Muy interesante este testimonio que nos traes, Rodrigo. Estos hombres que combatieron en la Cruzada están hechos de otra pasta, con lo que son un ejemplo para todos y podemos aprender mucho de ellos; como en el caso del bueno de D. Juan Luis Pacheco, que nos honró con su presencia en el foro. Así que ojalá podáis seguir manteniendo esas conversaciones con D. Juan Manuel Rubio y en lo posible nos las transmitáis para nuestro provecho.
Como digo, me interesa todo lo que cuenta D. Juan Manuel Rubio, pero en particular me gustaría saber si puedes ampliar este punto:
¿Te contó algo más sobre este tema o podrías preguntarle en alguna entrevista posterior? En verdad lo que dice D. Juan Manuel Rubio es lo mismo que se deduce del estudio riguroso de la Historia —al que no suelen aplicarse esos que se dicen falangistas pero tienen más de payasos de circo—, pero nunca está de más contar con el testimonio directo de un combatiente, que puede iluminar aspectos no del todo conocidos a día de hoy.de la sorprendente afinidad con el también desterrado Manuel Hedilla, al que conoció igualmente, y a quienes los falangistas de hoy consideran un revolucionario, pero que, realmente —según nos cuenta— fue un católico íntegro a quien el propio Fal Conde consideraba amigo.
Por otra parte, transmítele a D. Juan Manuel Rubio nuestra admiración, en mi caso desde posiciones falangistas, por su trayectoria de caballero católico y por el hecho de que, cumplidos los cien años, siga dando guerra. Sería un placer poder leer alguno de esos textos políticos que sigue redactando.
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