Encuentran en Empúries la muralla de la base militar de las tropas romanas

Un robusto muro de 3 metros de ancho y casi 2 km de longitud protegía a los contingentes de tropas enviados por Roma






Los arqueólogos de Empúries han identificado una muralla de grandes dimensiones, completamente desconocida hasta ahora, que según las primeras hipótesis rodeaba la base militar del siglo II aC que Roma utilizó en su táctica para conquistar la Península Ibérica .


En el transcurso de unos trabajos de excavación realizados en 2012 a propósito de la construcción del nuevo edificio de recepción de visitantes del yacimiento, los arqueólogos desenterraron un tramo de unos 25 metros de una muralla que en algunas partes, según pudieron comprobar, se alza hasta 2,5 metros y llega a medir hasta 3,4 metros de ancho, lo que habla de una fortificación extraordinaria.


Una prospección geofísica realizada por la empresa SOT y toda la información recogida por los trabajos de investigación de los arqueólogos ha permitido calcular que la muralla tenía cerca de 2 km de perímetro y encerraba un área de unas 20 hectáreas que, según el arqueólogo Joaquim Tremoleda, en una conferencia en la UdG, constituía «una auténtica ciudad flotante junto a la Empúries griega».


Tremoleda ofrecerá más detalles del trascendental hallazgo, que no había sido comunicada a la prensa, el jueves próximo en La Cate de Figueres en la conferencia Descobriment d´una nova muralla a Empúries. Un punt clau per a la conquesta i la romanització d´Hispània, en el ciclo del Institut d´Estudis Empordanesos y Òmnium Cultural sobre novedades en la investigación histórica ampurdanesa.


El equipo de Joaquim Tremoleda, Pere Castanyer y Marta Santos se ha esforzado desde el momento del descubrimiento en recoger información sobre una muralla que se irguió junto a la muralla más antigua de la ciudad griega para proteger la base militar de recepción de nuevos contingentes de tropas de Roma encargadas de avanzar en la romanización de Iberia.


Estos soldados, acabados de llegar y con avidez de gastar la paga, sometieron a su dominio la ciudad griega preexistente, pero también la enriquecieron de forma extraordinaria y dinamizaron su economía. «Son soldados que llegan constantemente con poder adquisitivo y necesidades de consumo”, ha declarado Tremoleda.


El recinto fortificado no conserva grandes estructuras interiores porque los soldados se establecían allí en campamentos. Parte de ese recinto quedó posteriormente engullido por el proceso de plena romanización de la ciudad griega y por la construcción de una nueva muralla romana de perímetro muy superior. Por ejemplo, la zona de lo que hoy se conoce como el foro se construyó superpuesta al antiguo recinto militar.


Una parte de esa base militar, sin embargo, no fue engullida y sus restos quedan hoy extramuros. En consecuencia, el descubrimiento amplía considerablemente el área arqueológica del yacimiento tal como se conocía.


El campamento se extendía en paralelo a la zona litoral, desde el actual aparcamiento hasta el hostal Empúries. Aquellos muros los construyeron con la técnica del doble paramento de grandes bloques poligonales de piedra caliza y rellenaron su interior.

Según han declarado recientemente Tremoleda, Santos y Castanyer, se trata del hallazgo “más significativa, sin duda» de las investigaciones de los últimos años, y «aporta información excepcional en relación a la primera etapa de la presencia romana en Empúries.


Asimismo, el descubrimiento «confirma la importancia estratégica» que Empúries y su puerto tuvieron en la conquista de Hispania por parte de la capital imperial. El recinto fortificado del campamento tuvo una existencia relativamente corta, que incluye tres fases de uso, entre la primera mitad del siglo II aC y el último cuarto. Los restos han vuelto a ser cubiertas y no son visibles, a la espera de poderlos integrar en la zona de los aparcamientos.