Desde la bitácora "Breviario Castellano" se están publicando unas traducciones del autor frances Guillaume Corvus , de su libro titulado La convergence des catastrophes, DIE (Difusión Internacional Edition), Paris 2004, nunca publicado en castellano. Realmente apocalíptico el futuro que predice:
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Los escenarios de la catástrofe
He aquí lo que preveo. Estos pronósticos pueden revelarse justos, al menos aproximadamente. Retengamos tres escenarios, un primero "suave", un segundo "duro" y un tercero "muy duro". Partamos del principio, probable, que la gran crisis, salida de la convergencia de las líneas de catástrofes, se producirá entre 2010 y 2020. Estas fechas parecen cercanas, pero sufrimos actualmente una considerable aceleración de los acontecimientos y modificaciones históricas.
1°) El escenario suave
En dos o tres años, la economía europea se hunde y entra en una severa recesión. Está minada por los siguientes factores: el endeudamiento colosal de los Estados (situación "a la Argentina"), el peso considerable de las jubilaciones y asignaciones de paro y enfermedad que impiden las inversiones, la fuga de los jóvenes empresarios fuera del Continente, las presiones fiscales insoportables, la reducción de la calidad de la mano de obra, la desindustrialización y la deslocalización que se aceleran. Francia es el país más afectado. El paro real alcanza un 20% y el nivel de vida general baja en dos años de 30 %. La crisis en Europa sobrepasa en amplitud el de 1929.
A esto se añade una presión migratoria cada vez más fuerte, que la Unión Europea es incapaz de controlar, una criminalidad que no está ya controlada, la explosión de los guetos y las zonas-refugio para las clases afortunadas. Desbordadas las fuerzas del orden, hacen frente una "guerra civil rampante". Atentados islamistas se vuelven repetitivos, pero ningún "gigaterrorismo" se produce. Por todas partes, los electorados musulmanes se ponen a votar por sus propias listas "étnicas" que eligen un número cada vez mayor de representantes, por las exigencias comunitarias crecientes. El Islam se convierte en la primera religión practicada. En frente, los partidos nacionalistas autóctonos y de "extrema-derecha" crecen inexorablemente."
La entrada de nuevos miembros - y de Turquía - en la Unión Europea vuelve a esta última inoperante, ingobernable, y se encuentra a bordo del estallido. Sin embargo, aunque dramático, la situación no alcanza el punto de ruptura. El sistema dura y se adapta la nueva situación.Simplemente, la Unión Europea se convierte muy simplemente en un país del tercer mundo, en el cual la esperanza de vida media comienza bajar lentamente, donde la recesión del PIB y del nivel de vida se acrecienta año tras año, donde la crisis política es permanente y lo inseguridad mucho peor que hoy día. La catástrofe, o basculamiento de situación en el caos, no tiene (aún) lugar.
Esta depresión de Europa y de su economía tiene evidentemente un impacto muy negativo en el resto de la economía mundial que, sin embargo, no entra en recesión sino que continua creciendo - sin embargo muy lentamente - gracias, en particular, a la locomotora asiática, sobre todo china.
Pero la situación del planeta no es brillante ya que de otras crisis se agravan cuyos efectos se reflejan los unos sobre otros
1) Las catástrofes climáticas conocen una impresionante aceleración ir de 2010, en relación con los países del Sur sobre todo, a las cuales se añaden hambres recurrentes, y la progresión de las epidemias, sobre todo el SIDA, que prosigue sus devastaciones más bellas.
2) El fundamentalismo islámico se instala en un número creciente de países; el Oriente Medio abarcado y entrado en un estado de guerra total, envenenando todas las relaciones internacionales; atentados muy carniceros (del tipo Madrid) tienen lugar varias veces al año, afectando los EE.UU, Europa y algunos países musulmanes en estado de guerra civil.
3) África negro se inserta en la anarquía, las guerras y las recesiones económicas ante una ONU cada vez más impotente.
Pero, a escala mundial como a los planes franceses y europeo, la cuerda no rompe. La situación, aunque gravísima, permanece bajo control. Una situación de crisis generalizada duradera se instala. La civilización actual se mantiene, en el dolor, pero resiste. El hundimiento se teme, pero se rechaza a las calendas griegas. El siglo XXI prosigue a su camino hipócrita. Sin embargo, el crecimiento demográfico de la población planetaria conoce un serio frenazo, a causa de la progresión generalizada de la mortalidad.La fragilidad de este inmenso conjunto patituerto no es tan grande que pueda precipitar su caída. En 2020, el peor se evita, por el momento... Con todo, ninguna medida seria se toma, ninguna lección se extrae. El destino concede la tragedia un acto de más...
2°) El escenario "duro"
Los mismos elementos y los mismas causas que los mencionados en la situación anterior están en causa, pero se producen más brutalmente y su secuencia, su concomitancia tienen consecuencias mucho más severas.
Algunos ejemplos: la recesión económica europea es mucho más severa que anteriormente: el nivel de vida cae en algunos años el 50%. El límite máximo alcanzado por la guerra civil étnica en varios países de Europa no es ya "rampante", sino honesto y abierto. En todo el mundo, los conflictos implicando el Islam alcanzan una intensidad dramática. Las escaseces de petróleo, el agotamiento de las reservas agrícolas y alimentarías comienzan seriamente hacerse sentir. Todos los parámetros siguen siendo los mismos, pero se agravan. El abrasamiento Oriente Medio toma proporciones dramáticas. Guerras nucleares localizadas han estallado; los giga- atentados han conocido varios episodios nucleares. Las epidemias, las hambres, los choques climáticos se encadenan.
Se asiste una desestabilización psicológica de la humanidad que, hasta en el inconsciente colectivo, tiene efectos devastadores. La humanidad baja los brazos, en estado de entorpecimiento. Ningún cambio voluntario tiene lugar y se instala una clase de "caos que se arrastra", pero de caos dominado.
El sistema global de la civilización mundial para el golpe, pero una metamorfosis radical se produce, sin que se trate de una ruptura fractal. En algunos años, la situación se vuelve la siguiente:
La Unión Europea desaparece pura y simplemente, convertida en completamente ingobernable. Europa se organiza como una especie de calidoscopio neomedieval, extremadamente borroso, aunque en teoría la existencia jurídica de los Estados-nación subsiste siempre. Se crean zonas islamizadas en las Repúblicas autónomas, lo mismo que espacios hiperprotegidos reservados a los ricos autóctonos. Los conflictos son incesantes, pero no sobrepasan un umbral tolerable. El nivel de vida de los habitantes de Europa sigue lentamente reduciéndose, pero una clase minoritaria afortunada se mantiene.
El sistema global llega a sobrevivir. La Bolsa funciona siempre. La ley de la adaptación juega. Se vive en las ruinas o en las semiruinas del Antiguo mundo, pero finalmente se vive aún. El nivel tecno -científico disminuye, no obstante no de manera drástica. Sin embargo, no se habla ya "progreso" tecnológico.
El empobrecimiento alcanza, a escala planetaria, niveles los astronómicos; sobre todo en el tercer mundo. La población humana disminuye bastante rápidamente, lo mismo que las emisiones contaminantes (pero es demasiado tarde) a causa de la regresión económica gigante. A escala internacional, guerras locales, macroatentados, enganches incesantes con el Islam suceden sin respiro.' El movimiento de democratización del mundo se interrumpe.
3°) El escenario "muy duro"
Es el que, a mi juicio, tiene más el de oportunidades de ocurrir. Es quizá por otra parte el más deseable...
La ruptura fractal se produce, la cuerda rompe. El edificio de la civilización mundial no pudo resistir. Los factores precedentemente descritos conocen una intensidad aún más acentuada, sobre todo en el ámbito climático donde una ruptura cataclísmica se produce hacia 2015. Como un juego de dominós todo se aplasta. El cambio ocurre entre 2010 y 2020, pero el naufragio tarda diez años en cumplirse. En 2030, el estado del planeta no tiene ya nada ver con lo que estaba previsto por los "expertos" y los científicos autorizados de hoy.
1) La población mundial se reduce drásticamente. Pasa de algo más de seis mil millones a mil millones y sigue declinando a gran velocidad. Las causas son simples el hundimiento de los suministros alimentarios y de agua potable, así como el final del acceso a los medicamentos debido al cese de las industrias farmacéuticas y estructuras médicas.' En medio del siglo XXI la especie humana se estabiliza en algo menos de 300 millones de humanos.' Todo pasa como si la humanidad hubiera servido de variable de ajuste para pasar de un sistema no viable hacia un sistema viable. África es el continente más afectado por la despoblación. Encuentra su nivel de asentamiento de antes de la colonización.
La humanidad (ley de los ciclos) se encuentra propulsada en la "situación de equilibrio" que conocía desde hace numerosos siglos.
2) Los supervivientes huyen de las ciudades y las megalópolis en masa, cuyos edificios, invadidos por la vegetación, comienzan a deteriorarse, donde ya no subsisten más que bandas, que operan razzias en los campos. En estos últimos, donde el remanente de la población se refugió, se vive de agricultura de subsistencia y de artesanía.
3) En efecto, todas las industrias se han detenido. La fantástica y brutal regresión técnica comienza y que no hace más que acentuarse puesto que no hay más de transmisión posible de los conocimientos.
Tres tipos de "niveles de civilización" se observan: en primer lugar, zonas (esencialmente en el actual tercer mundo) donde se vuelve de nuevo al neolítico, con una economía agrícola primitiva; a continuación otras zonas - por ejemplo en Europa y en los antiguos países desarrollados - donde se retorna a la situación de la primer Edad media (del VI al X siglo); finalmente islotes de subsistencia (de los cuales no es posible prever el sitio algunas décadas antes de la Catástrofe) que conservan, levantadas barricadas, una parte de los acervos técnicos de la antigua civilización.' Se basan en parte en el reciclaje de los gigantescos rechazos dejados por esta última. Pero, dado que necesitan petróleo, no es impensable que se instalen en la proximidad de los lugares actuales de extracción.
Estos islotes de subsistencia mantienen un nivel técnico muy variable, pero que solo supera muy raramente (y no en todas materias) el del principio del siglo XX. Sin embargo probablemente utilizando las últimas tecnologías del siglo XXI, en vigor justo antes del hundimiento, subsiste alguna parte de una "microcivilización" hipertecnológica en el mundo. Estas zonas parte se asemejan "ciudades-Estado" y más bien son dirigidas por dictaduras militares.
4) A nivel político, todos los Estados-nación se hundieron así como las instituciones internacionales. La humanidad conoce - o reencuentra - una situación la vez medieval y tribal.
Los imperativos de subsistencia, protección y depredación son la ley general, por lo tanto la guerra. Pero estas luchas incesantes no ponen ya la Tierra en peligro: las armas de destrucción masiva ABC (atómicas, bacteriológicas, químicas) no existen ya. En la zona A (neolítico), es el reino de las tribus y la vuelta a lo que se conoció desde milenios. En las zonas B y C (véase más arriba), la situación es más compleja. Se crean feudalidades y nuevos relaciones políticos se instauran, bastante similares lo que se vio a principios de la Edad Media. Es, hasta cierto punto, una repetición del pasado, pero según una diferente modalidad, siendo la Historia un eterno retorno "aproximativo '.
5) En el ámbito religioso y espiritual, se asiste una verdadera explosión. El escrito permanece. Las grandes religiones de la' antigua civilización siguen transmitiéndose, pero se modifican y retornan a las fuentes.' El hundimiento, sobre la Tierra entera, de la sociedad de consumo individualista, señala el fin del materialismo y el desarrollo de un espiritualismo. Nuevos cultos, sincretismos nacen, incluidos resurgimientos de los antiguos paganismos. Al hundimiento del ámbito material del antiguo mundo, responde un desarrollo del ámbito espiritual del nuevo mundo, y que no es artificial (como en nuestros días), puesto que corresponde a condiciones de vida extremadamente difíciles, en particular, causa de las condiciones climáticas rigurosas.
Una nueva humanidad está en tren de nacer por todas partes, basada en bases radicalmente nuevas. Lentamente, la ley de la vida se restablece. La Tierra respira. Las contaminaciones cesaron - se respeta el protocolo de Kyoto, en el dolor, al precio de una gigantesca hecatombe humana. Es una victoria de Gaia, la Tierra. Bien seguro, los efectos de las terribles contaminaciones de los siglos XIX, y XX, así como del principio del XXI, siguen haciéndose sentir. Pero la Tierra absorbe y se rehace en salud. Un nuevo Ciclo comienza. ¿Los hombres que sobrevivieron son menos felices o más felices que sus padres y ancestros? Probablemente más.
PREPARANDO EL DESCENSO
John Michael Greer (*)
A medida que se acumulan las evidencias de que está próximo el cenit del petróleo, cada vez más gente siente preocupación por esta problemática que desafía casi todas las creencias sociales sobre el futuro y el asunto de qué hacer al respecto está a la orden del día. De forma previsora, los catastrofistas por la supervivencia están saltando con sus "soluciones" que valen igual para un roto que para un descosido. Este tipo de respuestas ya habían aparecido en los años 20, cuando las creencias de los Cristianos Evangélicos en el inminente Apocalipsis se unió con la retórica de la América tradicional que oponía las ciudades ricas, populosas y lujuriosas con el mundo rural tradicional pobre, aislado y supuestamente más virtuoso para crear las primeras ideologías para la supervivencia post-apocalíptica. Desde entonces los apocalípticos de la supervivencia insisten en que la única respuesta a cualquier crisis que podamos imaginar (epidemias de enfermedades, holocausto nuclear, guerras étnicas, la venida del Anticristo, el colapso de los sistemas informáticos por el cambio de milenio, y la lista podría continuar) es la de refugiarse en el bosque con muchos alimentos y armas, y vivir una vida asilvestrada mientras las grandes urbes caen destruidas en medio de las llamas.
Desde el punto de vista de los apocalípticos de la supervivencia, el cenit del petróleo es una excusa más pare echarse al monte. Aun así, no es una razón muy convincente. Ciertamente que el cenit mundial del petróleo nos llevará a una era de costes energéticos crecientes y suministros decrecientes, lo que acarreará muchos problemas económicos, sociales, políticos y demográficos, pero está aun por ver el que haga un razonamiento creíble de que estos problemas causarán un colapso inmediato y absoluto de la civilización. Nos enfrentamos a un declive, no al Apocalipsis, y de cara a un declive gradual que se extenderá durante un siglo o más, una estrategia basada en judías en lata y M-16s en una cabaña en el bosque no sirve más que de distracción. Una visión más realista, con estrategias realmente útiles se pueden encontrar ya fácilmente pasando de las fantasías de muchos apocalípticos a la realidad de la grave situación de la industria mundial. Aunque el futuro que nos espera no sea apocalíptico, cuatro jinetes definen el escenario mas probable:
El primer jinete en tomar la salida es la decreciente disponibilidad energética. En algún momento de aquí al 2010, la producción de petróleo alcanza su cenit, se estabiliza y comienza un irregular pero también irreversible descenso. Los suministros de gas también comienzan su declive sobre la misma fecha. Parte de ese déficit energético podrá subsanarse con carbón, eólica y otras renovables, nuclear, y mediante ahorro energético. Pero según se acelera el agotamiento de petróleo, y otros recursos como el uranio para la fisión y el gas también alcanzan sus propios cenits, la fractura se hará mas profunda, y muchos estilos de vida y modelos de negocio que dependen de la energía barata dejarán de ser rentables.
El segundo jinete, a escasa distancia del primero, es la crisis económica. Según empiece a disminuir la producción de petróleo, los precios energéticos se dispararán a medida que las naciones, regiones e individuos se meten en cada vez más guerras llevadas al extremo por culpa de la desenfrenada especulación. La economía global, que tuvo sentido mientras duró el contexto de los precios petrolíferos mantenidos artificialmente bajos de los 90, se rompe en mil pedazos, llevándose consigo a muchos negocios basados en la importación y exportación, dando comienzo a una ola de bancarrotas y quiebras empresariales en cadena que causarán escasez de muchos productos de consumo, llegando incluso a faltar de los más esenciales como comida y vestimenta. La subida de los precios de la energía también afectará directamente en muchos aspectos de las economías familiares. El desempleo se eleva hasta niveles desconocidos desde la Gran Depresión y se extiende la pobreza.
El tercer jinete, por detrás del segundo en una distancia de uno o dos cuerpos, es la quiebra de la Seguridad Social. El aumento espectacular de los índices de pobreza, la escasez y el impacto del coste creciente de la energía afectan a la cadena de suministros alimentarios, y de la misma manera el cuidado de la salud intensivo en energía se convierte en un lujo solo asumible para los obscenamente ricos, mientras que el calentamiento global y el colapso del equilibrio en el ecosistema provocan la generalización de nuevas o antes exóticas enfermedades, al tiempo que la desnutrición y las enfermedades se convierten en grandes pandemias. La gente comienza a morirse de lo que antes eran enfermedades comunes y perfectamente tratables, mientras que enfermedades crónicas como la diabetes se convierten en condenas a muerte con la subida de los precios de las medicinas hasta precios inalcanzables. Las tasas de fallecimiento se disparan e inversamente la esperanza de vida se hunde, provocando la primera gran ola de contracción poblacional.
El cuarto jinete, al galope de los primeros tres, es el desorden político. Lo que la sociología política denomina "democracia liberal" es un sistema en el que grupos de élite compiten entre sí para conseguir la confianza de sectores del electorado ofreciendo a cambio dádivas generadas por el crecimiento económico. Por tanto el sistema depende de un abundante combustible fósil y del sistema industrial económico que lo transforma en crecimiento. Muchas de las instituciones políticas de hoy en día no podrán sobrevivir al final de la energía barata y el cambio hacia nuevos ordenamientos políticos podrán muy probablemente provocar violencia. En política internacional tendremos el mismo tipo de problemática ya que las naciones cuyo poder e influencia dependían de un suministro de energía barato y abundante caerán de su actual posición hegemónica, mientras que otra naciones "a la cola", verán como sus economías menos dependientes energéticamente se hacen poderosas en vez de debilitarse en el escenario mundial. Si la historia nos puede servir de maestra, estos cambios en el poder mundial se resolverán en el campo de batalla.
Lo que es más importante de recordar sobre los cuatro factores es que se autolimitan a medio plazo. Al subir los precios de la energía, la economía se contrae, y baja la demanda energética, haciendo que los precios caigan esta vez. Pero si la economía global se hunde por completo, las necesidades humanas permanecen, y las economías locales cogerán el relevo de la mejor forma que puedan utilizando los recursos a su disposición, dando nuevas oportunidades e infundiendo nueva vida en sectores antes moribundos de la economía. Con la quiebra de la Seguridad Social, el descenso de población aliviará a otros sectores de la economía. Con el colapso de los actuales ordenamientos políticos, nuevos regímenes tomaran el poder en su lugar, y como cualquier nuevo régimen aparece para restablecer el orden de manera prioritaria. Por lo que nos enfrentamos a un ciclo de crisis de aproximadamente un cuarto de siglo de largo, seguido de un periodo de renovada estabilidad, con otro ciclo de crisis esperando a la vuelta de la esquina. Hablando en perspectiva histórica, así es como las civilizaciones caen, en un proceso escalonado en el que se alternan periodos de crisis con otros de relativa estabilidad pero a niveles cada vez menores de integración política y económica.
Estos son los desafíos ante los nos hemos de enfrentar. Afortunadamente para nosotros, es algo ya conocido para nuestra especie. Ninguno de estos cuatro jinetes que he descrito entran nuevos en escena; nuestros bisabuelos ya los conocían de sobra, e incluso hoy en día son familiares para parte de nuestra especie. Solamente los que vivimos en las sociedades industrializadas del mundo hemos podido olvidarnos de ellos, y solo a partir de la segunda mitad del siglo XX. Hasta entonces, la mayoría de la gente sabía ya qué hacer ante su aparición, unas estrategias que de nuevo nos servirán para los tiempos que vienen. El único problema es que tenemos que estar preparados para llevarlos a la práctica cuando sea necesario. Ya que los gobiernos del mundo han desistido por completo, corresponde a los individuos prepararnos para el futuro que nos espera. Cada uno de los jinetes requieren una respuesta distinta, por lo que necesitaremos una aproximación particular para cada uno.
Para hacer frente al primer jinete, la estrategia central es reducir el consumo energético. Cuanta menos energía necesites para mantenerte vivo y confortable, más fácil te resultará hacer frente a un escenario de costes energéticos descontrolados. Sin embargo, no valdrán pequeños ajustes, por lo que será necesario hacer esfuerzos integrales en ahorro energético que ya fueron ensayados con éxito en los años 70. Prevé un descenso del uso energético a la mitad, para empezar, y estate preparado para cortarla del todo si fuera necesario. Esto significa ya por descontado cambios en el estilo de vida para la mayor parte de la población. Por ejemplo el desplazamiento diario en coche pasa a ser cosa del pasado, y si lo necesitas para tu trabajo, cambia de trabajo, o cambia de vida, ese es el patrón. Despréndete del coche si puedes, y si no puedes, cambia tu 4x4 por un coche utilitario, eficiente y compacto, guardado en el garaje bajo una tela y solo lo utilices cuando sea realmente necesario. Mientras tanto, practica con apagones eléctricos, cortes en el suministro o bajadas de tensión, serán de los más frecuente en el futuro.
Para hacer frente al segundo jinete, elegir una profesión viable es la decisión esencial. La mayor parte de los trabajos en nuestras sociedades occidentales no producen los bienes y servicios necesarios, incluso la mayor parte los bienes y servicios que se consumen en nuestras sociedades no se producen dentro de nuestras fronteras. Este desajuste promete un desbaratamiento generalizado de la economía durante periodos de crisis, ya que una economía y una fuerza de trabajo orientada a las ventas, la distribución y a los procesos de información choca con la nueva realidad económica que apenas tiene espacio para estas estrategias, más bien tiene una desesperante necesidad de producir alimentos, ropa y tecnología básica. Cualquiera preparado para introducirse en un rol económico viable dentro de esta nueva realidad tiene muchas más posibilidades de sobrevivir, e incluso prosperar. Necesitas elegir un oficio que pueda funcionar con modestos aportes de energía, y cuyo resultado la gente necesite o esté dispuesto a comprarlo incluso en los peores momentos. Piensa en profesiones como hortelano, costurero, reparador a domicilio o fermentador de uva o cebada. Necesitas adquirir tus herramientas con anticipación, por supuesto, y cuanto antes pases la prueba mejor, incluso si solo lo consideras como un hobby para fidelizar a tus amigos hasta que golpee la crisis.
Para hacer frente al tercer jinete, lo importante es hacerte cargo de tu propia salud. La medicina moderna es uno de los sectores mas intensivos en uso de energía y recursos en general de la economía, y de hecho se encuentra fuera del alcance ya para más de la mitad de los norteamericanos. Para cuando la primera oleada de crisis tengan lugar, da por descontado que el único cuidado de la salud va a ser el que puedas darte tu mismo. Intenta aprender sobre medicina preventiva e higiene, tomando clases de primeros auxilios en situaciones de aislamiento, y prepara métodos propios para el cuidado de tu salud de la mejor forma que veas. No olvides las alternativas al cuidado de la salud, ya que aunque hay algo de curanderismo en el campo de las medicinas alternativas, también hay mucho de valor, siendo muchas de las denuncias de las medicinas alternativas simples intentos por proteger su cuota de mercado. Finalmente, hazte consciente de la inevitabilidad de la muerte, ya que probablemente no vivas tanto como esperabas, y si necesitas alta tecnología médica para mantenerte vivo, morirás tan pronto como deje de ser accesible. La muerte es parte de la condición humana. El simple terror ante la muerte que obsesiona a la población de las sociedades industriales es un lujo que un mundo en proceso de desindustrialización no puede permitirse.
Para hacer frente al cuarto jinete, las redes sociales nos proporcionan la respuesta adecuada. Esto no significa tener que volver a esa especie de proyectos utópicos que ya se probaron, y fracasaron estrepitosamente en los años 60; significa volver a lo ya conocido de probada efectividad que ha venido siendo utilizado durante cientos de años por gentes que aprendieron como trabajar juntos y es una herramienta esencial para la supervivencia. Si has participado en alguna patrulla ciudadana, comprado en el mercado local, o perteneces a alguna agrupación vecinal o comunitaria, ya has participado en actividades de redes sociales. En el futuro, la ciudadanía local necesitará mantener servicios básicos comunitarios como la salubridad, resolución de litigios, seguridad ciudadana durante los periodos en los que el Gobierno cese de actuar o no alcance a actuar. Conocer a tus vecinos, participar en agrupaciones vecinales o comunitarias, ayuda a fortalecer relaciones que harán de los acuerdos necesarios en caso de crisis una posibilidad viable.Cada una de estas estrategias merecen ser detalladas por sí solas
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