiva y última de la sociedad.
He aquí las características del tradicionalismo carlista, términos representados por el lema legitimista de Dios, Patria, Fueros y Rey.
Dios: en el tradicionalismo carlista significa la defensa y argumentación del Humanismo y Valores Cristianos como hecho popular y social comunitario, que viene heredado del pasado, y se concreta con la defensa del Derecho a la Vida, la defensa de la Familia Cristiana y la fraternidad comunitaria del amor entre los hombres.
Patria: la historia de las Españas se fundamenta por la existencia de diversas patrias chicas y cada una tenía sus diversos Fueros, usos y costumbres, lenguas e instituciones propias y particulares. La patria era por tanto un auténtico País de Estados, ya fueran territoriales, los llamados Territorios Históricos, ya fueran profesionales y gremiales que responden al hecho político orgánico, ya fueran asociaciones, que responden al hecho político inorgánico ideológico partidista, ya fueran socio-económicos; todos ellos respondían con clarividencia a la necesidad de existencia de los diversos cuerpos sociales intermedios que contrapesan entre si. Así, habría que añadir y tratar al Brazo Eclesiástico, al Brazo Judicial y a la Corona, como cuerpos sociales intermedios.
Fueros: hemos indicado la existencia de la personalidad y soberanía propia real en los diversos territorios históricos con la vigencia de leyes y usos particulares y lengua propia. Los Fueros mantienen la vigencia y permanencia de los distintos Reinos, Señoríos y Principados de España y al mismo tiempo son fuente del derecho para los habitantes. Responden a la necesidad de vertebración confederal de España, porque no puede haber Confederación y Fueros en un Pacto Histórico o Convenio Permanente entre los habitantes de un Territorio Histórico y el Rey Legítimo de España.
Rey legitimo: aquel que mantenga la legitimidad de origen y de ejercicio intactas. En el caso de la Casa carlista de Habsburgo-Toscana y Borbón, Don Carlos VIII, Rey de España. La jura de los Fueros de los reyes en el carlismo y durante toda la historia de las Españas ha sido una constante que ha servido para garantizar las libertades concretas por las que lucharon muchos tradicionalistas carlistas. La Monarquía Legitimista es la institución personificada en la figura del Rey, que garantiza como superestructura todas las libertades concretas y transformaciones sociales de los diversos Cuerpos Sociales Intermedios y quienes los forman, siendo el Rey el principal mantenedor de todas las Justicias, y por tanto de todo lo descrito anteriormente. Soy un este rey legítimo.
Don Domingo I
Archivo adjunto 7269
http://www.carloctavismo.org/index.html
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Iniciado por
DOBLE AGUILA
Martín Ant, como he dicho antes, yo NO SOY "carloctavista" (aunque opine que en teoría puedan tener más derechos que los Parma); que no se entienda lo contrario. Por otra parte, si aplicamos el Auto-Acordado incluso en el sentido más restrictivo, existían ramas agnadas distintas a los Borbón Parma DE MAYOR jeraquía desde luego; y habría que entrar a valorar si todos esos varones habrían caído en causa de exclusión, (lo que es harto discutible), por haberlo sido alguno de sus mayores. Con estas sutilezas, y en el caso de los Parma, podría llegar entonces incluso a discutirse, si al casarse don Javier con una Borbón-Bousset perdió sus derechos al trono español, ya que ésta rama es considerada tradicionalmente como "bastarda"; o si es lógico que se le proclamara rey cuando no fue jefe de su propia casa real hasta 1974 (cosa que según creo el reconoció).
La cuestión de si hay que aplicar LITERALMENTE (y no en su espíritu) lo de que hay que agotar todas las líneas agnadas antes de proclamar a una reina; yo personalmente, no estoy deacuerdo, y supondría (en éste caso), saltar nada menos que OCHO GENERACIONES antes que proclamar a una reina de España, es cargarse de un plumazo el ordenamiento dinástico castellano, en pos de una norma foránea y ajena a nuestra tradición monárquica; es aplicar simplemente una LEY SÁLICA cuando se supone que no lo es. Aún así, es cuestión muy compleja, y tampoco puedo afirmar con rotundidad. Lo que si me parece claro, es que los hijos de don Carlos Hugo recogen la herencia política de su padre (he visto algún vídeo de youtube), y los hijos de la hermana mayor, aunque ella siempre se mostró carlista, ya son descendientes por vía femenina con lo que volvemos al problema.
Recuperar una ley más antigua no significa ser más tradicional. Eso es arqueologismo. Por ejemplo, recuperar las leyes visigóticas de sucesión. Luego, la tan "disparatada" sucesión en Don Javier de Borbón:
Cita:
Viena, 8 de julio de 1936.
Querido don Manuel Fal Conde: Como probablemente iré pronto al otro mundo, quiero ponerte dos palabras para decirte cuán grande es mi agradecimiento por haber aceptado el pesado cargo que te impuse, y por lo admirablemente bien que dirigiste y organizaste nuestro partido en este tiempo.
Espero que después de mi muerte sigas ayudando al Regente Don Javier, mi sobrino, como lo hiciste conmigo.
En cuanto a la cuestión sucesora, sabes cuáles mi modo de pensar: es decir, que yo considero que toda la rama de D. Francisco de Paula no me puede suceder legítimamente por su rebeldía; pero sobre todo no la de D. Alfonso (denominado el XII) por haber peleado al frente de su ejército liberal contra su legítimo Rey Carlos VII, y así tampoco su hijo (llamado Alfonso XIII), que nació once años después de la batalla de Lácar.
La rama Borbones de Nápoles reconoció toda ella a la dinastía usurpadora, aceptando empleos, cargos, condecoraciones de la misma; y por lo tanto, no puede suceder en España.
El príncipe Elías de Borbón Parma, jefe de esta rama, reconoció igualmente a D. Alfonso (llamado el XIII) y recibió de él el Toisón de Oro. No puede, pues, suceder. Tienen dos hijos, pero creo que irán con los padres. Viene después el Príncipe Javier Carlos de Borbón Parma de Braganza, que yo nombro regente.
Pido a Dios lo arregle de modo que Don Javier Carlos sea mi sucesor legítimo y después de él sus hijos. Tengo plena confianza en mi sobrino Javier, y espero que sea él el salvador de España.
Nuevamente te doy un millón de gracias por todo lo que trabajaste y trabajas para nuestra santa Causa, y con las más cariñosas de Nieves y mías, quedo muy de corazón, querido don Manuel Fal Conde, tu affmo. y agradecidísimo.-Alfonso Carlos.
En cuanto al matrimonio de Don Javier, repetimos un texto ya subido:
Cita:
Nota de Ángel Romera Cayuela en el Diario de Navarra (2-V-1963):
No existe la condición de morganático que el Señor Melgar atribuye al matrimonio de Don Javier con Doña Magdalena de Borbón, descendiente de San Luis, Rey de Francia, por los duques de Borbon a través de la línea de Borbon Busset, rama de la Casa francesa de Borbón, como puede verse en P. Anselme, "Généalogie de la Maison de France", París, 1726, y en L, Dussieux, "Génélogie de la Maison de Bourbon, 1215-1871", París, 1872. Seguramente el Jefe de la Casa,, al autorizar el casamiento con plenitud de derechos para los hijos y para la esposa, debió considerar que esto era algo más que lo que el Señor Melgar llama "buena sociedad". Y si mal no recordamos, además de la aprobacion del Jefe de la rama, el matrimonio fue aprbado por Don Jaime, como Jefe de toda la casa de Borbón. Eran estos jefes dinásticos quienes hubieran tenido que declarar el morganatismo, como recientemente ha hecho la Casa de Parma en el matrimono del Príncipe Andrés. Por el contrario, Don Jaime y Don Alfonso Carlos y actualmente la Santa Sede y todas las Cortes y Familias Soberanas de Europa reconocen a Doña Magdalena de Borbón y a sus hijos el título de Altezas Reales, que el Conde de Melgar viene a negarles ahora, faltando a la lógica. [...]
En fin, Don Alfonso Carlos, Jefe de toda la Casa de España y de Borbón, reservó especial y expresamente los derechos de Don Javier y sus hijos, entre otros documentos en el de 8 de julio de 1936, en que se escribe: "... de modo que Don Javier Carlos sea Mi Sucesor Legítimo, y después de él, sus hijos. Tengo plena confianza en mi sobrino Javier y espero sea él el salvador de España". Por aquí también se llega a la conclusión de que no sólo el Duque de Parma y Don Javier, sino sus hijos conservan la cualidad de Infantes de España y no ha errado "Ya" al calificar así a la gentil Princesa Doña María de las Nieves.
Y una aclaración:
Cita:
El matrimonio desigual o el morganático no existen propiamente en la realeza francesa ni aparece por ningún lado en las normas sucesorias de Francia.
Sí aparecen, desde el siglo XVIII, en las españolas.
Pero: 1º Quien tenga rango de alteza real, alteza serenísima o príncipe de sangre en otras familias reales o mediatizadas, conforme a sus propias normativas, es apto en todo caso.
2º Las limitaciones matrimoniales de la Familia Real española, por razones de rango de los cónyuges, están reguladas por pragmáticas, es decir, normas promulgadas por los reyes sin concurso de Cortes. Por lo cual son los reyes los que las interpretan y aplican. En en caso del matrimonio de Don Javier con Doña Magdalena, tanto el Rey Don Jaime como el Rey Don Alfonso Carlos lo dieron explícitamente por dinásticamente válido, y así fue aceptado por todas las cortes europeas.
3º Esto queda suficientemente claro con el artículo reproducido arriba, y además quedó perfectamente asentado desde el primer momento. Los intentos de liberales, alfonsinos, juanistas y franquistas por buscar donde no había, fueron en su momento contestados y ridiculizados.
En cuanto a don Domingo, no quiere saber nada de España ni está interesado en el carlismo.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Bien señores; pues aplicando las supuestas causas de exclusión inmisericordemente a todas las ramas borbónicas mayores españolas sin excepción a saber:
Casa de Borbón-Anjou (alfonsinos)
Casa de Borbón-Braganza
Casa de Borbón Cádiz-Sevilla
Vamos a aplicárselas también, en honor a la verdad y a la justicia, a la rama menor (casa de Borbón-Parma) por los siguientes contrafueros:
1) Negociación del duque de Parma Carlos II rey de Etruria, con representantes del traidor liberal Juan Martín de Pueyrredón, para ser nombrado jefe de estado de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Negociación, que no pudo concretarse por la caida del Directorio.
2) Nombramiento del duque de Parma don Carlos III como infante de España por su prima doña ISABEL II, con la que mantiene relaciones diplomáticas.
3) Aceptación del toisón de oro alfonsino por parte de don Elías I jefe de la casa real.
4) Aceptación por parte de don Javier, de los principios revolucionarios marxistas esgrimidos por su hijo don Carlos Hugo, en la fundación del mal llamado "Partido Carlista"; y posterior reafirmación de sus derechos sucesorios.
Todos ellos, delitos de lesa majestad contra el órden legítimo carlista, con lo que quedan ABSOLUTAMENTE EXCLUIDOS de la línea sucesoria al trono de los Reyes Católicos.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Bien señores; pues aplicando las supuestas causas de exclusión inmisericordemente a todas las ramas borbónicas mayores españolas sin excepción a saber:
Casa de Borbón-Anjou (alfonsinos)
Casa de Borbón-Braganza
Casa de Borbón Cádiz-Sevilla
Vamos a aplicárselas también, en honor a la verdad y a la justicia, a la rama menor (casa de Borbón-Parma) por los siguientes contrafueros:
1) Negociación del duque de Parma Carlos II rey de Etruria, con representantes del traidor liberal Juan Martín de Pueyrredón, para ser nombrado jefe de estado de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Negociación, que no pudo concretarse por la caida del Directorio.
2) Nombramiento del duque de Parma don Carlos III como infante de España por su prima doña ISABEL II, con la que mantiene relaciones diplomáticas.
3) Aceptación del toisón de oro alfonsino por parte de don Elías I jefe de la casa real.
4) Aceptación por parte de don Javier, de los principios revolucionarios marxistas esgrimidos por su hijo don Carlos Hugo, en la fundación del mal llamado "Partido Carlista"; y posterior reafirmación de sus derechos sucesorios.
Todos ellos, delitos de lesa majestad contra el órden legítimo carlista, con lo que quedan ABSOLUTAMENTE EXCLUIDOS de la línea sucesoria al trono de los Reyes Católicos.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
DOBLE AGUILA. No se trata de aplicar las causas de exclusión "inmisericordemente", sino de aplicarlas bien y correctamente conforme a la Leyes españolas. Eso es lo que hicieron el Rey Alfonso Carlos y su sucesor el Rey Javier. Simplemente se constató que todos los miembros varones que mediaban entre ambos Reyes (es decir, entre Don Alfonso Carlos y Don Javier) habían reconocido la usurpación y apoyaban a los usurpadores y, por ello, se hacían cómplices de ellos (y, por tanto, caían en causa de exclusión).
La única rama que todavía seguía apoyando a la Dinastía legítima en tiempos del Rey Alfonso Carlos era la de los Borbón Parma. Es importante recalcar lo de "en tiempos del Rey Alfonso Carlos", ya que el hecho de que el comportamiento de anteriores Duques de Parma (como los dos ejemplos que usted cita de Carlos II y Carlos III) les hiciera caer en causa de exclusión (y, de hecho, en el caso particular de Carlos III se constató explícitamente) ello no supone invalidar a la sucesión, la cual volvió a la disciplina legitimista con el duque de Parma don Roberto, hermano de armas del Rey Carlos VII. Si admitiéramos la hipótesis de que un duque de Parma anterior que cayera en causa de exclusión invalidara a toda su descendencia, entonces la ilegitimidad de ejercicio de Juan III habría invalidado a toda la dinastía carlista (y serían ilegítimos Carlos VII, Jaime III y Alfonso Carlos I, todos ellos descendientes de Juan III).
Por tanto, con independencia de la causa de exclusión en la que hubieran podido incurrir anteriores duques de Parma, lo cierto es que en tiempos de don Alfonso Carlos, la Dinastía de Borbón Parma era la única que no había reconocido la usurpación y estaba dentro de la disciplina legitimista (es decir, la única que no había caído en causa de exclusión). Así lo constató la investigación del Rey Alfonso Carlos, y así lo confirmó la investigación del Rey Javier.
La exclusión de Elías y sus hijos (esto es, la rama de la descendencia del primer matrimonio de Don Roberto) fue constatada por don Alfonso Carlos (he reproducido antes algunas cartas del viejo Rey que así lo señalaban). Así que sobre esto no hay problema.
Quedaba pues entonces la rama de la descendencia del segundo matrimonio de don Roberto. El primogénito varón eran Don Sixto, que ya había fallecido. Quedaba pues su hermano menor Don Javier, que pasó a ser el sucesor de Don Alfonso Carlos.
Lo de la supuesta caída en ilegitimidad de ejercicio de don Javier por su supuesta "aceptación" de la heterodoxia de su hijo Carlos Hugo no se sostiene en virtud de la existencia de importantes elementos o factores concomitantes que vician por completo el consentimiento del viejo Rey en los últimos años de su vida con respecto al rumbo impuesto por su hijo Carlos Hugo (ancianidad, lucidez mental, engaño por su hijo, chantaje con amenazas hacia su otro hijo denunciado públicamente por su fiel esposa Doña Magdalena, etc, etc...). El único que cayó en ilegitimidad de ejercicio, como quedó constatado en virtud de las cartas y documentos de 1975 (en la que se le solicitaba, como prescribe la Tradición política española, el previo juramento de los principios políticos tradicionales para poder reconocérsele su legitimidad), fue Carlos Hugo, el cual consumó en 1979 su incursión en causa de exclusión al reconocer a Juan Carlos como su legítimo rey. Como dije antes, no cayeron en causa de exclusión ni Don Sixto Enrique ni Doña Francisca, que admirablemente fueron fieles a su padre don Javier y a la Tradición.
Queda sólo por saber si Carlos Javier y Jaime (hijos de Carlos Hugo) han caído en causa de exclusión, algo de cuya constatación sólo puede pronunciarse Don Sixto Enrique, actual depositario de la Legitimidad política española (aunque, por ahora, sólo a título de Regente), en continuación y fidelidad a su padre don Javier (sucesor, éste, a su vez, del Rey Alfonso Carlos).
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Martín Ant (no me trates de usted hombre); la TOLERANCIA ideológica de don Javier hacia su hijo primogénito, y heredero siempre confirmado, no viene de sus últimos años (algo que aún así, también le excluiría) sino de bastante atrás (me parece que de principios de los 60), cuando empezaron las declaraciones públicas "socializantes", y los "disfraces" de minero. Por otra parte, los principios en los que se basó el mal llamado "Partido Carlista", conocidos por don Javier, son los que son desde 1969.
Yo respeto mucho que don Alfonso Carlos le tuviera afecto a su sobrino político, y le gustase como "regente", incluso pensando en una futura suscesión dinastica; en aquella época, cuando no se sabía nada de lo que iba a pasar después, pero eso no cambia nada. Porque si don Alfonso Carlos, o Franco, hubieran sabido lo que venía con sus solícitos y obedientes sucesores, me parece a mí que las cosas habrían sido de otra manera.
Por otra parte, a la hora de hacer valer derechos dinásticos, o causas de exclusión, hay que hacerlo con todas las Casas Reales sin excepción, o caeríamos en ARBITRARIEDAD; por lo tanto aquí hay varias opciones desde un punto de vista práctico:
1) Hacemos TABLA RASA, y aplicando invariablemente el orden jeráquico de los Borbones de España, obviamos las supuestas causas de exclusión (exceptuando quizá el matrimonio morganático) de todas las Casas (salvo la de los alfonsinos actuales, supongo), y vemos que príncipes estarían dispuestos a ser "REY CATÓLICO". El orden adecuado es el siguiente:
-Casa de Borbón Nápoles-Sicilia
-Casa de Borbón Braganza
-Casa de Borbón Cádiz-Sevilla
-Casa de Borbón Párma
-Casa de Habsburgo-Borbón
2) No hacemos tabla rasa, e invalidamos todas la ramas Borbónicas por reconocimientos a los alfonsinos, marxismos, matrimonios, negociaciones con separatistas del Río de la Plata, etc, y nos pasamos con armas y bagajes a la siempre católica Casa de Habsburgo-Lorena; que por lo menos nos aseguramos la catolicidad a machamartillo de CASI todos sus miembros históricamente, y al fin y al cabo también provienen de Felipe IV. OPCIÓN que ya señalaría veladamente Vázquez de Mella en las palabras que habéis puesto:
"O se llamaría como la MISMA ley dispone, a otra DINASTÍA, que la nación sacaría de su seno, si no quiere TOMARSE DE OTRA PARTE".-Añado: (En este caso si se tomaría de otra parte).
Y esto es todo lo que pienso a este respecto.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Martín Ant (no me trates de usted hombre)
No se lo tome a mal; no se trata de una cuestión personal; es una costumbre mía el tratar "de usted" a todos los foreros sin excepción. Lo cual no quiere decir falta de simpatía o aprecio.
Cita:
la TOLERANCIA ideológica de don Javier hacia su hijo primogénito, y heredero siempre confirmado, no viene de sus últimos años (algo que aún así, también le excluiría) sino de bastante atrás (me parece que de principios de los 60), cuando empezaron las declaraciones públicas "socializantes", y los "disfraces" de minero. Por otra parte, los principios en los que se basó el mal llamado "Partido Carlista", conocidos por don Javier, son los que son desde 1969.
Realmente no se puede hablar de una posible causa de exclusión de Carlos Hugo (por supuesto, no de Don Javier) hasta la metamorfosis ideológica de Carlos Hugo a principios de los ´70 (causa de exclusión que quedó confirmada y declarada públicamente en 1975 en una serie de cartas-documentos). Hasta entonces, Carlos Hugo se presentaba públicamente u oficialmente de acuerdo con la línea ideológica tradicionalista-ortodoxa de Don Javier y su Jefe Delegado don José María Valiente. Es cierto, como usted dice, que privadamente u oficiosamente ya empezaba Carlos Hugo por la década de los ´60 a dar "señales alarmantes" (véase, por ejemplo, el episodio del dirigente javierista don Antonio Garzón -con motivo de unas declaraciones de Carlos Hugo a un periódico estadounidense- que se recoge en los Apuntes y Documentos de M. de Sta. Cruz del año 1966), pero éstas eran rápidamente ahogadas por el propio Carlos Hugo presentándose, en aquel entonces, como Príncipe del 18 de Julio o Príncipe tradicionalista (para más información sobre la década de los ´60 véase los antedichos Apuntes y Documentos).
Por lo que respecta a la etapa posterior al cambio de Carlos Hugo (esto es, desde principios de los ´70) y que corresponden a los últimos años de vida de don Javier, ya se han explicado las condiciones concurrentes que eximen de culpa a don Javier de los desvaríos de su hijo (más que de "tolerancia" habría que hablar de "captación de voluntad" más bien). El gran Rafael Gambra escribió un artículo cuyo título "Una historia para no dormir... honrarás a tu padre y a tu madre" resume bien la versión o explicación correcta y auténtica de lo que supuso la defección de Carlos Hugo con respecto a su Padre don Javier y a la Tradición en esos últimos años.
Por mucho que he estado releyendo los documentos de la época, sólo he encontrado como defensores de la tesis de la causa de exclusión de don Javier al pequeño grupo cismático de Mauricio de Sivatte y sus seguidores, que se separaron de la Comunión en 1958; pero el motivo que abogaban para defender esa causa de exclusión era que Don Javier se había hecho... franquista. Mauricio de Sivatte y sus seguidores eran lo suficientemente inteligentes como para no caer en el absurdo de considerar a Don Javier incurso en causa de exclusión por motivo de una supuesta "connivencia" o "solidaridad" en la deriva ideológica de Carlos Hugo, pues conocían perfectamente cuál era el pensamiento político-doctrinal tradicionalista de Don Javier, por lo que simplemente se limitaban a utilizar la baza de una supueta causa de exclusión por supuestas filiaciones franquistas por parte de don Javier (huelga decir el carácter exagerado de aplicar una causa de exclusión sólo por el hecho de seguir una simple y provisional táctica o estrategia de colaboración con Franco -errónea ciertamente, pero no lo suficientemente grave como para una catégorica afirmación de causa de exclusión por desviacionismo ideológico revolucionario franquista).
Cita:
Yo respeto mucho que don Alfonso Carlos le tuviera afecto a su sobrino político, y le gustase como "regente", incluso pensando en una futura suscesión dinastica; en aquella época, cuando no se sabía nada de lo que iba a pasar después, pero eso no cambia nada. Porque si don Alfonso Carlos, o Franco, hubieran sabido lo que venía con sus solícitos y obedientes sucesores, me parece a mí que las cosas habrían sido de otra manera.
A Don Alfonso Carlos no le gustaba sólo como Regente, sino también como Rey (recuerde aquello de "lo que sería mi ideal"). Don Alfonso Carlos no nombró sucesor a Don Javier (¡por favor, que esto no es una Monarquía electiva!). Le nombró Regente para así conservar el depósito de la Legitimidad y la Tradición españolas (cometido que juró don Javier y cumplió hasta el día de su muerte) así como para confirmar las indagaciones sobre cuál era el miembro de la Familia Real que (conforme a las Leyes españolas) le debía corresponder la sucesión. Don Alfonso Carlos ya había hecho las minuciosas investigaciones correspondientes, que le llevaron a la conclusión de que Don Javier era su sucesor (repito, conforme a la rigurosa aplicación de las Leyes españolas y no por capricho electivo de don Alfonso Carlos). Lo que pasaba era que los escrúpulos de don Alfonso Carlos todavía le hacían dudar un poco por si pudiera haber alguno de los miembros excluidos que realmente no hubiera caído en causa de exclusión. Las investigaciones que, como Regente, llevó a cabo don Javier para completar o confirmar la investigación de don Alfonso Carlos le llevaron a la misma conclusión: el sucesor de don Alfonso Carlos, conforme a las Leyes españolas, era el propio Don Javier (veánse para más información los informes y documentos de destacados pensadores tradicionalistas -Melchor Ferrer, Elías de Tejada, etc...- que se pueden leer en el tomo de los Apuntes y Documentos antedichos correspondiente al año 1952, año en que Don Javier asume finalmente la sucesión).
Por lo demás, Don Javier siguió fielmente los mismos pasos que don Alfonso Carlos en su dirección de la Comunión y defensa de la Tradición, después entregada a Don Sixto Enrique, que sigue, a su vez, a día de hoy, fielmente sus mismos pasos (como digno continuador de su Padre Don Javier). Lo que sí que no podía esperarse Don Alfonso Carlos ni nadie era que un hijo de Don Javier pudiera defeccionar y desviarse (se trata de cosas excepcionales que raramente ocurren, pues antes únicamente había ocurrido con Juan III y nadie más). En el caso de Franco y su digno sucesor Juan Carlos se sabía públicamente cómo iba a ser la actuación de éste, como mínimo, desde la carta del 10 de Marzo de 1936 de Fal Conde a Franco, en el que se le explicaba con pelos y señales por qué nunca jamás se debía reestablecer el poder político en ningún miembro de la dinastía revolucionaria-usurpadora. Por desgracia para los españoles, Franco era alfonsino en materia monárquica (o, mejor dicho, anticarlista, si es que se puede decir que el existencialista Franco, en materia ideológica, era algo) por lo que actuó coherentemente dándole el poder a uno de los miembros de esa rama maldita.
Cita:
Por otra parte, a la hora de hacer valer derechos dinásticos, o causas de exclusión, hay que hacerlo con todas las Casas Reales sin excepción, o caeríamos en ARBITRARIEDAD; por lo tanto aquí hay varias opciones desde un punto de vista práctico:
1) Hacemos TABLA RASA, y aplicando invariablemente el orden jeráquico de los Borbones de España, obviamos las supuestas causas de exclusión (exceptuando quizá el matrimonio morganático) de todas las Casas (salvo la de los alfonsinos actuales, supongo), y vemos que príncipes estarían dispuestos a ser "REY CATÓLICO". El orden adecuado es el siguiente:
-Casa de Borbón Nápoles-Sicilia
-Casa de Borbón Braganza
-Casa de Borbón Cádiz-Sevilla
-Casa de Borbón Párma
-Casa de Habsburgo-Borbón
Esto sólo podría hacerse si alguno de los miembros de estas ramas volvieran a la disciplina legitimista (esto es, rechazando públicamente a la rama usurpadora actualmente en el poder y a sus antecesores, y reconociendo a los Reyes legitimistas hasta llegar al reconocimiento del actual depositario de la Legitimidad, esto es, el continuador de Don Javier: Don Sixto Enrique de Borbón). Don Alfonso Carlos reconocía la posibilidad de una amplica condonación condicional (ya he señalado antes algunas de esas condiciones).
No se trata de hacer tabla rasa e ir a lo loco. Se trata, como digo, de respetar la Ley (en este caso, las Leyes Españolas que regulan la Sucesión) y la Justicia.
Cita:
) 2) No hacemos tabla rasa, e invalidamos todas la ramas Borbónicas por reconocimientos a los alfonsinos, marxismos, matrimonios, negociaciones con separatistas del Río de la Plata, etc, y nos pasamos con armas y bagajes a la siempre católica Casa de Habsburgo-Lorena; que por lo menos nos aseguramos la catolicidad a machamartillo de CASI todos sus miembros históricamente, y al fin y al cabo también provienen de Felipe IV. OPCIÓN que ya señalaría veladamente Vázquez de Mella en las palabras que habéis puesto:
"O se llamaría como la MISMA ley dispone, a otra DINASTÍA, que la nación sacaría de su seno, si no quiere TOMARSE DE OTRA PARTE".-Añado: (En este caso si se tomaría de otra parte).
Bueno. Eso de que sean católicos "a machamartillo" los de la casa de los Habsburgo-Lorena habría que verlo e investigarlo. La Ley de Sucesión excluye a la Casa de Habsburgo, pero Don Luis Infante, en la conferencia de hace pocos años a la que he hecho alusión anteriormente en este hilo, avanzaba la hipótesis de que podría no considerárseles a los Habsburgo-Lorena incursos dentro de esa prohibición legal, pues podría considerárseles como una nueva casa distinta a la de los Habsburgo. Creo que lo decía como simple opinión, pero creo que no deja de ser una opinión muy importante y a tener en cuenta en base al prestigio de la persona que lo enuncia.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Bueno Martín, me obliga entonces a tratarle también de usted.
1) Dudo mucho que don Mauricio de Sivatte, y sus tres o cuatro seguidores, fueran "lo suficientemente inteligentes" -como usted dice- para tratar siquiera estos temas espinosos; no son más que una anécdota insignificante en la historia del carlismo y de España (si es que se les puede incluir en ella, y no en el gran libro de los personajes intrascedentes de la historia universal).
2) En modo alguno don Javier AUTORIZÓ a su hijo don Sixto, (a quien si considero yo un patriota y un carlista convencido), a comandar las filas del carlismo en nigún momento. A quien siempre confirmó y reconfirmó fue al socialista autogestionario marxista-leninista, admirador de la Yugoeslavia del generalísimo Tito Carlos Hugo.
No veo yo más discusión la verdad.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Iniciado por
DOBLE AGUILA
...A quien siempre confirmó y reconfirmó fue al socialista autogestionario marxista-leninista, admirador de la Yugoeslavia del generalísimo Tito Carlos Hugo.
Caro contertulio. Una pregunta sin mala intención, ¿lo de ascender al título honorífico de generalísimo, nada menos que al mariscal Josip Broz Tito, está escrito con alguna doble intención...?. ¿Estás intentando establecer algún tipo de paralelismos?.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
No Jsarhez, paralelismos pocos; a Tito lo he visto con esa denominación varias veces (quizá sea más periodística que otra cosa) aunque el grado existía en la URRS (creo también en Yugoeslavia). Además Tito tenía bastante experiencia en el mando efectivo de tropas.
A Stalin, aunque no fuese militar lo he leído a veces como "generalísimo Stalin", o "Mariscal Stalin" (Churchill creo que lo denominaba así).
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
Iniciado por
DOBLE AGUILA
...el grado existía en la URRS. A Stalin, aunque no fuese militar, lo he leído a veces como "generalísimo Stalin"
Gracias, DOBLE AGUILA, por la aclaración y por esta información que desconocía.
Un saludo
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)
Cita:
) Dudo mucho que don Mauricio de Sivatte, y sus tres o cuatro seguidores, fueran "lo suficientemente inteligentes" -como usted dice- para tratar siquiera estos temas espinosos; no son más que una anécdota insignificante en la historia del carlismo y de España (si es que se les puede incluir en ella, y no en el gran libro de los personajes intrascedentes de la historia universal).
2) En modo alguno don Javier AUTORIZÓ a su hijo don Sixto, (a quien si considero yo un patriota y un carlista convencido), a comandar las filas del carlismo en nigún momento. A quien siempre confirmó y reconfirmó fue al socialista autogestionario marxista-leninista, admirador de la Yugoeslavia del generalísimo Tito Carlos Hugo.
No veo yo más discusión la verdad.
Bueno. En mi contestación yo me fijaba más bien en esa supuesta "causa de exclusión" que usted achacaba a don Javier por no haber desautorizado públicamente a su hijo Carlos Hugo en la última etapa de su vida anciana-senil. Traía a colación a Mauricio de Sivatte y su grupo, no porque los considere importantes (representaban muy poco frente al legitimismo tradicionalista javierista), sino porque fueron los únicos que hablaban también de "causa de exclusión" de don Javier (y por razones distintas al criterio que usted esgrime). Salvo éstos, como digo, no he encontrado a nadie más que defendiera esa peregrina tesis contra don Javier.
El criterio de la no desautorización pública de su hijo -aún cuando fuera culpable- no es causa suficiente para excluir a don Javier. Y recalco lo de "aún cuando fuera culpable", pues las circunstancias concomitantes excluyen de culpa a don Javier (más aún si nos referimos a la última etapa de 1975-1977 donde el pobre don Javier tuvo que sufrir un calvario de parte de su desagradecido hijo Carlos Hugo, tal y como denunciaron públicamente Doña Magdalena y Don Sixto Enrique, el cual sí que fue apoyado por su padre don Javier en esta última etapa -en la que Don Sixto Enrique se pone al frente de la Comunión recogiendo la Bandera pisoteada por su hermano- culminando con su famoso manifiesto del 4 de marzo de 1977, última declaración política hecha de manera libre, que despejaba cualquier duda al respecto).
Si tuviéramos que aplicar ese criterio tan rígido que usted señala como "causa de exclusión" entonces llegaríamos al absurdo de considerar excluidos, con mayor razón, a los Reyes Carlos V y Carlos VI que nunca desautorizaron o desheredaron a don Juan, hijo y hermano respectivamente de aquéllos, aún a pesar de su pública posición de demagogo liberal (y digo lo de "con mayor razón" pues en ellos no existían las mismas causas eximentes de culpabilidad que existían en el caso de Javier I). Lo cierto es que en la aplicación de las Leyes Españolas siempre se ha seguido un criterio que fuera claro y sin lugar a ninguna duda: la no aceptación de los principios legitimistas-tradicionalistas españoles y/o la aceptación o reconocimiento de la usurpación (y ambos se verificaron en Carlos Hugo en las cartas-documentos de 1975 y en la concesión de la nacionalidad española de 1979). Seamos claros: las culpas son personalísimas, y supone una injusticia achacar a una persona las culpas que corresponden exclusivamente a otra, más aún cuando ésta se dedica a realizar cosas que constituyen la antítesis de lo que representa la otra, como es el caso entre don Javier y su indigno hijo Carlos Hugo.
Resulta sencillo hablar aquí de si don Javier actuó o no actuó de manera correcta con respecto a su hijo durante esos últimos años de los ´70, o si actuó con debilidad o si no fue lo suficientemente enérgico para con su hijo, etc...; pero a mí me gustaría saber cómo actuaríamos cualquiera de nosotros ante una situación similar: en plena ancianidad ochentera, siendo traicionado por un hijo nuestro, el cual utiliza incluso las más viles artes para captarse nuestra voluntad -véase, repito, el artículo Una historia para no dormir, honrarás a tu padre y a tu madre, del gran filosófo Rafael Gambra-; evidentemente, oponerse a toda esta situación exigiría una virtud heróica que, como tal virtud, es de carácter excepcional, y por eso el hecho de que exaltemos a aquéllos que sí la ejercitaron -como su fiel esposa doña Magadalena- no implica deshonrar o menospreciar a aquéllos que no pudieron ejercitarla, ni supone algo vituperable para ellos.
Yo también considero que la discusión no da para más.
Un saludo en Cristo.
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Re: El carloctavismo (un invento patrocinado por Franco)