Acerca del Plan BOLONIA
No sabiendo muy bien donde ubicar este tema, no encuentro otro lugar más adecuado ya que considero que tiene suficiente jugo para una buena discusión.
Para los "despistados", es decir, en general aquellos que no han ido ni piensan ir a la Universidad, o quienes habiendo ido el asunto les cae ya lejos, o los que todavía la tienen en lontananza, y quienes siendo de otras tierras no europeas ni les va ni les viene, hay que decir primero QUÉ es el Plan Bolonia.
En síntesis, es una total transformación y adecuación de los planes de estudios y titulaciones de los diferentes Estados que conforman la Unión Europea. De conformidad con las políticas sociales europeas, que incluyen la opción de poder residir y trabajar en cualquiera de los países de la Unión sin necesidad de permiso de residencia y otras trabas burocráticas, parece muy lógico que un abogado que haga su carrera en cualquier universidad española pueda ejercer en Alemania, Italia o Portugal. Del mismo modo un ingeniero que haya estudiado en Portugal podrá ejercer como tal en Dinamarca, por ejemplo, si es que le apetece y encuentra empleo.
Más o menos todos estamos al cabo de las manifestaciones que realiza de cuando en cuando la extrema izquierda contra la implantación de este plan. En las "manifas" se puede ver toda clase de ejemplares de la variada fauna urbanícola izquierdista, desde rastas a anarcos, pero ¿cuáles son las razones verdaderas que esgrimen contra todo ello?
Desde mi punto de vista son dos: la primera, el coste económico que va a suponer estudiar una carrera en cualquier universidad pública; y, en segundo lugar, el coste de esfuerzo intelectual que habrá que poner en práctica para llegar a la ansiada titulación.
Es bien sabido que un tanto por ciento excesivamente amplio de presuntos universitarios, pasan por la universidad, pero la universidad no pasa por ellos. Es decir, es vox populi, la cantidad de habitantes permanentes que tienen los bares de facultades y escuelas que, llegados los días benignos de la primavera, o después de finalizar los trámites de las matriculaciones y las primeras tomas de contacto con los nuevos profesores en el otoño todavía tibio, toman las de Villadiego emigrando hacia las verdes campas en las que solazarse al sol tumbados sobre la hierba.
El problema es que con el nuevo plan estas lúdicas y socialmente improductivas conductas, no van a tener demasiada cabida. A partir de ya, desde el 2010, o sea dentro de nada, todo quisqui se va a tener que mojar si quiere obtener algo. Las nuevas titulaciones se componen de los siguientes niveles:
GRADO. Con duración de 4 años, hay que obtener 240 créditos o 60 por año académico, considerando, además, que el sistema de créditos queda modificado pasando ahora a ser precisas entre 25 y 30 horas de clase por crédito, Es decir, un curso académico es igual a una horquilla que oscila entre 1.500 y 1.800 horas de asistencia a clase.(
Este nivel permitirá ciertas salidas profesionales, pero no todas porque las que tengan alguna especificidad precisan del siguiente ciclo como, por ejemplo, abogado, profesor de Secundaria, ingeniero..., etc.
MASTER Considerado como nivel avanzado, tendrá dos rutas: una (obligatoria), la del ejercicio de ciertas profesiones, como las ya citadas, o la otra destinada a formar investigadores. La duración, según titulaciones, será de 1 curso o de 2. Será preciso obtener entre 60 y 120 créditos o ECTS, siglas que significan Sistema de Transferencia de Créditos Europeos .
DOCTORADO Ciclo que no tendrá sistema de créditos, al menos por el momento, pero al que habrá que dedicar unos 4 años académicos de formación, uno de los cuales será de investigación, y sigue existiendo la defensa de una tesis doctoral para la obtención del título.
En la parte económica nos encontramos con más novedades. Los créditos cuestan entre los 494 € por cada 60 créditos para las carreras baratas, y los 1313 de las caras. Y estas tasas son las correspondientes a la consecución del título de Grado.
Las relativas a las tasas de los estudios conducentes a la obtención del título de Master, la cuestión oscila entre los 832 € por cada 60 créditos para las titulaciones baratas, y los 1.879 €/60 h. de las caras. Total, que para la obtención de algunos títulos de máster, será preciso abonar hasta los 9.000 € en una universidad pública, sobreentendiendo que todo vaya bien y no haya segundas matrículas y sucesivas.
Esto me trae el recuerdo de aquel eslogan al que tanta afición le tenía la izquierda de los "70": "el hijo del obrero a la universidad". Hoy, el hijo del obrero ocupa puestos de alta responsabilidad y es quien ha traído estos cambios. ¿Cómo era la fábula de "Las ranas"?.
A mi me encanta la idea de que quien quiera tener una carrera superior deba hincar los codos, ya era hora, en vez de estar manteniendo "parásitos de la vagancia por la revolución", y es que el coste social de la universidad pública, en un 90%, lo pagamos todos de nuestro bolsillo. Ahora lo que hace falta es otro "Plan Bolonia" para los puestos de trabajo correspondientes.
Lo que menos me gusta de todo es esa denominación de Master, no veo justificación alguna para que no siga siendo Licenciatura, término que corresponde a nuestra secular tradición académica universitaria, mientras que la otra es una nueva patada a nuestro idioma...¡habrá que cambiarla!
Última edición por Valmadian; 16/04/2009 a las 18:01
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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