Revista FUERZA NUEVA, nº 145, 18-Oct-1969
EL ENCUENTRO DE “RESISTENCIA” EN FÁTIMA
“Podemos contrariar la subversión religiosa frente al subjetivismo religioso”
EL ENCUENTRO
Fátima, a las tres de la tarde del sábado. Olivos, como el que la Virgen escogió para aparecerse un día, hay por todos los sitios. Aquí, allá y forman parques y jardines. Preguntamos dónde se va a celebrar el primer Encuentro y nos dicen que en el Convento de las Madres de San Vicente de Paúl. Hay un silencio grande y el colegio se encuentra en un paseo de palmeras. Fátima, si uno se aleja un poco de la calle principal y del Santuario no es más que un pequeño pueblecillo con aire triste y pobretón. Sus casas -la mayoría conventos- están desperdigadas por el bosque de olivos sin seguir ninguna ley de urbanismo. Se encuentra así un pueblo amorfo, que por la noche reza el rosario y, de día, mira con respeto a su cielo, más milagroso que ningún otro.
Llegan coches de Coímbra, de Lisboa, de Oporto. De pronto, la calle, que antes era de palmeras, ahora es de coches y coches. Hay saludos, bienvenidas, “obrigados”. Nos presentan. Entran algunos sacerdotes: uno de ellos, con enormes barbas blancas, que ha pasado la mayor parte de su vida en las provincias portuguesas de ultramar.
He oído decir que el I ENCONTRO (PRIMER ENCUENTRO) iba a ser interesante porque dos de las facciones más importantes entre los medios universitarios del país iban a reunirse para tratar de temas que a todos nos interesan. Luego, ya lo diré, los problemas no fueron solamente nacionales, ya que a medida que íbamos adentrándonos en los temas que se trataban, los veíamos afines a los de cualquier otro país del mundo.
¿QUÉ ES “RESISTENCIA”?
Hay quien confunde resistencia con pasividad, inmovilismo, oposición simplista a todo cambio, por no decir intransigencia reaccionaria. (…) Añadieron que resistir es ejercer una acción determinada. Sí, efectivamente, allí estaban para discutir temas candentes de actualidad los miembros de “Resistencia” y los de “Vanguardia”, dos de los grupos “de derechas” más importantes entre los medios universitarios.
“Somos un dinamismo que se ejerce en el permanente perfeccionamiento de ciertas posiciones y también en su defensa contra las fuerzas capaces de corromperlas y contra aquellas otras disolventes que procuran subvertirlas y negarles validez”.
Explicaron al principio lo que era “Resistencia”. (…) Resistencia para que las fuerzas de Derecho Natural puedan desempeñar o continúen desempeñando su papel en la construcción del mundo; la propiedad y la iniciativa privada; las células básicas de sociedad, familia y empresa, y los cuerpos intermedios.
EL PROGRAMA
El programa era variado en cuanto al contenido y a la forma de desarrollarse: por una parte, había conferencias a las que seguía un pequeño coloquio; y otras consistían en un largo estudio leído, como el que cerró el primer día y que versaba acerca de la Universidad: presidió el tema de estudio el profesor Dr. J. Pacheco de Amorim, y el animador fue el Dr. Carlos Silva Lopes. Tras largo estudio sobre la Universidad portuguesa, se llegó a la conclusión de que los problemas universitarios eran motivados principalmente por cuestiones de tipo social y por movimiento subversivo internacional, que amenaza a todas las Universidades del mundo libre.
Tras algunas intervenciones interesantes que enfocaban problemas universitarios típicamente portugueses, se opinó que lo ideal sería defender el principio de una Universidad Corporativa, en cuya hipotética estructura, las autoridades académicas tuviesen el suficiente poder como para alejar a los elementos que crea la subversión, sin necesidad de intervención de la policía estatal. Es interesante tesis fue muy debatida por todos los que tomaron parte en el congreso.
Se trató a continuación el tema de la familia, con el tema de estudio que englobaba “La familia, la empresa y los cuerpos intermedios” Este tema de estudio se basaba en la realidad palpable: que la familia, en la actualidad, está viviendo su desmembración. Este peligro se estudió con detenimiento y se intentó enfocar sus causas principales. El aumento del nivel de vida y el trabajo de la mujer resaltaron a ojos de los congresistas como el motivo principal de ruptura con la clásica idea de la familia tradicional cristiana.
Al día siguiente se trató sobre el tema “Doctrina y métodos de acción”. Fue una sorpresa agradable ver cómo, a medida que se desarrollaba el estudio del tema seleccionado, lo que se trataba, a ojos vista, era el intento de restauración de un Orden Nacional Cristiano. La conjugación de las diversas facciones que integraban el salón en que los congresistas optaban a sus comentarios, se vio de pronto sacudido por la ilusión naciente de una posible instauración del orden que hemos elegido. “Fuerza Nueva”, aquí, se hizo solidaria de las opiniones que brotaban, y no pocas fueron las oportunidades que tuvimos de hacer patente la meta que nos une…
(No podemos por menos que volver a recordar las frases de afecto que para nuestra revista tuvieron un elevado número de congresistas allí reunidos. Nuestro presidente, don Blas Piñar, fue citado en una gran cantidad de ocasiones, y la adhesión de la mayor parte de los que componían la mesa presidencial, hacia su persona, fue en todo momento notable).
“RESISTENCIA” Y SUS ESFUERZOS
Ahora, tras los coloquios, tras la información de la que hemos sido hechos partícipes, podemos decir que el esfuerzo de “Resistencia” y su ilusión por convocar, en un primer congreso, las facciones derechistas del país vecino, han tenido el eco necesario. Y así, “Resistencia” pretende, con sus esfuerzos de cara al futuro, intentar el perfeccionamiento, purificación y consolidación de las estructuras e instituciones; pero, a esta altura, “Resistencia” deberá ser -más urgentemente- y podrá ser -más eficazmente- un esfuerzo de orden cultural para la creación de una mentalidad “resistente”, para la iluminación de los espíritus, para que no se dejen condicionar por la gigantesca máquina subcultural del totalitarismo subversivo.
Ante todo esto, la misma “Resistencia”, a lo largo de las sesiones habidas, se preguntaba: ¿Podremos ayudar a desembarazar de los eventuales complejos de culpa a los que detentan la autoridad y a los que son empresarios o propietarios, y hacerles saber lo que tienen de positivo en sus responsabilidades, de las que no deben dimitir si no es bajo pena de traición?
¿Podremos ayudar a despertar o a animar a individuos, empresarios, dirigentes y cuerpos intermedios, para el ejercicio de sus responsabilidades en la autogestión de sus intereses, contra la corriente del comodismo y la intransigencia que tiende a depositar en las manos del Estado totalitario o totalitarizante, todas las competencias y todas las prerrogativas?
¿Podremos contrariar a la subversión religiosa y, frente al subjetivismo religioso, ayudar a restaurar la convicción de legitimidad con que una religión, como construcción social y expresión comunitaria de las relaciones del hombre con Dios, relaciones cuya objetividad, legitimidad y pureza, sólo ella asegurará?
Tras todas estas preguntas que “Resistencia” se formulaba venían los consiguientes puntos en que basan su ideología:
“Porque creemos que se puede y debe gobernar sin demagogia, y ejercer a cualquier nivel una acción eficaz sin alimentar las tendencias inferiores del hombre…
“Porque creemos que se puede apasionar, entusiasmar a los hombres por la verdad, por el bien, por lo bello; al contrario que otros que sólo ven tendencias rebajantes y creen que hoy sólo es posible interesar a los hombres por la licencia, por la pornografía, por la anarquía y el confusionismo de las ideas y de los valores.
“Si eso es inmovilismo, pasividad, espíritu reaccionario…”
***
Sí, también “Resistencia” dice que no tiene evidentemente la superstición del cambio; pero que tampoco tiene –evidentemente- la superstición del inmovilismo. En nuestro tiempo –en todos los tiempos, pero quizá, más particularmente en el nuestro- se debe enjuiciar con anticipación cualquier idea de renovación-
“Resistencia” quiere discutir las oportunidades de innovar o conservar; no se puede innovar por el mero placer de innovar. En eso son casuistas, se discuten las innovaciones caso a caso, y donde sea preciso o inevitable, se cambiará o mutará.
“Resistencia” y “Vanguardia” tuvieron así, en el escenario milagroso de Fátima, un marco maravilloso para exponer sus teorías, discutir sus dudas, aclarar las verdades.
Tras un congreso, un adiós a Fátima, que mira al cielo. A ese cielo tan milagroso que tiene.
Enrique ENTRENA
|
Marcadores