Estimados contertulios soy oficial de marina chileno y, habiendo encontrado este remanso, aprovecho la ocasión para presentarme y saludar a todos los que se esfuerzan por ejercer la virtud de piedad a que estamos obligados, como católicos, para con aquella Madre Patria con la cual nos bendijo la Divina Providencia y de cuya epopeya evangelizadora (obviamente civilizadora) no tienen memoria los fastos de la historia.
No obstante y habiendo leído algunos comentarios, he podido advertir algunas trazas de nacionalismo visceral y patrioterismo barato, resabios, sin duda de la infame revolución independentista que desgarró al Imperio Español. Espero que en este sitio se fortalezca el bastión del cual surja, Dios mediante, el nuevo Don Pelayo que inicie la reconquista de las Españas.
Laus Deo Virginique Matri.
