¿Por qué los jóvenes son de izquierda?

Publicado este artículo en INFOCATÓLICA, el autor aborda el problema que afecta a la juventud hoy en día. Personalmente discrepo del mismo título, en parfte debido a que hay mucho joven que no es de izquierdas, e incluyo a los que "pasan" de la política y, por otra parte, porque fuera de España mucha juventud no es de izquierdas precisamente. Pero el artículo si aborda una causa profunda que, en realidad, es la misma que afecta a toda la sociedad y de la que esa juventud que se cree tan distinta demuestra ser exactamente igual que sus mayores a los que tanto critican.


¿Por qué los jóvenes son de izquierda?

Pato Acevedo, el 29.12.16 a las 1:04 PM

Esa fue la pregunta que me hizo mi hija de 14 años hace un par de meses, cuando íbamos en el auto. Tema muy interesante, desde luego, pues siendo obvio que las ideas de la izquierda política (incluso la más radical) parecen estar firmemente asentadas entre los jóvenes, ese fenómeno no se aprecia en la política a nivel nacional, donde derecha e izquierda compiten palmo a palmo en las elecciones.

¿Por qué esa diferencia? ¿A qué se debe esa especie de burbuja de radicalización que existe entre los jóvenes?

Algunos explican la afinidad entre izquierdas y jóvenes por el idealismo, por la energía e impaciencia juveniles que desea resolver todos los problemas rápidamente, y asume que si nadie lo ha hecho hasta ahora es solo por falta de voluntad. Esto es cierto, pero solo en cierta medida. Si solo fuera una cuestión del ímpetu de la juventud, uno esperaría encontrarla también en grupos de derecha, o de otro signo político, incluso en las religiones o movimientos como la masonería. Sin embargo, no es así. Otros han dicho que cada generación intenta construir su identidad por oposición a la que la precedió, y eso explicaría que los jóvenes fueran de izquierda. Si bien eso se observa en algunos casos especiales, no es necesariamente una tendencia general. Los hijos de la revolución sexual de los ’60, lejos de repudiarla, la han profundizado, llevándola en direcciones que incluso sus padres repudiarían.

No, lo que falta para explicar la afinidad entre jóvenes e izquierda es observar la espiritualidad que prevalece entre ellos.


En primer lugar, anotemos que los jóvenes son, en su mayoría, pre-materialistas. Una reflexión filosófica formal se encuentra más allá de sus intereses, pero en general desconfían de todo evento o explicación que incluya elementos sobrenaturales. Por lo mismo, asumen que todas las religiones son falsas. La izquierda política, a su vez, presume de su ateísmo, abusa del adjetivo “científico” para referirse a sus doctrinas y habla de un materialismo en la historia. Además, ha impulsado una guerra en contra de la Iglesia a lo largo de sus doscientos años de historia. Materialismo y cientismo por un lado, ateísmo y anti catolicismo, hacen que la izquierda parezca el hogar natural para los jóvenes de hoy, especialmente aquellos de escasa o superficial formación filosófica.

El mito moderno acerca de un supuesto conflicto entre religión y ciencia no hace más que sellar esa unión.

El sentido moral es un segundo factor que parece identificar a los jóvenes y la izquierda. Los jóvenes, por su breve historia como adultos, tienen poco por lo que pedir perdón o dar gracias, y mucho que exigir. Esto hace que surja en ellos un sentido de urgencia ética, aunque muchas veces ella no esté bien dirigida. Pienso, por ejemplo, en la facilidad con que adhieren a estilos de vida vegetarianos o veganos, o a las causas animalistas.

¿Cómo se beneficia la izquierda de esta característica para atraer a los jóvenes? Mediante el análisis marxista. Marx quiso ver la historia como una lucha de clases, donde los buenos eran los trabajadores, pobres y despojados de su trabajo, y los malos eran los capitalistas, ricos y abusadores. Su análisis estaba estrechamente ligado a la situación social concreta en que surgió (la revolución industrial europea) y ningún economista serio lo sostiene. Sin embargo, como herramienta política tiene un valor innegable: describe al mundo como dividido en buenos y malos, fácilmente identificables por su clase social. Ese mismo patrón lo han recogido los feministas (mujeres buenas, hombres malos), los racistas (negros buenos, blancos malos) y los homosexualistas (homo bueno, hetero malo).

El sentido moral impaciente de los jóvenes descansa por un momento, pensando que ha encontrado una causa fácilmente identificable por la que luchar.

De nada sirve anotar, por ejemplo, que las grandes fortunas a nivel mundial (Soros, Gates, Tompkins) apoyan ideológica y financieramente a los movimientos de izquierda. O la contradicción evidente entre el materialismo y un imperativo moral fuerte. La formación racional y reflexión rigurosa no son el fuerte de los jóvenes. Más bien al contrario, nuestra cultura mediática y de resultados inmediatos tiende a exacerbar el sentimiento por sobre la abstracción. Y así estamos.

En conclusión, el materialismo y la urgencia moral son dos características que parecen asentar a los jóvenes en la izquierda. Con la edad y la experiencia del mundo, al ser consciente también de los propios errores, ambas características disminuyen, y se dejan atrás las ingenuidades de la juventud.

¿Es inevitable ese vínculo? ¿Existen soluciones? Es esencial recuperar la formación adecuada en filosofía y apologética, y estar preparados para mostrar que la razón está de nuestro lado. Los medios para hacerlo están disponibles en internet, hoy más que nunca.

¿Por qué los jóvenes son de izquierda?

Siendo, en esencia, cierto lo que dice el articulista, me parece bastante sorprendente que no haga un examen crítico de la situación a la derecha para acabar concluyendo que, precisamente, es debido al estado decadente, inane y hueco de la derecha que los jóvenes votan izquierda. No influye, al parecer, en que los jóvenes voten izquierda que los partidos de derecha sean algo repulsivo sin ningún principio moral. O peor, algo que invoca principios morales que no tiene para defender los abusos y canalladas más flagrantes, y con ello desvirtúandolos y así vinculando lo noble con lo injusto a los ojos del pueblo.

Obviamente nosotros ya sabemos que no hay que situarse ni a la derecha ni a la izquierda. Pero la cuestión es que eso es desconocido por la inmensa mayoría de la población, que sólo está familiarizada con el esquema derecha-izquierda, por lo que no conoce nada más y en consecuencia no podrá elegirlo. Y lo que vemos es que la mayoría de gente con una mínima inquietud intelectual (superficial y desencaminada -cuando no errada- debido a una pobre base conceptual, como bien dice el articulista) vota a los partidos de izquierda y su mentalidad es izquierdista. Y son muchos los jóvenes que responden a este perfil.

Más interesante, desde luego, es lo que dice de "mostrarles que la razón está de nuestro lado". Me hubiera gustado que se hubiera explayado ahí.

Además, siendo cierto que la juventud adolece de una buena formación política, filosófica y religiosa, no es menos cierto que la mayoría de votantes de la derecha también. El mismo materialismo y desprecio a la Religión se halla en algún que otro votante de la derecha que sólo pretende preservar, por pura avaricia, un orden abusivo y del todo injusto.

Los encasillamientos de izquierdas y derechas es una invención maldita, para dividir a Occidente.

Lo que es vendido como izquierda no es más que lo que ya existía en épocas pasadas cuando el pueblo se sublevaba por atropellos y calamidades debido a diversas causas de las políticas de sus reyes. Al desaparecer el poder de los monarcas en Occidente, apareció el Liberalismo que trajo una falsa ilusión óptica de los derechos del pueblo, al mismo tiempo, para elevar a las élites a gente oportunista de sectas anti-occidentales.

Tienen que pasar muchas décadas para que la gente llegue a esa conclusión, sólo unas pocas personas algo más leídas en determinados asuntos políticos o históricos llegan a comprenderlo de una manera más centrada.

Otros factores que influyen en esa observación ( la de que los jóvenes son de izquierdas ) se debe a la masiva propaganda incansable que se fomenta en determinados ambientes con presencia de jóvenes, y que algunas personas denominan -adoctrinamiento- ideologías políticas o manipulación política desde la infancia. La Masonería, secta elitista de poder supuso que sería la mejor manera de destruir a Occidente hace ya más de un siglo, al hacerse con el poder en Occidente apareció la fase subsiguiente de destrucción progresiva, lentamente, y con un lenguaje amoldado a las circunstancias de cada época.

Y, cuando alguien refiere a las -derechas- políticas conservadoras de igual forma se intenta separar lo que ya es obvio y compatible con las ideas atribuidas a esas casillas de izquierdas ; ya que el pueblo es anterior a las políticas liberales como se sabe, y defender el pueblo es de izquierdas y de derechas, pero desde hace unos pocos siglos y regida por la economía o las políticas económicas ( mejor dicho políticas financieras ).

La intoxicación que sufre Occidente, permanece como un mensaje obligado a quedarse inscrito en ella, hasta que los jóvenes -por su cuenta- hagan un sobreesfuerzo personal y puedan salir de ese laberinto de casillas y tildes que señalan perfiles marginales o clasistas* anti-occidentales.

Términos odiados* por La Masonería son : persona, y no menos que patriota.

Además, esas políticas de La Masonería temen un resurgimiento del PATRIOTISMO OCCIDENTAL, para ello llevan a cabo ( a través de las políticas liberales como salvaguarda de algo que es ficticio o no legítimo ) todo tipo de propaganda negativa o de descalificación para determinados asuntos intocables ; como el Revisionismo, la Historia de la S.G.M., y todo aquello que represente la sobreprotección del Sionismo a través de lo que se ha concretado misteriosamente como negligentemente de : Anti-semitismo.

El propio Sistema político ( La Masonería en Occidente ) crea todo tipo de problemáticas sociopolíticas para contribuir, unas veces directamente, otras veces indirectamente, a la permanencia de la falsa política en Occidente, para ello se nutren de conceder y consentir la usura o el maltrato a los occidentales sobreponiendo, por encima de todo, este maltrato encubierto malintencionado del pueblo a la incorporación de más maltratados ( inmigrantes, emigrantes, etc. ) y con éstas técnicas conseguir, finalmente, mantener el organigrama político de falsa democracia. Acaso porque se sabe, que, se presiona u obliga a promocionar políticas contrarias a los occidentales desviando el verdadero asunto de raíz, y para realizar éstas desviaciones inventaron todo tipo de asuntos ; LGTB, inmigración ilegal, aborto, Racismo, etc., para luego, previsiblemente volverse contra esas élites que creían encontrarse en la posición de Dios desde las alturas.

Todo tiene su ciclo, y La Masonería ha fracasado, pero visto como un logro, ya que el poseer un Occidente controlado y subyugado por gentes ( sobretodo jóvenes ) que son puros zombies con dispositivos electrónicos y consumidores natos sin posibles son el ideal de la destrucción occidental, esos mismos jóvenes desconocen que contribuyen involuntariamente a la destrucción de Occidente, en una círculo vicioso de nunca acabar.

Los jóvenes en realidad son víctimas, al igual que otras personas en Occidente con diferentes particularidades, y creen seguir -de buena voluntad- las consignas que le dan los políticos masones, que como muy poca gente sabe La Masonería es necesaria para ellos para ingresar en la élite política, y al mismo tiempo se convierten en miembros de honor de la destrucción de Occidente.

La Famosa Propaganda ( de guerra ) está incrustada en muchas naciones occidentales, pero hay casos y excepciones que a pesar de ello, reaccionan y salvan a sus naciones : Polonia, Checoslovaquia, Hungría, etc.. son algunos casos donde los jóvenes han tomado la iniciativa y han dejado de ser de izquierdas y de derechas, sólo patriotas occidentales. Los jóvenes occidentales que consigan ésto en otras naciones las salvarán y al mismo tiempo a ellos mismos.