Las encontramos hasta en tratadillos, organizadas por temas y con la referencia del célebre al que se le enciende la luz con alguna "genialidad" o alguna "gracia" más o menos chistosa. Pero también nos sucede al común de los mortales que no somos celebridades. ¿A cuántos de quienes aquí escribimos no nos viene ese pensamiento que podrían suscribir los agraciados por la fama?
A veces son pequeñas ideas, otras frases más o menos grandilocuentes, que surgen en nuestra mente en ciertos momentos del día o de la noche. Cuando dormimos el cerebro mantiene una actividad distinta, cuando nos levantamos con la mente fresca es el cuarto de baño el lugar adecuado para ello.
Mi propuesta es que vayamos registrando en este nuevo tema esos momentos "geniales" que todos tenemos con tanta frecuencia, aunque no seamos "célebres".
A mi me encanta el tema de los necios, es casi una fijación personal la que tengo con ellos. Están por todas partes, lo mismo en las alturas de la sociedas, la política o eso que absurdamente llaman el mundo de la cultura, que en la fábrica, la tienda de la esquina o el vecino de más arriba y por eso convivimos a diario con ellos con la mayor de las naturalidades, no siendo conscientes de la cantidad de problemas que generan y que, en otras circunstancias, serían totalmente evitables.
Así que estreno la recopilación con algunas de las "sentencias" sobre necios que he ido elucubrando mientras me afeito cada mañana:
"¿Qué se puede esperar de aquéllos que siendo necios, pretenden arropar sus presunciones bajo un aparente caparazón de sabiduría?"
"Algunos que afirman yo soy sabio, serían hasta simpáticos si afirmasen también yo soy necio."
"Cuando conocemos a un sabio de verdad, encontramos un tesoro; en cambio, el suelo que pisamos está empedrado de necios."
"Hay algunos que se creen sabios
¡si! ¡si!
y los hay que hasta lo afirman
Así que fuera la vergüenzas y que cada cuál aporte las suyas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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