La plegaria más antigua a la Virgen

La plegaria más antigua a la Virgen



http://farm5.static.flickr.com/4048/...175d4459_o.jpgHe leído en el blog del Fr. Hunwicke, un anglocatólico (para variar), algo que me ha parecido interesante recoger en esta bitácora. Especialmente ahora que ya ha llegado el mes de mayo. Se trata de una referencia a un estudioso de la Universidad de Oxford, experto en papirología, Edgar Lobel, que dedicó su vida al estudio de los papiros encontrados en Egipto. Como sabrán los lectores, el clima extremadamente seco de la mayor parte de Egipto ha hecho que se conserven multitud de fragmentos de papiros antiquísimos, con textos de hace milenios, en griego y en copto. Muchos de estos textos se habían perdido, como los poemas de Safo, que han sido reconstruidos en parte gracias a los papiros (y a los estudios del propio Lobel). En otros casos, los papiros sirven para confirmar la antigüedad de textos que sí que se habían conservado a través de sucesivas copias o traducciones.
Pues bien, uno de estos papiros, descubierto en las proximidades de la antigua ciudad egipcia de Oxirrinco, contenía una oración a la Virgen. Y no cualquier oración, sino una plegaria que continuamos rezando hoy en día, la oración Sub tuum praesidium. De hecho, es una de las opciones para la antífona final a la Virgen que se pueden rezar todos los días en Completas. La versión latina es:

Sub tuum praesidium
confugimus,
Sancta Dei Genitrix.
Nostras deprecationes ne despicias
in necessitatibus nostris,
sed a periculis cunctis
libera nos semper,
Virgo gloriosa et benedicta.

La versión castellana, también muy conocida:

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!

Y aunque no creo que más de la mitad de mis lectores tengan la costumbre de rezar en griego clásico, también incluiré la versión en esta lengua, que es precisamente la que se encontró en el papiro. Además, basta fijarse un poco en la foto del papiro para reconocer las palabras griegas originales:

Ὑπὸ τὴν σὴν εὐσπλαγχνίαν,
καταφεύγομεν, Θεοτόκε.
Τὰς ἡμῶν ἱκεσίας,
μὴ παρίδῃς ἐν περιστάσει,
ἀλλ᾽ ἐκ κινδύνων λύτρωσαι ἡμᾶς,
μόνη Ἁγνή, μόνη εὐλογημένη.

Supongo que no hará falta que subraye la presencia del término Theotokos (en este caso, Theotoke, en vocativo), es decir, “Madre de Dios”. Dos siglos después, en el Concilio de Éfeso, se reconoció de forma y solemne que este título era adecuado para la Virgen María, contra el parecer de Nestorio y sus seguidores. Es decir, en Éfeso, la Tradición de la Iglesia fue defendida contra los que preferían sus propios razonamientos a la enseñanza de siempre de la Iglesia.
Resulta impresionante rezar esta oración, en el idioma que sea, sabiendo que los cristianos la rezaban ya, por lo menos, en el siglo III, que es la fecha en la que Edgar Lobel dató el papiro en el que se encontraba. Nosotros no la hemos recibido de los arqueólogos, sino de la Tradición de la Iglesia, a través del latín en el caso de la Iglesia Latina o del griego y el eslavonio antiguo en Oriente. Resulta agradable, sin embargo, que la arqueología nos muestre una vez más que la Tradición no es algo inventado, sino que verdaderamente nos transmite la herencia que los primeros cristianos recibieron de Cristo y de los Apóstoles.
Como dato curioso, se puede señalar que, aunque Lobel fechó el papiro, como hemos dicho, en el siglo III, el editor encargado de la publicación de los papiros, M.C.H. Roberts, lo publicó como perteneciente al siglo IV. Respondiendo a las críticas recibidas por ello, contestó que le parecía “casi increíble que una plegaria dirigida de forma tan directa a la Virgen en esos términos pudiese haber sido escrita en el siglo tercero”. Es decir, sus prejuicios no le permitían aceptar los datos de la ciencia sobre el asunto, porque no concordaban con la idea protestante de que la veneración a la Virgen y a los santos tuvo su origen en la conversión de Constantino y en la (supuesta) paganización de la Iglesia en el siglo cuarto. La misma historia de Nestorio, pero dieciséis siglos después.
En cambio, como siempre sucede, los fieles que, con sencillez, rezan esta oración porque la han recibido de manos de la Iglesia, son los que están más cerca de lo que transmitieron los primeros cristianos y, por lo tanto, más cerca de Cristo. Que todos tengamos esa sencillez y recemos hoy, con los cristianos de todos los tiempos, a la Sancta Dei Genitrix, la Theotokos, la Madre de Dios.


La plegaria más antigua a la Virgen

Cita:

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Iniciado por Hyeronimus

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
.....
Que todos tengamos esa sencillez y recemos hoy, con los cristianos de todos los tiempos, a la Sancta Dei Genitrix, la Theotokos, la Madre de Dios.

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Gracias Hyeronimus. Dios te oiga.

Estupendo tu aporte amigo Hyeronimus!!!
Que bueno saber que esa plegaría tan bella provenga de los primeros tiempos de la Iglesia!

A primeira oração Mariana

http://1.bp.blogspot.com/-SegNUvXoOh...8Dk/s320/1.jpg
Fragmento Papiráceo

Em síntese: Em 1917 a Biblioteca John Ryland, de Manchester, adquiriu no Egito um pequeno papiro, cujo conteúdo foi identificado em 1939; é o texto de uma oração dirigida a Maria Santíssima invocada como Theotókos (Mãe de Deus) no século III. Quando em 431 o Concilio de Éfeso proclamou Maria Theotókos, fez eco a uma tradição cujo primeiro termo conhecido remonta a Orígenes (243).


Em 1917 a Biblioteca John Ryland, de Manchester (Inglaterra), adquiriu no Egito um pequeno fragmento de papiro de 18 x 9,4 cm, que foi catalogado como Ryl. III, 470. Esse papiro apresenta uma oração mariana de grande importância tanto por seus dizeres como por sua data.


Examinaremos, a seguir, o conteúdo do papiro e a respectiva datação.


1. O conteúdo do papiro


O texto do fragmento papiráceo foi editado em 1938, sem que se tivessem até então identificado os seus dizeres. Isto só foi feito no ano seguinte por F. Mercenier: este pesquisador verificou que se tratava da oração mariana conhecida e recitada ainda hoje com as palavras iniciais "Sob a vossa proteção" (Sub tuum praesidium... em latim). Embora o texto não esteja completo, mas deteriorado pelas intempéries dos séculos (coisa normal entre os papiros), o sentido das palavras pode ser depreendido com clareza e segurança. Eis, a seguir, uma reprodução do papiro e a reconstrução do seu conteúdo. Entre colchetes estão coloca- das as letras gregas subentendidas para dar significado ao texto:


O texto, devidamente reconstituído, diz o seguinte:


http://1.bp.blogspot.com/-PTgVUs-Xg1...UQ8/s320/2.jpg
Sob a tua misericórdia nos refugiamos. Mãe de Deus!
Não deixes de considerar as nossas súplicas em nossas dificuldades, Mas livra-nos do perigo, Única casta e bendita!


A oração, redigida na primeira pessoa do plural, parece ser, por isto mesmo, pertinente ao uso da Liturgia. Comentemo-la, levando em conta as traduções da mesma existentes nas diversas tradições litúrgicas.


Sob a tua misericórdia nos refugiamos... Uma das diferenças mais notáveis quando consideramos as versões recentes, está em que o antigo orante se refugiava debaixo da misericórdia de Maria, ao passo que o texto latino diz praesidium, proteção, asilo, defesa - o que parece ser mais sóbrio. A expressão "sob a tua misericórdia" se encontra nas versões bizantina, copta e ambrosiana, ao passo que a Liturgia síria reza mais enfaticamente ainda: "sob o manto da tua misericórdia". Por sua vez, o rito etíope diz: "sob a sombra de tuas asas".


Alguns manuscritos latinos do século X traduzem literalmente: sub tuis visceribus, isto é, em tuas entranhas nos refugiamos. Esta versão faz ressoar um semitismo bíblico: a misericórdia é comparada às entranhas de uma mãe, que em seu íntimo defende e abriga seu filho. Na verdade, o vocábulo grego eusplanchían significa boas entranhas. Como se vê, o texto original põe em relevo a confiança filial e a índole afetiva das relações entre o cristão orante e a Santa Mãe de Deus.


Theotókos. O título que comumente se traduz por "Mãe de Deus", quer dizer, ao pé da letra: "Aquela que deu à luz Deus", em latim Deipara. Este título professa que a pessoa que Maria deu à luz, é a pessoa do Filho de Deus ou a segunda Pessoa da SSma. Trindade na medida em que quis assumir a carne humana. Note-se que o vocábulo Theotóke é forma de vocativo; donde se depreende que a oração é dirigida a Maria, como expressão da grande antiguidade da devoção mariana no povo de Deus.


Não deixes de considerar as nossas súplicas em nossas dificuldades. Ao pé da letra, o fiel pede a Maria: "não afastes de nossas súplicas o teu olhar". Basta, pois, que a Mãe de Deus esteja atenta às nossas súplicas para que estejamos seguros. Não se trata, porém, de qualquer súplica, mas daquelas que brotam das dificuldades.


Mas livra-nos do perigo. Observe-se que o texto atual desta prece menciona "os perigos", ao passo que o papiro fala "do perigo". Quem recua até o ambiente egípcio do século III, verifica que o perigo por antonomásia eram as perseguições movidas pelo Império Romano contra os cristãos. O historiador Eusébio de Cesaréia (+339), em sua História da Igreja, descreve a grande crueldade das perseguições havidas no Egito. Por conseguinte, pode-se crer que a comunidade que compôs tal oração, em tempo de perseguição, recorria à proteção da misericórdia da Mãe de Deus. Se tal suposição é correta, vê-se que a oração refletia dramaticamente a alma do povo de Deus.


Única casta e bendita! A exclamação final professa a virgindade de Maria Santíssima. O termo agne significa pura, casta, santa; além da virgindade, proclama a fidelidade de Maria à vontade de Deus.


2. O problema da datação


Os estudiosos concordam entre si ao afirmar a grande antiguidade do texto, mas oscilam entre o século III e o século IV.


Os que preferem o século III valem-se de argumentos papirológicos (material sobre o qual se fez a escrita, tipo de letra, caligrafia...). Os partidários do século IV baseiam-se em razões de ordem doutrinária: o uso da expressão Theotókos, dizem, não se encontra antes do século IV. Todavia a pesquisa atenta das fontes literárias ou patrísticas leva a concluir claramente em favor do século III. Eis o que se pode apurar:


Por volta de 428 Nestório, Patriarca de Constantinopla, rejeitou o costume, arraigado no povo cristão, de chamar Maria Theotókos; preferia falar de Christotókos (a que deu à luz o Cristo). Com isto Nestório queria pretensamente salvaguardar a humanidade completa de Cristo, mas na verdade estava separando o divino e o humano em Jesus e negando a verdadeira Encarnação. A réplica a Nestório não se fez esperar. São Cirilo, Bispo de Alexandria, sede tradicionalmente oposta a Constantinopla em questões cristológicas, assumiu a defesa do título Theotókos. O Concilio geral de Éfeso em 431, valendo-se das palavras de Cirilo, declarou que os Santos Padres "não duvidaram chamar Theotókos à SSma. Virgem" - o que não queria dizer que a Divindade começou a existir a partir de Maria, mas que Aquele que nasceu de Maria, desde o seio materno está unido hipostaticamente ao Verbo de Deus.


A controvérsia assim oriunda tem suas raízes em épocas anteriores. Com efeito; quando Nestório se pôs a negar o título Theotókos, encontrou-o já inveterado no povo de Deus, principalmente no Egito ou na região de Alexandria. Retrocedendo ao século IV encontramos o grande Bispo Atanásio de Alexandria, que por volta de 340 atribuiu algumas vezes o título Theotókos a Maria SSma., tanto nos seus escritos contra os arianos quanto na sua Vida de Antão.


O antecessor de Atanásio na sede alexandrina, S. Alexandre, também usou tal título: numa de suas cartas afirma que o Verbo assumiu um corpo verdadeiro, e não aparente, de Maria, aTheotókos (PG 18, 568c).


Em 300 foi eleito Bispo de Alexandria Pedro I: ao referir-se ao mistério da Encarnação, chama duas vezes Maria Theotókos (PG 18,517b). Nem Pedro nem Alexandre nem Atanásio sentem a necessidade de justificar ou explicar o título - o que mostra que era tranquilamente aceito pelo povo de Deus.


Entrando agora no século III, notemos que o mártir alexandrino Piero (+300) cognominado Orígenes Júnior, escreveu um tratado sobre a Theotókos (Peri tes Theotókou), como refere Filipe de Side.


Recuando mais ainda, registra-se uma observação do historiador Sócrates, o Escolástico, na sua História da Igreja: afirma que Orígenes de Alexandria (+254) no início do seu comentário sobre a epístola aos Romanos (redigido por volta de 243), elaborou ampla explicação do sentido que tem o termo Theotókos; em tal caso pode-se crer que Orígenes sentia a necessidade de explicar o título mariano. Infelizmente, porém, esse comentário da epístola aos Romanos se perdeu. O vocábulo Theotókos ocorre ainda em alguns textos de Orígenes cuja autenticidade é discutida (o fragmento 80 sobre Lucas é tido geralmente como genuíno). Há certamente algumas afirmações de Orígenes, em suas homílias sobre São Lucas, que sugerem tenha Orígenes, já na primeira metade do século III, chamado Maria SSma. Theotókos.


Este título ocorre outrossim na obra As Bênçãos dos Patriarcas, de Hipólito de Roma (+235), que pode datar de fins do século II (julga-se, porém, que a referência ao título é devida a uma interpolação e não pertence à integridade do texto).


Como quer que seja, pode-se reconstituir a série de autores alexandrinos que aplicam a Maria a designação Theotókos: Orígenes, Piero, Pedro I, Alexandre e Atanásio; tal série vai de 243 a 340, evidenciando a antiguidade do texto.


Estes dados de literatura patrística são assaz significativos para que se possa atribuir a oração em pauta ao século III. Ela é testemunho de que a piedade mariana desde remotas épocas existe no povo de Deus, pondo em relevo a figura maternal de Maria: Mãe de Deus feito homem e Mãe dos homens que seguem a Cristo perseguido e vencedor da morte.

Grupo Dom Bosco: A primeira oração Mariana

Gran aporte Hyeronimus,la rece.

Muy buen aporte. Y gracias por compartirlo.