Toledo recuerda al «Gran Capitán», el militar que cambió la guerra para siempre

Rebeca Garrido Virtudes / Toledo



En el quinto centenario de su muerte, el Museo del Ejército reúne más de 200 piezas sobre esta figura, el primer caballero del Renacimiento



Hablar de Gonzalo Fernández de Córdoba es referirse a un militar cuyas aportaciones en el arte de la guerra, lucha y victorias contra los ejércitos francés y
otomano permitieron defender el Reino de Nápoles y mantener el control español en el Mediterráneo.

Su sensatez, capacidad de mando y sensibilidad táctica le hicieron salir victorioso de contiendas contra enemigos más fuertes, todo ello siguiendo las directrices de los Reyes Católicos. De hecho, la nueva organización para el combate de sus unidades fueron la base con la que se constituyeron los famosos tercios de la infantería española que reinaron Europa durante más de 200 años, por lo que dentro y fuera de las fronteras nacionales se ganó el apodo del «Gran Capitán».

Como consecuencia del quinto centenario de su muerte, el Museo del Ejército ha decidido homenajear a un personaje que jugó un papel fundamental en la historia de España. Así, la exposición «El Gran Capitán» tiene como objetivo dar a conocer la figura de un héroe legendario poco conocido en nuestro país, así como fomentar el conocimiento de la historia.

De héroe a mito

En total, son 200 las piezas que acogen los acorazados muros del Alcázar toledano, muchas prestadas por distintas instituciones como el Museo del Prado, la Casa de los Tiros de Granada, el Museo de Zaragoza o el Alcázar de Segovia.

La exposición traza un recorrido por la vida del noble: desde la familia y la educación que forjaron la figura de Gonzalo Fernández de Córdoba, pasando por la guerra de Granada, que le consagró como uno de los militares más conocidos gracias a su conocimiento del árabe, hasta las victoriosas campañas en Italia y su muerte.

Entre los objetos más destacados se encuentra la correspondencia que mantuvo con Fernando el Católico acerca del gobierno de Nápoles, incluyendo una carta escrita por el propio monarca, además de la marlota y armadura del último rey de Granada, Boabdil el Chico, capturado en 1483 por el conde de Cabra.

También se exhiben las famosas cuentas del Gran Capitán, donde el militar apuntaba el presupuesto y gasto de cada batalla, así como cuadros, monedas, armas y demás elementos que giran en torno al personaje.

Gonzalo Fernández de Córdoba revolucionó el arte de la guerra, acabando con las prácticas medievales tal y como se concebían, y defendió los intereses de los Reyes Católicos derrotando al ejército más poderoso de la Europa del momento.



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