El martes
27 de noviembre me llegó un mensaje vía WhatsApp en el que se apreciaba la Cruz en recuerdo de los Mártires de la Cruzada de 1936 (que se hallaba justo colindando con la Catedral, por consiguiente en suelo catedralicio), destrozada, probablemente durante la madrugada.. Antes de salir de casa comprobé si en Internet aparecía alguna noticia al respecto. Hasta ese momento ningún medio se hacía eco del suceso.
Llegué al lugar a eso de las siete de la tarde. Curiosamente, tras haber transcurrido horas de lo sucedido, aún continuaba el lazo policial y los fragmentos de la Cruz a la intemperie. La Catedral estaba a punto de cerrar y decidí aguardar junto a lo que quedaba de la Cruz. La espera no se prolongó en demasía, pues de repente, incluso antes de salir todas las personas de la Iglesia Mayor, entró en escena un vehículo de Limasa (servicios de limpieza de Málaga). Una mujer uniformada de barrendera y un hombre de paisano sobrepasaron la cinta policial y comenzaron a cargar los fragmentos de la Cruz., exclamando cosas como:
"¡Esto está podrido!",
"¡Mira, mira, tiene hasta setas y todo!",
"¡Los curas con lo que le sacan de dinero a estos beatos católicos!". Dijeron que la Policía había dado orden de tirar los fragmentos de la Cruz. Tras discutir con ellos, tuve que abandonar el lugar ante el riesgo de que interviniese esa misma Policía.
Regresamos tras unas horas. Se colocó la bandera donde había estado la Cruz, se rezó y se cantó el Oriamendi. No pocos se acercaron: decepcionados, enfadados, sorprendidos, e incluso contentos por ver la "boina del requeté" que recordaban.
Por fin
el periódico malagueño SUR, a las 21:56 horas de ese mismo día, publicó en su edición electrónica algo de lo que había pasado. Alegaba el diario que la destrucción de la Cruz había sido obra del viento, a las 05:05 de la pasada madrugada, y que fuentes cercanas al Obispado lo corroboraban. Parecía bastante improbable, pues llevaba esa Cruz decenios en aquella localización, a pesar de los adversos tiempos, resguardada entre los muros de la Catedral. [Nota de FARO: los históricos de viento en esa zona también desmienten esa versión].. Calificaban la Cruz como
"símbolo franquista", y decían, poco profesionalmente:
"según las fuentes consultadas, a las 5:05 horas de la mañana se observa cómo cae la cruz sin que se produzca, al parecer, intervención humana", no sin acabar contando:
"han apuntado las fuentes, que no han aclarado si esta cruz va a ser reconstruida o no".
Es cierto que en el pasado grupos falangistas, franquistas o identitarios han intentado presentar esa cruz como símbolo propio. Pero a pesar de esos intentos, no deja de ser un recuerdo de todos aquellos que murieron por su Fe católica durante la persecución roja.
Sea como fuere, tanto el Obispado como el Ayuntamiento malacitanos claramente se han visto beneficiados por lo ocurrido, y lamentablemente se duda que se reponga la Cruz. De reparación, ni se habla, pues se apresuraron a deshacerse de los fragmentos de la Cruz que había, sin dignarse emitir siquiera un comunicado oficial.
