De todos es sabido que tenemos políticos hasta en la sopa cuando nos sentamos a comer. Resulta muy peculiar encontrar entre ellos a tanto vocacional, aunque sorprende todavía más la escasa vocación que sienten para prepararse correctamente antes de dedicar su vida a joder al prójimo. También sospechamos, pues no hay un dato cierto conocido o más o menos objetivo, que la cifra oscilaría entre los 450 y 470 mil individuos de todo género (los hay varones y mujeres, pero también otros de difícil clasificación, ¿tal vez alienígenas?) y condición (ricachos, ricos, riquillos, pobres, paupérrimos, estos dos últimos grupos con "ánimo" de ascenso social y económico), que nos cuestan una riñonada. Como contrapunto se dice que en Alemania, que nos multiplica el PIB y nos dobla la población, estarían censados unos 150 mil. La desproporción es manifiesta, pero allí tienen fama de currar mucho más que aquí, al menos se lo toman más en serio, mientras que entre nosotros la política consiste en intentar machacar al contrario, eso si, cobrando porque ese ejercicio supone un esfuerzo y, más o menos, pasa como con los futbolistas, que el paso por la política suele ser breve, una o dos legislaturas y ¡hala! a casita que llueve, aunque con todos los beneficios (en contra del Art., 14 de la vigente Constitución) salvo para unos pocos que se incrustan en los cargos vitalicios -aunque sean electivos, pero si son "democráticos" no hay problema-, y que cuando deben abandonar ya a la fuerza son sustituidos por el puesto en algún consejo de administración o bagatela similar, no vaya a ser que tan "importante" personaje acabe en las filas del paro y cobrando la prestación oportuna, ¡criatura!
Pues bien, todo esto viene al caso porque ¡al fin! ¡albricias! en un medio digital han logrado dar una noticia acerca de lo que nos cuesta mantenerlos. Es preciso avisar que dicha noticia sólo hace referencia a los salarios, soldadas, pagas, sueldos, emolumentos, pensiones máximas a los 7 años de ostentar "el cargo", etc., de esta recua de parásitos. O sea, no están incluidos las contribuciones que nos cobran por narices de partidos, sindicatos, oenegés múltiples, asociaciones afectas al régimen (especialmente las de la "memoria"), fundaciones que diseñan estrategias de ingeniería social, ni, por supuesto, las consecuencias de las barrabasadas históricas que se les ocurren o aquéllas otras por las que aspiran a ser recordados por generaciones futuras. Aún así, el artículo no tiene desperdicio. La duda reside en saber ¿hasta cuándo los vamos a soportar en vez de enviarlos a donde corresponda?
Sostener a la clase política cuesta más de cincuenta euros de media a cada español
CALIXTO RIVERO 05/10/2019
Sostener a la clase política cuesta en España, al menos, 2.621 millones de euros. O lo que es lo mismo, el Presupuesto del Ministerio de Educación del Gobierno de España de un año. A esto habría que sumar cuál es el coste de los procesos electorales (cada vez más frecuentes) o de los sueldos en muchas empresas públicas por lo que la cuantía puede ser superior.
De media, cada español tendría que abonar 56 euros al año para poder pagar las nóminas y los gastos de funcionamiento de la alta dirección de las CCAA, las entidades locales (ayuntamientos, diputaciones, cabildos…) y del propio Estado.
Según los datos de los Presupuestos consolidados del conjunto de las CCAA en 2018, las regiones españolas gastan 799 millones de euros en un año en la partida de “Alta Dirección”, que es la destinada a pagar los sueldos de los altos cargos y las estructuras burocráticas.
En los ayuntamientos y diputaciones, la partida presupuestaria destinada a sostener a la clase política se denomina “órganos de gobierno” y asciende a 1.140 millones de euros.
Y en el Estado la partida “órganos institucionales, gobierno y otros” (que hace dos ejercicios se denominaba “alta dirección” aunque el Ejecutivo decidió cambiar su denominación en el libro amarillo de las Cuentas Públicas) asciende a 681 millones de euros.
En esta partida se cuentan los gastos de personal, pero también los gastos de burocracia y funcionamiento diario o las transferencias corrientes y de capital asignadas por las propias administraciones a los altos cargos. Sin embargo, el pago de las nóminas de la clase política se convierte, sin duda, en la cuantía más elevada.
En el Estado los gastos de personal destinados a los altos cargos ascienden a 70,69 millones de euros en 2018. Sin embargo, en las comunidades autónomas (teniendo en cuenta que hay 17 gobiernos y 17 parlamentos) la nómina destinada a pagar a los diputados, consejeros o cargos de confianza asciende, en conjunto a 455,2 millones de euros y en las entidades locales los sueldos del personal directivo y de los órganos de gobierno ascienden, si se suman todos, a 510,8 millones de euros.
En total las nóminas de los cargos públicos cuestan al erario público supera anualmente los 1.000 millones de euros (concretamente, 1.036 millones de euros) en 2018. Es decir, que sólo los sueldos de los directivos públicos cuestan más que la partida de “Comercio, Turismo y Pyme” de un año de las Cuentas Públicas (900 millones de euros) o que la de Cultura (838 millones).
Sin embargo, la crisis que estalló en 2008, y se recrudeció en 2012, no ha hecho que se reduzca el dinero que cuesta las nóminas de los altos cargos, a pesar de los planes de ajuste. En 2008 el coste de las nóminas en todas las administraciones ascendía a 951,6 millones de euros, un 8% inferior. Sólo el Estado ha tenido en cuenta la austeridad en esta partida, que pasó de 81,3 millones hace diez años a 70,6 millones el pasado.
Sin embargo, Pedro Sánchez ha roto rápidamente esta tendencia desde que ha llegado a La Moncloa. Hasta el 31 de agosto los gastos de personal de la alta dirección están creciendo un 3,4%, según las estadísticas de ejecución presupuestaria del propio Ministerio de Hacienda.
https://okdiario.com/economia/sosten...spanol-4651303
Sin embargo, ajustar las pensiones al IPC arruinaría la Seguridad Social. Por eso el proyecto es subirlas en enero el ¡¡¡ 0'25% !!!
https://www.elmundo.es/economia/macr...b538b463e.html
Última edición por Valmadian; 06/10/2019 a las 16:06
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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