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El número de este mes de esta excepcional publicación viene dedicado a la gesta de la defensa de Numancia. Es una publicación imprescindible para adentrarnos en la antropología e historia antigua de las Españas y de la que también podemos sacar consecuencias posteriores pues la defensa de Numancia ha configurado mitos movilizadores hispánicos y de un modo u otro ha influido en nuestra psicología nacional.
La revista una vez mas esta de coña... os copio su Editorial sacado directamente de la web;
Estimado lector, en esta ocasión nos acercaremos a la ciudad de Numancia, a su épica, a su firmeza, a su drama, a la valentía que supone no claudicar ante el invasor y llevar esta decisión hasta sus últimas consecuencias. Numancia deja de ser una ciudad para convertirse en un concepto universal lleno de significado, y pasa a representar una época, un símbolo de resistencia contra la opresión que durante años ha permanecido en los corazones de todas las personas que aman la independencia y la justicia.
Los hechos que allí ocurrieron se han contado de mil y una forma, una y otra vez, generación tras generación, llegando la realidad, como en tantas otras ocasiones, a confundirse con el mito. En este número queremos aproximarle a las antiguas costumbres de los celtíberos, a su vida cotidiana, a su organización social, a sus celebraciones, a su alfabeto, a su gastronomía, a sus viviendas, a su moda, a sus creencias en el más allá y a los dioses a los que rezaban; intentaremos ayudar a explicar su concepto de guerra y las tácticas militares con las que conseguían vencer de forma continua a la poderosa Roma.
En las guerras celtibéricas, el que se suponía el mejor ejército del mundo, capaz de derrotar de forma incontestable a la gran potencia de Cartago, se estrelló una y otra vez contra el ejército de Numancia. Los numantinos fueron superiores, hasta el punto de que se dice que en Roma resultaba difícil encontrar generales que no palideciesen cuando les comunicaban que su nuevo destino era Hispania. Perdidos en medio de la durísima Celtiberia, a merced del cierzo que les azotaba sin misericordia, los legionarios sentían que su único destino era morir.
Solo un hombre supo devolver el valor necesario a su ejército para enfrentarse a los numantinos, Escipión, quien ideó un plan infalible mediante el cual sometió ya para siempre la ciudad aun a costa de aniquilar a sus habitantes. No obstante, no lo consiguió del todo. La ciudad sobrevivió a la tragedia, permitiéndonos, muchos siglos después, rastrearla en el tiempo y conocer su evolución en la Edad Media y a través de la literatura. Hoy día, el heroísmo de los numantinos late en cada una de las piedras que todavía desafían al tiempo en lo alto del Cerro de la Muela y en un museo, el Numantino, que ha logrado recobrar su memoria para siempre.
José Manuel Conde
Director