Reforma del idioma portugués no es bien recibida

Abundando en el tema que surgió como entre paréntesis en otro foro, reproduzco este artículo referente a la polémica desatada por la reforma ortográfica:

Reforma del idioma portugués no es bien recibida


Descrito por el poeta brasileño Olavo Bilac como “la última flor de Lacio, salvaje y bella”, el idioma portugués está a punto de cambiar. A partir del 1 de enero del 2009, la reforma de su ortografía empieza a implementarse en Brasil por un periodo de adaptación de cuatro años hasta que las nuevas reglas sean completamente aplicadas. A la larga, las mismas reglas se implementarán en Portugal, donde los cambios serán introducidos durante los siguientes seis años, y también en otros seis países donde el portugués es un idioma oficial: Angola, Cabo Verde, Timor Oriental, Guinea-Bissau, Mozambique, São Tomé y Príncipe.
Siete de ocho países de habla portuguesa suscribieron el último acuerdo ortográfico portugués en 1990. Pretende unificar los dos parámetros ortográficos actuales y su intención era que entrara en vigor después que todos los países signatarios lo hubieran ratificado. Sin embargo, a finales de la década solamente Brasil, Cabo Verde y Portugal lo había hecho, aunque en Portugal el cambio recién se volcó en una ley en mayo del 2008. Brasil, que tiene cerca del 80% de los hablantes de portugués del mundo, es el primero en implementarlo.
Los cambios en la ortografía afectarán a cerca del 1.6% de las palabras en la norma europea (también adoptados en África) y 0.5% en la ortografía brasileña. A lo largo del mundo lusófono, muchos lingüistas, filólogos, políticos, periodistas, escritores, traductores– y por supuesto bloggers – no entienden totalmente la necesidad, o están de acuerdo con, el tratado internacional que tiene la intención de mejorar la condición internacional del idioma por medio de una única ortografía oficial. El debate es acalorado, pero la mayoría de los bloggers parecen estar en el mismo lado.
http://globalvoicesonline.org/wp-con...ortugese-1.jpg

“Cartel en chino y portugués en Macau, China. En realidad, “主教座堂辦公室” (en chino) o “Cartório Da Sé” (en portugués) significa “El despacho de la Catedral.” Por Wikimedia.

Empezemos con las dos peticiones de Portugal (1 y 2) que reunen miles de firmas y hacen un llamado a la suspensión de la implementación, que están en evaluación por la Asamblea Nacional. Ahí, la reforma es percibida como un “abrasilamiento” del idioma sin ninguna ventaja real para los otros países. También se alegó que las reglas de la nueva ortografía discrepan con la manera en que los portugueses pronuncian las palabras. Un ciudadano portugués que ha crecido en Macau, Ricardo José [pt] ha tomado una decisión extrema:

Un país no es un himno nacional ni el diseño de una bandera. Un país es su idioma y cultura.
Y si un grupo de políticos reclama el derecho de interferir con un idoma que es mío, en contra de lo que caracteriza la cultura de los ciudadanos de un país, sirviendo a los intereses de otro [pueblo] que el portugués, entonces los rechazo, porque ya no son políticos de Portugal.
De ahora en adelante, si este acuerdo no tiene marcha atrás, mi voto será siempre público y siempre será el mismo: votaré en blanco.

De hecho, para lo que es conocido como el portugués brasileño, los cambios se mantendrán al mínimo, y algunos bloggers ya los han adoptado [pt]. Sin embargo, la mayoría de personas tampoco están contentas con la reforma. Un doctor del idioma portugués, Marcelo Leite [pt], por ejemplo, parece estar de acuerdo con las opiniones del blogger citado arriba, además que la reforma fue un acuerdo que tiene mucho más que hacer con intereses políticos y económicos que con asuntos de idioma.

En verdad, hemos hecho que la comunidad lusófona se trague la mayoría de las reglas para unirse en nombre de una unidad lingüística que, como el Godot de Beckett, ha estado esperando debajo de un árbol. Podemos escribir de la misma manera, pero lo que nos hace tan distantes, tan diferentes, no está tanto en la ortografía de las palabras sino en una herencia cultural que, aparte del idioma, nos separa mucho más que un océano. Y creo que esta diferencia es lo genial.

Eugênio Costa Almeida [pt], desde Angola, está de acuerdo con el blogger brasileño en que un juego de poder es lo que hay acá y se pregunta cómo puede implementarse esta reforma en África, prolífica en idiomas:

Cómo se sacará la CPLP [Comunidad de Países de Lengua Portuguesa] esta botas tan ajustadas, cuando hay países que todavía no han ratificado la nueva ortografía, como Angola y Mozambique, considerando que el primero, a diferencia de Mozambique y Guinea-Bissau, tiene casi más hablantes de portugués que de sus idiomas nacionales.

Hablando de Mozambique, Nyikiwa [pt] pensó que el país no debería tomar modelos que muchas veces no están de acuerdo con su realidad:

El tema de la reforma ortográfica, creo, muestra claramente que la población no ha sido consultada ni escuchada. La población solamente sirve para votar. De hecho, los que ratifican los documentos, ya sea a nivel nacional o internacional, son líderes que ignoran el hecho que hay diferentes culturas y diferentes actitudes dentro de una nación que es aparentemente homogénea, ¿qué hay entre pueblos de diferentes culturas y comportamientos? Creo que es tiempo, antes de proseguir con tales acuerdos, de escuchar al pueblo y que sus ideas sean expresadas.

http://globalvoicesonline.org/wp-con...tografirr5.gif




http://es.globalvoicesonline.org/200...bien-recibida/

Cita:

---

Iniciado por Hyeronimus

"Y si un grupo de políticos reclama el derecho de interferir con un idoma que es mío, en contra de lo que caracteriza la cultura de los ciudadanos de un país, sirviendo a los intereses de otro [pueblo] que el portugués, entonces los rechazo, porque ya no son políticos de Portugal."

---

Claro que no son políticos de Portugal... en democracia no hay politicos de Portugal... los hay de los partidos. Como el Presidente de la Republica no es el presidente de todos los portugueses pero tan sólo de aquellos que en él han votado.

No es por servir los intereses de otro pueblo - entendase el brasileño - porque el acuerdo ortografico no es del interese brasileño para nada. Es por servir los intereses de grandes grupos economicos que quieren un mercado lusofono global, grupos de que están refénes los partidos y los políticos.

Para hacernos una idea:
¿se nos podría poner un ejemplo concreto de alguna frase en el portugués actual y cómo se escribiría a partir de las nuevas reglas? ¿o qué palabras principales cambiarían su escritura?

Hmm a ver... la frase: "El hecho de no tener una componente electrónica es decepcionante...

Em portugués de Portugal, ahora:

"O facto de não ter uma componente electrónica é decepcionante..."

con el acuerdo ortografico:

"O fato de não ter uma componente eletrónica é dececionante..."

Las consonantes tonicas dejan de existir. Ese es el mayor cambio.

Bien. Luego parece que la reforma no es solo ortográfica sino fonética, además. Pues es evidente que desaparecidas esas consonantes ya no se podrán pronunciar.
Por otra parte, visto el ejemplo, me parece un atentado lingüistico en toda regla.

...se escribirá de una manera y se hablará de otra...:toymareado:

:tonto2: Que los brasileños lo hagan, nada en contra... ahora imponer esto en Portugal...

...??es decir, nosotros hemos creado la lengua y los brasileños nos enseñan ahora como la tenemos de hablar?? :toyenfermo:

Cita:

---

Iniciado por Irmão de Cá

:tonto2: Que los brasileños lo hagan, nada en contra... ahora imponer esto en Portugal...

...??es decir, nosotros hemos creado la lengua y los brasileños nos enseñan ahora como la tenemos de hablar?? :toyenfermo:

---

desde ese punto de vista es muy triste,es como si llega un venezolano (por poner un ejemplo) a decirme a mi como tengo que hablar el castellano.

http://upload.wikimedia.org/wikipedi...a5/Lang-pt.gif

Cita:

---

Iniciado por Irmão de Cá

Hmm a ver... la frase: "El hecho de no tener una componente electrónica es decepcionante...

Em portugués de Portugal, ahora:

"O facto de não ter uma componente electrónica é decepcionante..."

con el acuerdo ortografico:

"O fato de não ter uma componente eletrónica é dececionante..."

Las consonantes tonicas dejan de existir. Ese es el mayor cambio.

---

Caro Irmão de Cá, esse exemplo não está absolutamente correcto... as consoantes tónicas desaparacem quando não são pronunciadas na variante em causa, pelo que mesmo com o novo acordo continua-se a escrever "facto" em Portugal, porque em Portugal lê-se "facto".

Um melhor exemplo é a palavra que utilizei acima, "correcto". Neste caso o "c" não se lê, pê-lo que passa a "correto".

Existem várias pontos nos quais discordo com o novo acordo, mas verdade seja dita que vários deles são, por exemplo, de coisas já utilizadas em outros idiomas, como o castelhano. Trata-se acima de tudo de uma questão de se preferir manter as origens das palavras ou de as aproximar ao discurso oral. A reforma de 1910 que deu origem ao português que escrevemos hoje já ia muito nesse sentido. Por exemplo, o segundo capítulo dos Maias escrevia-se:

"Pedro e Maria, no emtanto, n'uma felicidade de novella, iamdescendo a Italia, a pequenas jornadas, de cidade em cidade, n'essa via sagrada que vae desde as flôres e das messes da planicie lombarda até ao molle paiz de romanza, Napoles, branca sob o azul".

Repara-se nos "ll", que foram eliminados, nos "ae" que se transformaram em "ai", terminação em "z" que passou a "s", etc.

Claro está, muitos foram também contra estra reforma, e na verdade existe um "lírismo" próprio dos adornos que a lingua escrita tinha que se perdeu, embora também seja verdade que muitos deles não existiam antes do século XVIII.

Resumindo a questão do acordo não é para mim tão grave como leio, embora já tenha dito que não me agradam vários pontos.

A questão passa por se querer ou não manter um padrão de escrita entre Portugal e o Brasil (pois que o resto "vai por arrasto"). Independentemente de tudo o resto existem vantagens em tentar manter esse padrão, de resto á semelhança do que existe em castelhano (mas não, por exemplo, do inglês).

Para nós Portugueses (tal como para vós Castelhanos, ou Espanhóis em geral que falem castelhano) existe sempre a tendência natural de dizer "a língua é nossa!". É natural, e tem uma base verdadeira. Mas também é verdade que é natural que os milhões de falantes de Português que o usam como língua nativa, materna e cultural sintam que têm uma palavra a dizer no assunto. É um equilíbrio nem sempre fácil, mas que convém ter em atenção de forma a evitar a fragmentação desnecessária da língua.

Cita:

---

Iniciado por Gothico

Bien. Luego parece que la reforma no es solo ortográfica sino fonética, además. Pues es evidente que desaparecidas esas consonantes ya no se podrán pronunciar.
Por otra parte, visto el ejemplo, me parece un atentado lingüistico en toda regla.

---

Como disse em cima o "c" só desaparece se não for pronunciado, pelo que em Portugal continua a ser "facto".

O acordo vai mais no sentido da alteração que aconteceu em castelhano entre "x" e "j" (Ximenez->Jimenez, Quixote->Quijote, etc). Ou seja, altera a grafia para se aproximar do que é dito.

Em português existem muitos "c"'s que ao contrário do castelhano não são pronunciados: "actor" lê-se "aktór" em castelhano, mas apesar de se escrever da mesma forma lê-se "atôr" em português. Neste caso deixa-se de se escrever "actor" e passa-se a escrever "ator".

Outro bom exemplo é "estrutura", que já se escreve assim em português hoje em dia (em castelhano é "estructura").

Obrigado, Possessio Maris, pela oportuna correcção.:) Não tinha entendido totalmente a questão das consoantes tónicas. Na verdade, todo o processo economicista de imposição a Portugal de uma série de normas de escrita que já estão em vigor no Brasil me é totalmente revoltante... e de tantos engulhos que me provoca o assunto, não li o suficiente sobre ele.

Creio absolutamente que não há razões, se excluirmos o interesse de grandes grupos económicos em poupar alguns milhões, para acabar com as particularidades linguisticas de Portugal e Brasil. Não prejudicavam de forma relevante a comunicação em lingua portuguesa, e cada país preservava a dignidade de, respeitando o costume próprio, proceder às evoluções e ajustes necessários, no seu próprio tempo.

No Brasil também há alguns que não estão contentes com a artificial reforma ortográfica, como pode-se ver neste texto do Sidney Silveira, e eu concordo com ele:

A reforma da língua pelos "aglotas"


Sidney Silveira

Continuo, infelizmente, sem tempo para responder (às vezes sequer abrir) aos meus emails, e por conseguinte para postar novos textos no Contra Impugnantes. O Nougué mais ainda! Contudo hoje passo aqui apenas para anunciar que, um pouco mais adiante, o Prof. Nougué apresentará uma verdadeira demonstração apodítica da absurdidade da recente reforma ortográfico-gramatical, que, infelizmente, todos os editores brasileiros assimilaram sem dar um pio — num bom-mocismo que denota claramente o estado de coisas por estes trópicos ínferos. Na editora Sétimo Selo recusamo-nos a dizer "amém" a esta bizarra mudança; os livros continuam a ser publicados na ortografia anterior. A menos que nos obriguem legalmente.

Esta reforma foi capitaneada por interesses financeiros de meia dúzia de editores apaniguados do governo, e levada a cabo pela vaidade de alguns gramáticos confusos. E o pior de tudo: foi uma reforma imposta arbitrariamente pelo poder público, que pôs o dedo onde por princípio não deve pôr, dado que a língua é patrimonônio de um povo, sustentáculo da cultura, veículo de preservação dos valores e idéias, e não se mexe nela ao arbítrio de uma pequena parcela de pessoas. Tratou-se de uma reforma referendada por "aglotas", termo usado por um professor de português que tive (já falecido), para designar os antípodas do poliglota: é o sujeito que não fala idioma algum, nem o pátrio...

Se não gritarmos agora, em breve virá a reforma que imporá a linguagem internética (e onomatopaica) dos "kkkkk", "rsrsrsrs", etc., mais própria de galináceos ou de asnos consumados e hereditários.

Aguardem: os argumentos gramaticais (e históricos) do Nougué são absolutamente demonstrativos. Eu o instei a escrever o texto, que será um grande serviço.

Ao ser publicado por aqui, peço a todos que o difundam.

P.S. Fico cá com os meus botões pensando: pena que não temos mais no cenário nacional um Napoleão Mendes de Almeida, por exemplo, que apesar da ranzinzice era um notável gramático e não se furtava ao papel que lhe cabia, o de ensinar a língua vernácula. E com humor benevolamente ácido. Transcrevo aqui, a propósito, um trecho do seu engraçadíssimo Dicionário de Questões Vernáculas, no verbete "mesmo":

"Erro muito freqüente é o emprego do demonstrativo mesmo com função pronominal em construções como estas: 1- "...nova ortografia, visto que os trabalhos serão corrigidos pela mesma"; 2- devemos estudar português e as matérias que têm relação com o mesmo"; 3- A Sociedade Tal é constituída dos senhores F e F, e os mesmos dedicam à mesma todas as energias".

Desse erro têm grande culpa os "críticos de cacófatos". Sem conhecimento seguro da gramática, tão só cacófatos vêem num trabalho muitos de nossos homens de crítica literária cegos a erros graves de sintaxe, quando não de morfologia; surpreendem o leitor com tais descobertas, como se escrever em bom português consistisse em ter malícia, em ter espírito mesquinho. Preocupados com vocábulos de grande erudição pornográfica, sentem-se felizes esses críticos quando num trecho encontram desse teor palavras que possam mostrar ao leitor, maduro mas sem preocupações tolas, ou ao aluno, estudioso mas sem malícia.

(...) Passam a fugir do pronome ela, eliminando-o em toda a circunstância, para substituí-lo por a mesma. (...) o mesmo fizeram com o masculino ele, que para todos os efeitos se transformou em o mesmo, donde os três exemplos acima apresentados, aos quais somaremos mais estes: 4- "Vou à casa de minha mãe; falarei com a mesma sobre o assunto"; 5- Realizou-se ontem a esperada festa; à mesma compareceram....".

Em algum lugar que agora não encontro, referindo-se a esse verbete usa o zangado Napoleão a expressão "orgia mesmítica" para designar tal sestro.

Quem puder compre o livro Dicionário de Questões Vernáculas, instrutivo do papel que cabe ao verdadeiro gramático em qualquer país. Ainda que não concordemos com todas as suas posições.

Contra Impugnantes

A Reforma Ortográfica — um Acinte à Sensatez


Carlos Nougué

Deixada à deriva, sem gramática, como querem muitos linguistas que, porém, defendem sua tese sem nenhuma deriva gramatical, a língua seria como a realidade-rio de Heráclito: seria puro fluxo, a ponto de não se poder falar duas vezes a mesma língua...

Ora, tal anseio, compartilhado de certa forma por híbridos de linguistas e gramáticos, não passa de fato do mais puro heraclitismo, ou seja, de uma negação da estabilidade do real. Mais simplesmente, é uma pura negação do óbvio: a gramática é parte intrínseca da linguagem; é o dique ou comporta sem a qual a língua-rio de fato fluiria e fluiria sem permanência alguma. Uma prova? A mais chã: que pai, que mãe, se dotados ao menos do ínfimo senso natural de cuidado e educação da prole, não corrigirão seu filho se ele disser algo errado? Se o pequeno disser, por exemplo, “zinza” em vez de “cinza”, hão de calar-se os pais e deleitar-se com mais essa novidade de uma permanente deriva linguística?

É tal a obtusidade daquela posição “científica”, está a tal ponto obnubilado o intelecto de seus proponentes, que estes não conseguem ver sequer que com tal língua-rio sem gramática nem sequer se poderia propor sua absurdidade — simplesmente porque nem sequer haveria a linguagem. Bem sei que retrucarão: “Mas as línguas mudam constantemente...” E quem o nega? Um rio de tanto bater numa comporta acaba por abrir-lhe fendas e traspassá-la com mais ou menos ímpeto. Com mais ímpeto quando há apenas fiapos de civilização e a gramática natural da língua acompanha tal tenuidade: essa é a razão por que as línguas indígenas ou tribais tendiam (e tendem) incessantemente à entropia. Com menos ímpeto quando há verdadeira civilização universal (ou tendente à universalidade) e a gramática da língua se alça de componente natural a arte: era o caso da Cristandade do século XIII e sua língua científica e altamente normatizada, o latim. (Aliás, a decadência civilizacional representada pelo fim da Cristandade não poderia ficar sem efeito na língua, que, adornada o mais das vezes de beletrismo, de ordinário já não alcançaria mais que um brilho de ouropel.)

A gramática que, conquanto decorrente da gramática natural da linguagem, a sobreleva é propriamente arte. É bem verdade que, em razão da mencionada decadência linguística que se seguiu ao fim da Cristandade, a arte da gramática o mais das vezes recaiu, também ela, em beletrismo, ou seja, em atrelar a língua ao carro da literatura e aos caprichos dos literatos. Muito se teria para falar disso; mas não podemos fazê-lo aqui. Contentemo-nos com dizer, aqui, que ter uma arte gramatical falha é patentemente menos daninho que não ter nenhuma arte gramatical, porque, como visto, sem esta a língua tende mais impetuosamente a rio heraclíteo.

Pois bem, a língua escrita é o aspecto material da linguagem que de si mais capacidade tem não só de conservar-se, mas de conservá-la. Não é fato que o grego ático de um Platão não nos teria chegado se não fora a escrita? E, como nosso tema aqui é em verdade a última reforma ortográfica que vitimou a língua portuguesa, demos um salto e digamos que a grafia é a côdea deste aspecto material, e a ortografia a parte da arte gramatical que dá a ela consistência e permanência no tempo.

Dizia Aristóteles, pouco mais ou menos, que é preferível uma lei imperfeita mas duradoura a uma sucessão de leis melhores mas efêmeras: porque, dizia ele, não se podem educar os cidadãos ético-politicamente sem o aprendizado de uma legislação estável. Conquanto tenhamos de matizar tal afirmação (o que, porém, é assunto para outro lugar), podemos todavia aplicá-la, perfeita e proficuamente, à ortografia. Com efeito, uma ortografia estável no tempo se torna um êthos, um costume: o pai a ensina ao filho, que a ensina ao neto daquele, que a ensina ao bisneto do primeiro, e assim sucessivamente. O que sucede se se perde tal permanência, tal estabilidade no tempo? O que sucede a alguém que aos 60 anos tem experimentar, com um travo amargo, a terceira ortografia de sua vida, como é o nosso caso? E a uma criança recém-alfabetizada que de súbito tem de aprender uma nova ortografia?

Vejamos as razões alegadas para a atual reforma ortográfica, e constataremos que ela não passou propriamente de um crime contra o ético.

a) Uma língua ortograficamente unificada em escala internacional (Brasil, Portugal, países africanos) tem mais força nesse mesmo âmbito.

b) Era preciso “simplificar” a ortografia, num plano superior ao da reforma da década de 1970.

Respondamos, ainda brevemente.

a1) Uma língua pode ter mais força em escala internacional por dois únicos motivos:

• como o latim medieval, por dar voz a uma civilização realmente superior, a Cristandade, sobretudo a do século XIII;

• como o inglês atual, por dar voz a uma civilização mais poderosa econômica, política e militarmente, a anglo-saxã.

(E aquele latim está para este inglês assim como o filosófico-teológico está para uma nota fiscal... ou para um míssil.)

a2) Simples, como vimos, é a ortografia que perdura. Mas demos, sem conceder, que fosse preciso simplificar a ortografia portuguesa. Então respondam os feitores da atual reforma ortográfica:

• Por que eliminaram o trema se esse sinal diacrítico simplificava enormemente o aprendizado da correta pronúncia de que, qui, gue e gui? (E não se argua que os portugueses já o tinham eliminado: terá sido a única coisa boa que fizeram nossos “terríveis” colonizadores?)

• Por que se deram ao trabalho de elaborar a seguinte e “simplicíssima” regra da acentuação do hiato: “Acentua-se a segunda vogal do hiato quando for i ou u tônicos, se sozinhos ou seguidos de s na mesma sílaba, desde que não comece por nh a sílaba subsequente nem contenha ditongo decrescente a antecedente”, regra aumentada e complicada com respeito à regra da ortografia anterior para beneficiar, pelo que lembramos, tão somente três palavras (“feiura”, “baiuca” e “Bocaiuva”)?

• Por que eliminaram acentos diferenciais tão simplificadores do entendimento da escrita como o acento agudo na terceira pessoa do singular do presente do indicativo do verbo “parar”, concedendo ainda, contudo, a existência a alguns poucos? Veja-se como tal eliminação contribuiu para uma grande “simplicidade”: “Greve para São Paulo”; “Pedro para para pensar”...

• Por que eliminaram a maioria dos acentos diferenciais, deixando porém para algumas poucas palavras privilegiadas a honra de tal mitra? Por que, ademais, se decretou que se pode pôr, opcionalmente, o circunflexo diferencial sobre “fôrma” para distingui-lo de “forma”, e não se deu tal possibilidade a toda e qualquer palavra passível de confundir-se com uma homógrafa sua?

• Por que, se se tratava de simplificar, não acabaram com o hífen ou quase isso, um pouco ao modo da ortografia espanhola? Pior:

▪ Por que, entre as palavras compostas de três ou mais palavras ou vocábulos, as que não nomeiam animais, vegetais e patentes militares perderam os hifens (como “cor de burro quando foge”, “folha de flandres”, “ponto e vírgula”, “mão de obra”, “pé de valsa”), à exceção de cinco privilegiadas (“cor-de-rosa”, “água-de-colônia”, “mais-que-perfeito”, “arco-da-velha” e “pé-de-meia”)?

▪ Por que as palavras compostas de duas outras (como “para-choque”, “para-raios”, “guarda-chuva”) permanecem com hífen e não assim cinco e apenas cinco delas (“paraquedas” e suas três derivadas e “mandachuva”)?

▪ Entre as palavras compostas por prefixação, a maioria daquelas em que a última vogal do prefixo é igual à vogal inicial da palavra que se lhe segue não levava hífen na ortografia anterior, mas sim na atual (como “micro-ondas”, “anti-inflamatório”, etc.). Por quê?

▪ Ao contrário, as palavras compostas por prefixação em que a última vogal do prefixo é diferente da vogal inicial da palavra que se lhe segue levavam hífen na ortografia anterior, mas já não na atual (como “infraestrutura”, “autoexame”, etc.) Por quê??

▪ E por que, contra toda a nossa tradição ortográfica, se criaram monstrengos como “coerança”, “coerdeiro” e que tais, se, muito longe de simplificar, eles complicam demasiadamente o ato da leitura?

Poder-se-iam multiplicar as citações das aberrações nada simplificadoras, mas altamente perturbadoras, da recente reforma ortográfica. Ainda a bem da brevidade, porém, consideremos bastante a amostra acima, e concluamos este breve artigo.

O que levou efetivamente a uma reforma ortográfica tão antiética? Certamente uma conjunção complexa de fatores.

1) A patente decadência civilizacional.

2) A crescente e nefasta tendência dos estudos da linguagem a aderir à tese da língua-rio heraclítea.

3) As debilidades da própria gramática tradicional, que a deixaram indefesa ante as investidas da linguística.

4) E — não somos tontos — a possibilidade de ganhos imensos, sobretudo num país em que o estado compra quase toda a produção de livros didáticos e paradidáticos. Imaginem os verdadeiros rios de dinheiro que correram quando o governo federal adquiriu uma multidão, por exemplo, de dicionários atualizados e relançados em razão da reforma ortográfica...

A recente reforma ortográfica, em suma, não é mais que um simples reflexo de um mundo feio, tão feio como a “feiura” sem acento; de um mundo intelectualmente pobre, tão pobre quanto as risíveis contradições e absurdos de que ela se tece (ou se destece); de um mundo “rico”, tão “rico” como a corrente impetuosa da cobiça que arrebenta os últimos diques da inteligência e da ética.**

__________________

* Até o fim deste ano estará publicada uma gramática nossa, onde, a par de normas dadas o mais simplesmente possível e segundo padrões lógico-tradicionais, também poderemos espraiar-nos um pouco mais sobre os assuntos tratados aqui.


** Como se pode ver, escrevemos este artigo, do início ao fim, com a ortografia reformada. Com efeito, também nós fomos levados de roldão pela torrente sem comportas...


Contra Impugnantes

Acordo Ortográfico da Língua Portuguesa: desmascarada a vergonha

http://4.bp.blogspot.com/-E2R8rT20UI...92462239_o.jpg

Sidney Silveira


Nesta segunda-feira (21/04) gravei uma breve entrevista com o filólogo Sergio De Carvalho Pachá, que, em 2009, era Lexicógrafo-Chefe da Academia Brasileira de Letras (ABL) e conheceu os bastidores da reforma ortográfica mais absurda de que se tem notícia entre nós.


Pachá foi defenestrado da ABL por ter uma opinião privada (de caráter absolutamente técnico!) contrária ao acordo. Ele viu o gramático Evanildo Bechara transformar-se, num passe de mágica, de grande crítico da reforma em seu principal garoto-propaganda — para depois, com aparente sã consciência, editar um pequeno manual da nova ortografia, trazendo para as próprias algibeiras certamente mais do que as trinta moedas com que Judas vendeu Cristo.


O ridículo argumento da "união política entre os países lusófonos", como sabíamos previamente, não se cumpriu. Quem ganhou com a coisa no Brasil foram as editoras apaniguadas da "corte", que recebem milhões do governo para imprimir livros paradidáticos.


Trata-se de um depoimento histórico, dado por pessoa abalizada tanto pelo apuro do seu conhecimento lingüístico como pelos cabelos brancos e os alquebrados olhos, que a terra há de comer. Olhos de quem, como Gonçalves Dias no "I-Juca Pirama", pode muito bem dizer:


— Meninos, eu vi.


Reitero: entrevista concedida por uma autoridade em língua portuguesa que exercia papel importante na ABL quando da concepção do acordo ortográfico. Iniciativa esta chamada por Pachá de "fraude", sem meias palavras.


O material será apresentado ao público em breve.


O mesmo vídeo traz um tira-gosto das questões vernáculas de que o Prof. Sergio Pachá tratará no curso "A Língua Absolvida", do Instituto Angelicum, imperdível para todos os que precisamos usar bem da língua, ou seja, expressar conteúdos inteligíveis aproveitando as magníficas possibilidades do idioma de Camões.


Aguardem!


Enquanto isso, não percam esta oportunidade única: façam as suas inscrições na Escola Virtual do Instituto Angelicum, no seguinte link:


A Língua Absolvida | Instituto Angelicum Escola Instituto Angelicum


A língua portuguesa agradece pelo serviço que quixotescamente lhe prestamos, com o curso do Prof. Sergio Pachá.

Contra Impugnantes

A fraude intelectual da reforma ortográfica da Língua Portuguesa




http://www.youtube.com/watch?feature...;v=-_wIluG3yRs

Sidney Silveira


Na época do Acordo Ortográfico levado a termo durante o governo Lula, Sergio De Carvalho Pachá era Lexicógrafo-Chefe da Academia Brasileira de Letras.


Nesta entrevista-denúncia, ele conta a história de como nasceu este monstro lingüístico e alude às absurdidades implicadas na nova lei, que não é outra coisa senão o seguinte: uma mudança no idioma feita por decreto, algo similar ao que Mussolini tentou na Itália (como o próprio Pachá comenta).


Os intelectuais portugueses — professores, escritores, editores, etc. — já enviaram um documento ao seu parlamento, para que revogue o Acordo.


Que os brasileiros saiam do letargo e façam o mesmo.

ERRATA: Pequenos lapsos muitas vezes acontecem no decorrer de um bate-papo. No trecho em que o Prof. Pachá se refere à função diacrítica das consoantes mudas em Portugal, o correto seria dizer "para assinalar a abertura DA VOGAL QUE AS PRECEDE" e não "DA VOGAL QUE SE LHES SEGUE". Feita aqui a correção, por indicação do próprio lexicógrafo. Nada que empane o brilho e a importância desta entrevista.

Contra Impugnantes

Tudo menos teimosias de um velho




A morte de Vasco Graça Moura reacendeu, por breves momentos, a chama do desacordo ortográfico. Sabia-se como ele era, inteligentemente, fundadamente, contra o chamado AO e como essa oposição foi constante na sua vida e na sua obra. Em segredo, alguns dos que o bajularam pelas suas qualidades de ensaísta, poeta ou tradutor, terão talvez pensado que se tratava de teimosias de um velho. Não eram, como alguém medianamente informado saberá.
No dia 21 de Abril desde ano, o brasileiro Sidney Silveira resolveu entrevistar o também brasileiro Sérgio de Carvalho Pachá, Lexicógrafo-chefe da Academia Brasileira de Letras (ABL) à época da promoção do acordo. A entrevista, publicada a 25 de Abril (mágica data) no YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=-_wIluG3yRs [IMG]chrome://savefrom/content/button.gif[/IMG]) dá-nos conta de como foi engendrado o golpe e da forma, simples e rápida, como ele se concretizou. O entrevistado assistiu a tudo, incrédulo. Certo dia, a ABL elegeu para presidente um homem que gostava de andar “na mídia”, nas manchetes dos jornais, na televisão, etc. Esse presidente, Marcos Vinicios Vilaça, arranjou um assessor, de nome Antônio Carlos Athayde, para se encarregar de tal promoção. “Um belo dia, ele ouviu dizer que dormia nas gavetas, há mais de dez anos, um novo projecto de ‘unificação’ ortográfica. É claro que esse homem não era professor de português, não era linguista, nem filólogo, era um jornalista. Ele correu para o presidente e disse: ‘Meu presidente, eu tive uma ideia que não vai tirar mais a ABL da mídia. Nós vamos promover a unificação ortográfica.’ E o presidente, que não entendia absolutamente nada de ortografia ou de sistemas ortográficos, imediatamente comprou aquela ideia ‘genial’ e a academia mais que depressa começou a promover a ‘unificação’ ortográfica.” Simples e eficaz, não acham? Mas faltava uma peça, um académico que desse cobertura ao acto. Não foi preciso procurar muito, porque já o tinham, como explica Sérgio Pachá: “Evanildo Bechara, professor de língua portuguesa, um gramaticógrafo respeitado, eu estudei pelos livros dele, fui aluno dele na pós-graduação.”
Ele era contra, claramente, mas depois mudou. “Evanildo Bechara, antes de surgir o plano de ‘vamos unificar’ sob a liderança da ABL, tinha ideias radicalmente adversas àquele projecto, certa feita ele me disse: ‘Deus nos livre daquilo, aquilo é uma bomba.’ Literalmente. Um ano e meio a dois anos depois, ele se transformou no grande propagandista da ‘unificação’ que não unifica coisa nenhuma, ele sabia tão bem quanto eu.” Claro que, rapidamente, Pachá foi afastado. E a “coisa” triunfou, como sabemos. O que diz, hoje, o antigo Lexicógrafo-chefe da ABL? Isto: “Havia pequenas diferenças que não atrapalhavam a mínima, a mútua, intelecção, comunicação, de quem falava e escrevia português. Tentaram, uma vez mais, promover esta quase utopia da unificação gráfica de realidades fónicas distintas e deram com os burros n’água. Não só deram com os burros n’água como pioraram uma coisa que tinha defeitos mas que não era tão má assim. Isso foi mau para nós, brasileiros, e foi muito mau para os nossos irmãos portugueses.”


Claro que muitos dirão, por cá, “isso são águas passadas” e suspirarão de alívio, não pela morte mas pela “neutralização” da nobre resistência intelectual de Vasco Graça Moura. Paciência. A bomba de que falava Bechara explodiu e os resultados são aterradores. Há pouco tempo, uma leitora atenta relatou-nos o caso de uma menina cuja mãe repreendeu por ter chegado a casa a dizer que tinha de fazer um trabalho sobre a biss’triz. Assim mesmo, anulando o “e”. A menina defendeu-se, afirmando que a professora também pronunciava assim...
Pois bem: os idiotas que diziam, com um sorriso alvar, que as mudanças na escrita não iriam interferir de modo algum na fala, que isto era só uma convenção, etc., atentem no estrondo real da bomba: estamos não só a escrever pior e com inadmissíveis erros, como corremos o risco de deformar a nossa fala por via do “monstro” que nasceu da ambição de um imbecil e se propagou como fogo na palha a uma legião de pobres crédulos. Isto tem nome? Tem, mas dói escrevê-lo. E contrariá-lo será tudo menos teimosias de um velho. É um dever!

Tudo menos teimosias de um velho - PÚBLICO

Morrer lutando

http://1.bp.blogspot.com/-46RblnatAz...%2B%287%29.jpg

http://3.bp.blogspot.com/-xmlMZNVcCc...%2B%281%29.jpg

Sidney Silveira


AGRADEÇO IMENSAMENTE AO lexicógrafo e amigo Sergio Pachá pelos agradáveis momentos de aprendizado que as gravações do curso "A Língua Absolvida", do Instituto Angelicum, me têm proporcionado.


Graças ao contato mais aprofundado com alguns dos grandes estudiosos da língua portuguesa, como Mário Barreto, Said Ali, Gonçalves Viana, Heráclito Graça, Ramiz Galvão, Mattoso Câmara Jr. e outros mais ou menos desconhecidos, porém todos de importância capital, cada um em sua especialidade (ortógrafos, foneticistas, sintaticistas, filólogos, lexicógrafos, dicionaristas, etnógrafos, etc.), enraíza-se em mim, definitivamente, a visão da gramática como CIÊNCIA AUXILIAR DA LINGUAGEM.


Como ciência codificadora dos fatos da língua, complexos e dinâmicos.


As melhores gramáticas não são um conjunto de regras impermeáveis à plasticidade do idioma por elas estudado; daí não esgotarem a "razão de lei", como diria um escolástico, porque é nota essencial de toda lei o ser proclamada por alguma autoridade — e a nenhum gramático é concedida autoridade para legislar acerca dos fatos da linguagem, para definir o que é certo ou errado de maneira alheia à tradição e às tendências conaturais ao idioma.


A normatividade da gramática é, pois, relativa, visto referir-se a algo que lhe é anterior, cronológica e ontologicamente: a índole mesma da língua. E esta abarca a norma e muitas vezes a quebra da norma, sem que tal desvio consciente deixe de ser absolutamente castiço. Seja em prol da clareza, da precisão, da concisão ou da beleza.


Se a gramática fosse indiferente a tudo isso, seria letra morta.


A riqueza de qualquer gramática é compreender as tensões intrínsecas da língua. Tensões que se resolvem assintoticamente na abertura de novos caminhos expressivos, numa espécie de espiral que não termina enquanto a língua vive nos falares e na escrita de um povo.


Por tais motivos, dominar virtuosamente o idioma materno — por exemplo — não é decorar um compêndio interminável de regras pétreas. É penetrar o DNA da língua, freqüentar os seus modelos, compreender os seus distintos registros, saborear a sua história. É ouvir a música própria do idioma, única e irrepetível como uma impressão digital.


Ora, neste momento em que políticos estúpidos e professores charlatães em busca de publicidade querem impor-nos mais uma reforma "ortográfica", é hora de lhes dizer um veemente "NÃO".


Não, seus estúpidos, vocês não têm delegação para mexer sequer num jota da língua "em que Camões chorou, no exílio amargo, o gênio sem ventura e o amor sem brilho".


Desobedecer ao monstrengo que pode ser em breve parido em nosso Senado é dever moral. A coisa, para quem não sabe, já tem mais de 100 mil assinaturas colhidas, sabe Deus como.


É hora de reunir todas as pessoas de bem com conhecimento de causa e que entendem o presente momento anticivilizacional — limítrofe, ostensivamente tirânico. Momento em que os políticos, não satisfeitos com o butim do erário público pelo qual lesam a nação, querem tirar dela até o idioma, servindo-se para tanto de idiotas úteis em busca de glórias mesquinhas e, provavelmente, também do vil metal.


Ainda existimos em português. Não deixemos essa gente ordinária destruir o que não lhe pertence.


Editores, escritores, jornalistas e professores, organizem-se! Realizem colóquios com pessoas especializadas, de notório saber, para pulverizar com argumentos irrefutáveis mais esta palhaçada perpetrada por quem não tem o menor senso cívico. Não fiquem com o rabo comodamente refestelado em seus locais de trabalho, em suas casas.


Independentemente de simpatias ou antipatias políticas, da preferência por este ou aquele gramático sério, mexam-se enquanto é tempo.



Ou vamos perder a luta sem mover um dedo.

Contra Impugnantes