Re: ¿Existen actualmente todavía los pietistas en Alemania y los jansenistas en Franc
Sobre el Jansenismo hay que decir que Miguel BAYO, profesor de Lovaina, estuvo enseñando en lo tocante a la "predestinación" y a la "gracia" la doctrina de CALVINO, la cual atribuía a San Agustín, siendo condenado por PÍO V en 1.567
Cornelio JANSENIO renovó las doctrinas de BAYO. Sostenía que Jesucristo no había muerto por todos, sino tan sólo por los predestinados; que no existe gracia suficiente que se dé a todos los hombres; que no hay más gracia que la eficaz, propia tan sólo de los predestinados y a la cual no se puede resistir. Dichas afirmaciones encontraron respuesta en los jesuítas y, desde luego, contradicen a Las Escrituras, presentando una imagen de un Dios injusto y de la Persona del Hijo sacrificándose por unos cuantos elegidos y esto es un disparate en términos, por tanto fue una herejía. Expuso sus particulares teorías en su obra intitulada Augustinus. La impresión de este libro se hizo después de ser nombrado obispo de Iprés, pero no llegó a verlo publicado pues falleció antes (1638). En 1640 se publicó dicha obra que encontró una enorme oposición, prohibida por la Inquisición en 1641 y condenada en 1642 por el Papa Urbano VIII en la bula In Eminenti.
No obstante, murió habiendo recibido los Sacramentos y habiendo declarado que se sometía al fallo de la Iglesia.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores