Por lo demás Cielo, infierno, limbo y purgatorio, son mansiones de ultratumba; son lugares reales donde van las almas de los condenados, no meras entelequias ideales ni estados de ánimo.
Hay numerosísimos lugares de las escrituras que definen el infierno como un LUGAR,
así aquello de "Id malditos al fuego eterno,
preparado para el diablo y sus ángeles (Mt 25, 41);
En la parábola del rico Epulón y Lázaro ambos están situados en lugares distintos (Lc 22-24);
"En la consumación del mundo saldrán los ángeles y separarán a los malos y los arrojarán al horno de fuego".. (Mt 13 49)
etc etc.
Que no sienta escrúpulo el tal señor Carvajal de que el infierno ofende a la bondad de Dios:
Dios les hace un favor creando el Infierno, ya que los condenados odian tantísimo a Dios (en la medida que efectivamente se han condenado) que jamás aceptarían ir a verle al Cielo; su psicología es de tal catadura que prefieren estar aullando blasfemias contra él durante toda la eternidad, y Dios se lo pone fácil.
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