Pensándolo bien, ¿ hay dos expresiones más típicas en los españoles; concretadas en este humilde artículo en lengua castellana ? Difícilmente la podemos encontrar en lenguas extranjeras. “ Vado alla via ? “ “ Go to the street ?” . En el primer caso parece que como que no pega....
En especial, de esta expresión se nos “ acusa “ bastante a las gentes del Andalucía. Aunque todo el mundo suele entender que, de Despeñaperros para abajo, si bien no somos todos moros como se dice en algunos sitios de mala manera, tenemos un clima y una forma de entender la vida un tanto peculiar. También les pasa a los napolitanos y a los sicilianos en la actual Italia. Es difícil imaginarse una reunión callejera, bien a las puertas de una casa o de un bar, en Zaragoza cuando se levanta el viento del Moncayo o en Ávila cuando hasta las hermosotas murallas parecen tiritar de frío. El caso que acá también tenemos frío, concretamente en el Valle del Guadalquivir es un frío húmedo y más bien pesado. No obstante raro es el verano donde no alcanzamos los 50 grados en Sevilla, por ejemplo. A mí no deja de resultarme apasionante que los viejos campesinos, después de una dura jornada de jornal a 40 grados a la sombra y con la piel curtida por el justiciero sol ( A los que somos de piel rosada nos provoca más de un problema, o si no que se lo pregunten a mi tío Ramón ) tengan luego fuerzas para después del tajo irse a la calle. Raro era, por ejemplo, que en las casas, por muy humildes que fueren, no hubiera lugar para un patio o para un corral. Y así se ha transmitido en el Imperio de Ultramar; y siempre relacionamos Cuba con este rol.
La calle para el español es un sitio de charla, de paseo, de ir y venir, de miradas, de las vidas cruzadas. Es una eterna fuente de curiosidad. Hispanamente castizos eran los patios de vecinos, ya en mayor peligro de extinción que el lince ibérico. Como hispanamente castizo era el poder pasear por las calles de un pueblo y ver las puertas abiertas, el ver cómo los abuelos coronaban el cetro familiar, el ver esos vínculos familiares que se mantenían hasta varias generaciones, el respeto por las personas mayores; una conciencia al fin y al cabo. Esto no me lo han contado, yo lo he vivido, y eso que nací en el 1981. En las calles se veía el carácter populoso. La participación vital al fin y al cabo. Lo cual se está perdiendo, cuando no perdido del todo o degenerando en peores cosas....
La calle se relaciona mucho, asimismo, con lo más elemental de la hostelería. En Cuenca si hablamos de calle estamos hablando de las típicas tabernas. Si lo hacemos en la comarca hispalense del Aljarafe, estamos hablando de las tascas y su mosto con el correspondiente tapeo. Si lo decimos en Madrid, lo relacionamos con que un neófito pueda comerse un buen bocadillo de calamares, aunque en Madrid lo más parecido al mar que existe sea el Manzanares; igual que en Sevilla, Córdoba y Jaén sea el Guadalquivir, aunque los andalucistas en Sevilla quieran crear una playa en el Puente de la Barqueta....Si lo decimos en Barcelona, uno lo relaciona con un luengo paseo por las Ramblas. Y en el entrañable Aragón, por ejemplo en Albarracín, el subir y bajar cuestas admirando las hermosas construcciones que resisten al paso del tiempo y a la despoblación. Si lo decimos en los Algarves portugueses, lo relacionaremos con pasear por los paseos marítimos que suelen tener placas conmemorativas a los conquistadores y curiosear en los bares y restaurantes a ver dónde mejor sirven el bacalao. Si lo decimos en las actuales provincias de Huelva y Cádiz, nos acordaremos en seguida del pescado frito; en Coria del Río de los albures, en la actual Extremadura del poderío chacinero. En Soria desearemos el cochinillo, en la castellana Rioja el vino. Una vez un tío mío me dijo que Bollullos de la Mitación era el segundo pueblo de España con más bares en relación a habitantes, que lo superaba el riojano pueblo de Santo Domingo de la Calzada. Si hablamos de la tierra gallega, estaremos hablando de las vieiras, los centollos, el buey de mar, los albariños o el orujo. Si hablamos de las Vascongadas, relacionaremos el chuletón; como también el paseo por la Playa de la Concha, el añorar la ría de Bilbao, o el poder asombrase ante un paisaje tan montañoso. Si andamos por las tierras del Reino de Toledo, ya mismo decimos que son tierras del buen yantar, y amén de los molinos de viento y la desnudez monótona de sus campos iremos a por el queso. Y en Mallorca, ¿ quién no se acuerda de una buena ensaimada ? ¿ Podremos hablar del Reino de Navarra sin todo lo que entraña la poderosa gastronomía de las fiestas en honor a San Fermín ?
Y ya alejados de las calles, en la profundidad de los campos y de la marinería; ¿ quién no se acuerda de una venta, de una posada; desde Tarifa a Montpellier ? Y estamos en ese mismo camino, en esa misma dinámica.
¿ Se puede entender todo esto sin mencionar las tapas ? He escuchado que el origen de la palabra “ tapa “ es sevillano. Que empezó porque los hombres de negocios mandaban por una copa de vino a los muchachillos recaderos, y para que las moscas no avasallasen el preciado caldo, le decían “ niño veme por un vino y me lo tapa “; y lo que se ponía era una loncha de chacina. Comer y beber, por la calle. Y tan normal.
Nuestro pueblo se echa en las calles para expresar todo tipo de emociones. Desde una Semana Santa con regustos ora medievalescos ora barrocos; con toda la misión histórica que empeñan las cofradías. Con el populoso entrometimiento de las gentes por sus calles, desde los tambores hasta los pasos. Podemos hablar de las camperas romerías, de esas peregrinaciones tan comunes, de Cuatrovitas, del Valme, de Torrijos, del Rocío; en el Reino de Sevilla; o de la Virgen de la Cabeza en el Reino de Jaén. En plan profano, relacionaremos las bandas de música ( Ya en las tierras andaluzas y en muchos otros puntos de la Piel de Toro en su devoción religiosa ) y la pólvora en Valencia. La tradición carnavalera muy hermanada con muchos puntos de la Italia ( Venecia, Génova, Sicilia, Nápoles ); en los Reinos Andaluces y en el Reino de las Islas Canarias. Hablando también estamos de las ferias de las urbes y las ferias de ganado.
Ir a la calle en los Reinos de Sevilla, Algeciras y Gibraltar es ir a por el arte. El arte de tantos buenos cantaores, o de tantos buenos humoristas. El arte de ser uno aficionado y fijarse en la viveza filológica, en el más absoluto tipismo. Es encontrarte a los viejos deseosos de una parlona batalla.
¿ Se podría entender lo hispano sin los paseos marítimos o sin los parques ? Mucho me temo que no. ¿ Por qué nos gustan tanto las antiguas cañadas y los corredores verdes ? Porque hasta mi generación y poco más así nos lo han transmitido nuestros mayores, sin mucho esfuerzo, porque es algo que va ligado a nuestro ser ante Dios.
Pasear por las Españas es ver gentes entrando y/o saliendo de misa; es comprobar monumentos arquitectónicos en loor a Dios Padre Omnipotente acá y allá. Esto parece también en peligro de extinción. ¡ Qué desgracia ! Y máxime sabiendo que de aquello brotó una noble generación de guerrilleros que defendieron con ardor los últimos resquicios de la autenticidad de las Españas, como fueron el castellano Cura Merino o el vascongado Tomás De Zumalacárregui.
¿ Y qué hay de echarse al monte ? Para un servidor de ustedes comprende una forma de “ psicología hispana “ por así decirlo. Más de uno y enseguida esbozará una jocosa sonrisa y pensará en las Guerras Carlistas. Pero no, remontémonos mucho antes. Y es que a aquellos a los cuales nos apasiona la Historia, aun sin saber, se nos ve una sonrisa cuando se imagina a los romanos ante las hordas celtíberas. Pensemos que las Galias en total fueron conquistadas en 50 años, en la Britania no tardóse ni una década; y para con la Hispania fueron como un par de siglos(1)....¿ Imaginan las caras de aquellos intrépidos legionarios itálicos, cuando esperaban un cuadriculado campo de batalla, y vieran a aparecer por sorpresa a aquellos terribles guerrilleros. Dicen que los iberos combatían hasta dos en un mismo caballo. Hablan las crónicas de su austeridad. De las madres cántabras matando a sus hijos antes de que cayeran como esclavos. De los guerreros cántabros dejando los cadáveres en los bosques para que los buitres los llevaran al cielo. Julio César reclamaba hispanos como escoltas, así como Pompeyo; también Augusto, que tuvo una escolta compuesta por calagurritanos; Longinos la tuvo de berones de La Rioja; Mario, de várdulos de Guipúzcoa; y Escipión, y Aníbal, y Asdrúbal....Los romanos los codiciaban para sus ejércitos como Cartago. Y pronto se dieron cuenta de que no eran buenos como esclavos, porque o bien mataban a sus dueños o bien se suicidaban antes de soportar el cautiverio. Y qué decir de la heroica gesta de Numancia....? ¿ Cómo el ejército mejor entrenado del mundo tardó tanto y perdió tan valerosos hombres en nuestro suelo....?
Sin embargo hasta nuestros antepasados se dieron traza en matar a traición a Viriato, aquel caudillo lusitano; y se dieron cuenta de que Roma no pagaba traidores....Ya con Viriato se ve la figura del régulo o del caudillo; pero es que no es sólo con Viriato. Los helenos nos hablan en Tartessos del mítico Argantonio. También sabemos de la existencia, en la misma zona, pero ya quizá conocida como la Turdetania, de Chalbo y de Culchas. Como también sabemos de Corocotta en la Cantabria. Y de los guerrilleros caudillos Indíbil y Mandonio allá por ilerdenses pagos. Los franceses incluso han inventado un Ast´´érix. ¿ Qué no podríamos entonces nosotros resaltar….?
¿ Y qué decir de la archiconocida Devotio Iberica(2) ? Tendríamos que continuar con el caudillaje. Aquí más de un historiador ha querido ver el origen de la tradición del vasallaje en su sentido más guerrero posible; por su condición pactista. Condición pactista que también entraña una seria reflexión sobre nuestras tradiciones sociopolíticas: Un claro ejemplo sería la Corona de Aragón. Un ejemplo muy claro de esto nos lo lega nuestra Historia: Sagunto. Al tener los saguntinos un pacto de fides con Roma prefirieron perecer antes que entregarse a las tropas cartaginesas lideradas por el temible Aníbal. O el de la ciudad de Calagurris, que prefirió perecer frente al Afriano por su pacto de fides con Pompeyo.
Al hilo de todo esto que venimos exponiendo, no puedo dejar de acordarme del historiador germánico Adolf Schulten, el cual, en su empeño por la historia de Tartessos, vivió apasionadamente en nuestra Patria. Y, amén de dejarnos libros como Hispania y Tartessos, dijo aquello de: “ En España pervive extraordinariamente lo arcaico....”
La figura del caudillo se repite en la difícil aventura de los visigodos en la Hispania. Mismas reminiscencias han querido ver algunos historiadores ante pueblos como etruscos o bereberes(3). No obstante, incluso provoca problemas durante casi tres centurias al no estar bien definida la ley de sucesión y dado el carácter belicoso de este grupo goto-escandinavo.
¿ Y qué hay de los inicios de la Reconquista ? ¿ Cómo empiezan las huestes de las Asturias acaudilladas por Don Pelayo ? Pues echándose al monte ante un ejército poderosísimo como era el islámico; que, sin embargo, empieza a penetrar acaudillado por bereberes ya islamizados; y, aprovechando la generosidad de la judería y la desazón de los hispanos, extiende la fe coránica. En España nunca se cumplió del todo, pero recordemos que es esa misma que, en su rama sunní ( La que entró acá ) prohíbe las imágenes ( ¿ Y luego hablan de riqueza artístico-cultural….? ). La misma que habla de poligamia sólo para el hombre, que aboga por la esclavitud, por el maltrato a la esposa; y en el divorcio todos son ventajas para el hombre. Y la misma que cuelga a la gente si son pillados en homosexualidad. La misma que no permite comer carne de cerdo ni beber vino ( Cuestiones ancestrales de nuestra más honda Tradición ). La misma que reclamaba muchachitas hispanas, eslavas y francas para los grandes harenes de los despóticos emires. Pero siempre tendrán un nacionalismo andaluz o un Zerolo que los defienda….
Ya en una Reconquista harto desarrollada, el Monarca Toledano Alfonso X el Sabio, gran desarrollador de la herencia leonesa, nos deja escrito en Las Partidas, en el título XIII y en las leyes VI y IX:
“ Acaudillamiento según dijeron los antiguos, es la primera cosa que los hombres deben hacer en tiempos de guerra, porque si esto es hecho como se debe, nacen por ende tres bienes: El primero que los hace ser unos, el segundo que los hace vencedores y llegar a lo que quieren, el tercero que los hace tener por bien andantes y de buen seso. Por eso los unos lo llamaron llave y los otros freno y los otros maestro y estos nombres le pusieron y muy con razón, porque así como la llave abre los lugares cerrados y da entrada para llegar los hombres a lo que piden, así el acaudillamiento cuando está bien hecho hace entrar los hombres donde quieren y acabar lo que quieren. También es freno, nombre con muy razón, porque así como el freno hace que la bestia no vaya si no por donde quiere aquel que cabalga, así el acaudillamiento cuando está bien hecho endereza a los hombres y hace que no tuerzan ni extravíen en la guerra.
Y maestro fue llamado porque en él yace toda la maestría de cómo los hombres deben vencer a sus enemigos....”(4)
Desde luego, ha sido un rasgo trascendente desde nuestra más ancestral cuna que a través del espacio y de los tiempos hemos ido conservando; aunque hoy sería “ rara avis “....
Una gran figura en el sur de España sería Omar Ben Hafsun. Un caudillo guerrillero de la actual provincia de Málaga que hizo temblar al califato. De estirpe gótica, como luego serán los del apellido Farfán de los Godos ( Farfán de “ farhan “; esto es, “ alegre “. Éstos retornan a la Piel de Toro a lo largo de la Edad Media desde la Berbería ); volvió a la Fe Cristiana y fue uno de los acicates para los mozárabes y la expansión astur-leonesa: La Reconquista era posible. Realmente, si más de uno hubiera antepuesto la Reconquista Católica de España a las parias, otro gallo quizá nos hubiera cantado; pero esa es otra Historia....Bruixot nos dejó una gran prueba documental en www.hispanismo.org .
Tenemos asimismo el ejemplo de un Caudillo de Castilla: Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador; admirado y respetado tanto por cristianos como por muslimes. El Cid representa la figura del típico caudillo que no sabe vivir sin guerrear, que no se adapta a la “ vida civil “ y que siendo consciente de los enormes conflictos que sacudían a España, se involucra en ellos, incluso sirviendo a Motarikh de Zaragoza ( O Saragusta, como la llamaban los mahometanos ). Y llega a tomar Valencia, y sus mesnadas, lo mejor del arquetipo del guerrillero, de echarse al monte, del amor por la intemperie( Cierta dialéctica por ello adoptaron los falangistas y los nacionalsindicalistas. Sin embargo, permanece inquebrantable su lealtad al Reino de Castilla hasta su mismísima muerte. Es curioso y apasionante el caso del Cid, el cual se muestra como antijudío total; considerando un orgullo el engañar a Rachel y a Bidas. Y sin embargo, sirvió a las armas del islam. Pero en su mente, siempre figuró el de la Reconquista Cristiana. ¡ Qué cosas !
Como mejor ejemplo de la figura del guerrillero, tenemos en la Corona de Aragón a los almogávares de Roger de Flor ( De ascendencia germánica y nacido en Brindisi; o al menos eso parece ser )(5):
Una de almogávares
De ese centenario se ha hablado poco, pues nadie puede hacerse fotos a su costa. Hace setecientos años justos, además de salvar el imperio bizantino del avance turco, los almogávares arrasaron Grecia. Fue un episodio sólo comparable a la conquista de América por bandas de aventureros sin nada que perder salvo el pellejo –que se cotizaba a la baja– y con todo por ganar si salían vivos. Pero en esta España donde los libros escolares no los determina la memoria, sino el pesebre donde trinca tanto sinvergüenza periférico y central, esas historias han sido eliminadas, o manipuladas en beneficio de los golfos que organizan el negocio en plazos de cuatro años: los que van de una urna a otra. El resto importa un carajo. De los almogávares, como de lo demás, no se acuerda casi nadie. Eran políticamente incorrectos.
Madrugando el siglo XIV, el emperador de Bizancio pidió ayuda para frenar el avance de los turcos, y la corona de Aragón envió sus temibles Compañías Catalanas. Lo hizo para quitárselas de encima. Estaban integradas por almogávares: mercenarios endurecidos en las guerras de la Reconquista y en el sur de Italia. Sus oficiales, de mayoría catalana, eran también aragoneses, navarros, valencianos y mallorquines. En cuanto a la tropa, el núcleo principal procedía de las montañas de Aragón y Cataluña; pero las relaciones mencionan apellidos de Granada, Navarra, Asturias y Galicia. Feroces y rápidos, armados con equipo ligero, combatían a pie en orden abierto, con extrema crueldad, y entraban en combate bajo la señera cuatribarrada de Aragón. Sus gritos de guerra eran Aragón, Aragón !; y el terrible, legendario, Desperta Ferro !
La historia es larga, tremenda, difícil de resumir. Seis mil quinientos almogávares recién desembarcados en Grecia destrozaron a fuerzas turcas muy superiores, matando en la primera batalla a trece mil enemigos, sin dejar con vida –eran tiempos ajenos al talante, al buen rollito y al diálogo entre civilizaciones– a ningún varón mayor de diez años. En la segunda vuelta, de veinte mil turcos sólo escaparon mil quinientos. Y, tras escaramuzas menores, en una tercera escabechina los almogávares se cepillaron a dieciocho mil más. Eran letales como guadañas. Además, entre batalla y batalla –españoles a fin de cuentas– pasaban el rato apuñalándose entre sí por disputas internas, o despachando a terceros en plan chulito, como los tres mil genoveses a los que por un quítame allá esas pajas acuchillaron en Constantinopla, durante una especie de botellón que terminó como el rosario de la aurora.
A esas alturas, claro, el emperador Andrónico II se preguntaba, con los huevos por corbata, si había hecho bien contratando a semejantes bestias. Así que su hijo Miguel invitó a cenar a Roger de Flor, que era el jefe, y a los postres hizo que mercenarios alanos los degollaran a él y a un centenar largo de oficiales. Fue el 4 de abril de 1305. Después de aquello los griegos creyeron que la tropa almogávar, sin jefes, pediría cuartel. Pero eso era desconocer al personal. Cuando apareció el inmenso ejército bizantino para someterlos, aquellos matarifes oyeron misa y comulgaron. Luego gritaron: Desperta Ferro !, Aragón, Aragón !, y se lanzaron contra el enemigo, pasándose por la piedra a veintiséis mil bizantinos en un abrir y cerrar de ojos. Lo cuenta Ramón Muntaner, que estuvo allí: no se alzaba mano para herir que no diera en carne.
No quedó sólo en eso. Enterados los almogávares de que nueve mil mercenarios alanos –los que aliñaron a Roger de Flor– volvían a su tierra licenciados y con familia, les salieron al paso, hicieron picadillo a ocho mil setecientos y se quedaron con sus mujeres. Después, durante una larga temporada y pese a estar rodeados de enemigos, se pasearon por Grecia saqueando y arrasando, por la patilla, cuanto se les puso por delante. Fue la famosa venganza catalana. Y cuando no quedó nada por robar o quemar, fundaron los ducados de Atenas y Neopatria: estados catalano-aragoneses leales al rey de Aragón, que aguantaron durante tres generaciones hasta que con el tiempo, el sedentarismo y el confort, se fueron amariconando –hijo caballero, nieto pordiosero– y quedaron engullidos, como el resto de Grecia, por la creciente marea turca que había de culminar con la caída de Constantinopla.
Y ésa, colorín colorado, es la historia de los almogávares. Admitan que es una buena historia. Vive Dios.”
¿ Y qué es ese atrevimiento guerrillero sino cómo se hace, y a la jineta, como nos refiere el Inca Garcilaso, la Conquista de América ? ¿ Qué son esos valientes grupos, donde predominaban sevillanos y gentes de la Extremadura de León, amén de castellanos, vascongados, toledanos, leoneses, etc. ? ¿ Qué fueron los 500 soldados que Hernán Cortés, con la ayuda de unos tlaxcaltecas a los cuales vencimos en cuatro batallas ( Una de noche ) conquista México ? ¿ Y los 147 al mando de Pizarro que hacen huir a un ejército de más de 30.000 incas despavoridos en Cajamarca ?
El problema que siempre ha ocasionado en el hispano la mentalidad del caudillaje y la guerrilla, y más en el español, ha sido nuestro gusto por “ mandar “. Que preferimos ser cabeza de ratón que cola de león. Y que ante los malos gobiernos, por desgracia en tiempos contemporáneos hemos tendido al desarraigo---que tanto en España como en Hispanoamérica se ha convertido en descarada hispanofobia---y a justificar lo injustificable en más de una triste ocasión. Prueba de ello es la guerra del 1640. O las guerras americanas. Todo ello requiere de unos matices que ya nos alejarían de nuestro punto temático; pero creo que se me entiende.
No obstante, sin el espíritu que enaltece el carácter de la guerrilla, hubiera sido imposible que Gonzalo Fernández De Córdoba, el Gran Capitán, hubiere creado los Tercios, pues no sólo haría falta disciplina. De los 31 famosos Tercios, se estima que sólo 5 estaban formados mayoritariamente por españoles. Sin embargo, eran los más temidos y respetados; y su valentía y fidelidad nadie poníala en duda. Más de un pangermanista, cuya impotencia muchos reflejan en una especie de complejo de superioridad, basado en el mito orientalizante de la “ raza aria “ por ejemplo desde el siglo XIX, dicen que a la virtud latina le falta disciplina. Por eso, fue imprescindible que a las espadas las guiara la Cruz, que fuera ésta nuestro culmen tanto en la paz como en la guerra. Es esto lo que nos ha unido y reafirmado a lo largo de los siglos. Lo que nos ha proporcionado estabilidad. Todo esto será negado por los nacionalismos antiespañoles, en especial por el andalucismo, el cual niega nuestro propio carácter y se enseñorea institucionalmente con un idílico Al Andalus. Porque nadie niega que Al Andalus sea parte de nuestra Historia. Pero no precisamente de las páginas más brillantes. Aunque de las entrañas de los incipientes guerrilleros astures que se echaron al monte nació la savia nueva que se abrigaba de las leyendas visigodas(6)y pudo reconquistar las Españas; llegando al abrigo leonés hasta Tarifa, al abrigo aragonés hasta Almería, y al abrigo de la naciente Corona Portuguesa hasta los Algarves e incluso hasta enclaves del Reino de Sevilla, como Aroche, en la actual provincia de Huelva. Las relaciones entre los pueblos celtibéricos y los líbico-bereberes fueron mucho más fructíferas en la Historia Antigua y en la Cristiandad; y se rompieron con el islamismo; el cual provocó un caos tremendo en nuestra tierra ( Y ha provocado un caos que se antoja irreparable en numerosas tierras, como por ejemplo el actual Magreb ) y una gran humillación; y a veces, tal y como está el patio, parece que la Historia volveráse a repetir....Y es que dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Decía el profesor de la Argentina Jordán Bruno Genta que no hay cosa que se repita más que la Historia(7). Y desde luego que es claro que el islamismo no es parte de nuestra Tradición. Y por ello no negamos el talento artístico que muchos muladíes ( Hispanos convertidos al islam ), que eran al fin y al cabo el grueso del islam en Hispania, desarrollaron.
Por este carácter indómito, por esa ansia de libertad, nunca ha sido para con nuestra Patria lo que Vázquez de Mella calificaba como el “ absolutismo cesarista “. Y es que la figura del caudillo ha ido degenerando, a priori con el liberalismo, y a posteriori con el totalitarismo. El caudillo no es el Cesarismo Democrático defendido por el venezolano Raúl Vallenilla. Un gobernante por el hecho de serlo no tiene un cheque en blanco para tomarse el poder como si fuere un particularista botín. También decía Vázquez de Mella que un dictador era aquel que quería una Corona a toda costa, que no la tenía pero que la andaba buscando....Por eso nuestros Fueros aseguraban en la medida de lo posible, y con todos los defectos que hallar se pudiere, legislaban contra el abuso de poder y por una correcta representatividad social.
Con respecto a las actitudes guerrilleras, se ha calificado de simple “ bandolerismo “ hasta los mismísimos lusitanos y sus “ primaveras sagradas “. Como en los italianos pagos los leales a las Dos Sicilias tienen el sambenito del “ brigantaggio “. Mismo calificativo han recibido los vandeanos. Antes de llegar a las Guerras Carlistas y a la invasión de los masones del Piamonte, podríamos reflexionar sobre la misma Guerra de la Independencia. El gravísimo conflicto que confirma la desgracia de la decadencia española; si bien desde el 1640 se venían dando serios bandazos. En la Guerra de la Independencia, los guerrilleros jugaron un papel fundamental. Lo que vino después, por desgracia, es otra cosa. Pero sobre este fenómeno tenemos curiosos datos:El diputado Conde de Toreno(8) calificó a su propio pueblo como “ ....singular demagogia pordiosera y afrailada....”. Marcelino Menéndez Pelayo respondióle con gran finura irónica, rasgo que él admiraba en el desarrollo de la gimnasia intelectual del marchenero ( Marchena, Reino de Sevilla ) Fray Francisco De Alvarado: “ Lástima que sin esa demagogia tan maloliente y que tanto atacaba los nervios del ilustre conde no sean posibles Zaragozas ni Geronas....”.
Dejó escrito Juan Vázquez de Mella y Fanjul, en El Correo Español, un 2 de Mayo del año de 1891, palabras como éstas(9):
“ Si levantaran la cabeza los héroes de la Guerra de la Independencia, no volverían de su asombro al ver que los afrancesados que ellos odiaban usurpan el nombre y la representación de la Patria y que la constitución parlamentaria dada en Bayona por Pepe Botella, aunque más liberalizada, es ley política.
Los liberales nada tendrían que decir, pero nosotros, los tradicionalistas, verdaderos descendientes y continuadores del pueblo de 1808, después de mostrarles otras guerras de la independencia no menos heroicas que las primera, les diríamos: Pronto habrá, después de un Primero de Mayo terrible, un Dos de Mayo más glorioso que el de 1808. “
Y, curiosamente, José Bonaparte dice palabras muy parecidas a las que dijo el historiador latino Floro ( Podríamos recalcar otra vez lo que dejó dicho Jordán Bruno Genta ), contemporáneo de Trajano y Adriano. Floro dijo: “ Pueblo valioso el hispano, pero torpe para la confederación “. José Bonaparte dice que no se explica cómo los franceses pudieron penetrar en una orografía tan complicada, en una tierra tan indómita. Y el caso es que a los españoles lo que nos ha unido ha sido el Altar y el Trono; con el hito hispanogodo de los Concilios de Toledo. Por ello fuimos capaces de llevar a cabo la enorme y linda tarea de un Imperio Católico, defendiendo los últimos resquicios de la Cristiandad. Su hermano Napoleón nos calificó a los españoles como “ raza inflexible e indomable “; y en su testamento, dejó escrito: “ Y sobre todo, nunca, nunca la guerra con España “. Decía no poder explicarse aquel como mágico poder que tenían los harapientos guerrilleros, y de cómo se lanzaban con lo primero que alcanzaban a una guerra en inferioridad de condiciones y muchas veces sabiendo que llevaban las de perder. Ahí marca un hito religioso la Virgen del Rocío, cuando los almonteños se acogieron a su regazo y los militares gabachos que tenían que ir para ajusticiar a tantos almonteños nunca aparecieron. Cuando yo andaba por 2º de carrera en la Universidad Hispalense, el Catedrático D. José Sánchez Mantero nos leía ( En su asignatura, Historia de España Contemporánea ) muchas cartas que los soldados franchutes mandaban a Napoleón, suplicándole por activa y por pasiva que lo trasladasen a otro sitio, que no soportaban más la estancia en España. Que las mujeres y los curas eran tan guerrilleros o más como los milicianos “ civiles “ y los pocos nobles que fueron leales a la causa popular hispánica. La Francia bonapartista, como la incipiente Roma Imperial, no sabía donde se había metido. Como también le pasó a un jovenzuelo Carlos de Habsburgo al llegar con su corte flamenca, en un principio de carácter despótico, y se encontró con comuneros y agermanats....
Y es que, dentro de la Cristiandad, ¿ hay algo que haya caracterizado más a lo hispano que esa conciencia de la doctrina del tiranicidio que ya nos acuña San Isidoro de Sevilla en el siglo VI de nuestra era ? Pues a partir de ahí se forman nuestros principios monárquicos que se extienden a imperiales. Y en buena medida fueron defendidos por los criollos.
¿ Cuál es el carácter de las Guerras Realistas ? Pues el precedente claro del combate carlista. ¿ Y qué es el carlismo(10) en primera instancia, sino el desarrollo de las defensas naturales que tenía un organismo que se resistía a enfermar del todo. Desde el corazón de los montes del Reino de Navarra y de las Provincias Vascongadas; ¿ de dónde salen sino Montejurra y el Oriamendi ? O al amparo de la montaña de Montserrat; por los campos y las costas del Reino Valenciano, por los montes de Toledo, por las peñas que enlazan los lindes de Castilla y Aragón….Así fue el decorado primigenio de aquellos soldados que portaban la boina roja y la amarilla escarapela; los que recuperaron la Borgoñona Cruz de San Andrés y el águila bicéfala. En más de una ocasión la historiografía los identifica con el carácter de la guerrilla. Incluso se ha tildado al carlismo de “ movimiento de frailes y campesinos “.
Hasta en los anarquistas hay quien ha querido ver ese carácter guerrillero; curiosamente el anarquismo fue proliferó en zonas de honda tradición carlista, como el Principado de Cataluña.
Como refinado colofón de lo que pretendo transmitir, obsequio a mis sufridos lectores con algo que dejó escrito el profesor carlista Francisco Elías De Tejada (11):
“ Los tres rasgos de la Tradición Española son:
- Es la condensación en presente de una secular historia.
- Recoge la diversidad una de las gentes españolas, tal como lo español vino labrándose en maravillosa artesanía social y política, generación tras generación.
- E incorpora lo católico como forma magna de lo moral en la vida de los hombres.
En su cara histórica, la Tradición Española nació en la lucha, en la guerra santa. La Reconquista arrulló su cuna con crujidos de espadas y la Contrarreforma cansó sus bríos mellando las picas de los nuevos cruzados en los Flandes de los cinco continentes. Es una tradición de combate militar, de puro sentido misionero, nacida contra la morisma agarena y perfilada contra la herejía protestante “.
Podríamos y deberíamos añadir a este carácter la mención a una entrevista que en la Cadena COPE la periodista Cristina López Schlichting realizóle al decente historiador norteamericano Stanley Payne. Payne acaba de sacar al mercado su obra El Catolicismo Español. Subraya que su interés por dedicarse a la Historia nació de su agradable descubrimiento de la labor española en su tierra, sobre todo por su misionero empeño; aquello que aún pervive como inmejorable legado. Payne viene a refrendar lo que muchos patriotas tradicionales de las Españas ya dijeron(12): Que no hay mejor arquetipo para el español que el del Caballero Católico. Y que por ello los españoles, con todos sus defectos, que no son pocos, han derramado generosos su sangre y han expandido sus misiones por la Fe. El Carlismo supo recoger en aquel convulso siglo XIX toda una herencia que plasmó en el combate. Se luchó y se perdió. Pero aún recuerdo que la Reconquista duró casi 8 siglos, al menos hasta el Reino de Granada. No se ha hecho la ley del mínimo esfuerzo y el “ éxito rápido y fácil “ para la Hispanidad. Por algo se dice en la Alemania aquello de “ eres más orgulloso que un español “. Y también se dice, por ejemplo, “ ¡ Buenos son los navarros para quitarse la boinica ! “. ¿ Quién no se acuerda de la guerrillera y amorosa tozudez de los aragoneses ? ¡ Si hasta tuvimos el tópico del macho ibérico....!
A día de hoy, aunque a todos nos resultan familiares las expresiones de ir a la calle y echarse al monte; nos parecen lejanas y hasta imposibles. La primera cosa por la absoluta degeneración que cada día parece agravarse más, aunque difícil parezca. Como bien me recuerda un buen correligionario mío, miembro de la Comunión Tradicionalista Carlista de Sevilla, el español siempre ha sentido una enorme ligazón por su naturaleza, la cual es difícil. No sólo por el carácter humano que nos ha imprimido, impresionado y caracterizado, sino también porque ello es puro reflejo de toda una Historia. Eso siempre lo entendió muy bien el carlismo, y de ahí salieron versos como el Gernikako Arbola de Iparagirre o La Fonte de Fascura de Acebal:
“Gernikako Arbola da bedeinkatua,
euskaldunen artean guztiz maitatua.
Eman ta zabal zazu munduan frutua,
adoratzen zaitugu, arbola santua.
Mila urte inguru da esaten dutela,
Jainkoak jarri zuela Gernikako Arbola.
Zaude, bada, zutikan orain ta denbora,
eroritzen bazera, arras galdu gera.
Ez zera eroriko, Arbola maitea,
baldin portatzen bada, Bizkaiko Juntea.
Laurok hartuko degu zurekin partea
pakean bizi dedin euskaldun jendea.
Betiko bizi dedin Jaunari eskatzeko
jarri daitezen danok laster belauniko.
Eta bihotzetikan eskatu ezkero,
Arbola biziko da orain eta gero.
Arbola botatzea dutela pentsatu,
Euskal Herri guztian danok badakigu.
Ea, bada, jendea, denbora orain degu,
erori gabetanik eduki behar degu.
Beti egongo zera udaberrikoa,
lore aintzinetako mantxa gabekoa.
Erruki zaitez, bada, bihotz gurekoa,
denbora galdu gabe, emanik frutua.
Arbolak erantzun du kontuz bizitzeko,
eta bihotzetikan Jaunari eskatzeko.
Gerrarik nahi ez degu, pakea betiko,
gure lege zuzenak hemen maitatzeko.
Erregutu diogun Jaungoiko jaunari
pakea emateko orain eta beti,
bai eta indarra ere zerorren lurrari,
eta bendizioa Euskal Herriari.
” Bendito es el Árbol de Guernica,
amado por todos los vascos.
Da y extiende tu fruto por el mundo,
te adoramos, Árbol sagrado.
Hace unos mil años que se dice
que Dios plantó el Árbol de Guernica.
Mantente en pie ahora y siempre,
si caes estamos perdidos.
No caerás, Árbol querido,
si la Junta de Vizcaya se porta.
Nos uniremos a ti las cuatro provincias
para que viva en paz la grey vasca.
Arrodillémonos todos para pedir al Señor
que nuestro Árbol viva para siempre.
Y si se lo pedimos de corazón,
el Árbol vivirá ahora y siempre.
En el País Vasco todos sabemos
que han planeado tumbar el Árbol.
Ea, paisanos, esta es nuestra hora,
mantengámoslo en pie sin que se caiga.
Vivirás siempre en primavera,
antigua flor sin mancha.
Apiádate de nosotros, querido Árbol,
danos tu fruto sin perder mas tiempo.
El Árbol nos responde que vivamos alerta
y que se lo pidamos a Dios con fervor.
No queremos guerra, sino paz duradera
para que se respeten nuestras rectas leyes.
Pidamos a Dios nuestro Señor
que nos conceda paz ahora y siempre,
y que dé también fuerza a tu tierra
y su bendición al Pueblo Vasco.”
"Ara nun diran, menda maiteak
ara nun diran zolaiak
Baserri eder zuri zuriak
iturri eta ibaiak.
Endayan nago zoraturikan
zabal zabalik begiak:
Ara Espaina... lur oberikan
ez da Europan guztian"
"He aquí los campos
y montes queridos
los hermosos caseríos,
las fuentes y los ríos.
Estoy loco de contento en Hendaya,
con los ojos muy abiertos:
Ahí está España, mejor tierra
no la hay en Europa entera".
La Fonte de Fascura ( I )
“ Baxando el puertu Sueve
d'Antayo so la falda,
y d'Uruyán xuntino
pos una piedra algama,
esquita de la peña
la fonte qu'hai más guapa.
Del llau del Saliente,
que ye per onde mana,
y que costudo un pocu
hasta una riega baxa,
traviesa la siendina
que va a so mesma entrada.
¡Qué suave qu'ella cuerre!
¡Qué llimpia surte l'agua!
¿Qué comba fai el vidru
que de la peña salta!
Y ¡cómo les burbuyes
rebullen na fontana
al par que cuerri nella
aquel gordón de plata!
Esfechu en munchos filos,
que l'un tres l'utru escapa
per delles de resquiebres
del tanque que l'ampara,
texendo y destexendo
pel prau alantre esbaria,
y menien les sos fueyes
al palpu d'aquella agua,
igual que si quixeren
paga-y ansí la gracia,
les plantes y les flores
que salen pela campa.
Cuntar el sin fin d'elles
qu'el suelu tudu cuaya,
val más cuntar les herbes,
que guañen na toñada.
¡Oh fonte de Fascura!
Contigo en comparanza
¿qué val la de Blandusia
nin todes cuantes haiga?
Tú das verdor al campu,
frescura al aire dasla,
y bálsamu y colores
de ti la flor los saca.
Tú aguces el telentu
d'aquel que tien la gracia
de fer cantares bonos,
si non no-y sirves nada.
Por eso los cabritos
non van a enlluxar to agua,
metiendo en tos regueros
sos uñes y so barba.
Tampoco va la choba
con plumes d'utru maja
que da non más glaíos
y ciuda ella que canta;
nin d'otros paxarucos
non va la garandaya,
pos tiénenlo de suyo
berrar por más que faigan;
como si'l cantar fora
estar fala que fala
dando la parpayuela,
p'al postre decir nada.
A ti va la palomba
qu'el to arrullar la engaña,
igual que si fos d'una
de les de so bandada.
A ti va la cerrica,
el pardu, la calandria,
malvises, ruinseñores
y el tordu a beber to agua;
y desque los sos picos
los meten na to taza,
y, chando dalgún sorbu,
esclaren so garganta,
oye-yos los xiblíos
ye cosa qu'a ún lu mata.
Tamién la paxarina,
que va de rama en rama
picando peles flores,
nel to alberque s'apara.
A ti van les rapaces
y enllenen la ferrada;
si alguna al dir foi triste
de güelta alegre canta:
"¡Ai de la fonte fría!
¡ai! de la fonte clara,
¡ai! l'agua que corría
¡ai! l'agua que manaba
bebíla y consoléme
¡Bendita sea so gracia! "
Cierto es que Roma entró acá haciendo barbaridades, como barbaridades han hecho muchos españoles. Pero, ¿ significa lo mismo para nuestra Historia Roma que el islam ? Es obvio que no. Con Roma dimos cinco Césares. Con Roma, fue un emperador de nuestra estirpe el que declaró aquel gran “ estado confesional “. De Roma bebimos de sus leyes; y ya nombrábamos a nuestros propios magistrados. De Roma heredamos nuestras lenguas, a excepción de la resistente lengua vasca, así como su influencia etnocultural en diversos puntos de la Península Ibérica. De Roma heredamos una vocación universal. Con Roma y la Cristiandad tuvimos relaciones muy buenas con el mundo mediterráneo, volviendo a especificar en el norte africano. Todo ello peligra de muerte ante la invasión de los bereberes islamizados, acompañados de una minoría árabe y después con la llegada de los samiyyun(13)sirios. Pero, como nos recuerda Maeztu en su Defensa de la Hispanidad, nos abrazamos a la Cruz, y fuimos un ejemplo para el Occidente durante no pocos años. De lo contrario, hoy estaríamos como Marruecos o Argelia. La Historia no tiene vuelta de hoja, y gracias a Dios, la Reconquista se pudo consumar. A día de hoy, los berberiscos están casi extinguidos como pueblo, desplazados, a merced de la dictadura de los grandes tiranuelos arábigos. ¿ Ven ustedes que queden muchos indios en las tierras que fueron colonizadas por los anglosajones ? Nuestro propósito no fue el de “ colonizar “; sino el de evangelizar. Aunque la codicia hiciera mella en más de un hispano; Julián Marías ha dicho que allí hicimos un “ injerto “. Que supimos, con una improvisación inusitada, considerar a aquellas tierras como parte de una misma Comunidad Imperial y las dotamos de sus propias instituciones, inspiradas en antiquísimas tradiciones, como por ejemplo la del municipio, que ya señala Menéndez Pelayo como herencia de Roma. ¿ Acaso podemos sentirnos identificados con el califato o con los reinos de taifas….? Es claro que ya, amén de Don Pelayo y los guerrilleros astures, conocimos a un Ben Hafsun y a unos suicidas mártires en el Reino de Córdoba acaudillados por el Abad Eulogio y el Obispo Speraindeo. Si analizamos desde la Antigüedad, pasamos por Roma, por los godos, por la Reconquista…¿ Qué constituye el islamismo en nuestra Historia ? La reafirmación de nuestro carácter en la lucha, como han dejado de relieve los insignes tradicionalistas. Y con los Reyes Visigodos ya pudimos alcanzar la plenitud de identificarnos como Nación en base a un Reino y por una Espiritualidad. Nada de eso ocurrió en Al Andalus. Fue en la lucha contra Al Andalus(14). Fue contra la extensión de esa nefasta y falsa religión, que fue edificada por la milicia de unos intrépidos árabes, descendientes de los clanes de los adnan y los qahtan, y que fueron aprendiendo de los pueblos que invadían: La India, Persia, Egipto, Libia, Mauritania, Hispania.
Y cierto es que los Reyes de la Catolicidad Hispánica respetaron mucho más el patrimonio artístico. Los musulmanes edificaban sus mezquitas aprovechando los materiales de las antiguas iglesias y copiando estilos que desarrollaron ya los romanos y a posteriori los godos; como el mismo arco de herradura. Aún así, nos ha quedado una Giralda de Sevilla, una mezquita de Córdoba(15), una Alhambra de Granada(16),un Palacio de la Aljafería en Zaragoza en particular y arte mudéjar de numerosas poblaciones del Reino de Aragón en general, etc. ¿ Qué dejaron los musulmanes a su paso ? Pues que el cristiano no pudiere portar armas ni caballos, ni ejercer cargos públicos, y asfixiándolo con impuestos e inmigración que no hacía falta. Al Mansur arrasaba con todo lo que daba, como Atila, el rey de los hunos que invadieron gran parte de la Europa Central y Oriental. No obstante, algunos eunucoides parecen enorgullecerse de un idílico pasado andalusí, en especial mentira fomentada por el nacionalismo andaluz y su raza morisco-andaluza por la gracia de Al Mutamid. Y sistemáticamente ignoran, copando las instituciones, nuestra verdadera Historia. Claro que luego siempre se podrán quejar del franquismo….Y es curioso, pues con Franco no se era agresivo en este tema, pues al dictador le convenía la amistad con los países árabes. Aún a día de hoy está totalmente prohibido que en países como Marruecos o Arabia Saudita(17) se construyan iglesias cristianas; bajo pena de cárcel y pena de muerte respectivamente. Curiosamente son esos países fuentes de financiación para los musulmanes afincados en España; que más de uno es de origen hispano, como Malik Ruiz, Mansur Escudero o Xosé Carlos Ríos, que ahora no me acuerdo cómo se llama....
Con todo, este carácter cálido, extrovertido y combatiente, no podría explicarse sin la correcta acuñación de una vocación universal; bajo el sello de la Religión Católica. De nuestros más remotos antepasados hemos heredado caracteres que aún conservamos; pero la Iberia bajo los paganismos nunca tuvo conciencia de nación ni de empresa común; ni tampoco imprimía un carácter ciertamente universal. En cuanto la conciencia espiritual se ha perdido, hemos sucumbido ante los enemigos de la Patria y de la Fe. En cuanto ello se ha despertado, ha surgido una especie de Renacimiento. Ahora parece que estamos en una decadencia que parece ya eterna. Porque no estamos en el siglo VIII donde numerosos hispanos abrazaban la nefasta doctrina mahometana. Estamos ante una sociedad inerte, consumista, que no ve o no quiere ver venir el peligro, y donde nunca hubo más moros en España que ahora. Institucionalmente ya ganaron la batalla del “ estatuto de Andalucía “; como la Comunidad Islámica Española va ganando paso a paso, día a día; desde los afiliados al PP de Ceuta y Melilla hasta las descaradas carantoñas de ZP, Moratinos, y Juan Carlos de Baqueira Beret con sus hermanos mayores, los dictadores alahuitas. Probablemente, la invasión no será muy lejana. Y seguro que será mucho peor de lo que ya vivieron nuestros católicos antepasados. La “ petit guerré “ que decían los de la Grande Armée; o la guerrilla, como la conocían los ingleses aun en su estrambótica pronunciación se ha ido perfeccionando al abrigo de todo lo que venimos refiriendo.
Y aun en Hispanoamérica también hemos transmitido estas peculiaridades, con sus distintas formas, y tan degeneradas a día de hoy como en la Vieja España. Pero perduran los ejemplos de José Tomás Boves, del Virrey Elío, o del peruano Huachaca. Como bien supo asimilar ese rol José Gabriel Túpac Amaru y al más extremoso desbarajuste llevólo Lope De Aguirre. Sin embargo, se sigue considerando lo nuestro como universal. La literatura misma es un ejemplo de ello, y más aún si me refiero a Miguel De Cervantes Saavedra y a su obra Las Aventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Maeztu vio un carácter netamente hispánico en la poesía gauchesca, tales como El Gaucho Martín Fierro de Hernández o Don Segundo Sombra de Güiraldes. Toda la influencia se ve en Alma América de José Santos Chocano. ¿ Cómo, sin atender a estos caracteres, nos podemos explicar el rodeo en los actuales Estados Unidos, los gauchos por las Pampas o los charros por la Nueva España….? Y ahí nos dejó el argentino J. Francisco V. Silva su gran obra Reparto de la América Española y Panhispanismo….Nuestros literatos, con sus diferentes estilos, tanto en España como en la Iberoamérica, han sabido transmitir desde el que pudiera parecer el apego intimista hasta un mensaje universal. Así ha sido con Garcilaso de la Vega, con Quevedo; como ha pasado con Rubén Darío, Amado Nervo; como ha pasado con Pérez Galdós, con Juan Ramón Jiménez, con los hermanos Machado, con los hermanos Álvarez Quintero, con Joan Maragall i Gorina, con Jacint Verdaguer i Santaló; con José María De Iparagirre Balerdi, con Xuan María Acebal, con José Cadalso, con António Sardinha; con tantos y tantos que han sabido mantener en su estilo esa alma hispana….¿ Y qué es del arte flamenco ? Pues en esta dinámica penetra.
Grandes figuras del patriotismo hispánico, como Carlos de Borbón y Austria-Este y Menéndez Pelayo, dejaron de relieve la importante participación del pueblo para con nuestras empresas. Decía Carlos VII que el pueblo y sus tradiciones eran constituían el valor irrefutable ante la corrupción de los partidos políticos. ¡ Qué bien se vio esto en la Guerra de la Independencia; y qué tragedias nos traería un engañoso futuro....!
Siempre me pareció curiosa una frase que desde niño me ha repetido mi señor padre: “ ¡ Qué bien se nos da a los españoles ser guerrilleros ! “. Ello fue lo que inspiróme a escribir estas líneas. Y la cosa es que a día de hoy se antoja imposible el enunciado al que me refiero. Porque la calle cada vez está más intransitable, y las ciudades más inhabitables. Con esto de los satélites es muy difícil echarse al monte. A pesar de todo, dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Quizá por eso un buen día se le ocurrieron estos versos a Ramón María Del Valle-Inclán:
¡¡¡ A NUESTRAS RAíCES !!!
“ Mientras haya un brazo que mueva una honda,
mientras haya piedras en los pedregales,
mientras haya varas en la vieja fronda,
para cortar picas para tus zagales;
mientras haya un brazo que mueva una lanza
España, para tu gloria hay una esperanza “.
(1)– El periodista e historiador Juan Antonio Cebrián, director del programa de Onda Cero “ La rosa de los vientos “; autor de libros como “ La Aventura de los Godos “, “ La Aventura de los Romanos en Hispania “ y “ La Cruzada del Sur “; y colaborador de las revistas “ Historia de Iberia Vieja “ y “ Más allá “, ha tratado muy bien el tema de la conquista romana de la Hispania. Ha calificado aquella empresa tan luenga como “ el Vietnam de Roma “.
(2)- Sobre la Devotio Iberica Inmaculada Del Valle ha escrito un hermoso artículo en el número 4 de la revista “ Historia de Iberia Vieja “. www.historiadeiberiavieja.com
(3) – No dejan de ser recomendables las relaciones que hace J. J. Benítez sobre bereberes, etruscos e iberos. Eso sí, se puede recoger lo mejor sin tomar su obsesión por los ovnis....
(4) – Estas palabras de Alfonso X el Sabio son recogidas por el profesor hispanista de la Banda Oriental/el Uruguay Luis Alfredo Andrégnètte Capurro, en el cuadernillo “ Hernandarias: El Imperio y un Caudillo “; de Ediciones Nueva Hispanidad ( La Argentina ). www.nuevahispanidad.com
(5) – Este artículo publicólo Arturo Pérez Reverte en la revista El Semanal el 29 de Mayo del 2005; y fue recogido por la revista tradicionalista “L´Esclat “ en su formato digital el 14 de Junio del 2005. www.lesclat.com
(6) – Para ello es muy recomendable la obra del insigne hispanista Ramón Menéndez Pidal; por ejemplo, su obra Los Godos y la Epopeya Española.
(7) – En la revista Iesvs Christvs, de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X-Distrito de la América del Sur; Año XII, nº 65; Septiembre-Octubre del 1999; se expone una conferencia dada por el profesor Jordán Bruno Genta en el Colegio de Lasalle el 20 de Abril del 1959.
(8) – Extraído del cuadernillo “ Francisco Javier De Elío: Honor y Fidelidad “; del profesor hispanista de la Banda Oriental/el Uruguay Luis Alfredo Andrégnètte Capurro; de Ediciones Nueva Hispanidad ( La Argentina ). www.nuevahispanidad.com
(9)– Recogidas en el número 8---Julio del 2004---en la revista carlista “ La Santa Causa “.
(10) – Para esta temática considero buenísimo promocionar el cuadernillo que nos ofrece una conferencia dada por Miguel Ayuso un Viernes 3 de Septiembre del 2004 en el Gran Buenos Aires. ¿ Qué es el Carlismo ?; de Ediciones Nueva Hispanidad. www.nuevahispanidad.com
(11)- Extraído del número 5---Junio, Julio y Agosto del 2003---de la revista carlista “ La Santa Causa “.
(12) – Aunque un servidor de ustedes no comulga con ciertas afirmaciones de García Morente en su Idea de la Hispanidad. Yo sí creo que Portugal pertenece a nuestro carácter nacional. Y dado que desde muy pequeño mi abuelo materno ( Que hablaba su lengua ) me inculcó mucho amor por aquella tierra, y que todos los años suelo dejarme ver por los Algarves, compruebo con amabilidad cómo las gentes del Reino de Sevilla nos parecemos más a ellos que a catalanes o castellanos. Y esto no quiere decir nada; simplemente que no claudico ante las fronteras falsas que los malos gobiernos han impuesto, y ante una idea hispanista incompleta tampoco. Y para ello vuelvo a citar, como hice en otro opúsculo, las palabras de Marcelino Menéndez Pelayo: "El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geografico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
Todavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia."Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la Península Ibérica". España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Cataluña. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo." Amén de a Almeida Garret, yo recomendaría recordar a Oliveira Martins y a Ramiro De Maeztu.
(13)- Los samiyyun eran jinetes sirios. Como la mayoría del pueblo sirio, mezcla de pueblos blancos y semíticos. Eran muy respetados y reconocido era su portento en la batalla. Reclamados fueron por los omeyas, oriundos de la Siria.
(14)- Totalmente recomendable el libro Al Andalus contra España; la forja del mito; de Serafín Fanjul.
(15) – Curiosamente, en la antigua Puerta de Al Hakem que conocemos como Puerta de San Miguel, en la mezquita recuperada como Catedral por la Cristiandad Española, aparece la decoración con esvásticas y motivos geométricos ya presentes en Roma; como en el Anfiteatro de Mérida ( La que fuera capital de la Lusitania ).
(16) – Los filólogos mayormente empedernidos andan revisando muchos topónimos de época andalusí y en más de una ocasión lo que se atribuía a lo árabe en realidad es beréber. Como por ejemplo Granada, de “ Kernata “.
(17) – Por pesado que parezca, vuelvo a reiterar que tanto la Arabia de los Wahabbitas como el Marruecos de los Alahuíes son aliados de los Estados Unidos de Norteamérica. Es una prueba irrefutable de cómo a los Estados Unidos en absoluto le importa el islamismo, sino el control del petróleo en base a su judaizante geopolítica.
