De www.edicionescatolicas.com
Como es sabido, los próximos Juegos Olímpicos del 2008 se celebran en Pekín. Y hace unos días una pequeña nota de agencias nos informaba de que, los organizadores de los JJ.OO. habían publicado la lista de "objetos prohibidos" en las villas de deportistas donde se alojarán los atletas. Y para sorpresa de muchos, la Biblia está incluida en la polémica relación.
Según informó el diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport, los organizadores han alegado "razones de seguridad" y han prohibido a los atletas llevar consigo cualquier otro símbolo religioso en los recintos olímpicos.
Sin embargo, la sorpresa de algunos es sólo desinformación. En China no se respetan en absoluto los derechos humanos, y tan solo hay que pensar en la infame política del hijo único.
Y entre los derechos que no se respetan está el de libertad religiosa. Concretamente, la Iglesia Católica es perseguida con saña incomparable en China. Hoy en China permanecen encarcelados cinco obispos y quince sacerdotes por oponerse a la Iglesia oficial impuesta por el gobierno de Pekín, que actúa de espaldas de la Santa Sede, y obliga a los fieles a Roma a vivir en la clandestinidad con medidas restrictivas, como la que se aplicará en los Juegos Olímpicos de 2008.
A principios de octubre, por ejemplo, China anunció la muerte del obispo católico Han Dinxiang, de la región china de Hebei. Este obispo, por el delito de ser católico, había pasado dos décadas en prisión. El último periodo, con una duración de 8 años, lo estaba “disfrutando” en la actualidad. Lo más sospechoso es que Roma no conocía que padeciera ninguna enfermedad, y nada más morir fue rápidamente incinerado el 9 de octubre sin esperar autopsia. No es extraño, por tanto, que portavoces de Roma calificaran la muerte del obispo de “sospechosa”.
Sin embargo, nada de todo eso es visto por las democracias occidentales, que se disputan los favores de un país con un mercado potencial de 1300 millones de habitantes. Por eso, todas las violaciones de derechos humanos, tanto dentro de China como fuera (p. ej. En Sudán) son olvidadas a favor de unas relaciones comerciales fluidas.
El año que viene se celebrarán los juegos que hacen el número 29 de la Edad Moderna. Juegos que la dictadura comunista china usará como escaparate con luces de neón, mientras que los derechos humanos seguirán siendo negados al pueblo chino.
Y todos esos abominadores de las dictaduras como la chilena (y algún juez estrella), o la de Franco (ya saben, memoria histórica y todo eso), participarán mansamente en unos JJOO que son una verdadera vergüenza para toda la humanidad.
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