Un requerimiento al ministro de Agricultura, señor Jiménez Fernández
En la sesión del miércoles, 12 del corriente mes, el ministro de Agricultura nos hizo una imputación gravísima, diciendo que «el integrismo es la última manifestación del jansenismo».
Todavía agravó más esta imputación cuando al siguiente día, en una interrupción al señor Lamamié de Clairac, dijo, insistiendo en ella: «No hace falta que lo dijera yo; basta con que lo dijera Pío XI».
Según estas palabras, ha sido la Santidad de Pío XI quien ha dicho que el integrismo era la última manifestación del jansenismo.
Antes de formular nuestro requerimiento hay que hacer dos advertencias preliminares: Primera. Es público y notorio que antes de 1931 existía en España una Comunión política a la que se llamaba Comunión o Partido Integrista, que sostenía, defendía y aspiraba a aplicar al gobierno de España
un conjunto de principios tradicionalistas y antiliberales, a los que se llamó «Integrismo». Órgano de esta escuela y de este partido fué EL SIGLO FUTURO.
Afortunadamente, y gracias a Dios,
esta agrupación política, unida a la rama carlista del tradicionalismo, forma hoy con ésta una sola Comunión política, que es la Tradicionalista, propugnadora del que se podría llamar Tradicionalismo completo y verdadero.
Segunda. Desde hace relativamente pocos años, la primera decena de este siglo, a consecuencia de ciertas discrepancias y disputas sobre normas y criterios de acción social, se formó en Alemania lo que se llamó «integralismo», tendencia y nombre que pasó a otras naciones de Europa y que dio lugar a campañas enconadísimas.
Contra este «integralismo» escribió unos notables artículos el P. Rosa en «La Civilta Cattolica», de donde un publicista español, encarnizado enemigo del Integrismo, tomó pie por la semejanza dei nombre, para aplicar al Integrismo español todas las impugnaciones que el P. Rosa dirigió contra el «Integralismo» en aquellos artículos.
Ante tal superchería, nos dirigimos al P. Rosa, el cual, procediendo con la rectitud y nobleza que era de esperar, nos escribió una carta, que se hizo pública, en la cual hacía constar que de ningún modo se había referido al llamado Integrismo, en España, para el cual tenía palabras de elogio, y del que afirmaba que
era totalmente diferente del llamado Integralismo, fuera de España, único que él había combatido y al que se referían sus artículos.
Conste, pues, que
lo que se llamó Integrismo en España es cosa sustancialmente distinta del llamado Integralismo, fuera de España; y claro es, también, que cuando el señor ministro de Agricultura, discutiendo con el señor Lamamié de Clairac, dijo que el integrismo era la última manifestación de jansenismo, a lo que en España se llamó integrismo se refería.
Esto supuesto, habiendo sido tachado de jansenismo el integrismo español, y por tanto de jansenistas los integristas españoles, lo cual constituye una imputación gravísima, nosotros,
los que fuimos integristas y seguimos sosteniendo las mismas doctrinas y principios que son los del Tradicionalismo, formalmente requerimos al señor Jiménez Fernández, ministro de Agricultura, para que diga en qué documento ha dicho Su Santidad Pío XI, como le atribuye gratuitamente el ministro, que el integrismo español es la última manifestación del jansenismo.
Si el ministro no contesta a nuestro requerimiento, o no precisa el documento pontificio en que tal afirmación se haga, tendremos derecho a sacar todas las consecuencias.
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