No todos los catalanes lucharon en la causa austriacista, es verdad, de la misma forma que muchos "castellanos" tampoco lo hicieron en la causa borbonica.
Pero aquí lo importante a resaltar es que los catalanes y resto del pueblos de la corona de Aragón que se han mantenido en la tradición lucharón en el bando austriacista.
Posiblemente en esa concepción este la diferencia radical entre las Españas. Unos son partidarios de un sistema (un Rey), en el que otros se ven como victimas (con otroRey).
Como bien dice el carlista catalán y austriacista el Dorctor Francesch Canals i Vidal la lucha de los dos bandos escondia otro tipo de lucha mas desconocido, la de un pueblo Tomista: el catalán junto con el el resto de la corona Aragonesa y por otro lado el Suarista. El problema de fondo era la rivalidad entre la escuela Tomista, mayoritaria en Catalunya y la Suarista seguida por la Compañia de Jesus.
En Barcelona habia dos escuelas, El Estudi General, situado en la parte alta de las Ramblas que hoy llamamos de los Estudios, que se titulaba desde 1559 "Estudi General de totes les Facultats" (grámatica, retorica, artes liberales, filosofía, teologia, medicina y derecho civil y canonico qye dependia del Consell de Cent barcelonés, y hacia donde la calle Tallers termina en la Rambla se encontraba el Colegio de Nobles de la Compañia de Jesus llalmado de Cordelles por su fundador. en este último además de las enseñanzas universitarias habituales se enseñaba FRANCÉS, heraldica, esgrima y danza.
Los colegiales de Cordelles alardeaban de sus posiciones filosóficas suarista, mientras que en contra posición los estudiantes del Estudi General, deacuerdo con el convento dominicano de Santa Catalina (en donde hoy esta el mercado de Santa Catalina, que fue incendiado en 1835 (+ o -), crearón la Academia de santo Tomás, caracterizada como el corazón del Tomismo.
En el colegió de Cordelles que es donde se educó practicamente la Nobleza catalana, iban a salir los BOTIFLERS partidarios de los Borbones, mientras que de la Academia de Santo Tomas saldría el nucleo barcelones de los vigatans austriacistas.
Según Voltaire y Saint-Simon la guerra de sucesión española fue una guerra de religión ya que murierón en ella mas de 500 eclesiasticos en el sitio.
En definitiva encontramos el contraste de dos ambientes y de alguna manera, de dos mundos culturales y opuestos, la nobleza catalana educada en el Colegio de Cordelles y la hostilidad de los estudiantes universitarios tomistas en conexión con el pueblo.
Todo esto supuso el enfentamiento entre una ciudad de estructura gremial y mentalidad que podriamos definir como medieval, caracterizada por el predominio de las antiguas ordenes mendicantes (los Tomistas), y unas actitudes nuevas que se verán en la Universidad de Felipe V de Cervera, propias de Europa.
Es decir quer la guerra de Sucesión entre Austriacistas y Borbonicos esta entendida por el tradicionalismo catalán por una guerra contra europa y la educación clasicista.
Guerra que 100 años mas tarde el carlismo catalán continuaria, como herederos de los maulets contra los botiflers.
La fuerza de los idearios medievales en Barcelona y Catalunya presentes en sus universidades se reflejan en el preambulo de la primera redacción del decreto de supresión de todas las universidades catalanas poco despues de la derrota de Barcelona:
" La tenaz resistencia de los catalanes contra la debida sujección a mi legitimo dominio..., en la que se introdujeron muchos sujetos notables de las universidades literaraias de aquel País, provocó mi justicia y obligó a mi providencia a mandar que cerrasen las universidades, que eran fomento de maldades cuando debían serlo de virtudes".
El enfrentamiento en definitiva era el de la Tradición y contra la política de la Corona Borbonica europeizante y pro liberal. Entre las Universidades Catalanas de las que nadie deja de reconocer su inserción social, la conservación de la lengua, de su espiritu ortodoxo y tradicional en lo religioso, socialmente populares y ideológicamente inmersas en el escolasticismo tradicional, preferentemente tomista y los partidarios de un Rey que queria imponer costumbres y doctrinas extranjeras.
Pensemos que para la Catalunya de aquella época la guerra constituyó el esfuerzo heroico por defender la vigencia de su constitución política tradicional, formada durante la Edad Media. El esfuerzo de los catalanes contra los botiflers (hoy sinonimo de traidores y cipayos) fué el arraigo profundo de las convicciones tradicionales que se revelarón ante una Europa sorprendida por la tenacidad de un pueblo en los largos meses de asedio de la ciudad, y como dice el Doctor Canals "algo que resultó inexplicable en aquel mundo de la modernidad absolutista, y que trataría de ser olvidado en los años de la modernidad ilustrada".
Marcadores