Nos sobran políticos, nos falta España

Se supone que en verano la actividad parasitaria de los políticos disminuye. Es la estación de las vacaciones y estos especímenes que afirman sentir "vocación" de servicio público deberían notarse por su ausencia, para nuestro descanso durante unas escasas semanas al año. Mentira, "vocación" según podemos leer en Internet si buscamos su etimología viene de:

Jesús afirmaba, según San Mateo, que “muchos son los llamados y pocos los elegidos”. Vocación proviene del latín vocatio, que se derivó, a su vez, del verbo vocare 'llamar', vocablo originado en la raíz indoeuropea wekw-, de la cual provienen también voz, evocar, invocar, provocar y vocabulario.

Y ya se dirá quien o quienes han llamado a "todos/as" "éstos y éstas", aparte de "ellos/as" "mismos/as", salvo por el olor de la "sardina/o" del dinero, la prebenda, el chollo de estar tocándonos las narices a la gente durante siete años tan sólo y ya tener ¿derecho? a una pensión de jubilación -¿cabe mayor desatino y absurdo que contemplar a un "sujeto/a" que apenas "destetado/a" y con una adolescencia apenas abandonada ya tenga derecho a una generosa pensión de jubilación?-, bueno, pues eso ocurre o, al menos puede darse legalmente el caso, mientras los demás o cotizamos treinta y cinco años, y ya veremos, o una miseria a cambio.

Y ya que menciono lo de la miseria, se nos cambia esa moneda del chollo y el privilegio mentiroso de la vocación inexistente, por la dejación completa de la patria, cuando no el ataque directo a ella, desde la provocación a la chacota ante cualquier gesto o manifestación de patriotismo por elemental que sea, y todo por que si, porque les da la gana a "ellos/as" y sus bandas de delincuentes morales y menesterosos intelectuales que son sus "seguidores/as".

Y así, cada día, cuando por la mañana abrimos el ordenador y echamos un primer vistazo a la Prensa -la mayoría pesebrera, o abiertamente clientelar cobrando la indecencia de alguna subvención, lo que la hace igualmente culpable-, se nos atragantan los bollos con el café. No hay ni un sólo día de descanso, ni uno en el que al abrir el ordenador no sea posible encontrar lo que sería la gran noticia de verdad: "Hoy no tenemos nada que publicar porque los políticos no han dado señales de vida por ninguna parte."

No es preciso detallar nada de lo que pasa o deja de pasar, con Cataluña, con Franco, con Siria, el Congo, o el venezolano, las actividades chiringuiteras y playeras de esos politicos que ni por esas callan, anunciando lo que van a hacer en cuanto se junten tres o cuatro de ellos: subidas de impuestos, exhumaciones ilegales, multas millonarias por quitar unos plásticos que ensucian los espacios públicos, bravuconadas de matón de discoteca de Puerto Urraco amenazando al Estado, presidente ilegítimo no electo y sin fuerza, ni chicha en nada, callando y mirando para otro lado mientas se atreve, el muy machote, con los restos de una persona muerta hace cuarenta y tres años, mientras destila y derrocha su asquerosa ideología criminal, dilapidación de recursos y tiempo en fomentar la Leyenda Negra desde propuestas no de ley en el propio Parlamento, por iniciativa de una diputada chocolateada a la que se ha regalado la nacionalidad y el escaño que todos pagamos obligadamente, y es que por gusto no, eso seguro, segurísimo. En fin, todo un dechado de virtudes de usar y tirar, de la cadena del váter, claro.

Sinceramente, mientras tanto, nos falta España. No la vemos por ninguna parte salvo en la sangría, la paella, los encierros y las fiestas más o menos populares, incluidas los "populismos" que se cuelan en ellas pudriéndolas. Falta España, ya no es que no salga ni en la foto, es que no aparece ni en los planes de futuro. Pues ya va siendo hora de que las FFAA cumplan con su constitucional obligación de defenderla frente a los enemigos exteriores e interiores, ya va siendo hora.