Cita:
Sagrado Corazón de Jesús. Corazón del Dios hombre, Redentor del Mundo, Rey de Reyes y Señor de los que dominan.
España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la Península.
Todas las razas que la habitan, todas las regiones que la integran, han constituido en la sucesión de los siglos y a través de comunes azares y mutuas lealtades, esta gran patria española, fuerte y constante en el amor a la religión y en su adhesión a la Santa Iglesia.
Siguiendo la tradición católica de nuestro pueblo, y continuando gozosos la historia de fe y devoción a Vuestra Divina Persona, confesamos que Vos vinisteis a la Tierra a establecer el Reino de Dios en la paz de las almas redimidas por vuestra sangre y en la dicha de los pueblos que se rijan por vuestra santa ley; reconocemos que tenéis por blasón de Vuestra Divinidad conceder participación de vuestro poder a los gobernadores de los pueblos, y que
de Vos reciben eficacia y sanción todas las leyes justas, en cuyo cumplimiento estriba el imperio del orden y de la paz.
Vos sois el camino seguro que conduce a la posesión de la vida eterna; luz inextinguible que alumbra los entendimientos para que conozcan la verdad y el principio propulsor de toda la vida y de todo legítimo progreso social, afianzándose en Vos y en el poderío y suavidad de vuestra gracia todas las virtudes y heroísmos que elevan y hermosean el alma.
Venga, pues, a nosotros vuestro Santísimo Reino , que es reino de justicia y de amor. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de la Ciencia y de las Letras y en nuestras Leyes e Instituciones patrias.
Gracias, Señor, por habernos distinguido como defensores de tu fe y misioneros de tu Evangelio por los confines del mundo. Que tu Providencia amorosa nos conserve la integridad de nuestras creencias, la sed amorosa de evangelización y la unidad religiosa de nuestra Patria.
Desde estas alturas, que para Vos ha elegido España como símbolo del deseo que la anima de que presidáis todas nuestras empresas, bendecid al mundo del trabajo para que reine en él la armonía, el bienestar y la paz, con la implantación de la justicia social y el triunfo de la caridad entre todos.
Bendecid a los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, brazos armados de la Patria, para que en la lealtad de su disciplina y en el valor de sus armas sean siempre salvaguardia de la nación y defensa del derecho.
Bendecid a todos los españoles, que, unidos en la cordialidad de unos santos amores a la Religión y a la Patria, queremos renovaros la consagración de nuestra vida, pidiéndoos, como premio de ella, el morir en la seguridad de vuestro amor y en el regazo de vuestro Corazón adorable.
—Por la Santa Iglesia Católica para que su unidad revele al mundo el amor de Dios, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.
—Por la fidelidad a los preceptos divinos en las leyes y en las costumbres públicas y privadas, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.
—Por la unidad religiosa de España, para que en ella reine tu Sagrado Corazón, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.
—Por los trabajadores españoles cuya promoción social y económica anhelamos y procuramos, por las familias españolas, por todas las regiones, roguemos al Señor.
—Te lo pedimos, Señor.»