Rigaton, si te fijas en el enlace que posteé verás que la gran mayoría de las asociaciones del directorio vasco en la Argentina son vasco-españolas y navarras. No sólo problemas económicos llevaron a emigrar a los vascos sino también políticos y por las causas que comenta Valmadian.
De Euskonews:
El Comité Pro Inmigración Vasca en Argentina: "Gracias a usted estoy acá"
Gonzalo Auza
"Gracias a usted estoy acá". No menos de 1500 exiliados vascos y sus descendientes podrían decir esto mismo que una vez le dijo un desconocido a Diego Joaquín Ibarbia, el secretario y gestor intelectual del Comité Pro Inmigración Vasca en Argentina.
Durante la década del '40 esta organización avaló el ingreso en la Argentina de miles de vascos que pudieron escapar de un mundo en guerra e integrarse en este país como ciudadanos de primera. Por eso, el agradecimiento a ese grupo de hombres que prestaron su influencia para asistir a los vascos en desgracia se mantiene hasta el presente.
En honor a la verdad
La historia del Comité tiene en Ibarbia al verdadero protagonista y al motor de sus realizaciones; aunque esto no siempre se ha reconocido y quizá quedó un poco oculto debido a la trascendencia de otras personalidades que prestaron su nombre, su firma o su influencia, pero que no necesariamente trabajaron en el día a día para conseguir sus logros.
Ibarbia gestó la idea a partir de ver cómo se había movido la colectividad holandesa en Argentina para asistir a sus compatriotas en desgracia; y convocó a sus conocidos para compartir la idea: de esas reuniones surgió el Comité.
Muchos fueron los que apoyaron la iniciativa de un modo u otro, como Carlos Alberto Erro, José Urbano Aguirre, Saturnino Zemborain, Adolfo Bioy, Nemesio Olariaga, Juan Esperne, Ramón Mendizabal, Pedro de Goicoechea, Elpidio Lasarte, Fermín Ortiz Basualdo, Iván Ayerza, Martín Pereyra Iraola, Jorge Artayeta, Pedro Imaz, Raúl Chilibroste, Raúl Martín Puchuri, Luis de Ibarra, Sebastián de Amorrortu, Mariano Olaciregui, José Cigorraga, Isaac Ayerza, Aurelio Payssé, Baustista Elole, Féliz Loizaga, Juan B. Ibarra, Florentino Ayestaran, Vicente Colmegna, José María Cantilo, Carlos A. Noel, Felipe R. Salazar y Miguel Casares, entre otros.
Reunión en el Jockey Club de Buenos Aires en homenaje al Lehendakari José
Antonio Aguirre en la que están presentes varios miembros del Comité. Sentados
(de izquierda a derecha): Florentino Ayestaran, Saturnino Zemborain, ¿?
[desconocido], el Lehendakari, José Urbano de Aguirre, Nemesio Olariaga y Diego
Joaquín Ibarbia.
Erro y Goicoechea fueron elementos clave: el primero por dar forma al decreto que se acercó al presidente y el segundo por sus gestiones en la casa de gobierno.
Uno de los testimonios escritos más destacados sobre la historia del Comité es el libro Homenaje al Comité Pro Inmigración Vasca en Argentina (1940). Allí, en su parte central, se reproduce un texto de Andoni de Astigarraga, que indica que "el 30 de agosto de 1939, merced a las gestiones realizadas por la Delegación del Gobierno de Euzkadi [...] queda constituido en Buenos Aires el Comité Pro Inmigración Vasca". Lamentablemente el escrito no refleja la verdad: la idea de su creación fue de Diego Ibarbia. Merced a sus gestiones se constituyó; y gracias a su impulso y con el concurso indispensable de otros prosiguió su actividad.
Posteriormente, la Delegación del Gobierno Vasco acercó posiciones teniendo en cuenta la importancia de la acción que se podía realizar. Y ese acercamiento no fue del todo feliz. De hecho Ibarbia asegura que llegó a tener "una discusión muy fuerte con Aldasoro que estuvo a punto de terminar en una gresca" debido a la injerencia perniciosa de la Delegación en las gestiones del Comité; y lamenta que eso haya enfriado su entusiasmo, orientado a establecer una relación sin límite temporal con ese gobierno a fin de crear "una organización permanente al servicio de la inmigración vasca a la Argentina" (para la cual la acción del Comité sería la experiencia piloto).
Lo cierto es que a partir de la idea y del impulso de Diego Ibarbia -y con el concurso de las numerosas personalidades enumeradas- se obtuvieron dos decretos presidenciales que dieron marco jurídico a la llegada de los vascos, en un contexto en el que el país había acentuado las restricciones para el ingreso.
Los instrumentos legales
El primer decreto, con la firma del presidente Roberto M. Ortiz, dispuso el 20 de enero de 1940: "El Ministerio de Agricultura permitirá el ingreso al país de inmigrantes vascos, residentes en España o Francia, con la documentación que posean y bajo la garantía moral y material en cada caso, del Comité Pro-Inmigración Vasca, o la que en su defecto puedan suministrar los funcionarios consulares respectivos, sobre los antecedentes de buena conducta y aptitudes físicas y morales de las personas en cuyo favor interceda el citado Comité".
El Lehendakari Aguirre agradeció telegráficamente la gestión expresando: "con intensa emoción entéranse vascos decreto facultando libre entrada noble Nación Argentina" (6-2-1940). Ciertamente el decreto podía trascender la esfera de la solidaridad para convertirse -como señaló Andrés María de Irujo en el homenaje al presidente Ortiz que se realizó en el año 1970- en un antecedente de derecho público internacional, al dar un "sentido de unidad" al pueblo vasco y reconocer "su propia personalidad nacional".
Complementariamente, el 18 de julio de 1940 y con la nueva firma del vicepresidente en ejercicio de la presidencia, Ramón Castillo -que había sucedido a Ortiz quince días antes debido al empeoramiento de su enfermedad-, se emitió otro decreto ampliando el anterior, que agregaba: "a) Comprender a los vascos sin distinción de origen y de lugar de residencia en los beneficios que acuerda ese decreto; b) El Comité Pro-Inmigración Vasca podrá intervenir en la regularización de la situación de pasajeros vascos que ya se encuentran en el País, exceptuando el caso de los tripulantes de barcos que hubieren desertado".
Cuando la solidaridad de hacía carne
Si se dejan de lado las diversas banderías políticas, es justo reconocer que toda la década del '40 es un ejemplo de solidaridad y el Comité Pro-Inmigración Vasca es un exponente de la época.
Durante la presidencia de Roberto M. Ortiz cientos de vascos entraron en este país -que fue su segunda patria- gracias a la organización gestada por Ibarbia. Es innegable que tuvieron en la sociedad argentina una acogida muy favorable. La actuación cultural y política de la diáspora es una muestra del marco de libertad y progreso que se les brindó.
El Lehendakari Aguirre con el Presidente Ortiz. De izquierda a derecha:
Florentino Ayestaran, Ramón M. de Aldasoro, el Lehendakari, el presidente
Ortiz, José Urbano de Aguirre y Elpidio Lasarte.
Durante la misma década, en la presidencia de Juan Domingo Perón cambió el signo ideológico; y el nuevo gobierno, con otras simpatías, también salió al auxilio de los europeos. En esa oportunidad de la España franquista, aislada del mundo. Y todo ello con una enorme cuota de riesgo político, diplomático y financiero.
Por fortuna el cambio político llegó cuando los exiliados vascos ya habían sido ayudados. No parece haber quedado ninguno sin asistencia.
El giro determinó que nuevamente Argentina ayudara a la península ibérica. Así, miles de españoles comieron gracias a los envíos de carne y trigo argentinos -como muchos recuerdan actualmente- mientras el gobierno hispano contraía una deuda que nunca fue saldada satisfactoriamente.
Como si eso fuera poco Argentina se comprometió a recibir 350.000 inmigrantes españoles por año con los mismos derechos que un ciudadano argentino.
Era la confirmación -con distinto signo ideológico- de la apertura motorizada por el Comité Pro Inmigración Vasca.
Hoy, a la distancia, en un mundo en el que cada vez hay más demanda de solidaridad internacional y cada vez menos respuesta, la formulas fraternas de la década del '40 son piezas de museo. Restos de un mundo que frente a la desgracia y el horror conservaba también señales evidentes de generosidad humana: personal y colectiva, jurídica y política. Hoy, en cambio, sólo parece haber quedado la desgracia y el horror. Más allá, casi nada.
Bibliografía
Anasagasti, Iñaki (coordinador), Homenaje al Comité Pro Inmigración Vasca en Argentina (1940). Fuentes Documentales, Donostia, Editorial Txertoa, s.f. [¿1988?]
I., A. M. de [Irujo, Andrés María de], "Homenaje al Presidente Dr. Roberto M. Ortiz y al Comité Pro Inmigración Vasca", Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, Año XXI Vol. XXI N° 82 (julio-agosto-septiembre de 1970), pp.128-129.
García Heras, Raúl, Una amistad particular, Clarin (Buenos Aires), 30-6-2002, Suplemento Económico, p. 24.
Ibarbia, Diego Joaquín, "Orígenes del Comité Pro Inmigración Vasca", Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, Año XXI Vol. XXI N° 82 (julio-agosto-septiembre de 1970), pp.129-134.
Pisani, Silvia, "Cuando la Argentina era una buena noticia", La Nación (Buenos Aires), 20-1-2001, Suplemento Enfoques, pp.1-2.
Gonzalo J. Auza, gonzalo@juandegaray.org.ar
Gonzalo J. Auza
·Fotos de Diego Joaquín Ibarbia
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